Gonzalo Martínez Fortún y Foyo

Gonzalo Martínez Fortún y Foyo
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Nacimiento30 de agosto de 1887
Placetas, antigua provincia de Santa Clara, Bandera de Cuba Cuba
Nacionalidadcubana
OcupaciónDirector de la antigua E.E.A de Santiago de las Vegas

Gonzalo Martínez-Fortún y Foyo: pilar de la agricultura científica cubana.

Nació en Placetas, antigua provincia de Las Villas, hijo de una familia adinerada que quebró por los estragos de la guerra del siglo XIX. Con once años se colocó de cartero en La Habana, y así pagó el bachillerato. Por sus resultados obtuvo una beca para estudiar Ingeniería Agrónoma-Azucarera en Louisiana State University, Estados Unidos, y se diplomó en 1910. Ese año comenzó en la recién fundada Estación Experimental Agronómica de Santiago de la Vegas, hoy Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (Inifat), al suroeste de La Habana.

Sus primeros años en la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas.

En septiembre de 1910 hizo su entrada al centro donde transcurrirían los mejores y más fructíferos años de su vida: la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas, primera institución de su tipo en Cuba e Hispanoamérica. Según consta en su Expediente Personal, Martínez-Fortún procedía del Negociado de Trabajo y Colonización, perteneciente a la Secretaria de Agricultura, Comercio y Trabajo, donde se desempeñaba como Auxiliar. Su primer cargo en la E.E.A. fue como Auxiliar del Dpto. de Botánica, en ese entonces, bajo la dirección del destacado botánico Prof. Antonio Ponce de León. En 1911 fue nombrado por breve tiempo Ayudante del Dpto. de Agricultura; unos meses más tarde debido a problemas internos existentes en el centro, asumió temporalmente la jefatura del mismo. A fines del año 1911 retornó al Dpto. de Botánica, pero esta vez con el cargo de Primer Ayudante.

En 1913 hizo su entrada en la E.E.A. un hombre que con el devenir del tiempo se convertiría en una gloria de Cuba: el Dr. Juan Tomás Roig y Mesa; fue precisamente elIng. Martínez-Fortún el auxiliar que recibió al Dr. Roig cuando éste tomó posesión de su cargo como jefe del departamento de Botánica. Comenzó así una larga y sólida relación de trabajo y amistad, que solo la muerte pudo interrumpir. Fruto de este trabajo en colaboración fueron dos boletines de la EEA, que merecieron grandes elogios: Las Variedades Cubanas de Boniato, Boletín No. 33 de la EEA (1916) donde aparecen registradas 234 muestras de 50 variedades, su descripción, clasificación y datos acerca de sus cualidades; y Dos Malvas Textiles Cubanas, Boletín No. 41 de la E.E.A. (1919), profundo estudio de estas plantas y sus posibilidades industriales. El año 1917 resultó un año muy importante para la E.E.A. de Santiago de las Vegas. Ese año comenzó a dirigir esa institución el eminente científico italiano Dr. Mario Calvino, cuya presencia en Cuba daría un notable vuelco al trabajo científico del centro. El Dr. Calvino era un verdadero propagador de las ideas científicas más avanzadas. Desde su llegada se estableció una profunda identificación entre ambos que devino en una entrañable amistad. Calvino señaló públicamente en una ocasión, que de todo el personal que había encontrado a su llegada a la E.E.A., consideraba al Dr. J. T. Roig y Mesa y al Ing. Martínez-Fortún como los más capacitados para acometer las grandes tareas que se proponía llevar adelante.

Ese propio año de 1917, el Dr. Roig ganó por oposición la Cátedra de Historia Natural en el Instituto de Pinar del Río y se trasladó a esa ciudad. A partir de ese momento el Ing. Martínez-Fortún asumió la dirección del Dpto. de Botánica. Una de las tareas más importantes de ese departamento era la de continuar los trabajos de recuperación de la variedad de tabaco cubano ¨Havanensis¨ pura, que se había perdido debido a la devastación de los campos cubanos a consecuencia de la guerra de independencia, así como también continuar los experimentos con plantas textiles, y las investigaciones relacionadas con la caña de azúcar.

