Museo de la Evolución Humana

Museo de la Evolución Humana en Burgos.
Información sobre la plantilla
(Museo de la Evolución Humana.(MEH))
Museo evolucion humana.jpg
Información geográfica
PaísEspañaBandera de España
CiudadBurgos
Información general
Inauguración2010
TipoPúblico
ColeccionesFósiles
Superficie15.000 metros cuadrados
Información visitantes
DirecciónPaseo Sierra de Atapuerca s/n, 09002, Burgos
Sitio webwww.museoevolucionhumana.es

El Museo de la Evolución Humana de Burgos nace como una apuesta moderna y de excelencia de la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Burgos y el Equipo de Investigaciones de Atapuerca para crear una nueva infraestructura patrimonial, acorde con los resultados de los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca.

El Museo de la Evolución Humana

Este proyecto arquitectónico, diseñado por el arquitecto y pintor español Juan Navarro Baldeweg, es producto de una decidida apuesta de Burgos por la modernidad. El Museo de la Evolución Humana es el edificio central y eje articulador del Complejo de la Evolución Humana y se encuentra flanqueado por el Centro Nacional de Investigación Humana (CENIEH) y por el Palacio de Congresos y Auditorio “Fórum Evolución Burgos”. Según Juan Navarro Baldeweg, en el Complejo se interpreta la evolución como algo que ha de venir incorporado íntimamente al territorio, al suelo, a los estratos geológicos y a la naturaleza en general, que es el marco referencial de toda vida y la depositaria de información, contenedora de un conocimiento que hay que excavar literalmente. Este proyecto arquitectónico busca reproducir la Sierra de Atapuerca en la ciudad, por eso el acceso al MEH se hace desde una rampa que salva cinco metros de desnivel respecto a la acera. Es una pequeña elevación en la que se ha plantado la vegetación autóctona de la Sierra y que baja en terrazas hasta conectar con el río Arlanzón. Desde el acceso principal en alto se ha generado un espectacular mirador al centro histórico de la ciudad. Al entrar en el edificio la sensación es de continuidad, las paredes de cristal permiten seguir conectados con el exterior y con los edificios colindantes. Es una gran caja de luz que proporciona una sensación de transparencia y apertura a la sociedad.

Paisajismo interior

Cuatro módulos inclinados con vegetación preservada siguen reforzando la idea de la Sierra y las secciones longitudinales que conforman los pasillos emulan los cortes realizados al construir la trinchera del ferrocarril minero a finales del siglo XIX y que dejaron a la luz los restos de cuevas que ahora nos ayudan a reconstruir el pasado. El Museo es un prisma orientado norte-sur con unas dimensiones (30 m de altura, 60 de anchura y 90 de fondo) que convierten la zona de entrada en un gran espacio diáfano, espectacular por su volumen y luminosidad, donde prima el equilibro y la pureza de líneas. Una doble piel de vidrio forma las cuatro fachadas y la cubierta permite la luz cenital, dotando al espacio de una acusada luminosidad y facilitando su eficiencia energética. Esta cubierta queda mantenida por unas enormes aspas de acero de color rojo, elemento sustentante pero también simbólico. La superficie total se acerca a los 15.000 metros cuadrados, que se distribuyen entre la exposición permanente –dividida en 4 plantas-, la sala de exposiciones temporales, las salas de talleres, el salón de actos y las zonas de servicios. Se concibe como una oportunidad de pensar sobre nuestro origen y evolución y abre un diálogo con el visitante, considerado partícipe en ese proceso de aprendizaje. Su arquitectura permite, por lo tanto, una experiencia única en su dimensión formal, estética, sensitiva y cognitiva.

Su entorno

El Museo de la Evolución Humana, inaugurado en julio de 2010, actúa como cabecera del Sistema Atapuerca, Cultura de la Evolución, un instrumento de gestión que se encarga de administrar e integrar la colaboración entre los diferentes equipamientos, centros, servicios y departamentos en todo el proyecto Atapuerca. La Universidad de Burgos y la Fundación Atapuerca, como centros asociados a este sistema, buscan potenciar o ampliar la ejecución de alguna de las funciones propias del Museo de la Evolución Humana.

