José María Morelos

José María Morelos
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José María Morelos y Pavón.jpg
Religioso, político y militar mexicano, caudillo de la independencia de México.
NombreJosé María Teclo Morelos Pérez y Pavón
Nacimiento30 de septiembre de 1765
villa de Valladolid
(actual ciudad de Morelos),
provincia de Michoacán,
Reino de México,
Nueva España,
Imperio español Bandera de España
Fallecimiento22 de diciembre de 1815 (50 años)
villa de San Cristóbal Ecatepec,
Intendencia de México,
Nueva España,
Imperio español Bandera de España
Causa de la muertefusilado
Nacionalidadmexicana
Ciudadaníaespañola
Ocupaciónsacerdote, militar y político
Conocido porSiervo de la Nación
HijosJuan Nepomuceno Almonte, José Victoriano
PadresJosé Manuel Morelos y Juana María Guadalupe Pérez Pavón

José María Morelos y Pavón (Michoacán, 30 de septiembre de 1765 - San Cristóbal de Ecatepec, 22 de diciembre de 1815) fue un sacerdote, militar y político novohispano que destacó como el jefe insurgente de la segunda etapa de organización en la Guerra de Independencia de México (1811-1815).

Sacerdote, político y militar mexicano, caudillo de la independencia de México. Fue la personalidad más fuerte de toda la insurgencia mexicana. Organizó y fue el artífice de la segunda etapa de la Guerra de Independencia de México. Hombre visionario que se adelantó a su tiempo, emitió declaración de la independencia y convocó a un Congreso para planificar un nuevo Gobierno nacional en 1813.

Síntesis biográfica

Hijo de Manuel Morelos, carpintero de ascendencia india y de Juana María Pérez Pavón, criolla, cuyo padre había sido maestro de escuela en la ciudad. María Morelos fue registrado como español, aunque en realidad era mestizo. Durante catorce años, además de las primeras letras que le enseñó su madre, sólo se sabe que ayudó en lo que pudo para el sostenimiento de la familia.

La muerte del padre en 1779 significó un importante cambio. Confiado a la custodia de su tío Felipe Morelos, se trasladó a una hacienda cerca de Apatzingán (Michoacán) y se dedicó primero a la labranza y, poco después, a conducir como arriero una recua de mulas que su tío empleaba para transportar los ricos cargamentos de mercancías entre el puerto de Acapulco, terminal de los galeones de Manila, y la ciudad de México. Esta actividad le proporcionó unos ingresos regular, que el joven Morelos invertía en comprar mulas y sostener a su madre y hermana.

Estudios

En 1789, y tras diez años de labores en el campo, Morelos regresó a Valladolid, pues su padre había muerto, y sus hermanos se habían casado, al tiempo que su madre vivía sola, razón por la que regresó a su ciudad natal.

En 1790, ante la insistencia de su madre, que deseaba su ingreso en la carrera eclesiástica con la ilusión de que accediese a una capellanía o beneficio dejado por su bisabuelo materno, ingresó en el colegio de San Nicolás. Allí tuvo ocasión de conocer al rector Miguel Hidalgo y Costilla, con el que coincidió durante dos años. Estudió gramática y latín y dos años más tarde amplió estos estudios en el Seminario Tridentino de la misma ciudad, recibiendo instrucción en retórica y filosofía. El 28 de abril de 1795 recibió el título de bachiller de artes en la ciudad de México.

Carrera eclesiástica

Poco después solicitó de la jerarquía eclesiástica de Valladolid que se le confiriesen la tonsura clerical, las cuatro órdenes menores y el subdiaconato, lo que consiguió a finales de ese mismo año. En abril de 1796 aceptó una oferta del cura de Uruapan para enseñar gramática y retórica a los niños del lugar, tras recibir la licencia correspondiente. Tras algunos años de ejercicio, el 20 de diciembre de 1797, cumplidos los 32 años de edad, fue promovido al sacerdocio, otorgándosele licencias para celebrar misa, oír confesiones y predicar en Uruapan y curatos vecinos.

