Euphorbia Láctea cristata

Euphorbia Láctea cristata
Información sobre la plantilla
Euphorbia lactea cristata.jpg
Nombre Científico:'
Reino:Plantae
División:Magnoliophyta
Clase:Magnoliopsida
Orden:Malpighiales
Familia:Euphorbiaceae
Tribu:Euphorbieae
Género:Euphorbia

Euphorbia Láctea cristata. Planta decorativa, que parece un cactus o bien llamadas cactiformes, cuya cresta ondulada es particularmente notable.

Nombres

Planta que se le conoce bajo los nombres más populares como: Planta crestada, Planta candelabro crestada, Euphorbia cristata o Euphorbia crestada.

Distribución geográfica

Esta especie cactiforme, es oriunda de las áreas tropicales de Asia, más concretamente, de India y Sri Lanka.

Descripción

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Suculenta con tallos crestados y ondulantes. El término Cristata, en botánica representa un crecimiento ondulado que ocurre no solo en cactus y suculentas, sino que es causado por una mutación, tiene una forma de cresta con ramas en forma de abanico intrincadamente ondulantes, que forman una cresta de serpiente o un grupo lleno de gente.

La forma de cresta más común, es verde oscuro marcada de forma atractiva con patrones en zigzag gris plateado. Actualmente esta planta está disponible en un gran número de cultivares variados y pintorescos que varían en color de blanco a amarillo, rosa, violeta y verde.

También existen las especies estándar, sin cresta, con tallos aplanados de tres lados, que parecen un candelabro que llega a alcanzar sin problemas, una altura de hasta 5 metros. No tienen hojas, pero presentan espinas negras en partes de sus ondulantes costillas. No suelen florecer. Esta Euphorbia está injertada ya que ella por sí misma, no es capaz de realizar la función clorofílica y necesita de un pie que sí lo haga, para poder sobrevivir.

Condiciones para su desarrollo

Las Euphorbias son de crecimiento muy lento y fácil cultivo. Suelen utilizarse en macetas, como plantas de interior o en terrazas, si el clima lo permite, son aptas para rocallas y jardines de cactus y suculentas, al exterior.

Temperatura

Debe cultivarse al sol y temperatura cálidas, tolera el pleno sol del verano, pero entonces puede estar en semisombra.

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Riego

El control del riego es importante en las Euphorbias, de hecho, mueren más por el exceso de cuidado y riego. Necesitan un suelo con buen drenaje y mucha luz solar. Resisten muy bien la sequía, a diferencia de la mayoría de las suculentas, las Euphorbia Láctea, no maneja bien los largos períodos de sequía. Puede necesitar riego semanal durante el verano. Cuidado, no provocar encharcamientos. Riegue profundamente cuando el sustrato esté seco, pero no los deje en tierra mojada, lo que puede causar la pudrición de la raíz, debe haber un buen drenaje.

Sustrato

No son particularmente exigentes en cuanto al pH del sustrato, pH neutro o ligeramente ácido, pero no toleran el suelo encharcado. Debemos agregar un poco de materia orgánica o fertilizante al hoyo de plantación. El sustrato puede ser uno cualquiera, de los que se comercializan para cactus.

Abono

Será suficiente con un abonado mensual, con algún fertilizante mineral para cactus, en primavera y en verano. el sustrato deberá tener un tercio de humus, un tercio de arcilla fina y el resto de arena de grano grueso. No aplique turba, que puede ser de pH demasiado ácido. Si los cultiva en macetas o en exterior con suelos pobres, aliméntelos mensualmente con un fertilizante de media concentración.

Trasplante

El trasplante de maceta se hace en primavera, pero dado su lento crecimiento, se hace cada largo período. No es necesaria ninguna poda.

Reproducción

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La reproducción se puede hacer a partir de semillas, pero puede ser difícil de germinar o incluso de encontrar. La forma verde de la Euphorbia Láctea cristata, se propaga por esquejes o injertos, mientras que las formas variadas son difíciles de cultivar en sus propias raíces y generalmente se injertan por conveniencia en un pie de Euphorbia canariensis o bien de Euphorbia resinífera. La clave es el calor y la buena circulación de aire, estos esquejes se deben sumergir en polvo hormonal, aunque no es necesario y dejarlos por un período de 3 a 4 semanas hasta que sean insensibles. Luego proceder a plantarlos. Esto puede ser complicado, debido a la savia que exuda. La savia o látex, es tóxica e irritante y puede afectar, inflamando las mucosas y piel, si se ponen en contacto.

Cuidados al látex

Al igual que con todas las otras Euphorbias cuando una planta se daña, exuda una savia espesa, lechosa y blanca conocida como látex. La savia lechosa de la Euforbia, sirve como protección contra los depredadores y para el cierre de las heridas. Este látex es venenoso e irritante y particularmente peligroso para los ojos, la piel y las membranas mucosas. Así que presta mucha atención para que no entre en contacto con los ojos o la boca. Si el látex llega a tocar la piel, se debe lavar inmediatamente con agua, ya que ya no es soluble en agua, cuando se seca. En este caso, use soluciones o emulsiones grasas como leche o crema para la piel. En caso de contacto con ojos o mucosas, se debe consultar a un médico. Las personas sensibles pueden reaccionar incluso a los vapores del látex, por lo que también es necesario garantizar una ventilación adecuada.

Consejos para su manipulación

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• Utilice guantes, para manipular la planta en procesos de trasplante y esquejado.

• Use gafas protectoras, evitando así salpicaduras de látex sobre ojos y mucosas y piel. El contacto con los ojos, puede llegar a provocar ceguera.

• Procure buena ventilación en la zona de trabajo con la planta, para así evitar los vapores propios del látex.

• La ingestión o incluso inhalación del látex y sus vapores, puede provocar náuseas y vómitos.

• Evita que la Euphorbia quede al alcance de los niños.

Plagas y enfermedades

La principal enfermedad que la puede afectar, es la pudrición de las raíces por exceso de riego, encharcamiento de las raíces. Este encharcamiento, genera hongos que pueden matar a la planta. Si el peine o la almohadilla de la cristata, se marchita repentinamente o se pone verde pálido, esto generalmente indica un ataque de hongos causado por el encharcamiento. Facilite un buen drenaje del agua de riego.

Si observa la presencia de la plaga de cochinillas, algodonosa o marrón, proceda al lavado con cuidado con un trapo húmedo, sobre la plaga. Observe que las raíces no estén afectadas por la plaga de la cochinilla. Si lo estuviera, lave bien y aplique insecticida o bien pode las partes muy dañadas y cambie el sustrato y meceta, para evitar futuros brotes de la plaga. Se pueden presentar en los pliegues de la cresta. Son insectos que chupan la savia y pueden atraer hongos. Si no es suficiente el lavado, proceda con insecticida comercial al efecto y proceda al tratamiento de la planta.

Fuentes