Fusariosis vascular del tomate
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Fusariosis vascular del tomate. Enfermedad provocada por el hongo Fusarium oxysporum, es un habitante del suelo, que puede sobrevivir casi indefinidamente en forma de clamidosporas.
Sumario
Forma de infección
La penetración tiene lugar principalmente en la zona de elongación de la raíz y puede facilitarse por heridas o taques de nemátodos; desde allí el hongo se extiende hacia arriba por el xilema, donde bloquea los vasos y forma enzimas y toxinas que contribuyen a la expresión de la enfermedad.
Los factores que favorecen la enfermedad son las T°s de suelo y aire entre 22 y 32°C; los suelos arenosos y ácidos, los días cortos y la baja intensidad de luz. También las plantas que se desarrollan con bajos niveles de N, P y Ca son más sensibles a la fusariosis.
Este hongo es capaz de colonizar muy rápido los suelo o sustratos recientemente desinfectados, pudiendo permanecer en ellos hasta 10 años y a más de 80 cm de profundidad. Se disemina por semilla infectada, por almácigos contaminados, por transporte de suelo en herramientas y maquinaria agrícola, por el viento, el agua de riego y por insectos.
Síntomas
Los primeros síntomas que manifiesta son caída de los peciolos en plantas jóvenes y amarilleamiento de hojas inferiores que mueren. En corte transversal del tallo se observa oscurecimiento de los vasos. Por ser los síntomas similares a los producidos por Verticilumsp es necesario aislar e identificar al patógeno. La temperatura óptima de desarrollo es de 28ºC.
Con el avance de la enfermedad, el marchitamiento se hace irreversible y se produce la muerte de las plantas. Al efectuar un corte longitudinal del tallo, se aprecia una coloración pardo oscura en el xilema, que se extiende hasta los pecíolos de las hojas.
Control
Métodos preventivos y técnicas culturales
- La rotación de cultivos reduce paulatinamente el patógeno en suelos infectados.
- Utilizar semillas y plantas sanas.
- Eliminar plantas enfermas y restos de cultivos.
- Utilizar variedades resistentes.
- La solarización disminuye las poblaciones de F. oxysporum en la capa arable.
- Utilizar nitrógeno nítrico en vez de amoniacal. El nitrógeno nítrico inhibe el crecimiento del hongo y aumenta los rendimientos.
- En plantas ya infectadas, realizar una aporca para favorecer la emisión de raíces nuevas que puedan reemplazar a las raíces necrosadas. Usar sustrato sano y semillas desinfectadas en los almácigos. Desinfectar el suelo con vapor, con bromuro de metilo y/o cloropicrina; con dazomet o por solarización.
- Vapor de agua: consiste en pasar un flujo de vapor de agua, con maquinaria especializada, través de los poros del suelo. El vapor al tomar contacto con las partículas frías se condensa (pasa a la fase líquida), liberándose calor, el cual destruye los organismos nocivos para el cultivo. Se estima que el mejor tratamiento con vapor es aquel que eleva la temperatura del suelo a 75°C en los primeros 20 cm de profundidad, lo que permite eliminar la mayoría de los insectos, nematodos, semillas de malezas, hongos y bacterias. Si la T° excede los 82°C, se producen niveles fitotóxicos de amonio, nitritos y manganeso en suelos con alto contenido de m.o.
Control químico
La aplicación de productos químicos durante el cultivo son ineficaces y la desinfección del suelo tiene resultados aleatorios, pues se puede producir recontaminación.
Fuentes
- Suárez Pérez Rosendo, [et. al.]. Plagas, Enfermedades y su control. Editorial Pueblo y Educación, (1992).
- Plagas y enfermedades