Prostitución Infantil

Prostitución Infantil
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Concepto:Por prostitución infantil se entiende el uso de niños en actividades sexuales a cambio de una remuneración o cualquier otro tipo de retribución (por ejemplo regalos, comida o vestimenta). Esta actividad se inscribe también bajo el término explotación sexual.

La prostitución infantil es una versión moderna de la esclavitud donde los niños son explotados sexualmente con fines económicos. La prostitución está prohibida en la gran mayoría de los países pero esto no ha evitado que el problema siga creciendo hasta llegar a ser un problema social de nivel global, lo que tiene como consecuencia un retroceso en la sociedad y en el desarrollo de los infantes.

Definición de prostitución infantil

Por prostitución infantil se entiende el uso de niños en actividades sexuales a cambio de una remuneración o cualquier otro tipo de retribución (por ejemplo regalos, comida o vestimenta). Esta actividad se inscribe también bajo el término explotación sexual. Estos niños trabajan en las calles o en establecimientos como burdeles, discotecas, centros de masajes, bares, hoteles o restaurantes.

Formas de Explotación Sexual Comercial Infantil

Existen tres formas que han sido definidas por las Naciones Unidas de la siguiente manera:

1) Prostitución infantil: "La acción de contratar u ofrecer los servicios de un niño para realizar actos sexuales a cambio de dinero u otra contraprestación con esa misma persona u otra"

2) La trata y la venta de niños con fines sexuales dentro de un mismo país o entre países: la Convención suplementaria sobre la esclavitud, la trata de esclavos y las instituciones y prácticas análogas de la esclavitud de 1956 define la venta de niños como la transferencia de un niño de una parte a la otra con cualquier propósito a cambio de compensación financiera o de otro tipo.

3) Pornografía infantil: "la representación visual de un menor de 18 años en un acto sexual explícito, real o simulado, o en la exhibición obscena de los órganos genitales, para el placer sexual de un usuario".

Causas de la prostitución infantil

Pobreza

La pobreza es la causa principal de la prostitución. A menudo, los padres sienten la obligación de vender a sus hijos a proxenetas porque sus bajos ingresos no alcanzan para cubrir las necesidades de su familia. La pobreza también conduce al abandono. Por este rechazo, los niños se ven obligados a dejar el ambiente familiar y a vivir en las calles. Siendo vulnerables y teniendo carencias y necesidades, se convierten en el blanco perfecto de manipuladores, que les prometen trabajo y una remuneración.

Dinero

Comparado con el nivel de los salarios locales, la prostitución es una actividad muy lucrativa.

Huérfanos

Las guerras, las catástrofes naturales y las epidemias de VIH/SIDA contribuyen al aumento del número de huérfanos en el mundo cada año. Por ser tan vulnerables, estos niños aceptan cualquier tipo de trabajo. Así, la prostitución se convierte en una forma de supervivencia, dado que es una actividad altamente lucrativa en comparación con otro tipo de trabajo degradante o peligroso.

Trata infantil

Constantemente, y en todo el mundo, un gran número de niños son secuestrados e integrados en redes de prostitución contra su voluntad.

El crecimiento del mercado del sexo

Durante los últimos cuarenta años, la industria del sexo se ha sistematizado y difundido por medio de las nuevas formas de comunicación, contribuyendo al desarrollo de la prostitución y, sobre todo, al aumento y la normalización de la pornografía.

Ganancias provenientes de la prostitución

Turismo sexual

El turismo sexual, que involucra a los niños, es la explotación sexual de menores con fines comerciales, realizada por una o varias personas que viajan hacia otras provincias, regiones geográficas o países. Desde hace muchos años, los guías turísticos son los que proporcionan las direcciones de los lugares donde se pueden obtener los servicios sexuales de niños. También es posible obtener la información en internet.