  • Fundación Atapuerca:Fue creada en julio de 1999 para respaldar el programa de investigación que se está llevando en la Sierra de Atapuerca y contribuir a que los Yacimientos tengan la proyección científica, cultural y social que merecen como Patrimonio de la Humanidad. Dirigida por Eudald Carbonell, miembro del Equipo Investigador de Atapuerca, presta también apoyo en la difusión y didáctica de las acciones destinadas al público y participa en la gestión de espacios y visitantes. Asimismo, fomenta la implicación ciudadana y empresarial en la potenciación de los yacimientos.
Reconstrucciones de doce homínidos
Neandertales
Heildelbergensis- neandertal

Exposición

Un fin primordial ha sido dotar a Burgos de un moderno centro museístico que da cabida, no sólo a los hallazgos de los yacimientos de Atapuerca, sino también a las disciplinas científicas que intervienen y las interpretaciones y teorías científicas que de ellos se extraen. Asimismo, se pretende ofrecer una visión holística de la presencia humana en la tierra y otorgar el lugar que le corresponde a estos extraordinarios yacimientos que se encuentran en la sierra burgalesa dentro de las nuevas teorías sobre la evolución humana. El museo no es sólo un lugar de exhibición, también es un centro divulgativo de primer orden, innovador y atractivo para todo tipo de público, dotado de una arquitectura espectacular y simbólica. Una museografía acorde con el siglo XXI, con el edificio que la acoge, adecuado a la Evolución Humana, y con un equipo humano preparado y capaz de transmitir y traducir estos conocimientos, planteando grandes temas que tienen que ver con nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro como especie. Por ello, no es sólo un museo de nuestros antepasados, sino también de reflexión sobre el presente de nuestra especie Homo sapiens, dotada de capacidades que nos permiten modificar el mundo.

Exposiciones temporales

El Museo de la Evolución Humana (MEH) acoge la exposición en su espacio de talleres (Juguetes).

  • Un total 38 vehículos de transporte de distintas épocas realizados a partir de latas de bebidas y de otros materiales reciclables de uso cotidiano. El coleccionista burgalés Javier Muñoz Quintana, que durante años ha elaborado estos curiosos juguetes de material reciclable, principalmente de latas de bebidas. Así, se exponen motos, camiones, coches, furgonetas, vehículos de transporte escolar... Por ejemplo, coches clásicos como el Jaguar S-100 de 1954, el Taxi Ford-A de los años 30, el escarabajo de 1962 o el Citroen 2CV de 1976 o motos como la Vespa 125 de 1957. En otro apartado se pueden contemplar aviones de guerra como el que utilizó el Barón Rojo en la primera guerra mundial, un coche Fórmula 1 o el típico autobús londinense de dos plantas.
  • La exposición ‘Art as a language. El arte: mi idioma, mi lenguaje’, fruto del trabajo realizado por la Asociación Berbiquí en colaboración con el Centro Ocupacional Thikwa de Berlín y la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Burgos (EASDB). Está formada por cuatro espacios: Pintando con Luz, Textil, Recuerdos Ajenos, y Buenas Impresiones.
  • De Excalibur a los Agujeros Negros: explora el universo, haciendo referencia en especial a la gravedad.
  • Testigos del olvido: se muestra la realidad de cuatro crisis humanas desatendidas de nuestro tiempo –Territorios Palestinos Ocupados, Níger, Etiopía y Colombia.
  • Arte y Naturaleza en la Prehistoria: muestra una selección de 127 calcos y láminas de la colección de arte rupestre.
  • Joya. La inspiración en el pasado: La muestra, que reúne diseños de 30 joyeros de once países distintos, entiende la joyería como parte de nuestra historia cultural. Inspirados en la Prehistoria y utilizando diferentes técnicas y materiales pretenden conmover al visitante ensalzando la joya como un elemento conceptual, superando el valor ornamental de las mismas.

Fuente