Quiste ovárico

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Quiste ovárico
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Región de origen:Ovarios

El quiste ovárico es un saco lleno de líquido dentro o encima del ovario. Es uno de los quistes que aparece con más frecuencia en las mujeres. Esta tumoración puede tener contenido líquido mezclado con componentes sólidos en su interior.

Muchos quistes no son cancerosos y ocurren por causa de la ovulación, es decir de la liberación de un óvulo por parte del ovario. Estos se conocen como quistes funcionales. Los quistes funcionales normalmente disminuyen de tamaño por si solos con el tiempo; usualmente entre uno y tres meses.

Causas, incidencia y factores de riesgo

Cada mes durante su ciclo menstrual, crece un folículo (donde el óvulo se está desarrollando) en su ovario. La mayoría de los meses, se libera un óvulo de este folículo (llamado ovulación). Si el folículo no logra abrirse y liberar un óvulo, el líquido permanece dentro del folículo y forma un quiste, el cual se denomina quiste folicular.

Otro tipo de quiste, llamado quiste del cuerpo lúteo, se presenta después de que un óvulo ha sido liberado de un folículo. A menudo contiene una pequeña cantidad de sangre.

Los quistes ováricos son relativamente comunes y se presentan con más frecuencia durante los años fértiles de una mujer (desde la pubertad hasta la menopausia). Estos quistes son menos comunes después de la menopausia.

No se han encontrado factores de riesgo conocidos. Los quistes ováricos funcionales son diferentes a los tumores ováricos (incluyendo cáncer de ovario) o a quistes debido a afecciones relacionadas con las hormonas, como la poliquistosis ovárica.

Tomar drogas para la fertilidad puede causar una afección llamada hiperestimulación ovárica, en la cual se forman múltiples quistes grandes en los ovarios. Por lo general desaparecen después del período de la mujer o después de un embarazo.

Síntomas

Los quistes ováricos con frecuencia no causan síntomas, pero cuando ocurren, son típicamente dolor o un período tardío.

Un quiste ovárico tiene más probabilidad de causar dolor si:

  • se vuelve grande.
  • sangra.
  • se rompe.
  • se tuerce o si causa torsión de lastrompas de Falopio.
  • se golpea durante la relación sexual.

Lista de síntomas

  • distensión o hinchazón abdominal.
  • dolor durante la defecación.
  • dolor pélvico poco después del comienzo o finalización del período menstrual.
  • dolor con las relaciones sexuales o dolor pélvico durante el movimiento.
  • dolor pélvico constante y sordo.
  • dolor pélvico intenso y repentino, a menudo con náuseas y vómitos, que puede ser un signo de torsión o retorcimiento del ovario sobre su riego sanguíneo o ruptura de un quiste con sangrado interno.

Los cambios en los períodos menstruales son infrecuentes con los quistes foliculares y son más comunes con los quistes del cuerpo lúteo. Se puede presentar manchado o sangrado con algunos quistes.

Signos y exámenes

El médico puede descubrir un quiste durante un examen físico o cuando a usted le hagan una ecografía por otra razón. La ecografía se hace en muchas pacientes para diagnosticar un quiste. El médico tal vez necesite examinarla de nuevo en 4 a 6 semanas para verificar que este haya desaparecido.

Otros exámenes imagenológicos que se pueden hacer cuando sea necesarios abarcan:

Quiste ovárico (en inglés ovarian cyst).

El médico puede sentir el quiste ovárico durante un examen de la pelvis.

Exámenes de sangre

  • Examen Ca-125 para buscar posible cáncer en mujeres que hayan llegado a la menopausia o que tengan una ecografía anormal.
  • Niveles hormonales (como la HL, FSH, estradiol y testosterona).
  • GCH en suero (prueba de embarazo).

Observando el interior del cuerpo

En general, cuando el médico detecta un quiste, la primera indicación es tomarse una ecografía, ya que este examen proporciona datos de mucho valor para decidir si hay que tratarlo y como hacerlo. En líneas generales la paciente puede esperar un mes antes de realizarse otra ecografía en caso de que:

Se trate de un quiste simple, sin tabiques gruesos que lo dividan ni estructuras internas; se presenta en un solo lado; no sea mayor de 6 cm; aparezca en la edad reproductiva; no presente anormalidades adjuntas como ganglios o líquido en el abdomen y no produzca síntomas importantes como dolor y/o fiebre.

Si la siguiente ecografía demuestra que el quiste ha desaparecido o su tamaño se esta reduciendo entonces se trataba de un “quiste funcional” y no requiere tratamiento.

