Leopardo de Persia

Leopardo de Persia (Panthera pardus Saxicolor)
Información sobre la plantilla
Lepalb.jpg
Clasificación Científica
Nombre científicoPanthera pardus saxicolor
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Mammalia
Orden:Carnívora
Familia:Felidae
Hábitat:varía de la estepa de la montaña a los pastizales, o cualquier lugar con una cantidad razonable de cobertura y presas

Leopardo de Persia (Panthera pardus saxicolor). Esta podría ser el leopardo más grande de todas las subespecies de leopardos existentes en el mundo.

Origen

El leopardo de Persia (Panthera pardus Saxicolor) es una subespecie del leopardo (Panthera pardus) que actualmente se encuentra en peligro de extinción.

Actualmente son cinco las subespecies de leopardo que están en la Lista Roja de IUCN, dos de ellas en peligro de extinción y el resto en peligro crítico, por lo que la situación es alarmante.

Población

El leopardo y el hombre han convivido durante muchísimos tiempo. Por ejemplo, en Armenia el leopardo ha coexistido con los seres humanos desde el Holoceno (aproximadamente hace 5000 años) y se han encontrado tallas y pinturas prehistóricas que datan de hace aproximadamente 3000 años. La mayoría de ellos representan al depredador cazando su presa básica, la cabra (Capra aegagrus), al hombre cazando al leopardo. Sin embargo, tras una convivencia de miles de años el hombre decidió que ya estaba bien, y de manera mucho más recientemente, a principios del siglo XX, se volvió común la idea de erradicar a los grandes carnívoros, entre ellos al leopardo persa. Esto ha llevado a que en los últimos 25 años el leopardo persa haya sido exterminado en numerosas áreas y en otras su número se haya reducido significativamente.

Actualmente, si tenemos en cuenta las estimaciones nacionales incluyendo adultos, subadultos y cachorros, tenemos un total de entre 871 y 1290 ejemplares en el mundo. De ellos, entre 550 y 850 estarían en Irán, con la mayor concentración de ejemplares (160 ? 275) en la zona más adyacente a Armenia y Azerbaiyán. No se conoce la situación en Afganistán, aunque según la IUCN tienen que haber entre 200 y 300. Hay entre 78 y 90 en Turkmenistán, menos de 13 en Armenia, menos de 13 en Azerbaiyán, menos de 5 en Georgia, menos de 5 en Turquía, y menos de 10 en el norte del Cáucaso ruso.

Por lo tanto, en Irán está la mayor población, que además es una fuente de leopardos para zonas de alrededor más delicadas. Aun así las poblaciones en Irán tienen una baja densidad (0.06 ? 0.1 individuo/100 km2).

En Azerbaiyán se pensaba que estaban extintos hasta que en 2007 se les grabó con una cámara de trampeo en la Reserva Naciones Hirkan.

Características

Este hermoso felino de hipnotizadora mirada es una subespecie en peligro al igual que el Leopardo de Arabia (Panthera pardus nimr). Además, de las ocho subespecies reconocidas actualmente (se llegaron a reconocer unas 30 en el pasado), el raro leopardo persa seguramente el más grande; pero dentro de la misma subespecie, si vamos un poco más allá, podremos observar al ver sus pesos y medidas que hay una considerable variedad, y es que el leopardo persa cuenta nada menos que con 11 variedades que no llegan a ser subespecies diferenciadas, aunque en el pasado se pensaba que eran subespecies. Eso sí, las principales características son compartidas por todas ellas.

Puede crecer de 1,5 a 17 pies de altura del suelo, y pesar poco más de 155 libras. Antes de 1990, cuando estaba formada la Unión Soviética, los nombres científicos usados fueron P. p. tulliana y P. p. ciscaucasica, y el nombre P. p. saxicolor fue usado por los especialistas en felinos de Irán y Afganistán. Actualmente quedan sólo algunos cientos en el mundo. El hábitat varía de la estepa de la montaña a los pastizales, o cualquier lugar con una oferta razonable de cobertura y presas.

Informes no oficiales de avistamientos de grandes felinos en el este de Turquía podrían tratarse también de este animal. Además el leopardo persa tiene un periodo de gestación de 90 a 105 días. Las hembras alcanzan la madurez sexual a los 2 años y medio de edad. Usualmente tienen de 2 a 4 crías.

La longitud de su cabeza y cuerpo varía entre 91 y 191 cm. Su larga cola mide lo mismo que el 60 ? 75 % de su cuerpo y cabeza juntos, por lo que es muy larga. Con respecto al peso, los machos son más pesados, ya que mientras las hembras pesan entre 28 y 60 kg., los machos pesan entre 37 y 60 kg.

Viven normalmente entre 10 y 15 años, aunque pueden vivir hasta 20. Las hembras alcanzan la madurez sexual a los dos años y medio.

Físicamente tienen las patas cortas y son corpulentos. Su cráneo está proporcionado con el resto de su cuerpo y le permite tener unos poderosos músculos en la mandíbula para cazar presas de gran tamaño.

