Isla de Ouessant

Ouessant
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(Eusa (en bretón))
Ouessant
País(es)Bandera de Francia Francia
Subdivisión(es)Finisterre
Comuna francesaBretaña
Datos geográficos
Superficie15,58 km²
Longitud8 km
Anchura máxima4 km
Punto más alto30 m
Demografía
Densidad59,8 hab./km² hab./km²

Isla de Ouessant, es una isla y comuna francesa de la región de Bretaña donde se ubican algunos de los faros más singulares de Francia. Ouessant depende administrativamente del departamento de Finisterre. El tamaño de sus acantilados dió a esta centinela oceánica su nombre celta Ouxisama : la más alta.

La isla tiene forma de pinza de cangrejo bordeada de rocas fantasmagóricas, y forma junto a otras 14 islas o archipiélagos del litoral atlántico la asociación de las Îles du Ponent. Esta isla bretona, es un paraje natural formado por siete islas envueltas de salpicaduras de continente; de las cuales, esta es la más grande de Francia, siendo las dos mayores, Molène y Ouessant, las que están habitadas y esta última es la más occidental de la Francia metropolitana. Ouessant es la última isla francesa ante el Océano Atlántico y América, una joya en un mar verde del Canal Inglés. Más allá de Ouessant no hay nada, sólo el océano; y al fondo América.

Ubicación geográfica

Isla de Ouessant marca tradicionalmente la entrada Sur del canal de la Mancha. Su punto más elevado se encuentra a 61 m. Al oeste la isla se divide en dos puntas: la Punta de Pern y la Punta de Feuntenvelen, alrededor de la bahía de Lampaul. Al este el único lugar accesible por mar es la bahía del Stiff. La isla está separada del archipiélago de Molène por el estrecho de Fromveur, que presenta rápidas corrientes marinas pudiendo llegar hasta 10 nudos de velocidad y 60 m de profundidad. Está rodeado de varias islas, como el islote de Keller al norte. La isla se encuentra a 20 km de tierra firme; se puede acceder a ella desde los puertos de Brest o Le Conquet, al noroeste de la Bretaña. Al oeste de Francia y rodeado de agua, este collar insular parece irreal: suspendido entre el cielo y el mar y envuelto entre olas que azotan la costa, calas son soleados.

Historia

En los tiempos prehistóricos Ouessant no era una isla, pero se separó del continente después de la última glaciación. Los vestigios de ocupación humana más arcaicos se remontan a 1500 a. C. Para los marinos de la Antigüedad como cartagineses, griegos y romanos que se dedicaban al comercio de estaño, la isla era una referencia en su navegación. El griego Estrabón le dio el nombre de Oυξισαμη y el romano Plinio el Viejo, el de Axanta. Debido a sus costas escarpadas, la isla estuvo aislada, creando así una sociedad autárquica, siendo la agricultura su principal medio de subsistencia. Luego el desarrollo de líneas comerciales benefició la incorporación de los habitantes de Ouessant a la marina mercante. Con la mayoría de sus hombres fuera de la isla, la población local quedó integrada casi exclusivamente por mujeres, además de niños y ancianos. Ouessant en esa época era conocida como "la isla de las mujeres". En el año 1778 tuvo lugar cerca de la isla la Primera batalla de Ushant lidiada entre la flota británica de Augustus Keppel, de 30 naves, y la francesa del almirante conde Orvilliers, de 32 navíos de línea. La batalla, de apenas una hora, fue un empate, con ventaja táctica para los franceses.

Posteriormente en el año 1880 entró en servicio el primer barco de vapor que unía regularmente Ouessant y el continente mientras las condiciones meteorológicas lo permitían, mejorando los vínculos entre ambos y contribuyendo al desarrollo de la isla. Esto trajo consigo que en la segunda mitad del siglo XIX se creara una escuela, un pequeño puerto y una iglesia. También se instalan numerosos faros en la isla, y esta fue electrificada en el año 1953.

Clima

Esta isla es un lugar de calma en las cálidas tardes de verano, y al mismo tiempo de tempestades en los duros inviernos. Pero a veces en verano el viento sopla demasiado fuerte o la neblina es exageradamente espesa, lo que en ocasiones ha mantenido a la isla aislada.

Flora y fauna

Su salvaje naturaleza y el temor que crean las poderosas corrientes y las traicioneras rocas de la zona ejemplifican, los escarpados perfiles de la costa bretona. En Ouessant las pequeñas ovejas negras vagan libremente por los campos; y es famosa también por los lobos de mar. Existen en la isla algunos pescadores y recolectores de algas. Pero los hombres por lo general se incorporan en la marina o son pescadores de altura y dejan en manos de las mujeres el cuidado la tierra, las casas y las ovejas de cabeza negra. En la isla se vive en armonía con la naturaleza y prueba de ellos es que se permite hacer camping de noche, en ese entorno natural con paisajes serenos.