En caso de que hubiere aumentado su tamaño o no cumple los requisitos expuestos es muy probable que se requiera de un tratamiento quirúrgico. La cirugía será necesaria así se trate de un quiste funcional ya que estos pueden complicarse generando un cuadro de dolor muy fuerte, que en algunos casos puede confundirse con Apendicitis.

La edad también cuenta

Además de los tipos mencionados, existen los llamados quistes endometriósicos. Muchas veces generan infertilidad en mujeres jóvenes ya que tienden a formarse una y otra vez a no ser que se extirpe todo el ovario.

Por suerte, la mayoría de quistes de ovario son benignos, sobre todo los que se presentan en la edad fértil de la mujer. Si requieren de tratamiento, generalmente es posible hacerlo por laparoscopia, una moderna técnica que implica cortes casi invisibles, un tiempo corto de hospitalización y una recuperación total en tiempo muy breve. Antes de la cirugía, será necesario una buena historia clínica y ocasionalmente, análisis hormonales, placas, ecografías con Doppler, u otros exámenes especializados, según lo disponga el médico.

Un factor muy importante a tomar en cuenta en la cirugía del quiste de ovario es la edad de la paciente. En caso de una mujer joven en edad reproductiva el tratamiento debe ser mucho mas conservador para que pueda tener hijos mas adelante si así lo desea. En las mujeres maduras, en cambio, el tratamiento puede ser más agresivo.

En otras palabras, en una mujer menopausica no habría mucho problema en retirar la totalidad del ovario afectado, mientras en una mujer joven y sin hijos la tendencia al tratarla debe ser sacar únicamente el quiste dañando lo mínimo posible al ovario, y ser muy cuidadoso en la técnica operatoria para generar la menor cantidad de adherencias posibles, para que la paciente no tenga problemas posteriores de fertilidad.

Clasificación de los tumores de ovario

No tumorales

  • Quistes foliculares.
  • Quistes del cuerpo lúteo.
  • Quistes de inclusión.
  • Quistes luteínicos.

Derivados del epitelio celómico

  • Cistadenoma seroso.
  • Cistadenoma mucinoso.
  • Endometrioma.
  • Tumores sólidos.

Derivados de las células germinales

  • Teratomas.

Derivados del estroma gonadal

  • Tecomas.

¿Cuántos tipos de quistes de ovario existen?

Quistes foliculares

Es el más común de los quistes de ovario. En condiciones normales, el folículo ovárico es estimulado por las hormonas de la hipófisis FSH y LH y se produce un quiste que mide alrededor de 20 a 24 mm para la época de ovulación. El folículo se rompe cuando la hipófisis produce cantidades elevadas de LH y libera el óvulo. Si ocurre la ovulación, el quiste formado se rompe, el líquido que estaba dentro cae en la pelvis y se forma el cuerpo amarillo. Si no ocurre el embarazo se atrofia y viene la menstruación. Cuando existen alteraciones de ovulación, el folículo no se rompe y sigue creciendo por encima de los valores normales de 20 a 24 mm. Aunque rara vez alcanza los 5 cm, en ocasiones puede alcanzar un tamaño superior a 10 cm. Una vez formado el quiste, puede evolucionar de diversas formas.

  • Puede ocurrir un sangrado que simule una menstruación y el quiste desaparece espontáneamente.
  • Puede que no alcance gran tamaño, no se rompe y se va acumulando en el ovario (síndrome de ovarios poliquísticos o lleno de múltiples quistes).
  • Puede adquirir gran tamaño y romperse sin producir problemas, aunque en muy raros casos puede haber hemorragia interna que requiere de una cirugía de emergencia. Puede adquirir gran tamaño, no romperse y quedar en la pelvis, produciendo dolor, alteraciones de la menstruación y falta de ovulación.

Quistes del cuerpo lúteo

Se produce como efecto de una hemorragia excesiva durante la ovulación, por una probable sobreproducción de la hormona luteinizante. Puede evolucionar de manera espontánea o puede requerir de una cirugía de emergencia por la hemorragia severa que simula un embarazo ectópico.

Quistes de inclusión

Son bastante frecuentes, suelen ser pequeños y no tienen mucha importancia. Solo se operan si alcanzan grandes dimensiones.

Quistes luteínicos de la teca

Se asocia con mola hidatidiforme o coriocarcinoma, que son tumores que se desarrollan en el tejido placentario. Los quistes se producen como consecuencia de la secreción elevada de gonadotropina coriónica que ocurre en esta enfermedad. Son quistes bilaterales, alcanzan dimensiones de hasta 15 cm de diámetro. No requieren tratamiento porque desaparecen una vez que se remueve todo el tejido tumoral que está dentro del útero. Los quistes en los ovarios son la causa de muchos desórdenes en la vida de la mujer entre ellos la infertilidad. Los quistes son una especie de bolsitas de membrana que contienen aire, líquidos o sustancias semisólidas. Estos quistes se forman en los folículos ováricos. Estos folículos son como huevos que forman parte de los ovarios.