En enero de 1918 se presentó un gran reto en su carrera. El director Dr. Calvino, apelando a la gran capacidad de trabajo del joven Ing. Gonzalo, así como a su dedicación a la ciencia, le solicitó que con carácter temporal asumiera también la dirección del Dpto. de Agricultura. Por este motivo recibió en el mes de marzo de ese propio año un ¨Solemne Encomio¨, nombre que el Dr. Calvino solía dar a este reconocimiento que realizaba ante todos los trabajadores, en este caso por el extraordinario esfuerzo y magnífico trabajo realizado al frente de ambos departamentos. Esa doble función que debía ser temporal se extendió hasta 1920, y además se le incorporó una nueva responsabilidad, pues debido al cargo que el Dr. Calvino ocupaba como Delegado de la Secretaria de Agricultura, Comercio y Trabajo, éste se vio precisado a volcar su trabajo hacia otras esferas, fue necesario entonces que el Ing. Martínez-Fortún ocupara también, interinamente (mediante Decreto Presidencial), la Dirección de la Estación, caso éste muy especial, en el que un solo hombre desempeñaba tres cargos en una institución de investigación. De esta forma se convirtió, con solo 32 años en el director más joven que había tenido la Estación hasta ese momento. En diciembre de 1920 por fin fue liberado del cargo de Jefe del departamento de Botánica, al tomar posesión del mismo, la destacada botánica italiana, Dra. Eva Mameli de Calvino. El director Calvino, luego de realizar un breve viaje a Italia, había regresado a Cuba con su esposa, que tuvo el honor de ser la primera mujer en ocupar un cargo científico y de dirección en la agricultura cubana.

Experiencia Profesional:

Entre los años 1918 y 1920 Martínez-Fortún impartió también varias conferencias a los alumnos de la Escuela de Biología de la Universidad de la Habana. Estas conferencias sobre Biología aplicada a la Botánica, formaban parte de los planes de acercamiento e intercambio con la Universidad que el Dr. Calvino había previsto incrementar dentro de las funciones de la Estación. Asimismo, en meses posteriores se impartió un Seminario de Agricultura a los inspectores de los distritos escolares, ya que por aquel entonces había sido aprobada la asignatura de Agricultura en las escuelas primarias cubanas.

Martínez-Fortún participó con los temas: Implementos agrícolas y su empleo, y Cultivo de la caña de azúcar y del tabaco.

Correspondencia entre Mario Calvino y Martínez Fortún, 1924-1925. Archivo Institucional del Inifat, Santiago de las Vegas

. En enero de 1921, a pedido del Dr. Calvino, Martínez-Fortún asumió personalmente los análisis de los ¨seedlings¨ de caña de azúcar, a fin de no paralizar la buena marcha de estas investigaciones. Por ese motivo, trasladó su oficina de la Dirección para el Dpto. de Química y asumió también todo lo relacionado con la plantación de los referidos ¨seedlings¨.

En enero de 1922 el Dr. Calvino vuelve a trabajar a tiempo completo en la Dirección de la EEA y el Ing. Martínez Fortún, pasa a ocupar la Sub-Dirección del centro, a la vez que dirige el Dpto. de Agricultura. No obstante unos meses más tarde, de julio a diciembre de 1922, volverá a sustituir al Dr. Calvino, con motivo del viaje de trabajo que el matrimonio Calvino-Mameli emprende por Italia, Brasil y Estados Unidos de América. En agosto de 1923 Martínez-Fortún parte en el buque ¨Cuba¨ representando a nuestro país en la exposición de la Canadian National Exhibition Assoc. de Toronto, Canadá. Toda la delegación, así como el material de exhibición se encontraba a su cargo. En noviembre de 1923 el entonces Secretario de Agricultura, Comercio y Trabajo, Sr. Pedro Betancourt, conocedor de la capacidad de nuestro biografiado para acometer las más arduas tareas, así como de su experiencia en el cultivo de la caña de azúcar, le asigna la misión de realizar estudios por todo el territorio nacional, con el fin de valorar la incidencia de la enfermedad conocida como ¨raya amarilla¨o ¨mosaico¨ de la caña, así como la peligrosidad de esta enfermedad en el país, y las futuras y nefastas consecuencias para la industria azucarera.

En 1924 el Dr. Calvino y su esposa decidieron marchar al Central Chaparra, en San Manuel, antigua provincia de Oriente (hoy perteneciente a Las Tunas), para fundar la Estación Experimental de la Caña y la Escuela de Agricultura que se establecería en ese central. Nadie más adecuado que el Ing. Martínez-Fortún para asumir la dirección de la E.E.A. a partir de ese momento. La designación del Ing. Martínez-Fortún como director de la EEA fue favorablemente acogida por todos los trabajadores de la institución, así como por otros sectores del país.

El Ing. Martínez- Fortún, Director de Estaciones Experimentales.

