Fuertes y fortines

Fuertes y fortines
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Concepto:Pequeñas edificaciones construidas para la defensa y la observación.

Fuertes y fortines. Edificaciones militares de pequeño tamaño construidas generalmente para la defensa de un poblado o de un camino y para la vigilancia de los movimientos de fuerzas enemigas. Fueron muy comunes en Cuba durante la época colonial, al inicio para protegerse de los piratas y después contra los insurrectos.

Contexto

En todos los países los fuertes y fortines han constituido uno de los tipos de obras militares más comunes debido a su relativamente bajo costo en comparación con otros tipos de fortalezas y a su utilidad como punto de observación ante la posible llegada de fuerzas enemigas, para facilitar las comunicaciones entre enclaves militares y como primer punto de defensa en caso de ataque.

También servían para evitar el contrabando con los piratas y corsarios, y durante las guerras por la independencia para proteger poblados y caminos, vigilar el movimiento de los insurrectos y evitar que salieran vituallas para abastecerlos.

Denominaciones

Fuerte. Edificación militar permanente, de dimensiones mucho menores que una fortaleza, utilizada como obra defensiva y que contaba con una guarnición y su equipamiento: armas, establo para los caballos, vituallas.

Fortín. Tipo de fuerte pequeño, generalmente para vigilancia y defensa de una población o de un camino.

Torreón. Se denominaba así a un tipo de fortín de planta circular (por lo regular de unos 3,5 m de diámetro).

Blocao. Una de las variantes más sencillas eran los blocaos (del inglés blockhouse, que era unos pequeños fortines de madera que podían trasladarse con relativa facilidad.

Características constructivas

Los fuertes y fortines eran por lo general de baja altura, pero habitualmente tenían dos o más plantas, cada una de las cuales disponía de numerosas troneras o aspilleras verticales u horizontales para disparar con relativa seguridad. Se construían de piedra, mampostería, mampuesto o incluso de madera. Podían estar rodeados de trincheras o de empalizadas defensivas.

Los fuertes y fortines tenían capacidad para alojar a una pequeña guarnición. En la parte superior disponían de una terraza o de una habitación que servía como mirador y a veces para la trasmisión de señales lumínicas mediante un heliógrafo. En los fortines los entrepisos y escaleras eran de madera.

Fuertes y fortines cubanos famosos

Desde Oriente hasta Vuelta Abajo hubo fuertes y fortines famosos. A continuación relacionamos solamente algunos ejemplos, especialmente los que aún se conservan y que han sido restaurados.

La Habana. En 1635-1639 se construyó en la desembocadura del río Cojímar el Torreón de Cojímar y en 1643-1649 fue construido el Torreón de La Chorrera en la boca del río Almendares. Hacia 1645 se levantó en la margen occidental de la desembocadura del río Bacuranao el Torreón de Bacuranao, que prestó eficientes servicios frente a diversos ataques de los ingleses. En la caleta de San Lázaro, en La Habana hubo un pequeño bastión levantado en 1553 y en 1566 se erigió una atalaya de madera que después se edificó de mampostería, conocido actualmente como Torreón de San Lázaro.

Santiago de Cuba. El Fortín de Juraguá fue construido en la playa Juraguá, cerca de Santiago de Cuba, para la protección contra el ataque de corsarios y piratas. Tiene forma de torreón y contaba con ocho cañones. El Fuerte de La Avanzada se construyó en un punto intermedio entre la Fortaleza San Pedro de la Roca y la Fortaleza La Estrella. El Fuerte El Viso se encuentra ubicado en lo alto de un cerro del mismo nombre, en el Poblado de El Caney. Durante las guerras por la independencia se construyeron los fuertes Yarayó, San Antonio, Cuabitas, Santa Inés, Cuartelillo, Espantasueño, Canosa, la Pedrera, Santa Úrsula, el Horno, el Gasómetro, y Punta Blanca, la mayoría de los cuales desaparecieron.

