Leyendas del municipio Antilla
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Leyendas del municipio Antilla. Leyenda es una narración oral o escrita, con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos y que generalmente quiere hacerse pasar por verdadera o basada en la verdad, o ligada en todo caso a un elemento de la realidad. Se transmite habitualmente de generación en generación, casi siempre de forma oral, y con frecuencia experimenta supresiones, añadidos o modificaciones.
Sumario
Leyenda del Pirata William Hastings
Hace muchos años los habitantes de El Júcaro, Antilla, a través de la expresión oral se han trasmitido de generación en generación la leyenda del pirata William Hastings, vinculándola a la gestación e infancia de lo que es hoy el territorio de Antilla. Cuentan que todo lo que pueda referirse a la piratería de esta zona, obligatoriamente se destaca en primera línea el nombre de dicho pirata, unos dicen que era de nacionalidad inglesa y otros que era alemana.
Este hombre residente en la isla de Nassau, había situado su centro de maniobras para realizar operaciones y ataques, pero cierto día es perseguido y atacado por buques gubernamentales de Inglaterra o de España, entabló combates con ellos y su embarcación resultó hundida cerca de las costas del municipio.
El celebre pirata, hombre blanco, de rubios cabellos, ojos azules, fuerte y avezado a combatir contra la furia de los desastres, se lanzó al mar y asido a unas tablas, logró alcanzar las costas de la Bahía de Nipe , que al parecer ya conocía de anteriores correrías, pues hay quienes afirman que en determinado lugar había escondido un tesoro.
De primera intención se quedo oculto entre los espesos bosques que entonces poblaban lo que es hoy el territorio, pasado algún tiempo, el suficiente para reponer sus quebrantadas energías y rescatar su tesoro, compro al gobierno español a principios del Siglo XIX los terrenos de Punta de Salinas donde se instaló definitivamente. Los terrenos donde se asienta actualmente el término municipal, en aquel tiempo Punta de Salinas y Punta de Corojal formaban la gran hacienda de Punta de Salinas.
Leyenda de la Punta del Corojal
Punta de Corojal consistía en una faja o parcela de tierra de una capacidad aproximada de 11 caballerías. Tenía numerosas palmas de la especie que produce el fruto llamado Corojo y de ahí el nombre que se le dio a la parcela. Era además un lugar favorable para la industria de la pesca por contar con ensenadas fecundas en crustáceos, moluscos, escualos, etc.
Por lo que de hecho resultaba un pesquero, en cuyas proximidades vivían del negocio de la pesquería algunos colonizadores y nativos que comerciaban con otros elementos similares que desde Mayarí, la costa opuesta y distintos lugares de esa comarca se dirigían allí tripulando canoas y otras pequeñas embarcaciones.
Leyenda de la Punta de Salina
Punta de Salinas se extendía hacia el sur de la bahía con líneas limítrofes en Punta de Corojal, pero sin poderse precisar a simple vista su verdadera capacidad y sus linderos, hay quien cree que tenía un área aproximada de 500 caballerías. Una vez que el pirata Hastings se instaló en la hacienda como propietario de la misma, aprovechó la primera oportunidad que se le presentó para volver a Nassau y de regreso de ese viaje trajo a sus dos hijos Charles y Julián, así como también un gran numero de esclavos de ambos sexos.
Luego organizó un poblado construyendo para el y su familia una casa que era de mampostería y bohíos para la servidumbre, procediendo a impulsar los trabajos agrícolas, dicen que se ocupo muchos años al trafico de esclavos y de sal, negocio que tenía establecido entre Nipe y Nassau, tuvo además grandes crianzas de cerdos y ganados.
En poco tiempo la hacienda alcanzó características anunciadoras de un naciente centro urbano con miras a un próximo futuro de engrandecimiento y opulencias, pero sin revelar todavía cuales serían las fuerzas poderosas para la estructuración definitiva y menos por la tanto, cual sería el nombre que se le pondría el día del bautismo de ese nuevo poblado.
De los dos hijos que trajo Hastings de Nassau, Charles tuvo tres hijos nombrados Catalina, Luís y Julio, y Julián el otro hijo, tuvo seis que fueron: Vicente, Domingo, -Miguel, Pablo, Santiago y Francisco. Los descendientes de este famoso pirata llegaron a la cifra de 700, entre nietos biznietos y tataranietos.
William ya de edad avanzada falleció hace aproximadamente 170 años y sus restos descansan en Banes, aunque también se dice que en el antiguo cementerio del Júcaro.
Debido a su fallecimiento la hacienda pasó a manos de sus hijos y más tarde se repartieron esas tierras entre los nietos, tocándole a Catalina Hastings la parcela de Punta de Corojal, donde se asienta la zona urbana del municipio Antilla.
Fuentes
- Anónimo: Historia de Nipe, en La Defensa, Periódico, Edición Especial, Tipografía Letras Antillanas, Antilla, Oriente, 1939.
- Arráu Moreno, Rafael: Recordando Antilla, en La Defensa, Periódico, Edición Especial, Tipografía Letras Antillanas, Antilla, Oriente, 1939.
- Barrinaga, Jesús: Atisbos, en La Defensa, Periódico, Edición Especial, Tipografía Letras Antillanas, Antilla, Oriente, 1939.
- Cuba en la Mano, Enciclopedia Popular Ilustrada, Imprenta Ucar García y Cia, La Habana, 1940.
