Lydia Cabrera

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Lydia Cabrera
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Excelente portavoz de la cultura afrocubana, convirtiéndose en una fiel rescatadora de todas las creencias y prácticas religiosas presentes en Cuba.
Nacimiento20 de mayo de 1899
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento19 de septiembre de1991
Miami
PadresRaimundo Cabrera y Elisa Bilbao Marcaida
Obras destacadasCuentos negros de Cuba, El Monte, Yemayá y Ochún

Lydia Cabrera Marcaida (18991991). Destacada narradora, etnóloga e investigadora cubana. Sus estudios sobre la presencia y huellas de la cultura africana en Cuba, desde el punto de vista antropológico, son de ineludible consulta.

Síntesis biográfica

Nació en La Habana el 20 de mayo de 1899 en el número 79 de la Calzada de Galiano, en plena ocupación militar estadounidense de Cuba. Fue la octava y más pequeña hija del matrimonio del abogado y escritor cubano Raimundo Cabrera y Bosch (1852- 1923) con la cubana Elisa Bilbao Marcaida y Casanova. El 20 de mayo de 1908, al casarse con su hermana Esther, se convirtió en su cuñado el joven abogado Fernando Ortiz Fernández (1881-1969).

Infancia y Juventud

En su infancia no pudo ir a la escuela por problemas de enfermedad y por esa causa fue educada desde casa por tutores. Los cursos de Bachillerato los empezó y terminó al presentarse a los exámenes que lo acreditaban.

En la escritura manifestó su habilidad temprana cuando a los catorce años, bajo el seudónimo de Nena, se dedicó a la crónica social al empezar a publicar sus primeros artículos en la revista Cuba y América (1889-1917).

Hacia Europa partió en mayo de 1927 y se instaló en París hasta 1938 por la inminencia de la Segunda Guerra Mundial. En este período estudió tres años en la L’Ecole du Louvre, graduándose en 1930, y tomó varios cursos como alumna oyente en la L’Ecole Nationale des BeauxArts donde se dedicó a aprender sobre las culturas y religiones orientales.

En 1932 se le descubrió tuberculosis a su amiga la escritora venezolana Teresa de la Parra (1889-1936) y, como consecuencia, Lydia Cabrera la acompañó en el sanatorio de Leisyn en Suiza hasta su desaparición física en el sanatorio de Fuentefría en Madrid el 23 de abril de 1936. La cubana se dedicó a escribir cuentos para proporcionarle un poco de distracción a la enferma y, muchos de ellos fueron leídos en tertulias antes de salir publicados.

En ese período difícil de su vida, alrededor de 1934 y gracias al escritor francés Francis de Miomandre (1880-1959), por primera vez salieron algunos de sus cuentos en revistas francesas como: Cahiers du Sud, Revue de París y Les Nouvelles Litteraires. En marzo de 1936, cuando Lydia Cabrera estuvo en Madrid con Teresa de la Parra, la colección completa de sus cuentos se publicó por la Editorial Gallimard en París bajo el título Contes négres de Cuba y traducido al francés por Francis de Miomandre. La compilación de cuentos, basados en relatos oídos de viva voz, constituyó un aporte al conocimiento del folklore negro como una recreación poética. En esos relatos aborda diversos temas como: el origen del universo africano, animales personificados, los dioses africanos, los animales y las plantas, su destino y quehacer en la vida.

Trayectoria de Escritora

De regreso a Cuba, en 1940 divulgó la primera edición en español de Cuentos negros de Cuba y en 1948 su libro Porqué...Cuentos negros de Cuba. El nuevo texto se lo dedicó a María Teresa de Rojas, con quien inauguró a partir de esta obra las Ediciones C&R (Cabrera y Rojas). A la par, siguió publicando sus cuentos en revistas como Orígenes) y Crónica, revista quincenal de orientación y cultura.

La autora en 1954 presentó en París su obra El Monte. Notas sobre las religiones, la magia, las supersticiones y el folklore de los negros criollos y el pueblo de Cuba. El diálogo que sostuvo a la par con sus informantes posibilitó que recogiera en él el discurso oral sostenido por el negro a través de la tradición junto a nuevos elementos de estas prácticas religiosas.

El 22 de julio de 1955 se inauguró, bajo la dictadura de Fulgencio Batista, el Instituto Nacional de Cultura (INC) con una sede establecida en el Palacio de Bellas Artes. Se nombró como su director al Dr. Guillermo de Zéndegui y, se creó una Junta de Asesores con carácter consultivo y las estructuras de carácter administrativo y técnico que formaron parte de su dirección general. La Junta estuvo integrada por intelectuales de diferentes áreas de la cultura de la etapa, entre ellos: Lydia Cabrera.

Refranes de negros viejos fue otro libro que en 1955 logró publicar y se centró en este en el discurso del negro transmitido comúnmente mediante la tradición oral a través de frases proverbiales. En 1957 publicó su libro Anagó: vocabulario lucumí (el yoruba que se habla en Cuba). En este texto recogió varias manifestaciones del bozal, forma de comunicación creada por los esclavos con el castellano y, varias lenguas de origen africano que fueron consideradas en proceso de desaparición.

En los primeros meses de haber triunfado la Revolución Cubana, se popularizó de Lydia Cabrera el libro La sociedad secreta abakuá narrada por viejos adeptos. El texto de la etnóloga, al comparar su impacto con otros, se puede decir que tuvo una mayor aceptación en el mundo intelectual cubano. Se aclaró en él varios elementos vinculados a las prácticas religiosas y la historia de los abakúa que la presencia de prejuicios raciales había impedido hacer.

El 24 de julio de 1960 salió al exilio junto a María Teresa de Rojas y nunca volvió. La no aceptación del proceso revolucionario fue la principal causa de su posterior emigración, desde donde no habló bien de él. Los planes de publicación e investigación de Lydia Cabrera se modificaron porque no pudo llevarse todos sus papeles de trabajo, a partir de ese momento estuvo alejada de su objeto de investigación y el sentimiento de nostalgia a la Cuba prerevolucionaria estuvo presente en la mayoría de las obras que creó y mostró fuera de la Isla.

En 1960 se trasladó a los Estados Unidos. Allí, después de varios años sin escribir, retomó sus labores investigativas y publicaciones. Después de algunos años en España, regresó a Estados Unidos nuevamente, donde preparó varias antologías de su obra y asesoró a investigadores y académicos.

Fallecimiento

Falleció el 19 de septiembre de 1991 en la ciudad de Miami.

Obras

Libros nuevos publicados en el exterior de Cuba :

  • OtánIyebiyé, Las piedras preciosas (1970)
  • Ayapá, cuentos de jicotea (1971)
  • La laguna sagrada de San Joaquín (1973)
  • Yemayá y Ochún (1974)
  • Anaforuana, ritual y símbolos de la iniciación en la sociedad secreta abakuá (1975)
  • Francisco y Francisca: chascarrillo de negros viejos (1976)
  • Itinerario del Insomnio, Trinidad de Cuba (1977)
  • La regla kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje (1977)
  • Reglas de congo: Palo monte, mayombe (1979)
  • Koekoiyawó, aprende novicia: pequeño tratado de regla lucumí (1980)
  • Cuentos para adultos niños y retrasados mentales. (1980)
  • La medicina popular en Cuba. Médicos de antaño, curanderos, santeros y paleros de hogaño (1984)
  • Vocabulario congo: el bantú que se habla en Cuba (1984)
  • Supersticiones y buenos consejos (1987)
  • Los animales en el folklore y la magia de Cuba (1988)
  • La lengua sagrada de los ñáñigos (1988)

Fuentes