Helmintiasis en conejos

Helmintiasis en conejos
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Concepto:Enfermedad causada por parásitos que atacan al conejo. Entre las afecciones más comunes están las hidatídicas: Cisticercosis, Cenurosis y Equinococosis.


Helmintiasis en conejos. Enfermedad causada por parásitos que atacan al conejo. Entre las afecciones más comunes están las hidatídicas: Cisticercosis, Cenurosis y Equinococosis.

Cisticercosis

La Cisticercosis del conejo la origina el parásito Cysticercus pisiformis, etapa quística de la larva de una tenia del perro, la Taenia pisiformis o Taenia serrata. Los perros infectados expulsan anillos del parásito en el excremento los cuales liberan enseguida los huevos que se extienden en el ambiente, los mismos contienen un embrión hexacanto (que tiene 6 espinas). Si un conejo ingiere un huevo, la membrana de éste se ve atacada por los jugos digestivos del estómago, el embrión hexacanto queda en libertad desplazándose a través de los tejidos del conejo, y si alcanza un vaso sanguíneo es arrastrado por el torrente hasta su órgano predilecto: el hígado.

Algunos días después de la ingestión de los huevos, se observa en el tejido hepático vascularizado anormalmente unos organismos pequeños y estrechos que, al crecer, prolongan las galerías que lo contienen y alcanzan la cavidad peritoneal, donde se forma el cisticerco. Los cisticercos se encuentran en libertad y gran cantidad, antes de fijarse en el ligamento grande del estómago en el que se enquistan, está constituido por una pequeña vesícula llena de un líquido claro, del tamaño de un guisante, en el que se puede apreciar una mancha blanca visible por transparencia y que corresponde al punto en que el escólex de la tenia está invaginado, que es la cabeza invertida de la futura tenia del perro; el cisticerco está entonces rodeado por una membrana quística constituida por tejidos del conejo.

Las migraciones de Cysticercus pisiformis explican las distintas manifestaciones patológicas observadas en el conejo y cuya gravedad depende del mayor o menor número de parásitos.

Cisticercosis hepática

Se desarrolla cuando los parásitos, en etapa de larva joven, efectúan sus migraciones a través del parénquima hepático, en el que excavan túneles cuyas terminaciones se hacen visibles en la superficie del hígado; estas terminaciones adoptan el aspecto de cordones rojizos muy friables, que luego se hacen blanquecinos y se esclerosan. Estas lesiones son la manifestación de una hepatitis hemorrágica primero y una esclerosante después. Esta enfermedad es rápidamente mortal por su forma hemorrágica; y en las pseudotumoral y esclerosante provoca anemia y muerte después de evolucionar durante algunas semanas. La forma peritoneal mesentérica es muy característica y en los casos más raros cuando la infestación es masiva, los cisticercos determinan una peritonitis aguda con exudado serohemorrágico, y falsas membranas. Los cisticercos se presentan en racimos de 30 a 40 parásitos, fijos en los repliegues del mesenterio. Los quistes hidatídicos constituidos por los Cysticercus pisiformis pueden a la larga adquirir una coloración negruzca, luego grisácea y retraerse. El conejo come poco, adelgaza y muere después de una agonía sin convulsiones, producida a la vez por la anemia y por una autointoxicación de origen parasitario, en ocasiones se aprecian formas diferentes. Los cisticercos son llevados por el torrente sanguíneo alcanzando el canal medular y ocasionan trastornos nerviosos, en especial fenómenos paralíticos. Para evitar esta enfermedad es recomendable nunca dar de comer a los conejos hierbas recogidas a orillas de caminos u otros lugares donde los perros acostumbran a defecar.