Se iniciaba así una larga carrera sacerdotal que le llevó a ejercer de cura párroco, primero en un marginado distrito de Churumuco, etapa durante la cual falleció su madre en Pátzcuaro. Morelos permaneció en Churumuco durante poco más de un año, hasta que en Marzo de 1799 se le transfirió a la parroquia de Carácuaro, a unos 50 kilómetros de distancia, tan pobre como la anterior pero mucho más poblada. En Carácuaro vivió Morelos toda una década (hasta 1810), administrando la parroquia y viviendo de las aportaciones de sus feligreses, que se resistían por todos los medios al pago de los impuestos eclesiales.

Durante este periodo mantuvo y mejoró un negocio de ganado que había iniciado en la época de arriero, administró la herencia de su madre, transfirió a su hermana la casa familiar (actualmente Casa de Morelos en la ciudad de Morelia) y tuvo dos hijos ilegítimos. Más tarde, durante el periodo revolucionario, tuvo dos hijos más. En 1807 compró en Valladolid una casa a la que aumentó otro piso en 1809, sin que se tenga la menor certeza de que le llegara noticia alguna de que se estaba preparando una revolución. Bien es cierto que los historiadores señalan la creciente insatisfacción y en todo caso la frustración de Morelos, acumulada a lo largo de muchos años de cura parroquial.

Conspiración independentista

Morelos se presentó ante Miguel Hidalgo el 20 de octubre de 1810 solicitando servir como sacerdote, pero éste lo comisionó para insurreccionar el sur y tomar Acapulco. En esta fecha inició su carrera militar, entre sus lugartenientes se encontraban los más destacados jefes de la insurgencia como Pablo y Hermenegildo Galeana, Mariano Matamoros, Vicente Guerrero y otros.

La actividad insurgente de Morelos duró cinco años, a lo largo de los cuales fue capaz de desarrollar cuatro campañas militares, además de una obra política, doctrinal y administrativa en la que se recoge un pensamiento avanzado, innovador y cargado de sentido popular y social. Se le reconoce un incipiente genio de estratega militar, despiadado y cruel en algunas ocasiones, y capaz de enfrentarse y doblegar en varias ocasiones a los ejércitos realistas superiores en número, bajo el mando del temible Félix María Calleja.

Las campañas de Morelos

Primera campaña

La primera campaña, de Octubre de 1810 a Agosto de 1811, le permitió organizar y constituir un cuerpo de tropas disciplinado y bien armado, con el que intentó sin éxito la ocupación de Acapulco en Febrero de 1811. Se retiró con sus fuerzas a Tecpan, desde donde preparó el asalto a Chilpancingo el 24 de mayo y la toma de Tixtla (actual Ciudad Guerrero) dos días más tarde. En el curso de esta campaña se le unieron los hermanos Miguel y Víctor Bravo, nacidos en la hacienda de Chichihualco; Vicente Guerrero, oriundo de Tixtla, y los hermanos Galeana, de Tecpan. En esta época contó con la colaboración del estadounidense Perter Ellis Bean, aventurero cosmopolita, que fabricó gran cantidad de pólvora para las tropas insurgentes.

Desgraciadamente, en Junio de 1811 fueron ejecutados Miguel Hidalgo y sus principales ayudantes, aunque le sucedió en la dirección del movimiento Ignacio López Rayón, que se retiró a Zacatecas y se internó en Michoacán, mientras maduraba y concretaba un ideario político que diese coherencia y unidad a las iniciativas surgidas por todo el país. Unido a José María Liceaga, años más tarde compañero de Javier Mina, y a José Sixto Verduzco, enviado de Morelos, Rayón estableció en agosto de este año la Suprema Junta Nacional de América.

La mayor objeción que Morelos puso a esta Junta fue su declarado acatamiento a Fernando VII, defendido por Rayón como una medida de prudencia y moderación. Éste fue, por lo tanto, el primer núcleo de gobierno insurgente, que se atrajo la simpatía de los intelectuales y hacendados criollos que deseaban establecer un sistema de Juntas similar al implantado en las provincias de España. En la ciudad de México se inició, en este tiempo, la formación de una sociedad secreta llamada Los Guadalupes.

