Olga Mesa Castillo
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Olga Mesa Castillo, doctora en Ciencias Jurídicas, profesora titular y consultante de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, presidenta de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia y dueña de una obra de prestigio internacional que casi supera los 45 años.
Síntesis Biográfica
Nacida en la ciudad de Matanzas, el 28 de febrero de 1934, junto a incontables responsabilidades preside la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de familia, integra el Tribunal de Grado Científico, dirige la Maestría Interdisciplinaria de Familia e imparte clases en la Universidad de la Habana.
Primeros estudios
Estudió junto con sus hermanos en el Colegio La Luz, donde algunos profesores vaticinaron a sus padres que “esta niña va a ser abogada, porque tiene leyes tremendas”, aunque desde niña tenía un espíritu artístico pues siempre estaba pintando, haciendo caricaturas, combinando colores.
Estudio en la Universidad de la Habana y a pesar de ser una alumna poco destacada, demasiado rebelde y adre ya de un niño pequeño, logró graduarse, con buenas calificaciones, en 1960. En aquel momento, eran muy pocas las mujeres en la Facultad de Derecho, donde abundaban el sexo varonil.
Lucha revolucionaria
Contagiada por la efervescencia revolucionaria que inundaba el ámbito universitario, Olga Mesa y su hermana Mercedes (estudiante en la Facultad de Filología) se integraron a la lucha clandestina y al Frente Cívico de Mujeres Martianas.
Comenta: “Bajo nuestras camas, guardábamos las armas y los documentos revolucionarios del Directorio Revolucionario que difundíamos en la Universidad. Mi hermana, incluso, estuvo en prisión durante un mes”.
En medio de la clandestinidad y tras el cierre de la Universidad por la tiranía, conocería a quien sería luego el padre de sus hijos. Aquel sobrecargo de la línea aérea chilena que volaba a La Habana, y era descendiente de una aristocrática familia sueca radicada ene. País sudamericano, quedó prendado de la bellísima joven, se casaron a finales de 1957, y viajaron a Chile.
Cuando triunfa la Revolución cubana, regresó al país con su primer hijo para concluir los estudios de Derecho. Uso meses antes de los sucesos de Playa Girón, retornó a La Florida. “Al romperse las relaciones entre Cuba – Estados Unidos, desafortunadamente, quedé del lado de allá. Aún as, en 1966, con mi segundo hijo ya nacido, logré repatriarme. A partir de ahí, tuve que abrirme paso en medio de las dudas que sobre mi pesaban; algunas personas me señalaron como espía de la CIA. Arduo esfuerzo me costó hacer comprender que yo era una mujer auténtica, verdadera y revolucionaria”.
En su lucha clandestina conoció a Carlos Amat. Amat quien estaba al frente de la Fiscalía, fue quien la llevo a trabajar como fiscal, luego paso al Departamento de Orientación Revolucionaria (DOR), y más tarde a la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Habana.
En los años 80, ya divorciada y vuelta a casar con un militar cubano de alta graduación, viajó a Etiopía acompañando al esposo en una misión.
La Ciencia
Definitivamente, el Derecho de Familia fijó reino en el centro de la vida desde el lejano 1968 creó la Cátedra de Sociología de la Familia en la Universidad habanera. Y en 1973 dirigió el único estudio sociológico que se ha realizado sobre el divorcio en Cuba y creó una Maestría Interdisciplinaria en Derecho de Familia. Suya fue la idea de instituir los Tribunales o Salas de Familia que hoy funcionan en todo el país. Además de intervenir, por supuesto, en la actualización del Código de Familia.
