Julia Pastrana
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Julia Pastrana.Mujer mexicana descendiente de aborígenes mesoamericanos y que nació en algún lugar de la sierra de Sinaloa; la misma padecía de una Hipertricosis severa, así como de una deformación en la mandíbula que le conferían un aspecto simiesco verdaderamente sorprendente; fue exhibida como fenómeno de circo en EUA y Europa a mediados del siglo XIX.
Sumario
Historia
Julia nació en Sinaloa, en 1834 y su madre, una indígena, la ocultó hasta los 4 años en una cueva de los curiosos ojos, pues tenía un aspecto muy singular; al padecer de la enfermedad conocida coloquialmente como síndrome del hombre lobo (Hipertricosis) todo su cuerpo, incluidos cara, manos y pies estaba cubierto de un grueso y oscuro vello; sus facciones eran simiescas, con doble hilera de dientes, una mandíbula muy pronunciada y una pequeña estatura, mediendo solo 1.37 metros.
Víctima de los prejuicios
Para la gente de su época, Julia era sinónimo de pecado, un híbrido, que debía ser un producto de una relación entre una humana y un orangután. Sus padecimientos solo provocaban asco, burlas y miedo en los demás. Constantemente era denigrada por sus características.
Hasta los 20 años de edad, logró trabajar como sirvienta en la casa del entonces gobernador de Sinaloa, Pedro Sánchez. Ahí aprendió a leer, a escribir y poco a poco descubrió otros talentos que se encontraban escondidos debajo de esa capa de pelo. El gobernador la vendió al administrador de la aduana marítima de Sinaloa, Francisco Sepúlveda, quien vio en ella una mina de oro. Entonces intentó explotarla, convirtiéndola en una atracción de circo.
Comienza su trabajo como fenómeno de Circo
A Sepúlveda no le funcionó su plan por mucho tiempo, ya que como no hablaba inglés, cuando quiso llevarla a Estados Unidos tuvo que contratar a un traductor. Ese fue Theodore Lent que resultó más vivo y buen negociante que su jefe. Theodore comenzó a cortejarla y a los pocos días Julia accedió a casarse con él. Ahora Lent era el ""dueño"" de esa mujer, a quien trataban como un objeto.
Julia era una muy llamativa atracción circense, obligada a mostrarse, su apariencia física, en conjunto con sus demás talentos, constituían una impresionante fuente de ingresos, tanto, que se fueron de gira por Europa. A veces, Julia era presentada como una salvaje, pero sorprendía con su prodigiosa voz, tenía timbre mezzosoprano y cantaba ópera; bailaba de una manera admirable y hasta sabía hacer acrobacias montando a caballo.
"La indescriptible mujer simio" o "La mujer oso", atiborraba los lugares de gente que asistía para ver sus presentaciones en ciudades de Polonia, Moscú y Londres. En esta última, le realizaron estudios odontológicos, los cuales se dice, fueron enviados a Charles Darwin, quien incluyó algo del caso de Julia en su obra The variation of animals and plants under domestication.
Su embarazo y muerte
El morbo era tanto, que cuando Julia se embarazó, a sus 26 años, su esposo vendió carísimos boletos para asistir al parto. Y para suerte de Lent y de sus ingresos, el hijo de Julia nació en las mismas condiciones que ella, pero el pequeño sólo vivió 36 horas. Días después, Julia también murió.
Los actos inhumanos de Theodore no terminaron allí, ni de cerca. Pues aun cuando su esposa estaba agonizando, cobraba para que la gente fuera a verla. Al morir ambos ¿cuál sería la fuente de sus ganancias? Optó por vender los cuerpos al doctor Sokolov, de la Universidad de Moscú, quien embalsamó los cuerpos y los mostró al público.