Con respecto a su patrón de dibujo, tienen las típicas manchas de los leopardos. Cuentan con rosetas (manchas con el centro marrón) en la espalda, flancos, hombros y muslos, y con manchas negras en la cabeza, garganta, pecho y vientre. El color del fondo de su pelaje oscila entre el amarillo pálido al dorado profundo, con la excepción de su zona baja y el pecho que es blanca desde la barbilla hasta la cola.

Los leopardos en general tienen una dieta amplia y tienen mucha facilidad para adaptarse a la fluctuación de presas. Se alimentan de mamíferos pequeños, aves, venados, antílopes, jabalíes...Además, a lo largo de todo su rango varía el tipo de presas principales que hay en la dieta. Por ejemplo, las presas principales del leopardo en Irán son la cabra salvaje (Capra aegagrus), las ovejas silvestres (Ovis ammon spp), el jabalí (Sus scrofa), el ciervo rojo (Cervus elaphus Maral), el Burro salvaje asiático (Equus hemionus) y los animales domésticos, tales como camellos, cabras, ovejas y perros.

Su técnica de caza se basa en utilizar puntos con buena visibilidad como pueden ser árboles o afloramientos rocosos para localizar a las presas y, a continuación, acercarse sigilosamente hasta estar lo suficientemente cerca como para saltar encima de la presa agarrándola con sus garras y mordiendo su garganta.

Algunas de las adaptaciones de estos leopardos y de todos los leopardos en general) son las siguientes:

  1. Tienen un denso pelaje que los protege en las zonas más frías.
  2. Las manchas de su pelaje rompen el esquema corporal, y así es más difícil que los venas las presas.
  3. Sus ojos están al frente para permitir una mayor percepción en la zona que buscan; además la mirada al frente les permite aislar y concretar más donde están las presas.
  4. Tienen unas largas garras retráctiles que les ayuda a capturar y mantener capturadas a sus presas.
  5. Tienen una áspera lengua diseñada entre otras cosas para ayudar a despellejar a sus presas y conseguir más fácilmente su carne.
  6. Al tener la piel del vientre bastante suelta, evita que las presas le puedan causar lesiones en esta zona.

Los leopardos persas son animales nocturnos de los cuales se han realizado pocos estudios acerca de sus hábitos. Lo que sí se sabe es que en zonas donde no hay otros grandes depredadores como leones y tigres, suelen tener hábitos menos nocturnos. En las zonas donde son los grandes depredadores, no deben preocuparse tanto de ocultar sus presas como les pasa a sus homólogos africanos y de Asia Central, donde conviven con estos otros grandes felinos.

Estos grandes cazadores marcan su territorio dejándolo muy bien definido mediante arañazos en árboles, orina, raspados. En Armenia por ejemplo, a l soler utilizar los mismos senderos para desplazarse, es fácil que los investigadores encuentren evidencias mediante heces, huellas y arañazos de su presencia.

Aunque normalmente son animales solitarios juntándose solo en la época de apareamiento, en ocasiones los machos van con las hembras durante un breve periodo de tiempo tras el apareamiento.

Con respecto a la época de apareamiento, esta suele ser a lo largo de todo el año, con picos durante el invierno. Tienen entre uno y cuatro cachorros que nacen tras 90 ? 105 días de gestación. Los cachorros llegan a la independencia entre los 13 y 18 meses.

Otras especies amenazadas de leopardos, como el Leopardo de las nieves (Uncia uncia)]], aunque pertenecen a la misma familia, según algunos estudios pertenece al género Panthera y según otros al género Uncia. De momento se les sitúa en géneros distintos.

Hábitat y área geográfica

Habita en Irán principalmente y en pequeñas poblaciones se le encuentra también en Afganistán, Turkmenistán, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Turquía, el norte del Cáucaso]] ruso y, posiblemente, en Pakistán, Uzbekistán y Tayikistán.

El hábitat varía de la estepa de la montaña a los pastizales, o cualquier lugar con una cantidad razonable de cobertura y presas. Abarca áreas montañosas remotas y ambientes secos y áridos, y zonas nevadas de hasta 3200 m de altitud.
En Armenia viven en bosques de pocos enebros y en menor medida, en zonas áridas y praderas de montaña, prados subalpinos y alpinos. Son zonas de muchos acantilados y zonas rocosas.

Amenazas

Históricamente, el leopardo persa estaba ampliamente extendido en el suroeste de Asia, pero la caza, la destrucción del hábitat y la disminución de las poblaciones de rapaces han hecho descender su número. En 2005 se estimaban menos de 1300 felinos en la naturaleza que se encuentran en poblaciones cada vez más pequeñas y fragmentadas.

La más urgente amenaza es sin duda el incremento de la fragmentación en parches en poblaciones demasiado pequeñas. De hecho, se calcula que ninguna subpoblación cuenta con más de 100 individuos.

