Jesusa Prado López


Jesusa Prado López
Información  sobre la plantilla
Nombre completoJesusa Prado López
Nacimiento21 de noviembre de 1897
Ourense, Galicia, Bandera de España España
Defunción15 de abril de 1971
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
OcupaciónEscritora, pedagoga, pequeña empresaria
NacionalidadCubana
Lengua de producción literariaEspañol
Lengua maternaEspañol, gallego
CónyugeDonato Figueiral Quintas
DescendenciaSoledad, Kiko, Ramón y Manolito

Jesusa Prado López. Fue una relevante revolucionaria antifascista española radicada en La Habana, Cuba. Escritora, pedagoga y pequeña empresaria

Síntesis biográfica

Nació el 21 de noviembre de 1897 en Ourense, Galicia, España; hija de Ramón Prado Martínez, natural de Barbadanes en Orense, agricultor y entonces obrero socialista de la industria del calzado, en la que inició a su primogénita Jesusa, instalando una pequeña peletería en Orense para alimentar a su familia; y de Soledad López, granjera nativa de Jaens, en la misma provincia de Orense.

Jesusa, nombre que debe a su abuela paterna Jesusa Martínez (también de Barbadanes), era la mayor de cuatro hermanas, seguida en orden cronológico por Pepa, María del Carmen, y Rosa.

Desde muy niña, Jesusa destacó por su inteligencia: con apenas cuatro años de edad, ya podía leer los periódicos a quienes se reunían en el negocio del padre, así como al cura de la Catedral de Orense, ciudad donde estudió el bachillerato.

Primera etapa en Cuba

En 1910, con 13 años de edad, llegó con su padre a Cuba, donde se reunirían después con su madre y dos hermanos; era una familia que llegaba perseguida por sus ideas socialistas al extremo de que les quemaron su vivienda, incendio en que perecieron dos de sus hijos.

En La Habana, su padre comenzó a trabajar en una fábrica de ladrillos, en cuyas tertulias y asambleas de sus trabajadores Jesusa participaba y unía causas, y también en las reuniones de los tabaqueros, época en que el aún incipiente movimiento obrero cubano estaba dominado por el anarcosindicalismo.

Al morir de cáncer su padre, Jesusa con 16 años de edad comenzó a trabajar en la tintorería Lindsay en la barriada habanera del Cerro, donde conoció a dos hermanas de José Martí que cosían para ese negocio, del cual hizo una tradición familiar, aunque su verdadera vocación era ser escritora; como dijera en su glosa Manuel Carnero:

“la pasión de esta gallega que se forjó culturalmente sola, era la escritura. Escribía sobre todo de política, literatura, arte y también versos”

En 1920 se casó con el gallego (natural de Solveira de Paderne, en las inmediaciones orensanas) Donato Figueiral Quintas, de profesión cochero (mediante su hijo Kiko y su nieto Kikito, son los bisabuelos del actual joven cantautor habanero Mauricio Figueiral, residente en Caracas, Venezuela), con quien tuvo una hija a la que llamó Soledad y tres hijos varones: Kiko el más joven, que evolucionó en las artes escénicas como doble y ayudante del escenario, utilería, tramoya y en ocasiones en escena; Moncho, como se suele decir a todo Ramón y que luego se fue a Estados Unidos, donde acogió a su primo (hijo de su tía Carmen) Ramón cuando este fue invitado por su hermana Mucha a ese país; y Manolito, que moriría en un accidente en España.

En 1925, Jesusa sostenía apasionadas polémicas con dos de los intelectuales cubanos más destacados de antaño: Juan Marinello y Gustavo Aldereguía.

En España contra el fascismo

Hacia 1934, regresó a Orense con su hija Solita, donde dirigió otra tintorería e ingresó en el Partido Comunista Español; participó en las grandes huelgas obreras de Asturias y en la huelga general revolucionaria de 1934, cuando fue apresada con su hija Solita. Logró ser liberada de las cadenas, pero sin poder salir de su casa hasta las elecciones de 1936.

Al ritmo de sus labores en función de las colectividades, el nivel intelectual de Jesusa y su definición ideológica, tan cercana al marxismo, progresaban con el tiempo.

Ante la sublevación de los generales de Francisco Franco el 18 de julio de 1936, se lanzó a tomar las calles para arengar al pueblo a combatir contra el fascismo, y entre otras acciones revolucionarias, acompañaba las manifestaciones obreras y las lideró a las puertas del Gobierno Civil, reclamando armas para defender la República española luchando contra el fascismo, por lo que volvió a ser detenida, y esta vez recluida en las cárceles de Celanova, donde se dio la orden de fusilarla, pero finalmente fue trasladada a la prisión de Bande y después, a la de Ribadavia.

Luis Bas Molina, el entonces cónsul cubano en Vigo, recibió de Donato Figueiral, esposo de Jesusa, la ciudadanía cubana de ella, y así logró liberarla. En noviembre de 1938 la policía española la condujo a la ciudad portuguesa Valencia de Miño, y la entregó a la policía portuguesa, que la trasladó a Lisboa, al tiempo que Bas Molina conseguía sacar a su hija Solita para Portugal, y en pocos días, ambas embarcaron rumbo a Cuba en el buque Iberia.