La inhumanidad del viudo Lent
Lent se arrepintió del trato y con su acta de matrimonio reclamó los cuerpos. Otra vez con ellos en su poder, seguía dando presentaciones o los ""rentaba"" a otros circos, museos o cualquier evento que le pudiera generar dinero. Tiempo después se casó con una mujer de un circo en Suecia, otra mujer barbuda, a la que nombró: Zeodora Pastrana "la hermana perdida". Pero en esta ocasión, su nueva esposa sobrevivió a Lent, quien murió después de haber pasado un tiempo en un hospital psiquiátrico.
Zeodora heredó los derechos para poseer los cuerpos embalsamados, los vendió y madre e hijo anduvieron por años de dueño en dueño, de circo en circo, hasta que fueron olvidados, deteriorados y el niño fue comido por roedores.
Su repatriación
En el año 1990 se supo que el cuerpo de Julia Pastrana se encontraba en el Instituto de Medicina Forense de Oslo, en Noruega. La artista visual Laura Anderson conoció el caso de Julia mientras trabajaba en Nueva York y gracias a ella, comenzó el difícil proceso de repatriación, con trabas, ya que no se tenían actas de nacimiento y defunción, era un caso nuevo para las embajadas. Anderson siguió luchando hasta que en febrero de 2013, después de 153 años, Julia Pastrana regresó a Sinaloa, donde se le dio sepultura en la Iglesia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago...
Algunos tratan de hacerle justicia
señaló a Infobae Ricardo Mimiaga, historiador que fue uno de los más activos en hacer visible la existencia de esta mexicana y en promover que sus restos fueran devueltos el país a más de 150 años de su muerte.
En Nueva York, Anderson desarrolló un performance inspirado en la vida de Pastrana que se presentó en 2003. En Sinaloa, México, ya se presentaron dos obras de teatro basadas en su vida. Mientras que dos escritores, una de ellos de nacionalidad argentina, preparan libros por separado sobre este personaje. Un equipo de la televisión noruega viajó a México para filmar un documental sobre su vida. Aunque el tiempo pase, esta peculiar mujer no deja de llamar la atención.
Ricardo Mimiaga agregó:
Recuerda que expuso el tema de Pastrana en un congreso de historia y despertó un gran revuelo, incluso hubo quien lo acusó de haber inventado al personaje, pero gracias a las referencias europeas y a la repatriación de sus restos, en 2013, logró demostrar que había existido.
Bibliografía
- Gylseth, Christopher Hals; Lars O. Toverud, (2003). Julia Pastrana: The Tragic Story of the Victorian Ape Woman. Sutton. ISBN 978-0750933124. OCLC 52829869.
- Miles, A.E.W. (febrero de 1974). «Julia Pastrana: The Bearded Lady» (PDF). Proceedings of the Royal Society of Medicine 67 (2): 160-164. PMC 1645262. PMID 4595237.
- Bondeson, Jan (1998). Gabinete de curiosidades médicas (I edición).
- Río Parra, Elena del. “Eslabones perdidos: Una nota sobre prensa científica y espectáculo en el siglo XIX transatlántico.” Iberoamericana 9 (2003): 161-170. Berlín.
- Darwin, Charles. The Variation of Animals and Plants Under Domestication, vol. II. John Murray. Londres. 1868. P. 328.
- Pedraza, Pilar (2009). Venus barbuda y eslabón perdido. Siruela.
- Moros Peña, Manuel (2004). Seres extraordinarios: Anomalías, rarezas y deformidades humanas. Edaf.
- Pérez-Stadelmann, Cristina (13 de febrero de 2013). «Recibe adiós con la dignidad recobrada». El Universal.
- Zazueta, Oliver (14 de octubre de 2013). «Hará García filme sobre 'mujer simio'». Mural.com.
Fuentes
- https://www.lifeder.com/julia-pastrana/
- https://www.infobae.com/america/mexico/2017/04/15/la-dolorosa-historia-de-la-mexicana-a-la-que-hicieron-actuar-en-europa-como-la-mujer-mas-fea-del-mundo/
- http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1645262/pdf/procrsmed00325-0090.pdf
- https://es.wikipedia.org/wiki/Julia_Pastrana