Lanzallamas

Lanzallamas
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Armalanzallamas.jpg
Aparato mecánico que lanza a presión y a corta distancia un líquido inflamado o una llama de gas incendiaria, puede ser de uso militar o civil por ejemplo para la quema de malezas.
TipoAtaque a posiciones fortificadas y antipersonal.
País de origenBandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos Bandera de la Unión Soviética Unión Soviética y otras naciones.
Otros nombresFlamethrower
Significado del nombreEchador de llama
Historia de servicio
En servicio1914 hasta la actualidad
OperadoresVarias naciones
Propietario(s)EUA, URSS, Alemania, etc.
Guerras1ra y 2da Guerras mundiales, etc.
Especificaciones
PesoAproxim. 22,7 kg

MuniciónLíquido o gas inflamable
Alcance efectivo15 y 30 metros los ligeros ​
Alcance máximo50 y 200 metros los pesados.
CargadorTanque de mezcla incendiaria de 9 litros, Tanque de nitrógeno (propulsor)

Lanzallamas. Aparato mecánico que lanza a presión y a corta distancia un líquido inflamado o una llama de gas incendiaria, puede ser de uso militar o civil, por ejemplo para la quema de malezas.

Etimológicamente hablando es un probable calco del alemán Flammenwerfer, voz atestiguada al menos desde 1914; y esta, a su vez, de Flamme 'llama' y werfen 'lanzar'. Así como también del inglés flamethrower, documentado en 1915.

Los lanzallamas pueden ser portátiles, fijos o montados en carros blindados.

Historia

Aunque el fuego ha sido utilizado como un arma desde la antigüedad de mútiples maneras, la primera arma que se conoce parecida al lanzallamas es el llamado fuego griego. Utilizado ampliamente por la flota del imperio bizantino, se trataba de un líquido inflamable lanzado desde una especie de cañón de bronce.

También se sabe que los primeros sistemas incendiarios lanzallamas chinos aparecieron en el siglo X d.C. y luego fueron usados por varios siglos.

Lanzallamas modernos

Los lanzallamas modernos tienen su origen en la guerra de trincheras desarrollada durante la Primera Guerra Mundial. Tuvieron su consagración como arma de guerra moderna durante la Segunda Guerra Mundial, en la que el ejército alemán ya los montaba en los tanques Panzer II Flamm y Flammpanzer III, y también en tanques franceses Char B1 modificados (cuyo nombre oficial era PanzerKampfwagen B2). Más tarde los británicos y canadienses desplegaron desde 1944 unidades blindadas lanzallamas en combinación con unidades de infantería. Las primeras versiones de estos primitivos tanques lanzallamas fueron el Badger (Tejón) (un tanque prototipo utilizado en Normandía) y el Oke, utilizado en DieppeDesam. El más popular de todos ellos fue el Churchill Cocodrilo.

Desde entonces este tipo de armas pueden ser montadas en un vehículo, o utilizadas manualmente por unidades de infantería. El lanzallamas consiste básicamente en dos elementos: Una mochila o depósito y una salida. El depósito está compuesto generalmente de dos o tres cilindros: Uno mantiene el elemento propelente -generalmente un gas inerte como el nitrógeno- a presión; y los otros dos contienen un líquido inflamable, como el petróleo.

Estos sistemas de tres cilindros suelen conformarse de manera equilibrada para facilitar su transporte. Este sencillo mecanismo es suficiente para proyectar el material inflamable a cierta distancia, desplazándolo en combinación con el gas a presión. La "pistola" contiene un pequeño depósito y un reducido sistema de ignición: Al apretar el gatillo se abre una válvula, que permite el paso del líquido del depósito hasta el mecanismo de ignición. Este puede variar según el tipo de lanzallamas: en ocasiones es una simple espiral de metal incandescente; y otros modelos presentan una pequeña llama alimentada por el gas a presión.

Terrible y poderosa arma

El fuego es un arma muy poderosa y terrible, no sólo son sus efectos terribles de resistir por parte de la víctima sino que también muy impresionante de contemplar, además esto tiene un plus en cuanto a el efecto poderoso en la moral del soldado. El ser humano tiene un temor instintivo al fuego en todas sus formas y cuando es usado de manera ofensiva en la forma del lanzallamas, su impacto en el enemigo puede ser considerable.

A veces durante la Segunda Guerra Mundial la mera vista de un lanzallamas en acción era bastante para que el enemigo se rindiera inmediatamente a veces corriendo desesperadamente hacia los operadores de lanzallamas a fin de rendirse, aterrados por la posibilidad de ser quemados vivos. Tanto es así que el arma se ha visto sujeta a cierta discusión sobre su legalidad.

Usada contra posiciones defensivas y emplazamientos atrincherados

En la práctica, se usa fundamentalmente contra posiciones defensivas como búnkers y emplazamientos atrincherados. El uso de combustibles líquidos permite al arma "rebotar" sobre las paredes, amplificando el daño directo que podría causar. Aunque generalmente se piensa que es un arma de corto alcance, los lanzallamas contemporáneos pueden ser eficaces a una distancia de 50 a 80 metros. La posibilidad de diseminar el líquido inflamable y quemarlo después hace posible crear varios "frentes" de fuego simultáneo en la posición atacada.

Precauciones de los operadores de lanzallamas

Los lanzallamas son un arma delicada para su operador. La primera desventaja importante es su propio peso, que reduce significativamente la movilidad del que lo porta. Por otra parte son armas de cierta envergadura, y debido a la mencionada escasa movilidad de su usuario y la posibilidad de causar una explosión, no es raro que una unidad de lanzallamas sea el objetivo favorito del fuego enemigo.

Se ha documentado que los soldados equipados con un lanzallamas no solían ser tomados prisioneros: Cuando su hipotético objetivo lograba capturar una de estas unidades solían ejecutarlo de modo sumarísimo en represalia.

Desventajas

Por otra parte, pese a la eficacia del arma, su alcance sigue siendo el más reducido que el de cualquier otra arma presente en el campo de batalla, por lo que el soldado que lleva el lanzallamas obligatoriamente debe acercarse a poca distancia del objetivo antes de poder usarla, corriendo el riesgo de ser abatido o de perecer en una explosión del depósito inflamable antes de alcanzar una posición apropiada. La posibilidad de que se produzca esta explosión ha sido notablemente exagerada por las producciones cinematográficas del género bélico.

Bibliografía

  • Joseph Needham (1986). Science and Civilization in China. Volumen 5, parte 7. Taipéi: Caves Books, Ltd.
  • «Lanzallamas». Monitor 8. Manuel Salvat. Pamplona. 1965.
  • Chris Bishop (2002). The Encyclopedia of Weapons of World War II. Sterling Publishing Company, Inc. ISBN 978-1-58663-762-0.

Fuentes