Segunda campaña

La segunda campaña de Morelos, tras unos meses dedicados a la reorganización y preparación de sus huestes, se desarrolló de Noviembre de 1811 a Mayo de 1812. Una vez tomado Tlapa reunió a todas sus fuerzas en Chiautla para establecer una nueva estrategia: dividió su ejército en tres grandes cuerpos, uno al mando de Miguel Bravo, que marcharía hacia el sur y trataría de conquistar Oaxaca; el segundo dirigido por Hermenegildo Galeana, que atacaría y dominaría Taxco, y el tercero, bajo la dirección del propio Morelos, que avanzaría hacia el norte y entraría en Izúcar sin combatir el 12 de diciembre, para atacar Tenango y Tenancingo, antes de llegar a Cuautla (Morelos), ocupada el día de Navidad.

Se ha discutido acerca de por qué Morelos no siguió hasta Puebla, cuya conquista hubiera constituido el anticipo a la caída de la capital. En su lugar, dejando guarecida Cuautla, prefirió correr hacia el oeste, para unirse a las tropas de Galeana estacionadas frente a Taxco. Fue uno de sus más graves errores militares, porque mientras tanto, Félix María Calleja, con un numeroso cuerpo de ejército, sitió Zitácuaro (Michoacán), residencia de la Junta de Rayón, obligando a sus miembros a huir y dispersarse sin ofrecer resistencia. Este fue el comienzo de la decadencia de Rayón y de sus seguidores y constituyó un duro golpe al inicial optimismo insurgente.

Al conocer la caída de Zitácuaro, Morelos regresó a Cuautla, vía Cuernavaca, dispuesto a resistir el asalto anunciado de Calleja. El sitio de Cuautla, que se prolongó de Febrero a Mayo de 1812, ha sido interpretado de manera diferente por los panegiristas de cada uno de los bandos. Inicialmente Morelos logró derrotar a Calleja, pero Calleja consiguió reforzarse con tropas de refresco.

Mientras los insurgentes se mostraban incapaces de organizar una fuerza exterior que atacase al jefe realista por la espalda, el agotamiento de los víveres, la falta de agua y el acoso de las epidemias diezmaron los efectivos de Morelos y le obligaron a organizar una salida arriesgada, que culminó con notable éxito. Tanto los insurgentes como el propio Calleja se atribuyeron el triunfo sobre sus contrarios, pero el sitio de Cuautla, de todos modos, constituyó un modelo de resistencia límite, que socavó y atemperó el triunfalismo del virrey.

Tercera campaña

La tercera campaña, de Junio de 1812 a Agosto de 1813, fue la de mayor actividad y de más rotundo éxito de Morelos. Reagrupadas sus fuerzas en Chiautla, con Galeana y Bravo, durante algunos meses dominó el eje Chiautla-Tehuacán, llevó a cabo diversas acciones contra las fuerzas realistas y trató de impedir las comunicaciones entre la capital y el puerto de Veracruz. Al llegar el mes de noviembre se decidió a tomar la ciudad de Oaxaca, lo que consiguió el día 25 de este mes. Se trata de una de las acciones militares más brillante de Morelos, que contó con el apoyo de Mariano Matamoros y Miguel Bravo, logrando derrotar a las tropas del general español González Saravia. La brillante victoria de Morelos en Oaxaca reforzó mucho la suerte de los insurgentes, aumentó su prestigio personal y produjo una gran cantidad de beneficios materiales.

Durante varias semanas Oaxaca fue el cuartel general de Morelos, que fortaleció y extendió su dominio de la zona, al tiempo que intensificaba su labor administrativa y el ordenamiento de la insurgencia. Creó la intendencia de la provincia y el ayuntamiento de la ciudad, expidió reglamentos relativos a los horarios comerciales, a la tenencia de armas, al toque de queda y al uso de una insignia de identificación personal. También creó una Junta de Protección y Seguridad Pública, responsable del orden y la seguridad del pueblo. En la fiesta de acatamiento a la Junta Suprema, se presentó vistiendo un uniforme nuevo, con la insignia de capitán general, lo que simbolizaba la cumbre de su carrera militar.

