Gran palenque de Moa

Gran palenque de Moa
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Palenque esclavos.jpg
Importante Palenque de esclavos en la zona de Moa
Lugar:Zona montañosa de Moa, Cuba
Líderes:
Esclavos Libertos


Gran palenque de Moa o El Frijol. La fuga o cimarronería así como el apalencamiento fue la expresión temporal de la ansiada libertad, a la vez que el intento primario de los esclavos por obtener la misma.

Este palenque fue famoso por el número de integrantes, por la forma en que estaban organizados y por la decisión de luchar demostrada por los rebeldes esclavos que allí se hicieron fuertes defendiendo la libertad que ellos mismos se habían dado.

Antecedentes

El más célebre de los palenques de la región oriental fue el conocido por Palenque de Moa o El frijol, ubicado en la Sierra de El Frijol, en este lugar se localizan un gran número de cuevas, que por la protección natural que ofrecen, sirvieron de refugio a muchos negros cimarrones que a ella llegaban aisladamente y que más tarde comprobando la efectividad de esas defensas naturales, se apalencaban y formaban comunidades que se nutrían cada día con nuevos cimarrones.

El nombre de este macizo montañoso también sirvió para denominar a la gran comunidad de cimarrones conocida históricamente como palenque de Moa o El Frijol. En la zona se encontraban apalencados unos trescientos cimarrones, entre hombre y mujeres y su capitán era un negro habanero llamado Sebastián.

Modo de vida de los apalencados

El palenque constituía una unidad económica. Un documento oficial asegura que allí existían formales establecimientos de casa, trapiches de ingenios, cañaverales, platanales y vega de tabaco. Los apalencados comerciaban clandestinamente con Jamaica, Haití y hasta con contrabandistas italianos e ingleses.

También realizaban intercambios con comerciantes de la región a través del propietario y mayorales de la cercana hacienda de Moa. Resolvían sus necesidades con lo que la naturaleza les ofrecía en estos montes intrincados. De las palmas obtenían las yaguas y el guano para construir sus ranchos; del jagüey hacían depósitos para conservar el agua, del yarey hacían las hamacas y con cujes, asientos y camas.

Actividades que realizaban

Una de las actividades principales de los apalencados era la Agricultura. Cultivaban Plátano, Boniato, Ñame, Caña de Azúcar, Tabaco, aprovechando las experiencias adquiridas como trabajadores en las labranzas de las haciendas y cañaverales de sus antiguos amos, y la fertilidad del terreno donde estaba ubicado el palenque.

Dedicaban parte de su fuerza al beneficio de las colmenas silvestres que abundaban en los bosques, realizaban esta actividad en grupo, y luego, los panales lo llevaban al palenque donde los exprimían para extraerles la miel. Para depositar la cera derretida utilizaban la yagua verde, formaban con ella una especie de caldero que colocaban en el suelo sin deshacerse mientras este conservaba la humedad natural. Esta cera la utilizaban para intercambiarla por lo que les era indispensable para su alimentación, vestuario y defensa, principalmente sal, ropas, machetes, pólvora, pistolas, etcétera. Tenían perros jíbaros que adiestraban en la montería para proveerse de puercos cimarrones, con los que suplían la falta de carnes.

Actividades defensivas de los apalencados

Para impedir que sus enemigos se acercaran al palenque y los sorprendieran, preparaban estacas muy agudas de palo de cuaba, con una hendidura horizontal; las colocaban regadas a lo largo de las veredas falsas abiertas por ellos en las proximidades, en dirección al palenque; las cubrían con pajas y al ser pisadas éstas, se clavaban en el pie del enemigo, impidiéndoles cuando menos continuar la marcha, porque quedaban en el momento inutilizados.

Este gran palenque fue asaltado dos veces por orden de las autoridades de este Departamento Oriental. Las cuadrillas que intentaron el primer asalto estaban dirigidas por las clases del Regimiento de Infantería de La Habana, pero éstos encontraron la decidida resistencia de los apalencados, quienes le obligaron a regresar a Santiago de Cuba en busca de refuerzos. Este suceso coincidió con la llegada a Santiago de Cuba del nuevo Gobernador Militar y Político, brigadier don Eusebio Escudero.