Cada mujer nace con todos los folículos almacenados y que luego se transformarán en óvulos. Los folículos crecen y se desarrollan para crear la célula germinal llamada ovocito. El número de folículos oscila entre 100 000 a 200 000, de los cuales unos 400 alcanzarán la madurez y posibilidades de engendrar un nuevo ser. Al comenzar el ciclo menstrual varios folículos comienzan a madurar, de todos, tan solo uno llega logra la madurez completa, dos si existiera la posibilidad de mellizos o gemelos. Paralelamente a la maduración de los folículos ováricos el mismo mecanismo permite la liberación de estrógenos, que protegen a la mujer contra la osteoporosis, colesterol, grasas excesivas y muchos beneficios que continúan aun luego de la menopausia.

Tratamiento

Los quistes ováricos funcionales generalmente no necesitan tratamiento. Por lo regular, desaparecen al cabo de 8 a 12 semanas sin tratamiento. Las píldoras anticonceptivas (anticonceptivos orales) se pueden prescribir durante 4 a 6 semanas. El uso por más tiempo puede disminuir el desarrollo de nuevos quistes ováricos. Estas píldoras no disminuyen el tamaño de los quistes existentes, los cuales a menudo desaparecen por sí solos. Se puede necesitar cirugía para extirpar el quiste o el ovario con el fin de verificar que no haya células cancerosas. La cirugía muy probablemente se necesite para:

  • quistes ováricos complejos que no desaparecen;
  • quistes que estén causando síntomas y que no desaparecen;
  • quistes ováricos simples que sean mayores de 5 a 10 cm;
  • mujeres menopáusicas o que estén cerca de la menopausia.

Los tipos de cirugía para los quistes ováricos abarcan:

  • Laparotomía exploratoria.
  • Laparoscopia pélvica para extirpar el quiste o el ovario.

El médico puede recomendar otros tratamientos si un trastorno, como la poliquistosis ovárica, está causando los quistes ováricos.

Expectativas (pronóstico)

Los quistes en las mujeres que aún están teniendo períodos tienen mayor probabilidad de desaparecer. Existe un riesgo mayor de cáncer en las mujeres posmenopáusicas.

Complicaciones

Las complicaciones tienen que ver con la afección que está causando los quistes y pueden ocurrir con quistes que:

  • Sangran.
  • Se rompen.
  • Muestran signos de cambios que pudieran ser cancerosos.
  • Presentan torsión.

Situaciones que requieren asistencia médica

Solicite una cita con el médico si:

  • Tiene síntomas de un quiste ovárico.
  • Tiene dolor intenso.
  • Tiene sangrado que no es normal para usted.

Igualmente, solicite una cita médica si los siguientes síntomas han estado presentes en la mayoría de los días durante al menos dos semanas:

  • Llenarse rápidamente al comer.
  • Perder el apetito.
  • Bajar de peso sin intentarlo.

Prevención

Si usted no está tratando de quedar en embarazo y desarrolla quistes funcionales con frecuencia, se pueden prevenir tomando medicamentos hormonales (como píldoras anticonceptivas) que impiden el crecimiento de folículos.

Nombres alternativos

Quistes ováricos funcionales; Quistes ováricos fisiológicos; Quistes del cuerpo lúteo; Quistes foliculares.

Tumores derivados del epitelio celómico

A. Tumores quísticos.

  • Cistadenoma seroso.
  • Cistadenoma mucinoso.
  • Endometrioma.
  • Formas mixtas.

B. Tumores con hipercrecimiento del estroma.

  • Fibroma, adenofibroma.
  • Tumor de Brenner.

Derivados de las células germinales

•Dermoides (quistes benignos y teratomas.

Tumores derivados del estroma gonadal

•Tumores de células de la teca (tecomas).

El tumor ovárico representa uno de los mayores desafíos diagnósticos y terapéuticos para el ginecólogo. Aunque a veces pueden producir dolor o irregularidades menstruales, en otras ocasiones presentan escasas manifestaciones clínicas que orienten a un diagnóstico precoz.

Quistes ováricos no tumorales

  • Quistes de inclusión germinal

Son frecuentes, no funcionales, de pequeño tamaño y carecen de importancia. Si son grandes se aconseja la extirpación quirúrgica.

  • Quistes foliculares

Se desarrollan por sobre estimulación de la glándula hipófisis sobre el ovario. Suelen regresar solos en semanas o meses. Cuando persisten, pueden secretar estrógenos (hormonas sexuales femeninas), lo que puede llevar a sangrado irregular. Tratamiento: observación, anticonceptivos orales y resección del quiste si persiste más de 8 semanas.

