Francos (etnia)

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Los Francos
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Concepto:Los francos constituían una confederación de tribus germánicas que habitaban en el siglo III d. n. e. al norte y al este del bajo Rin. [1]

Los francos. Fue una comunidad de pueblos procedentes de Baja Renania y de los territorios situados inmediatamente al este del Rin (Westfalia), que, al igual que muchas otras tribus germánicas occidentales, entró a formar parte del Imperio Romano en su última etapa en calidad de foederati, asentándose en el Limes (Bélgica y norte de Francia actuales). El reino de los francos fueron los más poderosos de todos los fundados por los bárbaros o germanos.

Significado

La palabra franco (Frank o Francus) significa «libre» en el lenguaje franco, ya que los francos no estaban dominados por el Imperio romano ni por ningún otro pueblo. Dado que la raíz frank no pertenece a la lengua germánica primitiva, se piensa también que podría derivar de frei-rancken (libere vacantes) que significa libres viajeros.[2]

Clodoveo fundador del Reino de los Francos

Clodoveo I, hijo de Childerico I, comenzó una política de expansión de su autoridad sobre las otras tribus francas y de ampliación de su territorio al sur y oeste de la Galia. Así, comenzó una campaña militar con la intención de consolidar los varios reinos francos en la Galia y Renania.

Clodoveo siempre había ambicionado dominar la ciudad cercana de Cambrai que estaba gobernada por los Romaos. En una maña del año 480 el deseo ambicionado se hizo realidad; los francos, con sus ejércitos, sus carros, sus mujeres, sus niños y sus ancianos, decidieron ocuparla. El gobernador Romano huyó cobardemente ante el ataque. Por lo que los francos entraron a la ciudad sin encontrar resistencia.[3]

Clodoveo rodeado de sus jefes militares, les hablo a los habitantes de la ciudad y les dijo: [4]

Romanos de Cambrai, yo soy Clodoveo, hijo de Childerico, que reina en Tournai y que ha muerto el año pasado. […]

Yo he decidido venir a tomar esta región para mi gente. Esa es mi voluntad.

De ahora en lo adelante ustedes deben considerarme su jefe
Clodoveo

Clodoveo señalo que los bienes de los romanos serían respetados y que las tierras de los que habían huido y las que pertenecían al Estado quedarían bajo su poder. Clodobeo continuó ocupando otras tierras, mediante la conquista, así el territorio de los Francos creció mucho y llego a ocupar gran parte de las Galias, en el año 486 Clodoveo conquisto casi todo el territorio de las Galias, es decir lo sometió al dominio de los francos.

En la Batalla de Vouillé (507), Clodoveo, con la ayuda de los burgundios, derrotó a los visigodos, expandiendo su reino al este, hasta los Pirineos. Tras esta batalla, Gregorio de Tours indica que Clodoveo llevó a cabo campañas para eliminar a los demás reyes francos, tanto ripuarios como salios.

La conversión de Clodoveo al cristianismo, tras su matrimonio con la princesa católica burgundia Clotilde en 493, pudo haber ayudado a acercarle al papa y a otros soberanos cristianos ortodoxos. La conversión de Clodoveo supuso la conversión del resto de francos. Al profesar la misma fe que sus vecinos católicos, los recientemente cristianizados francos encontraron mucho más fácilmente la aceptación por parte de la población local galo-romana que los arrios, los visigodos, los vándalos o los burgundios. De esta forma, los merovingios dieron lugar a la que con el tiempo sería la dinastía de reyes más estable de Occidente.

