Giovanni Battista Sacchetti

Giovanni Battista Sacchetti
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Nacimiento1690
Turín, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento1764
Madrid, Bandera de España España

Giovanni Battista Sacchetti. Conocido como "Juan Bautista Sacchetti" o simplemente "Sachetti", fue un arquitecto italiano.

Síntesis biográfica

Nació en Turín, Italia, en 1690. Hijo de un orfebre, heredó de su padre el gusto por la creación artística y la afición al diseño, que perfeccionó en su adolescencia en el taller familiar. Se formó como arquitecto en su Italia natal, donde fue alumno, junto con otros brillantes compañeros de estudios, como Ignazio Aglaudi di Tavigliano, del gran arquitecto y escenógrafo de Messina, Filippo Juvarra. Y aunque apenas tuvo tiempo de plasmar en su tierra alguna muestra de su talento, llegó a trabajar en ciertos proyectos de gran relieve, como la Iglesia de San Filippo Neri y el Palacio Real de Turín.

Obra

En 1735, Felipe V hizo venir a la corte española al susodicho Juvarra, al que encomendó varias obras de interés, como la residencia real en La Granja de San Ildefonso, en Segovia y la ejecución de uno de los trabajos arquitectónicos más importantes en la España dieciochesca: el Palacio Real de Madrid. Por recomendación expresa del propio Juvarra, Sacchetti se trasladó también a Madrid en calidad de ayudante directo de su maestro, sin sospechar que muy pronto habría de hacerse cargo de continuar los proyectos de éste, ya que la muerte le sorprendió en la capital española antes de haber podido iniciar ambos trabajos.

Fue así como, entre 1736 y 1741, Sacchetti levantó la fachada principal del Palacio de La Granja de San Ildefonso, respetando escrupulosamente los planos de su difunto maestro. Felipe V, admirado por la marcha de este trabajo, le rogó en 1738 que asumiera la responsabilidad de dirigir la construcción del Palacio Real de Madrid, cuyos planos había diseñado ambiciosamente Juvarra siguiendo el modelo trazado por Bernini para el Palacio del Louvre en París.

Al saberse elevado a la categoría de arquitecto oficial de la Corte, fue nombrado arquitecto real a la muerte de Juvarra, y maestro mayor de la Villa de Madrid en 1742, Giovanni Battista Sacchetti no se conformó con desarrollar fielmente los planos concebidos por su llorado maestro (como había hecho a la hora de continuar otros proyectos que dejó inconclusos o meramente esbozados, entre ellos el ya citado Palacio de La Granja o el Palacio Real de Aranjuez). Antes bien, se atrevió a incorporar sus propias ideas a los planos de Juvarra, que en manos de Sacchetti quedaron considerablemente reducidos y, con ello, mucho más acordes con el encargo original del Rey y la tradicional arquitectura palaciega de la Corte española. Sacchetti introdujo también, como innovación respecto al proyecto original de Juvarra, una planta torreada que reforzaba ese gusto español por un gran patio central cuadrangular, flanqueado por cuatro torres en cada uno de sus ángulos.

Asimismo, el arquitecto turinés buscó una nueva ubicación para la capilla, obedeciendo también a las costumbres hispanas; y concibió personalmente la organización urbanística de los alrededores del palacio, de tal manera que todos los elementos espaciales aledaños a la gran mole estuviesen en consonancia con su estilo. Así pues, sólo respetó la composición original de su maestro en lo tocante a los alzados, donde a la postre se puede rastrear esa inspiración de Juvarra en los proyectos de Bernini para el Louvre.

El gran mérito de Sacchetti consistió, pues, en su sagacidad y acierto a la hora de combinar los gustos tradicionales de la arquitectura palaciega española al neoclasicismo italiano introducido en España por Juvarra y por él mismo. Al permanecer en España hasta la fecha de su muerte, tuvo ocasión de influir notablemente en otros jóvenes arquitectos de la segunda mitad del siglo XVIII, por lo que se le considera el introductor de la moda piamontesa en la arquitectura española.

Entre los jóvenes arquitectos y ayudantes que tuvo a su cargo durante la ejecución de las obras del Palacio Real, figuraba como delineante Diego Villanueva, quien asimiló buena parte de los principios estéticos de Sacchetti, como queda patente en uno de sus trabajos más destacados: la actual portada de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid.

Precisamente esta institución, que nació en 1752, por voluntad expresa del rey Fernando VI, fue dirigida durante algún tiempo por Giovanni Battista Sacchetti, cumpliendo así el deseo del rey de incrementar el número de artistas extranjeros que trabajaban en las obras reales y ocupaban los cargos culturales de mayor relieve.

Fallecimiento

Giovanni Battista Sacchetti falleció en Madrid, España, en 1764.

Fuentes