  • Quiste del cuerpo lúteo

Se produce por cambios hormonales que ocurren como efecto de una hemorragia excesiva en la ovulación (entre dos reglas). La pared del quiste puede romperse, dando síntomas muy similares a los de un embarazo ectópico. Tratamiento: extirpación quirúrgica en caso de rotura.

  • Quistes luteínicos de la teca

Coinciden con una enfermedad del útero llamada mola hidatidiforme. Son quistes bilaterales de más de 15 cm de diámetro. No requieren tratamiento; los quistes suelen reabsorberse cuando se trata la causa primaria (extirpación de la mola).

Tumores derivados del epitelio celómico

  • Cistadenoma seroso

El 70% de los tumores serosos son benignos. Es un quiste de paredes delgadas, de contenido acuoso, y superficie lisa.

  • Cistadenoma mucinoso

Constituyen del 15 al 25% de todos los tumores del ovario; el 85% son benignos. Son los tumores ováricos de mayor tamaño (casos de 45 a 130 kg), en ocasiones bilaterales, son masas redondas u ovoides, con superficie lisa, translúcida, de color gris azulado. El interior está dividido por tabiques y contiene líquido mucinoso espeso y viscoso.

  • Endometrioma

Pueden ser únicos o múltiples y con adherencias a la superficie. Contienen un líquido espeso color chocolate. Si son de gran tamaño el tratamiento es quirúrgico.

  • Tumores sólidos

Muy raros. El más frecuente es el fibroma ovárico, que a veces se asocia con acumulo de líquido en la pleura (membrana que rodea a los pulmones) y el peritoneo (membrana que rodea a los intestinos), en el llamado síndrome de Meigs.

Teratomas (quistes dermoides)

Constituyen el 15% de los tumores del ovario, se presentan en las 3 primeras décadas de la vida y el 80% en edad reproductiva. 95 a 98% son benignos. Por su origen embrionario, muestran un extraño contenido a base de material sebáceo mezclado con pelo, cartílago, hueso y dientes. La ecografía pélvica (examen con ultrasonidos) y las radiografías son de gran valor al detectar la presencia de dientes o calcificaciones. El tratamiento es la excisión quirúrgica.

Valoración

Deben utilizarse los siguientes recursos:

  • Exploración física completa
  • Ecografía pélvica
  • Tomografía axial computarizada (Scanner) abdómino-pélvico.
  • Laparoscopia: examen directo del abdomen con fibra óptica a través de una pequeña incisión en la pared abdominal. Se hace bajo anestesia regional (epidural). Puede estar indicada si se sospecha una lesión seria.
  • Laparotomía exploradora: Intervención quirúrgica sobre el abdomen para diagnosticar y en su caso, tratar, quistes o tumores del ovario.

Tratamiento

  • El tratamiento de los tumores benignos del ovario es la salpingooforectomía (extirpación quirúrgica de los ovarios y las trompas de Falopio afectados).
  • En mujeres jóvenes, y en todas aquellas que interese la función reproductiva, el ginecólogo realizará una extirpación cuidadosa del quiste o tumor con reconstrucción posterior del ovario, siempre que ello sea posible.
  • En pacientes pre o posmenopáusicas, se extirpará toda la matriz junto a los dos ovarios y las trompas de Falopio.
  • Los quistes ováricos funcionales generalmente no necesitan tratamiento. Por lo regular, desaparecen al cabo de 8 a 12 semanas sin tratamiento.
  • Las píldoras anticonceptivas (anticonceptivos orales) se pueden prescribir durante 4 a 6 semanas. El uso por más tiempo puede disminuir el desarrollo de nuevos quistes ováricos.
  • Estas píldoras no disminuyen el tamaño de los quistes existentes, los cuales a menudo desaparecen por sí solos.
  • Se puede necesitar cirugía para extirpar el quiste o el ovario con el fin de verificar que no haya células cancerosas.

La cirugía muy probablemente se necesite para

  • Quistes ováricos complejos que no desaparecen
  • Quistes que estén causando síntomas y que no desaparecen
  • Quistes ováricos simples que sean mayores de 5 - 10 centímetros
  • Mujeres menopáusicas o que estén cerca de la menopausia

Los tipos de cirugía para los quistes ováricos abarcan

El médico puede recomendar otros tratamientos si un trastorno, como la poliquistosis ovárica, está causando los quistes ováricos.

Salvar los ovarios

De allí que no se recomienda extirparse los ovarios, ya que aun sin folículos existe protección para la mujer aun cuando en menor grado. Los folículos luego de la menopausia desaparecen totalmente.

Fuentes