Explosión de una bomba en el central España Republicana

Explosión de una bomba en el central España
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Restos comanche.jpg
Combatientes del Ejército Rebelde y la Policía junto a los restos del avión Comanche 250.
Fecha:18 de febrero de 1960
Lugar:Central España, Perico, Matanzas,Bandera de Cuba Cuba
Descripción:
La explosión de una bomba en el Central España Republicana pretendía destruir la industria y la vida de sus obreros.
Resultado:
Ocasionó la muerte de sus portadores sin lograr su objetivo.
Consecuencias:
Secuelas psicológicas en la población y el repudio a actos terroristas de esta índole.
Ejecutores o responsables del hecho:
Robert Ellis Frost y Onelio Santana Roque

Explosión de una bomba en el central España Republicana. Hecho organizado y financiado por el gobierno de los Estados Unidos con el objetivo de causar daños a la economía cubana, provocar muerte y terror en la población para desestabilizar su Revolución.

Antecedentes

Desde el 1 de enero de 1959, Estados Unidos determinó la aplicación de una brutal política de hostilidad y agresiones de todo género destinada a destruir la Revolución Cubana, reconquistar el país y reimplantar el sistema de dominación neocolonial.

Esta política se basaba en planes de agresiones armadas piratas contra Cuba, programas de acciones encubiertas, entre otros. Todos estos planes incluían incursiones aéreas y navales contra objetivos de la isla, con el fin de infiltrar y exfiltrar agentes, abastecer con armamento, explosivos y otros equipos a la contrarrevolución interna, causar daños a la economía y provocar el terror en la población.

Sucesos

El jueves 18 de febrero de 1960 las 6:00 de la mañana de la pista del aeropuerto de Tamiami, Florida, Estados Unidos salió la avioneta Piper Comanche 250 roja y blanca, de un solo motor. Aunque el piloto afirmó que su destino era el aeropuerto de Brown esas no eran realmente sus intenciones.

Casi tres horas después, a las 8:45 a.m., la avioneta apareció sobre un cañaveral cubano en Perico, Matanzas. Se realizaron dos disparos al aire, señal de las brigadas campesinas para advertir la aparición de un avión esbirro. La avioneta se dirigió hacia las torres del central donde se diseminó en pedazos por el aire, al explotar la bomba que intentaban lanzar, con el propósito de destruir esta industria azucarera.

El pueblo llevando el cadáver del piloto Robert Ellis Frost

Los restos de la avioneta se esparcieron por todo el batey y junto ellos los del copiloto, que resultó ser el ex policía batistiano Onelio Santana Roque.

Sobre la casa del doctor Jesús Angulo Pérez marcada con el número 3, en la calle 21 de ese batey azucarero, exactamente en el cuarto de su nieta, la joven de 16 años de edad Norma Elwin, cayó el cuerpo del piloto, en el cual se encontraron varios documentos y 3 000 dólares. Norman, el padre de norma, encontró en el jardín de la casa una pistola perteneciente al piloto.

Por los documentos hallados en el cadáver del piloto se supo que se trataba del norteamericano Robert Ellis Frost el cual portaba un carné del Cuerpo de Seguridad de Estados Unidos. Por su libreta de vuelos se conoció que había realizado tres misiones anteriores y que por esta cobraría 1 500 dólares.

Más tarde un campesino halló la carta de vuelo y un mapa comercial. A juzgar por el mapa, el piloto Frost se proponía bombardear esa mañana los centrales España, Soledad y Zorrilla, todos de la provincia de Matanzas. Estas eran pruebas de que los Estados Unidos tramaban y financiaban estos actos terroristas.

Reacción popular

Tras la explosión los familiares de los obreros y los habitantes en general, aterrorizados por

Los vecinos condenaron el nuevo acto terrorista.

lo ocurrido, acudieron al central temiendo por la vida de los que allí estaban.

Los obreros no se movieron de sus puestos de trabajo. De haber tenido éxito el atentado muchas familias habrían quedado desoladas. El pueblo, se reunió para condenar el macabro acto terrorista.

Ese mismo día el Comandante en Jefe Fidel Castro compareció en el programa Ante la Prensa , de la televisión cubana, donde denunció públicamente el hecho y adviertió su gravedad, revelando que las verdaderas intenciones no eran destruir un objetivo material, sino la vida de cientos de hombres que estaban ganándose el sustento honradamente.

En el pueblo aún hay personas como Norma que padecen secuelas psicológicas. El Museo Municipal de Perico Constantino Barredo Guerra exhibe restos de la avioneta y documentos que atestiguan la veracidad de los hechos y que sirven para que las nuevas generaciones conozcan la política agresiva de Estados Unidos hacia Cuba, en particular los ataques piratas para derrocar la Revolución cubana.

Este hecho aprece registrado en la Demanda del pueblo de Cuba al gobierno de Estados Unidos por daños humanos

Fuentes

  • Caridad Díaz Ángel, historiadora del municipio Perico.

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