En aquellos momentos, estuvo dudando si penetrar en el Valle de México, como le pedían sus seguidores de la capital, asociados en la agrupación de Los Guadalupes, o ceder al instinto que le señalaba la necesidad de apoderarse de un puerto de mar, para fortalecer sus relaciones con Estados Unidos y facilitar la llegada de ayudas procedentes del exterior. Inclinado por esta segunda opción, salió de Oaxaca el 9 de enero de 1813, atravesó la cordillera realizando marchas increíbles y, a partir de abril, estableció el asedio de Acapulco, que se prolongó durante varios meses hasta que el 20 de agosto consiguió su capitulación.

Cuarta campaña

Morelos

Su última campaña, de contenido más político que militar, se desarrolló precisamente a partir de Septiembre de 1813 y llega hasta su caída en Temeslaca, en Noviembre de 1815. Instalado en Chilpancingo, Morelos formuló un plan de gobierno compuesto de 59 artículos, prácticamente un proyecto de Constitución. Reconocía el principio de la separación de poderes, proponía que el ejecutivo lo ejerciese un generalísimo elegido a perpetuidad y con derecho a proponer la legislación que considerase necesaria. El legislativo quedaría en manos de un Congreso de diputados, cuyas personas serían declaradas sagradas e inviolables, manteniendo de momento el poder judicial existente. El artículo 17 declaraba la independencia de España, sin hacer referencia a ningún monarca. Entre los miembros natos del Congreso se encontraban los miembros de la Junta Suprema de Rayón.

El 14 de septiembre, una vez instalado el Congreso, Morelos leyó un discurso y los diputados iniciaron el examen de las propuestas contenidas en Sentimientos de la Nación. Al día siguiente fue elegido generalísimo por aclamación, con todos los poderes y la facultad de nombrar sus lugartenientes, cargos que recayeron en Mariano Matamoros y Manuel Muñíz. Hubo que esperar durante algo más de un mes a que llegaran Rayon, Bustamante, Liceaga y Cos, pero en noviembre se celebraron sesiones regulares y el día 6 el Congreso aprobó una declaración de independencia, redactada por Bustamante.

Deseoso de conquistar Valladolid, porque entendía la necesidad de contar con una ciudad en la que establecerse, Morelos decidió su asalto, llegando a sitiarla a partir del 22 de diciembre de 1813. Pero los realistas, reforzados los últimos meses y con la llegada de importantes contingentes de tropas enviadas por el virrey Calleja, obligaron a Morelos a retirarse en confusa desbandada, lo que diezmó y desalentó a sus seguidores. De este modo se iniciaba la decadencia militar y política del líder insurgente, obligado a retirarse y a obedecer las órdenes del Congreso de Chilpancingo, periodo que se prolongó a lo largo de casi dos años.

Estrategia militar

La degradación religiosa de Morelos se llevó a cabo el 27 de noviembre de 1815,y fue en audiencia pública.

La estrategia militar de Morelos consistió en desenvolverse de acuerdo a la geografía del lugar, es decir, llevaba en la mente las rutas naturales que le convenía seguir y que conocía perfectamente ya que se había dedicado a la arriería. Fue un gran organizador, sujetó a su tropa a una estricta disciplina militar y se negó a conducir muchedumbres indisciplinadas.

Morelos formó el Congreso Nacional, las sesiones de la Asamblea eran a puerta abierta. Quizá el aspecto de legislador de Morelos fue el más sobresaliente. En 1813 habló Por primera vez de independencia absoluta y su ideario lo conocemos en los "23 Puntos Constitucionales" o "Sentimientos de la Nación" que le dictó a Don Andrés Quintana Roo. Sin embargo, su principal actuación en este sentido fue la promulgación del Decreto Constitucional para la libertad de la América mexicana dado en Apatzingán el 22 de octubre de 1814 y que sirvió para darle a la patria una imagen política con valor universal.