En el mes de agosto de 1934, el Ing. Martínez-Fortún fue nombrado como Miembro de la Comisión Permanente para la Enseñanza y Propaganda Agrícola, creada por Decreto Presidencial. Un mes más tarde, el 3 de septiembre de 1934, fue designado para ocupar el cargo deDirector de Estaciones Experimentales, de la Secretaría de Agricultura, aunque seguía desempeñando sus funciones como Director de la EEA. En algunas ocasiones, cuando debía ausentarse por motivos de trabajo, lo sustituía el Ing. Acuña. Una actividad poco divulgada en la que jugó un papel decisivo el Ing. Martínez-Fortún, fue la referida a la creación, en 1936, de la Oficina de la Seda, perteneciente a la Secretaría de Agricultura, y que radicaba en un local situado en la propia E.E.A. de Santiago de las Vegas. Esta oficina tenía como objetivo principal el establecimiento de una Estación Sericícola en el país y que finalmente se materializó el 10 de febrero de1939, en los terrenos de la Escuela Provincial de Agricultura de Santa Clara (El Dr. Mario Calvino fue el primer científico que de forma oficial se interesó en Cubapor el cultivo de la morera y la cría del gusano de seda. En 1920 la Srta. Carmen de Goribar fue enviada por el Dr. Calvino a pasar un curso de Sericicultura en México,a su regreso trabajó en la EEA, su auxiliar en aquella época fue el joven JuliánAcuña, recién llegado por aquel entonces a la E.E.A.).

Su solidaridad con otras Instituciones o gobiernos de otros países:

Otra de las facetas de su carácter se muestra en su espíritu solidario hacia otras instituciones o gobiernos de otros países, como Colombia, México, Haití, Guatemala y Santo Domingo, por solo mencionar algunos, que solicitaron su colaboración o ayuda, tanto en consultas sobre determinados temas, como en la solicitud de documentación o incluso autorización para la reproducción de algunos de los valiosos boletines ocirculares de la institución. A partir de septiembre de 1936, el Ing. Antonio Portuondo pasó a ocupar la Dirección de la E.E.A. de Santiago de las Vegas, y Martínez-Fortún continuó al frente de la Dirección de Estaciones Experimentales, cargo en que se mantendría hasta diciembre de 1945.

Última etapa de una vida Fecunda:

Al retirarse el Ing. Martínez–Fortún se estableció en su finca San Rafael Chiquito(conocida por Las Pitas), situada en San Pedro del Palmarejo, Trinidad, donde realiza investigaciones sobre leguminosas. También durante muchos años ofreció sistemáticamente conferencias y conversatorios sobre caña y otros cultivos en el Tecnológico de la Caña ¨Juan B. Jiménez¨ de su provincia, y en la Escuela de Mínimo Técnico de Agricultura, donde también impartía clases a los campesinos. Desde los años sesenta permutó la finca de San Pedro de Palmarejo por otra más cercana a la ciudad de Sancti-Spíritus, llamada ´´San Emilio´´, que se encontraba situadaen el camino de Jobo Gordo que le facilitaba su participación como asesor en las múltiples actividades en que participaba.

Conservó hasta su último aliento, la voluntad de trabajar por el bien de la agricultura cubana, dedicándole muchas horas al estudio y a la lectura. En esta última etapa de su vida, se dedicó a realizar trabajos genéticos con la palma real, tendientes a reducir su tamaño y acortar su ciclo reproductivo, para obtener sin grandes esfuerzos el valioso palmiche. Un dato curioso es el de los profesores y alumnos de la Escuela de Desmochadores de Pinar del Río, que viajaban anualmente a Sancti-Spíritus a escuchar sus conferencias. Puso siempre sus amplios conocimientos al servicio de todos aquellos que solicitaban su ayuda y consejo, en especial a las nuevas generaciones de agrónomos, y técnicos agrícolas.

Murió a consecuencia de un derrame cerebral el 13 de febrero de 1972, a la avanzada edad de 85 años. Su sepelio fue una verdadera manifestación de duelo popular; acudieron tanto campesinos, como dirigentes, profesionales y pueblo en general. Sus restos descansan en la fértil tierra que tanto amó y a la que le dedicó toda su vida. Tan cubano como las palmas que le acompañaron durante sus últimos días.

Fuente

Legajo no.3; Expediente no.74 (Correspondencia entre Mario Calvino y Martínez Fortún), 1924-1925. Archivo Institucional del Inifat, Santiago de las Vegas, 2015.

Martínez Viera, Rafael, 2004. Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas: 100 Años de Historia al servicio de la Agricultura cubana (1904-2004).