Costas peligrosas

La isla es un punto neurálgico marítimo ya que cerca de ella pasan muchas de las rutas. Por ello históricamente se plagó de faros en la propia isla y en islotes cercanos, y debido a esto se reconoce como la guardiana de la entrada al canal, y sirve también como punto de referencia visual para más de 50.000 barcos al año. Su costa está catalogada entre las más peligrosas para la navegación en toda Europa, con historias de desapariciones de marineros en el bravo mar. Curiosamente de esta peligrosidad surge el atractivo de la isla. Debido a los continuos naufragios se vieron obligados a construir los faros.

Aún la isla cuenta con playas vírgenes, pero es válido añadir que no es una costa limpia, sino que está repleta de corrientes de torbellino en los islotes, islas, incluso archipiélagos minúsculos y salientes del suelo marino, que la convirtieron en perfecta para construir en ellos faros que parecen torres que emergen del mar. Toda esta zona se divide en tres: la costa norte, en el Canal de la Mancha, la costa central de Finisterre (la más dura), y la costa meridional, que flanquea por el norte el inicio del Golfo de Vizcaya.

Faros: coronas de luces

Como estrategia; los habitantes de Ouessant decidieron colocar señales para ayudar a los navegantes, y evitar así los naufragios; por ello en la isla o al lado de ella se empinan varios faros, y cinco de los principales faros franceses están en ella. El primero, el de Stiff, construido en 1695 por Vauban. El segundo, el faro de Jument, anclado en el medio de océano y con un acabado en rojo. El tercero el faro de Keréon, conocido como “el palacio” por su decoración interior. Todos se construyeron con el precio de unos esfuerzos titánicos. El faro de Créac’h, uno de los más potentes del mundo, se reconoce por sus rayas negras y blancas; el de Nividic. Además Hay que sumar una torre de control de comunicaciones que orquesta a los barcos que pasan por la zona marina, tanto o más importante que los propios faros. Por algo la llaman la isla de los faros. Hoy en día los faros están catalogados como la colección más espectacular de Francia.

Economía

Se practica la agricultura y el turismo. No existe ningún puerto natural protegido que posibilite la pesca como actividad económica. En la isla se vive también del turismo deportivo, la pesca, la miel y cosmética ecológica a partir de algas marinas. Pero desde hace algunos años también es el destino de un tipo de turismo muy particular, apodado “de tormentas”, en las que cientos de personas llegan hasta la isla para fotografiar las embestidas del Atlántico sobre los faros, con olas tan grandes que parecen abrazar y tragárselos sin piedad.

Cultura y tradición

Aunque sus habitantes ya no están aislados del resto del mundo, todavía mantienen tradiciones centenarias: las casas se pintan de azul y blanco, por motivos religiosos o de verde y blanco, como símbolo de la esperanza, y se amueblan con madera encontrada en la playa; ancianas de gesto arrugado tejen cruces de encaje para representar a sus maridos perdidos en el mar. En Ouessant hay casas de piedra sólida para resistir las tormentas.

Un rito característico de Ouessant en el pasado era la proella o broella (bretón bro, "país", y elez, "repatriación"), ceremonia fúnebre dedicada a los marinos de Ouessant que perecían en el mar y cuyos cuerpos no eran jamás encontrados. De forma simbólica esta práctica religiosa perduró hasta el año 1962. En el disco Finisterres, del guitarrista de rock celta Dan Ar Braz, aparece una canción que alude a este ritual, titulada precisamente La Broella. La isla de Ouessant está lleno de cultura, ya que existen dos museos en la isla: el Ecomuseo de Ouessant, siendo el primero que se creó en Francia, donde se exhiben diversos elementos de la vida tradicional de la zona y el Museo de Faros y Balizas que se encarga de recrear la historia de la señalización marítima. También es parte de la tradición alimentaria y su plato típico, el cordero asado bajo una capa de raíces y hierbas (ragoût de mouton).

Recorrido por la isla

El barco es el medio de transporte adecuado para llegar a la isla y una vez allí los visitantes prefieren las bicicletas para descubrir todos los rincones de la misma. Además, en la isla casi no hay autos y esto se debe a que ningún vehículo tiene permitido el acceso si su dueño no acredita una estancia en la isla de más de seis meses.

Deportes acuáticos

Las actividades acuáticas están organizadas más allá de lo salvaje de la isla, en ella se desarrollan viajes de pesca, excursiones, buceo etc, como parte de los atractivos para el disfrute.

Véase también

Fuentes