Derrota

Fusilamiento de Morelos

Félix Ma. Calleja desató una ofensiva planeada con todo detalle y obtuvo un triunfo sobre Morelos, cuyo poder militar se rompería en multitud de guerrillas de gran fervor patriótico. Morelos cayó prisionero, fue sometido a juicio y degradado de sus órdenes sacerdotales, y más tarde, fusilado en las ruinas del palacio de San Cristóbal Ecatepec el 22 de diciembre de 1815.

Su prisión y muerte fueron el golpe más duro que recibió la insurgencia. En 1828 su ciudad natal recibió el nombre de Morelia.

Maximiliano le erigió una estatua en 1865 y, en 1869, Benito Juárez decretó la creación del estado que lleva su nombre. El 16 de septiembre de 1925 sus restos fueron llevados a la Columna de la Independencia.

10 datos sobre Jose María Morelos

Ofrenda al busto de Morelos en un aniversario luctuoso, en el lugar de su nacimiento.
  • José María Morelos y Pavón, a los catorce años, dejó la ciudad de Valladolid para trabajar en la hacienda de San Rafael Tahuejo, propiedad Felipe Morelos, primo de su padre. Ahí aprendió cultivo de maíz y añil, y pronto se convirtió en el contador de la unidad agrícola y el escribano de recibos y remesas. Fue aficionado a la ganadería y la arriería, pasatiempo que le costó una fractura de nariz.
  • Su bisabuelo rico, Pedro Pérez Pavón, había dejado un capital para su hijo natural José Antonio, siempre que se ordenara sacerdote y sirviera a una capellanía. Al dejar éste el seminario por casarse, la madre de Morelos, alegó para que ese capital pasara a su hijo por ser descendiente directo. Así, José María Morelos encontró su "vocación" sacerdotal a la no muy tierna edad de 24 años.
  • Impartió cátedra en gramática y retórica por dos años en Uruapan. Conoció a fondo la poesía de Virgilio y Ovidio, esta huella de clasicismo se refleja en algunas de sus proclamas insurgentes.
  • Morelos escribió una devota novena a la milagrosa imagen del Señor de Carácuaro, venerado Cristo, a cuya fiesta, los miércoles de ceniza concurría mucha gente de diversos y lejanos pueblos.
  • Morelos tuvo amores con una soltera de Carácuaro, llamada Brígida Almonte. Fruto de tales amores fue Juan Nepomuceno Almonte, nacido en 1803, y Guadalupe Almonte, nacida en 1809. Morelos afrontó la responsabilidad de procurar su crianza y educación, especialmente con Juan Nepomuceno, pero con reserva debido al celibato sacerdotal que debía guardar, por lo que no les dio su apellido.
  • En la retirada de Cuautla, al romper el sitio el 2 de mayo de 1812, Morelos se cayó de una mula. La contusión se infectó y duró semanas enfermo.
  • En Oaxaca, Morelos fue retratado vistiendo por única vez en su vida el uniforme de capitán general, obsequio de Matamoros, adornado con una cruz pectoral que era del obispo de Puebla.
  • Rechazó ser tratado como “alteza”, y prefirió tomar el epíteto de “Siervo de la Nación”, que está inspirado en el capítulo 10 de Evangelio de San Marcos: “Mas no es así entre vosotros; antes el que quisiere ser el mayor, será vuestro criado; el que de vosotros quiera ser el primero, sea siervo de todos”.
  • Se dice que Napoleón Bonaparte, impresionado por las campañas y triunfos de Morelos, dijo: “Con cinco hombres como él conquistaría el mundo”.
  • Morelos fue acusado de traición, condenado a degradación eclesiástica, y declarado hereje. Coaccionado por sus verdugos -conocedores de su convicción religiosa- se retracta a cambio de recibir los sacramentos antes de morir el 22 de diciembre de 1815.

Fuentes

http://www.alianzabolivariana.org/próceres-de-américa-latina]