El área franca se expandió aún más bajo el reinado de los hijos de Clodoveo, llegando a cubrir la mayor parte de la actual Francia (con la expulsión de los visigodos), pero incluyendo también zonas al este del río Rin, tales como Alamannia (el actual sudoeste de Alemania y Turingia (desde 531); Sajonia, en cambio, permaneció fuera de las fronteras francas hasta ser conquistada por Carlomagno siglos más tarde. A su muerte en 511, repartió el reino entre sus cuatro hijos, hasta que su hijo Clotario I reunió temporalmente los reinos, tras él, los territorios francos volvieron a dividirse en 561 en Neustria, Austrasia y Borgoña, que habían sido anexionadas por los francos por medio de matrimonios e invasiones.

En cada reino franco, el mayordomo de palacio ejercía las funciones de jefe de estado. Una serie de muertes prematuras que comenzaron con la de Dagoberto I en 639 desembocaron en una sucesión de reyes menores de edad. A comienzos del siglo VIII, esto había permitido a los mayordomos austrasios consolidar el poder de su propio linaje, lo cual llevó a la fundación de una nueva dinastía: los carolingios.

Las tierras bajo el control de Clodoveo

Estas tierras fueron repartidas entre los conquistadores francos. Los jefes militares que rodeaban a Clodoveo recibieron enormes extenciones de tierras, y se convirtieron en grandes terratenientes, que quiere decir, grandes poseedores de tierras. Los terratenientes a su vez entregaron estas tierras a los campesinos que vivían en las zonas ocupadas por ellos y los convirtieron en campesinos dependientes que dependían de las tierras propiedad del terrateniente.[3]

Los soldados francos recibieron pequeñas parcelas y se convirtieron en campesinos libres, que constituían la mayoría de los francos. La vida de los campesinos libres era muy insegura debido a las constantes guerras; además, como sus parcelas eran tan pequeñas, una mala cosecha o una plaga que acabara con su siembra, significaba una época de hambre y de muerte. Por lo que mucho de ellos perdieron sus tierras y cayeron bajo la dependencia de los grandes terratenientes, aumentando de esta forma el número de campesinos dependientes.

Con el surgimiento de la gran propiedad se profundizó la desigualdad material y social entre los francos, formándose dos grandes grupos:

  1. Los explotadores, grandes terratenientes.
  2. Los explotados, campesinos dependientes, que trabajaban en las tierras de los terratenientes porque no tenía tierras propias para trabajar.

Formación del estado franco

Los francos al comenzar las conquistas de las Galias estaban divididas en numerosas tribus, que cada una tenía sus propios reyes y estas se aliaron para realizar las grandes invasiones. A medida que los territorios conquistados aumentaban, crecía el poder de los jefes militares, y sobre todo el de Clodoveo, este fue dominando las demás tribus francas por medio de la astucia, el engaño, el saqueo y el asesinato; que exigió completa obediencia. Los jefes militares francos aceptaron esa situación, debido a que Clodoveo les entregaba grandes extensiones de tierras y los convertía en grandes terratenientes; además a ellos les era indispensable defender sus riquezas y su explotación sobre los campesinos dependientes, por lo que necesitaban de una organización que defendiera sus intereses, surgiendo de esta forma el Estado de los francos.

El estado franco y la iglesia

El cristianismo señala a las masas explotadas a no re velarse, a conformarse con su situación y a aceptar la explotación. Estas prácticas cristianas también convenía a los grandes terratenientes francos; por eso ellos y sus rey Clodoveo, se hicieron cristianos en el siglo V, en la misma época en que realizaron la conquista de Europa.[3]

De esta forma se estableció entre el Estado franco y la Iglesia Católica una fuerte alianza que traería beneficios para ambos.

  1. El Estado franco utilizaría a la Iglesia como instrumento para mantener en la obediencia y en la sumisión a las grandes masas explotadas.
  2. La Iglesia recibiría a cambio de sus prédicas, enormes extensiones de tierras del estado franco.

Los reyes y los terratenientes francos establecieron una estrecha relación con la Iglesia Católica que contribuyó a aumentar el poderío de ambos, ya que ella sirvió como instrumento de dominio y explotación sobre las masas explotadas.

Referencias

Fuentes