Cenurosis

La cenurosis del conejo está causada por el Coenurus o Multiceps serialis, larva cenuro de la Taenia serialis, que vive normalmente en el intestino delgado del perro. El conejo se infecta al ingerir excremento de perro portador de Taenia serialis. Por su parte el perro se infecta al comer vísceras de conejo portador de Coenurus serialis. En los excrementos del perro parasitado se encuentran multitud de anillos o proglotis móviles, que en sus desplazamientos dejan escapar gran parte de los huevos que contienen. La larva de la T. serialis no es un cisticerco, sino un cenuro; el segundo se distingue del primero por la multiplicidad de sus escólex. Así resulta que de un solo huevo de T. serialis pueden nacer centenares de Tenias, mientras que de un huevo de T. pisiformis, cuyo cisticerco contiene un solo escólex, no podrá formarse más que una tenia adulta. Esto explica los diversos aspectos anatomopatológicos de una cenurosis del conejo.

El huevo recién puesto esta constituido por una masa esferoidal que contiene pequeños bastoncillos curvos o garfios en números de seis que se denominan embriones hexacantos. El conejo se infecta al consumir alimentos infestados por anillos o por huevos. El huevo llega al intestino delgado cuya pared atraviesa con la ayuda de sus ganchos, penetra entonces en los vasos del sistema porta y atraviesa el hígado, y llega a continuación al torrente sanguíneo y en ocasiones sigue vía linfática.

Durante su peregrinación por los vasos y tejidos conjuntivos, el escólex se diferencia, se invagina en forma de dedo o guante invertido y se rodea de una cutícula externa reforzada por otra membrana germinativa interna; esta vesícula se va llenando progresivamente de líquido y así acaba de a constituirse el cenuro.

De la membrana germinativa nacen numerosos escolex. Las vesículas hijas nacen de los escólex, que se hipertrofian (estadio de grano macizo opaco) y luego se produce la licuefacción de su sustancia central (estadio de vesícula hija) con la vesiculización del escólex. El Caenurus serialis en estado de completo desarrollo adopta la forma de una vesícula más o menos esférica u ovoide, de tamaño comprendido entre el de una nuez y una manzana, con paredes finas llenas de un liquido claro. Dentro de la membrana se observan corpúsculos blanquecinos de 2-3 mm de longitud x 1 mm de grosor, conteniendo cada uno un escólex invaginado en una cavidad de la pared muy plisadas. Con frecuencia estos corpúsculos se agrupan en una o varias series lineales, por eso son denominadas C. serialis.

Sintomatología

En el periodo inicial de la infestación se observan traumatismos producidos en el intestino por los embriones de hexacantos, ligera diarrea, un poco mas adelante cuando los embriones atraviesan el hígado, inapetencia, anemia con signos leves de ictericia. Si la infestación es masiva se produce la muerte del animal por hepatitis traumática. Si la infestación es localizada en la parte torácica, los signos respiratorios dominan el cuadro patológico. En este caso los cenuros se adhieren a las láminas conjuntivas del mediastino, y la respiración se torna rápida y disonante.

Equinococosis

La Equinococosis del conejo es producida por el Echinococcus polymorphus o granulosus, larva de la Taenia echinococcus, parásito del perro y el gato. Los huevos de esta tenia, ingeridos por el conejo pasan al estómago y los embriones hexacantos quedan en libertad en el intestino, siguiendo por la vía sanguínea y la linfática; muchos de ellos llegan al hígado por esta vía, donde se fijan, algunos atraviesan los capilares de esta víscera y por vía suprahepática llegan al corazón, para pasar seguidamente a los pulmones, al llegar el embrión se transforma en larva convirtiéndose seguidamente en equinococo o hidátide lleno de un líquido claro en el que están las vesículas en vías de multiplicación y los escólex que darán lugar a las vesículas hijas.

Fuente

  • Lesbouyries, G. (1965). Enfermedades del conejo. Zaragoza, España. Editorial Acriba. 296 p.
  • Ferrer Palaus, José; José Valle Arribas (1965). El Arte de criar conejos. Barcelona, España. Editorial Aedos.242 p.