Revolución Juliana

Revolución Juliana
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Junta Provisional de Gobierno de 1925
Fecha:9 de julio de 1925
Lugar:Bandera de Ecuador Ecuador
Descripción:
El sistema de gobierno denominado "Plutocracia" o "Bancocracia", se había agotado en medio de una espantosa inflación. Eso hizo que un movimiento joven del ejército (conscientes de la situación de pobreza, crisis política y desgobierno) se levantara y derrocara al gobierno de Gonzalo S. Córdova. Esta fue una reacción del pueblo que estaba fatigado por 13 años de dominio de la "Plutocracia".
Resultado:
Fueron fundados el Banco Central (1927), la Contraloría y la Superintendencia de Bancos. Se reforzó la Caja de Pensiones, la atención en salud y las políticas sociales
Consecuencias:
Fue la más importante transformación en la historia del país después de las luchas por la Independencia, y la Revolución Liberal de 1895.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Ecuador Ecuador

Revolución Juliana. Revolución que inició una nueva etapa de modernización del Estado de Ecuador, sus objetivos principales fueron la protección de la naciente industria nacional y el rechazo a los gobiernos plutocráticos .En 1928 se elaboró una Constitución de avanzada, influenciada por ideales sociales. Fue la más importante transformación en la historia del país después de las luchas por la Independencia, y la Revolución Liberal de 1895.

Antecedentes

Casi desde el mismo momento en que se fundó la República, en 1830, fue la banca privada y de manera especial la guayaquileña, la que financió todos los gastos del Estado, proporcionándole al erario nacional los fondos necesarios para poder cubrir sus obligaciones.

Para financiar el presupuesto nacional, los gobernantes recurrían a la banca privada a la que exigían empréstitos so pena de ser clausurados o sus fondos confiscados.

Y esto tenía una razón de gran peso: en esa época no existían instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento y muchas otras que en la actualidad financian al Estado ecuatoriano.

En esos años, para poder construir carreteras, puentes, hospitales, etc. los gobernantes ecuatorianos debían recurrir a los bancos privados, que fueron, en definitiva, quienes aportaron con sus capitales para empezar a construir la infraestructura del país.

Con esos antecedentes, al llegar 1924 las deudas que el Estado había adquirido con la banca costeña -y especialmente con el Banco Comercial y Agrícola que presidía don Francisco Urbina Jado- se habían convertido en impagables. Con dineros de la banca privada se financiaba la obra pública, se pagaba los sueldos de la burocracia, y se cubrían todos los gastos que el Estado realizaba o debía realizar. Y ese dinero, en su mayor parte, era dinero de Guayaquil.

La situación económica del Estado se agravaba entonces por la gran emisión de billetes sin respaldo en oro que -para poder cubrir estos empréstitos- había emitido dicho banco con autorización del gobierno de turno, contando para el caso con una ley monetaria que lo favorecía en todos los aspectos. Situación similar a la que se viviría posteriormente con las emisiones inorgánicas que de tanto en tanto haría -con el mismo propósito- el felizmente desaparecido Banco Central del Ecuador, que nacería precisamente de la revolución Juliana.

Así estaba la política financiera del Ecuador, cuando el 1 de septiembre de 1924 ascendió a la Presidencia de la República el Dr. Gonzalo S. Córdova, quien llegó al poder en momentos en que el pueblo ecuatoriano empezaba a sentir los efectos de una desestabilización económica de características alarmantes, producto del exceso de circulante que no tenía el debido respaldo de oro, y lo que es peor, cuando el pueblo estaba resuelto a no soportar más una elección presidencial basada en el apoyo de las bayonetas, el oficialismo y el poder económico.

En estas circunstancias, el pueblo organizado desató una fuerte y constante oposición al gobierno reclamándole mayor atención a los problemas laborales y exigiendo sustanciales reformas al sistema económico imperante. Pero el Estado no podía resolver los problemas económicos que había heredado, pues lo primero que debía hacer era cancelarle a la banca privada los créditos que esta le había otorgado, y definitivamente no había dinero.

Era necesario encontrar una fórmula para eliminar a la banca acreedora -de manera especial a la guayaquileña, que era la más sólida y en base a eso ejercía gran poder económico y político- eliminando de paso la obligatoriedad de pagar las deudas contraídas. Solo así sería posible hacer desaparecer una deuda que a principios de 1925 ascendían nada menos que a la cantidad de 36 millones de sucres, cifra que excedía en mucho a la suma de las reservas de todos los bancos guayaquileños.

El 9 de julio de 1925 un golpe de Estado protagonizado por la Liga Militar derrocó al presidente Gonzalo S. Córdova (1924-1925) y lo sustituyó por una Junta de Gobierno integrada por siete miembros. Con ello se inició la Revolución Juliana, de enorme trascendencia para Ecuador.

La Revolución

La Revolución Juliana se produjo ante el agotamiento del Estado Liberal, como reacción al predominio del liberalismo “plutocrático”, contra la hegemonía de los poderosos bancos privados sobre el Estado y porque buscó favorecer a los sectores medios y populares. La primera Junta, cuya alma fuera Luis Napoleón Dillon, impuso el interés nacional sobre los intereses empresariales privados, fiscalizó a los bancos, introdujo por primera vez el impuesto a la renta e incluso uno sobre las utilidades, creó el Ministerio de Bienestar Social y Trabajo, también la Caja de Pensiones, dictó leyes laborales y adoptó otras medidas sociales.

La reacción oligárquica estalló y particularmente la de la plutocracia regionalista de Guayaquil, que afirmó:

“el oro de la Costa se quieren llevar los serranos”[1]..

Se unieron a ella los periódicos “independientes” que se lanzaron contra la Junta. Dillon fue tildado como “enemigo” de Guayaquil. Su propuesta para crear un Banco Central fue tenida como declaratoria de guerra. Y las medidas sociales y laborales atacadas como “comunistas”.

Después de la segunda Junta, que duró tres meses, el 1 de abril de 1926 los julianos resolvieron nombrar como Presidente a Isidro Ayora (1926-1931), quien concretó el programa reformista con el apoyo de la Misión norteamericana de Kemmerer . Entonces fueron fundados el Banco Central (1927), la Contraloría y la Superintendencia de Bancos. Además, Ayora reforzó la Caja de Pensiones, la atención en salud y las políticas sociales que transformaron al Ecuador.

La Revolución Juliana, que a su época obtuvo un gran respaldo de las capas medias, amplios sectores populares y de trabajadores, particularmente en Quito y en Guayaquil, inauguró en la historia ecuatoriana dos políticas: la intervención económica del Estado y la institucionalización de la atención estatal a la población trabajadora. Con ello sentó las bases para superar el sistema oligárquico-terrateniente.

Por los roles históricos que desempeñó, la Revolución Juliana merece ser recordada como un hito nacional. Y, desde una perspectiva de amplio plazo, el Ecuador del presente es un heredero de los esfuerzos julianos por transformar a la sociedad.

Referencias

Fuente