Retorno a Cuba

Cuando llegaron a La Habana, fueron a vivir a una cuartería en la actual Centro Habana hasta radicarse más tarde en la calle Maloja, y finalmente en la calle 13 entre 12 y 14 en El Carmelo del Vedado, donde abrió una tintorería con el nombre El Buen Gusto, ocupándose de repasar la ropa. A dos casas al lado, casi esquina a 14, ya entrado el siglo XXI, aun vivían hijas de su hijo Manolito, Mayra que tuvo su hija, y Gladys, atendiendo a su madre Angelita, ya anciana.

Para ese entonces, toda su familia se estaba radicando en La Habana: su hermana Carmen (nacida el 17 de julio de 1904 en la casa # 17 de la calle Arcedianos de la ciudad de Orense), ya vivía en La Habana, en la calle Estrella # 10 altos, cuando el 4 de septiembre de 1919 se casó también en esta capital cubana con Manuel María Couceiro Yglesias, nativo de Coles también en Orense, ahora en el comercio y vecino de calle Monte # 94 altos en el hoy municipio Centro Habana cercano al municipio Habana Vieja, donde tuvieron cinco hijos, por orden cronológico: Manolo que sería pintor, combatiente revolucionario como Jesusa torturado fue salvado por su padre y exiliado por el Movimiento 26 de julio, con cuatro hijos y uno de crianza; Carmen “Mucha”, publicista que fue alfabetizadora y tuvo dos hijas; Ramón José, profesor de Física, con su hijo; Avelino (Veli, formado en temas ingenieriles, cantaba lirico e interesado en los deportes, a su kayak le llamó “Cabilla” como llamaba al primogénito de su hermano Manolo), y Julio, trabajador de la telefonía que había luchado contra Batista, muy amigo del mártir José Luis Arruñada, de lo que se salvó por azar, escondido en casa de su tía Pepa.

Mucha y Avelino emigrarían a Estados Unidos tras 1959. Pero entonces, todos vivirían y trabajarían en su tintorería El Águila de Oro, en la planta baja de la casa de calle Monte.

Según su nieta Dorys, fue él quien ayudó a sus cuñadas a instalar sus respectivas tintorerías, expandiendo este negocio en la familia incluso por otros municipios más alejados.

Aunque tanto Carmen como Couceiro Yglesias provenían de Orense, fue en La Habana donde se conocieron, a donde Carmen llegó directamente con su familia, y él por vía Matanzas.

Su sobrina nieta Dorys hija de Julio, recuerda a Pepa en Diez de Octubre (esquina de Tejas o de Toyo) con un hijo ya fallecido que viviría en Fontanar (municipio Boyeros) con su esposa Pilar que les visitaba; y a Rosa cuando murió en el hoy municipio Diez de Octubre (Lawton o Luyanó); nunca supieron que hubieran tenido hermanos varones.

Antaño, Jesusa había sido electa vicepresidenta de la Asociación Hijas de Galicia, que tenía su propio hospital de maternidad homónimo vigente en el actual municipio Diez de Octubre cercano a la Virgen del Camino de San Miguel del Padrón, hospital donde nacerían descendientes de su familia ya cubana, consolidándose así como una de las personalidades más respetadas y admiradas de la llamada colonia gallega en Cuba.

Al triunfar la Revolución en 1959, Jesusa cedió su tintorería al Estado cubano y pasó a trabajar en los almacenes del Hotel Nacional, en la casa Isabel y en otros establecimientos.

Fue fundadora de los Comités de Defensa de la Revolución en 1961, y el Comandante Ernesto “Che” Guevara la designó a desempeñarse como docente en los círculos de estudio del Banco Nacional que él dirigía. La misma función la ejerció Jesusa en el periódico Hoy del Partido Socialista Popular (PSP), al que se había incorporado a trabajar; y desde donde continuaría fortaleciendo sus conexiones con los revolucionarios españoles.

Muerte

Tras siete infartos que la obligaron a jubilarse de sus tareas políticas en 1967, pero nunca de su militancia, falleció el 15 de abril de 1971 en La Habana; en su entierro, el Partido Comunista Español estuvo representado por el periodista José María González Jerez, del periódico España Republicana; por el gobierno cubano, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, le dedicó una ofrenda floral.

Fuentes

  • Cuadriello, Jorge Domingo: El exilio republicano español en Cuba; Madrid, España, 2009, editorial Siglo XXI de España Editores, páginas 488-489, Isbn 978-84-323-1387-5.
  • Jesusa en la memoria de un pueblo, en Álbum de Mulleres do Consello da Cultura Galega.
  • Sarabia Hernández, Nidia Yolanda: Perfiles. Mujeres de la Guerra Civil Española en Cuba, primera edición en España, 2006.