Estrategia para el asalto del Palenque

Tan pronto Escudero se hace cargo del gobierno, conoce de las inquietudes de los habitantes del distrito, así como de los constantes insultos que recibían los hacendados por parte de los esclavos fugitivos apalencados, quienes bajaban de las montañas armados y asaltaban a las haciendas, hiriendo, maltratando y matando a los dueños y administradores.

Ante esta grave situación, y ante el peligro de que los cimarrones recibieran auxilio de Haití y arrastrara en su rebeldía a las negradas de las haciendas, ingenios y cafetales, dedicó el Gobernador todo su esfuerzo en preparar el segundo asalto contra el gran palenque El Frijol. Comenzó haciendo una revisión de los expedientes oficiales iniciados por el Gobierno anterior en relación con la persecución de palenques y en ellos encontró plasmada, en primer lugar, la preocupación de obtener recursos con que sufragar los gastos que ocasionaba equipar una partida destinada a este fin.

Gran campaña militar para su exterminio

El Gobernador Escudero levantó una campaña para obtener donativos voluntarios destinados a sufragar los gastos de dichas partidas. La campaña tuvo gran éxito, pues los donativos que se hicieron fueron abundantes y variados, contribuyeron hacendados, militares de diferentes grados, así como distintos gremios, plateros ,albañiles.

Se hizo una recapitulación sobre la consistencia de los negros apalencados, ya que este era su principal objetivo y se procedió al arreglo de la fuerza de partida. Se equiparon para que salieran a atacar el palenque, varias columnas mixtas de caballería e infantería, integradas por miembros de la Compañía de Cazadores y la Compañía Urbana de Morenos y Pardos, nombrándose al teniente del Regimiento de Infantería de La Habana, comandante jefe de la partida.

Como el palenque se encontraba ubicado en la elevada sierra a unas cinco o seis leguas de Baracoa, se organizaron dos poderosas partidas: una que salía desde Tiguabos, dirigiéndose hacia la zona de Sagua de Tánamo y la otra partida desde Baracoa, al mando del Alcalde de la Santa Hermandad don Manuel Martínez, de esta forma El Frijol sería atacado por el Oeste y por el Este. El 18 de marzo de 1816, partió la expedición principal a cumplir la misión encomendada. Fueron capturados en el momento del asalto tres negros heridos y por las huellas de sangre encontradas, se sabía que entre los que huyeron había otros que también lo estaban.

Momento del ataque

Con el disparo de Martínez comenzó el ataque, sin poder realizar otra maniobra, se continuó con mayor intrepidez, se rompió el fuego por derecha e izquierda sobre la misma marcha hasta descender a un arroyo que servía de pozo con un solo palo atravesado, que era el puente por donde todos tuvieron que pasar . Muchos de los que integraban la partida se ensañaron con los esclavos capturados, pues luego de capturar los cimarrones sin ninguna herida aparecían con agresiones.

Destrucción del palenque

El asalto y destrucción de El Frijol, representó para las autoridades y los hacendados un trascendental acontecimiento y para pregonarlo por doquier, en el Ilustre Ayuntamiento de la Ciudad de Santiago de Cuba, el 6 de mayo de 1816 se celebró en la Sala Capitular, El Cabildo Ordinario, y después de escuchar los concurrentes el buen progreso y efecto de la partida perseguidora de cimarrones elogiaron las medidas acertadas del gobernador encaminadas a restablecer el orden en los campos y la futura felicidad del territorio.

La experiencia

Toda la experiencia adquirida por los apalencados de la provincia oriental fue aprovechada por los mambises, en tanto que en los antiguos palenques que no pudieron destruirse, fueron instalados talleres y hospitales de sangre, a la vez que sirvieron de campamento a los mambises.

Fuentes

  • Palenque de Moa. Licenciada Zoila Danger Roll