Lengua y religión de Nicaragua

Lengua y Religión de Nicaragua
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Lengua y Religión de Nicaragua: Debido a la colonización española su hablar es muy peculiar y su religión diversa, la ciudad de León fue durante años la capital de Nicaragua y la sede cultural del país al radicar en ella la Universidad de Nicaragua (primera del país y segunda de Centroamérica). En su hermosa catedral está enterrado Rubén Darío, poeta reverenciado y admirado en todo el país.

Lengua

La lengua oficial de Nicaragua es el idioma español. Una de las características más sobresalientes del castellano nicaragüense es la aspiración de la /s/ post vocálica como en muchas regiones de España e Hispanoamérica.

También en Nicaragua, como en Argentina, Costa Rica, Paraguay, y Uruguay se utiliza el voseo; y así como en la región rioplatense, el uso del pronombre "vos, sos " son parte de la norma culta.

Voseo

Se le llama voseo al fenómeno lingüístico dentro de la lengua española en el que se hace uso del pronombre vos para dirigirse al interlocutor. Se distinguen dos tipos de voseo: el voseo reverencial y el voseo dialectal americano.

Debido a la colonización británica de la Costa Atlántica, el inglés es común al lado de lenguas nativas como miskito, rama y sumo, aunque también debido a la multirelación con Estados Unidos y su influencia en el estilo de vida de Nicaragua, es muy común encontrar personas bilingües en las principales ciudades como Managua, León, Granada y San Juan del Sur, también como parte de la apertura al turismo en estos sitios y la gran cantidad de estudiantes que salen a otos países para formarse como profesionales en diferentes especialidades como es el caso de Cuba que acoge no solo a estudiantes nicaragüenses, sino de todas las latitudes del mundo.

Religión

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Catedral de León, Nicaragua

La religión predominante del país es el catolicismo, al menos de manera nominal y cultural. Un segundo grupo religioso es el protestantismo que abarca un 25% de la población.

Existen, además, algunas iglesias notables (La Recolección, La Merced, Sutiava, el Calvario, la religión más difundida es la religión Católica (89.7 %, 4.2 millones de personas), aunque hay alguna minoría de protestantes. También hay bautistas, Pentecostés y moravos que predominan en la costa caribeña (10.3%).

La aculturación religiosa

En la trayectoria de los procesos sociales, políticos y económicos de Nicaragua el factor religioso; como universo simbólico; ha jugado un papel histórico fundamental. Esto no ha sido una cuestión exclusiva de Nicaragua, sino un fenómeno de especificidad y rasgo continental, pues se hace presente a lo largo y ancho de la multietnicidad y pluriculturalidad de América Latina y el Caribe.

El Cristianismo que trajeron los españoles fue parte del poder del invasor que junto a la cruz puso la espada como figura militar y estatal. La Iglesias situada frente a una constelación histórica de la expansión europea no pudo desligarse del poder y luego del periodo de “tiempo fundante” en que se consolida la conquista europea, esta se ubicó inequívocamente en un lugar social y cultural bien preciso: el polo de los grupos de poder en la sociedad, y desde allí irradió su influencia a lo que no tenían poder; a los pobres y marginados.

Por otro lado se haya presente en el imaginario religioso nicaragüense el mundo cultural autóctono, de tradición oral, con una riqueza espiritual enorme y ancestral, ligada a la naturaleza y temeroso de sus grandes y pequeñas deidades: Tamagastad y Cipaltomal, Ochomogo y Chicociagat, Quiatot, Mixto, Cacahuat, Ehecat y Misesboy; divinidades que en jerarquía se ubicaban bajo el Dios Supremo: Tomateot.

El dinamismo de fe cristiana presente en la cultura popular, es la base para una civilización emergente en esos países latinos.

La lengua y la religión, insertan en la cultura de un pueblo, forma parte de su identidad cultural. La religión es inherente al ser humano y una producción social, colectiva; es también una forma de conocimiento. Conocer es más bien un acto de crear, de construir el mundo, no de representarlo o reproducirlo y esto tanto en lo mítico como en lo científico.