Las infraestructuras como carreteras también afectan a la especie. Tanto la destrucción del hábitat como la creación de infraestructuras dificulta la dispersión de los subadultos a otras zonas, aportándoles además innumerables peligros a los que se deben enfrentar para superar estas barreras, más teniendo en cuenta que son ejemplares jóvenes e inexpertos. Tan solo las zonas protegidas son beneficiosas para estos leopardos.

Otra de sus amenazas es que los cacen para el comercio ilegal y solo por el ´placer´de tenerlo como trofeo de caza.

Pero estas no son las únicas amenazas, si no que hay muchas otras que afectan a estos felinos con unas más importantes que otras dependiendo de la zona a la que nos refiramos. Por ejemplo:

En Afganistán, el comercio de pieles de leopardo sigue activo. Esto unido a los disturbios civiles hacen la situación cada vez más difícil a estos felinos.

En Armenia su situación es ligeramente diferente, ya que la perturbación viene de la introducción del ganado y de prácticas agrícolas, que producen encuentros negativos entre personas y leopardos, siendo estos últimos nada bien recibidos. También les afectan la caza furtiva y los incendio. La perturbación humana es un fenómeno generalizado, especialmente en primavera y principios de verano cuando la población local recoge plantas y setas comestibles. En otoño los aldeanos también salen a cortar ramas para obtener leña para pasar el invierno. Hay que tener en cuenta que tradiciones como las de ir recolectando y comunicándose a grandes distancias con gritos es efectivo, pero indudablemente molesta a los animales, en especial a los ungulados de los que se alimenta el leopardo. Aquí la concienciación es un punto clave.

La caza furtiva, sobre todo desde principios de los 90 debido a que los disturbios civiles han dejado numerosas armas entre la población, es un peligro latente. Se sabe que existe, pero muchas veces cuando los matan por conflictos con las personas del lugar los entierran o esconden para evitar las multas y no se conoce bien el alcance del problema.

Los incendios forestales destruyen el hábitat no solo del leopardo, sino el de toda la comunidad ecológica del lugar. Aquí nos referimos por supuesto a los incendios no naturales, es decir, a los provocados por descuidos de las personas, que en un ambiente extremadamente seco puede provocar un auténtico desastre. En otros casos los incendios son provocados en pequeñas parcelas para estimular el posterior crecimiento de nuevos pastos para el ganado; lo que está claro es que estos incendios destruyen la estructura del suelo, matan a invertebrados y pequeños vertebrados, y si son lo suficientemente frecuentes, al final no crece nada.

En Irán, con entre 550 y 850 leopardos persas, se matan con armas y veneno a estos felinos que depredan sobre su ganado, al ver estos que sus presas naturales disminuyen y que aquí tienen presa fáciles. Aunque esto no está fuertemente generalizado, sin duda tiene un gran impacto en la viabilidad de las poblaciones tan pequeñas y fragmentadas, llevando a las poblaciones a tamaños por debajo de lo sostenible.

En el Cáucaso la creación de corredores (zonas naturales a modo de conectores entre zonas donde viven estos felinos) es urgente para unir a las poblaciones fragmentadas.

Medidas de conservación

Está dentro del Apéndice I del CITES, por lo que el comercio de leopardos persas o de sus partes o derivados está prohibida.

Aunque en la lista de animales amenazados, no cuentan con medidas de conservación del todo específicas, lo que hace que se enfrenten a amenazas de extinción en la naturaleza sin pocas medidas en su contra.

Según la IUCN, actualmente sólo hay un pequeño número de proyectos documentados en Irán, Armenia y Georgia que traten de desarrollar estrategias de conservación dirigidas a estos leopardos. Estos incluyen la recogida de datos biológicos básicos, la ampliación de las áreas protegidas existentes, el mantenimiento de los corredores de hábitat a través de los cuales puedan moverse los leopardos de unas zonas a otras, y la educación de las comunidades locales para aumentar la conciencia pública y la preocupación por la supervivencia de la especie.

Hay zonas que son Áreas de Prioridad para la Conservación del Leopardo (Priority Leopard Conservation Areas (PLECAs)). Lo que se hace es estudiar e incluir áreas con presencia permanente de estos depredadores, a las que por lo tanto debe concedérseles la más alta prioridad de conservación. En Armenia antes del 2005 empezaron a estudiarse las zonas candidatas a PLECAs. (Artículo de ´Gazelle: The Palestinian Biological Bulletin.´ Número 77, Mayo 2008. pp. 1-15.)

Los biólogos de la ONG ´Plan for the Land Society´investiga hábitats del leopardo presentes en áreas protegidas de Irán. De entre las zonas apropiadas, eligieron el Parque Nacional Bamu en 2007 en la provincia de Fars (sur de Irán) para llevar a cabo proyectos del estudio ´Conservación y Ecología del Leopardo Persa en Irán´. Las razones de esta elección son que aquí hay una alta densidad de leopardos, se está produciendo una rápida fragmentación de sus hábitats, hay un aumento de los conflictos con los cazadores y están disminuyendo las presas para el leopardo dentro del parque. Con cámaras de trampeo y otros medios se encargan de estudiar la situación y buscar soluciones para proteger a los leopardos.

Fuente