Proxenetas y el crimen organizado

En la mayor parte de los casos, los niños prostituidos son controlados por proxenetas que se quedan con una porción de los ingresos que generan. Disminuir estas acciones es una tarea de gran dificultad. A veces, los proxenetas suelen ser niños anteriormente prostituidos en el mismo lugar; otras veces, en los casos de mayor escala, pertenecen a una red global de crimen organizado.

Intermediarios

Los reclutadores, los transportistas, los dueños de burdeles y los taxistas son considerados intermediarios. Incluso también los policías, que muy frecuentemente cierran los ojos ante esta problemática.

Consecuencias en los niños

La prostitución infantil tiene efectos negativos sobre el futuro bienestar y la salud mental del niño, dado que a menudo ellos mismos se convierten en proxenetas.

El acceso a servicios

Los niños sometidos a explotación sexual no reciben educación. Sus familias los rechazan y la sociedad los margina, por lo que no gozan de casi ningún tipo de servicio médico y deben soportar condiciones de higiene absolutamente deplorables.

La propagación del SIDA

La prostitución contribuye a la propagación del SIDA, ya que muchos clientes se niegan a usar protección durante el encuentro sexual con el niño. En consecuencia, estos quedan expuestos a contraer infecciones de transmisión sexual.

Enfermedades físicas y psicológicas

En cuanto al daño físico, los niños pueden tener desgarros vaginales, secuelas físicas (producto de torturas), dolores, infecciones o embarazos no deseados. Respecto al daño psicológico, los menores pueden presentar varios síntomas; por ejemplo depresión, confusión de la personalidad o de la orientación sexual, problemas de conducta (agresividad o enojo), problemas para dormir, pérdida de seguridad en sí mismos, desconfianza u odio hacia los adultos.

El papel de la familia frente a la explotación sexual infantil

Las familias son los primeros cuidadores, educadores y protectores de la niñez y sus derechos. Los valores familiares son esenciales para la percepción que el niño tiene de si mismo y del mundo que le rodea. Cuando, por cualquier razón, la familia no puede cumplir estas obligaciones, empieza a quebrarse la primera línea de defensa del niño y la niña contra un mundo inseguro e incomprensible.

Las extensas pruebas de la participación de la familia en la explotación sexual directa de los niños es un hecho inquietante pero quizá no resulta sorprendente, dada las pesadas cargas y las graves inequidades y dificultades en que viven muchas familias. Son portadoras de pobreza y desesperanza, y de valores heredados y recientes que consideran a los niños como una propiedad y por lo tanto como una fuente de sostén económico; las familias transmiten estos valores y sus consecuencias a sus hijos.

Muy a menudo, los padres que venden a sus hijos en el comercio sexual, lo hacen sin pleno conocimiento. Les dicen, y se lo creen, que sus hijos va a realizar servicios domésticos o cualquier otra forma de trabajo o van a casarse. Otros venden a sus hijos plenamente conscientes al comercio sexual, aunque no siempre reconocen las consecuencias de dicha actividad. Algunas familias de Asia que tradicionalmente deseaban tener hijos varones para que trabajaran con la familia, ahora esperan tener niñas para vender, ya que sus posibles ingresos son mayores.

Pero no todas las familias pobres venden a sus hijos; lo que impulsa a una familia pobre a la venta de un hijo es lo que se ha llamado ‘la pobreza más la falta de opciones’. Con frecuencia, esto supone que la familia pobre tiene que hacer frente al desempleo, la emigración forzosa, la estigmatización por la comunidad, la dependencia de estupefacientes o las crecientes expectativas por el contacto con el consumismo.

Algunas veces el niño o la niña son vendidos en el comercio sexual por progenitores que han realizado abusos sexuales o de otro tipo a sus propios hijos. El niño o niña es considerado entonces como ‘disponible’ para el comercio sexual y capaz de ganar dinero para la familia. El pago o “préstamo” de dinero a los padres por un tercero sitúa al niño o niña en una situación de ‘esclavitud deudora’ en la cual estos se ven forzados a mantener relaciones sexuales comerciales para devolver la deuda de la familia al explotador.

Fuentes