Trochas militares. En la Trocha de Júcaro a Morón (actual provincia de Ciego de Ávila), los españoles construyeron 68 fortines y blocaos, algunos de los cuales se conservan actualmente. En la Trocha de Mariel a Majana (actual provincia de Artemisa), había 82 fortines y blocaos.

Cárdenas. Durante la época colonial conformaron el cinturón defensivo de Cárdenas los fortines Cementerio, Pizarro, Varadero y Magneud (o del Acueducto), así como los fuertes de Rojas, Pla, Fábrica de Gas, y Jagüey.

Trinidad. El sistema defensivo costero de la villa de Trinidad en la época colonial estaba formado por: el Fortín de Vizcaya o de la Mano del Negro, ubicado en la entrada del camino a Sancti Spíritus; la Batería de La Boca, también denominado Fuerte Guaurabo, ubicada en la desembocadura del río Guaurabo, en la actual Playa La Boca; y al norte también se encontraba el Fortín El Vigía.

Baracoa. El Fuerte Matachín fue construido para la defensa de Baracoa. Tenía capacidad para unos 50 soldados y contaba con una batería, aljibe y trincheras.

Taguayabón. En las inmediaciones de las lomas de Palenque, cerca de Taguayabón, actual municipio de Camajuaní, fue construido alrededor de 1874 el Fuerte Palenque. Contaba con anchos muros de mampuesto, techo de madera y tejas a cuatro aguas y tenía tres entresuelos de madera apoyados en rieles de hierro y su capacidad era para unos 30 soldados.

Las Tunas. El Fuerte de la Loma fue construido en 1874 para la defensa de Las Tunas. Interiormente se construyó un inmenso aljibe y un cuartel de madera que podía albergar a más de 100 soldados. Después se rodeó el pueblo con una estacada de madera dura terminada en puntas y cada cierto trecho se construyó un torreón o trinchera de piedras.

Jiguaní. El Fuerte de Jiguaní fue construido a mediados del Siglo XIX. Es una construcción de planta cuadrada limitada por gruesos muros de piedra aspillerados y donde aún se observan en la parte superior de los baluartes las cañoneras o troneras donde se colocaban las piezas de artillería.

Bahía Honda. El Fuerte San Fernando de Botón fue construido en 1818 con el objetivo de defender la entrada de la bahía. Contaba con 5 piezas de artillería, alojamiento para 20 hombres, aljibe y demás accesorios para su conservación y defensa.

Colón. En este poblado de la provincia de Matanzas fue construido en la década de 1890 el Fuerte Alfonso XIII conocido generalmente como Fuerte de La Loma.

Sagua de Tánamo. Después del inicio de la guerra por la independencia de 1868 fue construido el Fuerte de la Loma, con el objetivo de mantener la vigilancia sobre el movimiento de los mambises y proteger el poblado.

Nuevitas. Para custodiar la entrada a la Bahía de Nuevitas fue construido en 1831 el Fuerte San Hilario, ubicado en el extremo oriental de Cayo Sabinal, en la zona del canal de entrada.

Remedios. En 1868-1869 fue construido el Fuerte Tetuán como parte del sistema defensivo de la villa de San Juan de los Remedios. Es una edificación cuadrangular, en forma de torre, con sólidas paredes de ladrillo y mampuesto ordinario y cubierta de madera y tejas. Contaba con dos plantas, con una puerta en la planta baja y tres aspilleras horizontales por cada una de sus caras en la planta alta.

Maisí. En el poblado de Maisí, provincia de Guantánamo, fue construido el Torreón del Cementerio para la protección y vigilancia de la punta más oriental de Cuba. Es un fortín de planta circular con diámetro de 3,5 m, con aspilleras y pretil almenado.

San Juan de los Yeras. El Fortín Callejas es el único que se conserva de seis que se construyeron para la protección del poblado de San Juan de los Yeras, actual provincia de Villa Clara.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.