Jusepe Martínez

Jusepe Martínez
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Datos personales
Nombre completoJusepe Nicolás Martínez y Lurbez
Nacimiento1600
Zaragoza, Bandera de España España
Fallecimiento6 de enero de 1682
Zaragoza, Bandera de España España
NacionalidadEspañol
OcupaciónPintor y tratadista de arte
Datos artísticos
ÁreaPintura
Obras notablesDiscursos practicables del nobilísimo arte de la pintura

Jusepe Martínez. Pintor y tratadista de arte español. Su estancia en Roma le permitió contactar con Guido Reni y con Domenichino. Más interesante que su pintura, poco relevante, es la obra Discursos practicables del nobilísimo arte de la pintura (publicada en 1852), fuente indispensable para el estudio de la pintura española del siglo XVII.

Síntesis biográfica

Después de iniciarse en el oficio con su padre, fue enviado por éste a Roma en 1623 para que se perfeccionase en el dibujo y en la pintura. Allí estudió la pintura veneciana y el clasicismo de los Carracci, trabó amistad con Guido Reni y Domenichino, de los que recibió gran influjo, y en 1625 se desplazó a Nápoles para conocer personalmente a Jusepe Ribera. Durante su estancia romana se ejercitó también en el grabado, realizando una serie de estampas sobre la vida de San Pedro Nolasco.

En 1628, nuevamente reintegrado a Zaragoza, se casó con Francisca Jenequi, naciendo de este matrimonio su hijo Jerónimo Jusepe Bautista Martínez y Jenequi y que erróneamente ha venido siendo llamado «fray Antonio Martínez». Su actividad comenzó a ser intensa a partir de entonces, pues su estilo, sólido en el dibujo y agradable de colorido, debió resultar innovador en los ambientes artísticos zaragozanos; de esta primera etapa deben de ser el Santo Tomás del Museo de Budapest, y Job y su mujer del mismo museo. Su prestigio iba en aumento, y en 1631, junto al pintor Juan Galván fue designado por la Diputación del Reino para que juzgase las copias de los retratos y cuadros que poseía dicha institución, y que habían sido encargados, para regalarlos a Felipe IV, a los pintores Andrés y Pedro Urzainqui, Francisco Camilo y Vicente Tio. Por aquel entonces comenzó su amistad con D. Vincencio Juan de Lastanosa, quien le introdujo en su círculo intelectual y le procuró obras y encargos.

En 1634 Martínez viajó a Madrid, donde, aparte de conocer los fondos de las colecciones reales, trabó amistad con Pacheco y Alonso Cano. A su vuelta debió de realizar los magníficos lienzos de San Pedro Nolasco y la Santa Cecilia del Museo Provincial de Zaragoza. La estancia de Felipe IV en 1642 en Zaragoza, y con él la de su pintor Velázquez, supuso un importante cambio en la consideración y en la técnica de Martínez; Velázquez, aparte de informar favorablemente al monarca de las cualidades artísticas del zaragozano, influyó en su manera de pintar, que ganó en riqueza cromática y en soltura de pincelada. Los buenos oficios de Velázquez ante Felipe IV hicieron que éste nombrara a Jusepe Martínez «pintor del rey ad honorem», cargo que colmó sus ansias profesionales.

En 1646 pintó La tristeza de Zaragoza, obra desaparecida, para ornar el túmulo funerario levantado en Zaragoza en los actos fúnebres por la muerte del príncipe Baltasar Carlos . Ese mismo año, por encargo de los Lastanosa, realizó las pinturas de la capilla que éstos poseían en la catedral de Huesca. En 1647 recibió un importante encargo, el que completará con escenas de la vida de la Virgen en nuevo retablo de la capilla de Nuestra Señora la Blanca de La Seo, donde demuestra sus buenas cualidades para el dibujo, la elegancia de las figuras, y un uso claroscural bastante matizado. Entre 1647 y 1649 realizó los lienzos, también sobre la vida de la Virgen, para el retablo mayor de Santa María de Uncastillo. En 1650 pintó la serie de 14 lienzos sobre la vida de San Lorenzo para la iglesia del santo en Huesca; estos óleos, de composición bien estudiada y claroscuro acentuado introducen en algunos de ellos retratos de miembros de la familia Cortés, vizcondes de Torresecas, fundadores y benefactores de la iglesia. Hacia 1655 debió de realizar la Adoración de los Pastores del Museo Provincial de Zaragoza y los lienzos de las cuatro estaciones, desaparecidos, del claustro grande del monasterio de Santa Engracia.

Hacia 1669 compondría una serie de pinturas para la iglesia de San Miguel de los Navarros de Zaragoza, entre ellas un San Jerónimo penitente y una Aparición de la Virgen a San Felipe Neri, versión del original de Reni, del que hizo otra versión para la iglesia de la Magdalena de la misma ciudad. En 1670 funda una capellanía con renta anual de 130 libras jaquesas en la capilla de San Jerónimo de dicha iglesia de San Miguel de los Navarros, en la que deseará ser enterrado.

Muerte

Jusepe Martínez falleció en su casa zaragozana de la calle de Santa Catalina.

Fuente