La realidad se construye y crea conocimiento y en tanto la religión es mediación, es ella misma cultura, construcción, por lo tanto constituye una forma de conocimiento. Mientras la ciencia construye conocimiento en el concepto y el signo, la religión lo hace en el símbolo y la imagen.

Globalización y Religión Nicaragua

El panorama religioso en América Latina ya no es el mismo que hace cuarenta años. El contexto actual de lo sagrado y de lo religioso tiene una nueva configuración; las identidades religiosas se han mutado pareciendo hoy irrelevantes en cuanto fenómeno sociológico.

El fenómeno de los nuevos movimientos religiosos en la sociedad nicaragüense no deja de tener su importancia y relevancia ya que nos indican que por estar presentes otros grupos o movimientos de otras religiones, no eliminan la religión, sino que se mutan o sea se transforman.

El fenómeno de cristiandad bajo la ideología de la unanimidad católica parecía dominar las esferas públicas y privadas: “Este catolicismo polimorfo cubría la inmensa mayoría de las manifestaciones religiosas Latinoamericanas en lo que podía parecer una cultura católica integrada.

La privatización de la religión ha llevado a líderes religiosos y a empresas misioneras a adquirir canales de televisión privados, emisoras de radio y prensa escrita para difundir sus mensajes. Este acceso a los medios masivos de comunicación ha hecho posible que muchos de estos nuevos movimientos religiosos se consoliden económicamente ejerciendo influencia política mediante el voto de su clientela religiosa.

El creciente mercado religioso, se expresa y evidencia en la oferta y demanda de testimonios de milagros, sanaciones y riquezas, bajo una actitud e ideología conocida como “teología de la prosperidad”, la que tiene entre sus características principales el establecimiento de una relación causa-efecto entre la aceptación de una fe y el disfrute de la abundancia económica, acompañada de una pastoral gerencial.

Lo religioso ha pasado a la esfera del mercado de masas y su lógica consumista. Esto no sólo se da en el ámbito de las iglesia de la teología de la prosperidad, sino de empresas privadas no institucionalmente religiosas con un mercado de lo místico-esotérico y en la que se promueve todo un conjunto de objetos y servicios como profecías, horóscopos e influencias astrales, etc.

La globalización como un fenómeno orientado desde los centros de poder ha tenido una enorme incidencia en los aspectos económicos y políticos, no así en la dimensión cultural y el campo religioso, sin embargo, la religión y sus formas concretas de manifestación no escapan a los procesos globalizadores cuando en circunstancias socialmente críticas la religión tiende a incrementarse y a incrementar su significación social.

La presencia de la religión en Nicaragua, ya sea en su forma tradicional o no, está arraigada en la conciencia como un fenómeno social, los textos bíblicos, como los relatos mitológicos y leyendas aborígenes enseñan modelos de vida que orientan hacia la humildad y la oposición a la depredación de los recursos naturales.

Mientras la situación de América Latina y especialmente de Nicaragua no cambie en términos de justicia social la teología de la liberación se mantendrá. En la vida social práctica la representación religiosa es vinculante a sus propias condiciones sociales y económicas, a sus esperanzas y celebraciones, ejemplo de ello son las fiestas patronales que tiene un gran fervor religioso en los departamentos del país, sobresaliendo por su carácter la Fiesta de la Gritería y la Fiesta de Santo Domingo.

Las devociones del pueblo y sus íconos sagrados, con oídos para los pobres y marginados social y económicamente, permiten afirmar que la popularización de la religión radica en que el sufrimiento y el martirio es reflejo del problema de los humildes y a la vez esperanza. Las narraciones populares tienen un sentido optimista y las figuras sagradas son ejemplos y esperanza de victoria frente a la adversidad.

Fuente

  • Columbres, Adolfo. La colonización de la América Indígena, Ediciones Sol, Buenos Aires, 2004.
  • _______________ América como civilización emergente, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, Argentina, 2004.
  • Alonso, Aurelio. América Latina y el Caribe: territorios religiosos y desafíos para el diálogo. CLACSO, Buenos Aires, 2008.
  • Ibáñez Larraín, Jorge. Modernidad: razón e identidad en América Latina. Editorial Andrés Bello. Santiago de Chile, 1996.