Silvano Colás
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General de Brigada Silvano Colás Sánchez. Cuando los acontecimientos del cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, el General de Brigada Silvano Colás Sánchez tenía diez años de edad y jamás imaginó que su vida estaría estrechamente ligada al jefe de ese movimiento revolucionario.
Sumario
Biografía
Nacimiento
Nace en la ciudad de Santiago de Cuba el 2 de noviembre de 1943, en el seno de una familia obrera, de padre carpintero y madre costurera; no muy numerosa, pues solamente tiene una hermana.
La situación familiar, en lo económico, no era de las peores, pues su padre trabajaba en la base naval norteamericana en la Bahía de Guantánamo. Eso, unido a las labores de costura de su madre, posibilitaba la estabilidad familiar y que pudiera dedicarse a estudiar.
Estudios
Sus primeros estudios fueron a partir de los cuatro años con la maestra en una escuela privada, lo que le permite prepararse para ingresar en el tercer grado en la escuela pública Don Tomás Estrada Palma, coincidentemente ubicada frente a la estación de policía en el Intendente, que asaltaron los revolucionarios el 30 de noviembre de 1956.
Allí cursa tercero, quinto y sexto grado, pues para el cuarto grado, por sugerencia del maestro, le realizaron exámenes de suficiencia.
Estando en sexto grado tuvo el honor de recibir el premio del Beso de la Patria y medalla de sobresaliente otorgada por la municipalidad a los estudiantes que obtenían buenas notas. A los doce años matricula en el Instituto de Segunda Enseñanza (preuniversitario) en avenida Victoriano Garzón.
Después del triunfo revolucionario
Retorna al Instituto, destacándose más en las letras, teniendo a la Historia como asignatura preferida. En ese centro de estudios se organizaron en 1959-1960 las primeras patrullas estudiantiles denominadas Boinas Rojas, para defender a la naciente Revolución, que ya era víctima de las primeras agresiones por parte del gobierno norteamericano.
Forma parte de esa organización desde sus inicios, lo cual considera como su primera experiencia militar. Eso marca el momento de su real incorporación a las tareas revolucionarias. De manera automática pasa a formar parte de las Milicias Nacionales Revolucionarias donde ocupó el cargo de Jefe de Escuadra y de Pelotón de Infantería.
Una prueba que le permitió medirse fue la Marcha de los 62 km. La pudo vencer, pero al final, por dolores acentuados en la parte posterior de sus piernas, descubrió que tenía lo que se denomina Pie pies planos, aspecto que posteriormente corregio y en nada le ha invalidado en sus tareas militares.
Ingreso en las Fuerzas Armadas Revolucionarias
Terminada la movilización se queda permanentemente en las Fuerzas Armadas, ante el llamado de Fidel a los jóvenes que se incorporaran a las tropas de artillería terrestre, directamente subordinado al fallecido coronel José M. Portela Silva, jefe de artillería del Ejército. Durante el día, se preparaban como jefes e instruían a las tropas, por la noche continuaba sus estudios en el Instituto de Segunda Enseñanza.
Lo entrenaban asesores checos. Ante la inminencia de una agresión enemiga, su agrupación fue desplegada para la defensa del litoral y la bahía de Santiago de Cuba. Se trataba de artillería de largo alcance y de gran calibre. Fue ocupando diversos cargos de mando simultaneando los estudios nocturnos.
Al producirse el ataque a Girón se encontraba como Jefe de un Pelotón de artillería de cañones de 122 mm en las cercanías del aeropuerto Antonio Maceo de Santiago, y fue testigo del bombardeo a esa instalación por un avión mercenario al amanecer del 15 de abril de 1961.
Tenían desplegados enormes cañones sin protección, apuntando a la entrada de la bahía. Los proyectiles estaban al lado de las piezas en sus cajas y esta seguro que los pilotos enemigos los divisaron perfectamente porque estaban a pocos kilómetros de la cabeza de la pista, pero evidentemente su objetivo principal era destruir los aviones en tierra.
Cargos
Ya en 1963 lo nombraron Jefe del Estado Mayor de la Brigada de artillería del Ejército Oriental (UM 2034), que en su composición tenía cuatro grupos de artillería, cuya jefatura estaba en las cercanías de Dos Caminos de San Luis mandada por el coronel (r) Justo R. Leyva Matos.
Más tarde le dieron la responsabilidad de Jefe de Artillería Terrestre, antiaérea y de armamentos de la UM 7278, una gran unidad de infantería motorizada en Holguín.
Hasta que lo enviaron en 1969 a pasar la Escuela Superior de Guerra —hoy Academia de las FAR Máximo Gómez, lo que le facilitó alcanzar una formación militar superior, perfeccionando muchos de los métodos de trabajo y lo puso en contacto con las realidades más específicas de Cuba y el mundo. Al terminar el curso fue ascendido a Primer Teniente y lo nombraron Jefe de la Cátedra de Artillería y Tropa Coheteril en la propia Escuela Superior de Guerra.
Angola
Arriba a ese país el 2 de diciembre de 1975 como jefe de Artillería de la Agrupación de Tropas del Sur. Al resultar herido un compañero, la Jefatura de la Misión determinó dejarlo como Jefe de Estado Mayor de Artillería de la Agrupación cubana en Angola. Durante la visita del Ministro de las FAR a la República Popular de Angola se decidió que los profesores académicos regresaran, por lo que a finales de 1976 retornó a La Habana.
A su regreso
Se reintegra a la cátedra en la Academia de las FAR y realiza estudios hasta alcanzar la máxima categoría docente de profesor titular. Paso un curso de postgrado y tras aprobar las materias esenciales se gana el derecho a escribir la tesis y defenderla ante un tribunal. Permanece año y medio en la antigua Unión Soviética
Ya con los grados de Coronel en 1980 fue enviado a prestar servicios en la Secretaría del Ministro de las FAR como sustituto del Jefe de la Secretaría, atendiendo directamente al Jefe de Estado Mayor General. Fue la posición desde donde pudo tener contactos con los principales jefes de las FAR, observar sus métodos, estilos de trabajo, formas de vida, el carácter humano de tratar los problemas de los subordinados.
También tuvo el privilegio de estar presente en tareas de apoyo, aseguramiento, en momentos en que nuestro Comandante en Jefe y el Ministro de las FAR analizaban y tomaban decisiones sobre situaciones extraordinarias, en particular durante la guerra en Angola y en problemas internos en nuestro país. En 1984, por decisión del Ministro, pasa a desempeñar el cargo de Jefe de la Octava Dirección, órgano asociado a las comunicaciones especiales y a la protección del secreto militar.
En 1988, el Ministro lo designa Jefe de la Dirección Técnica del Mando (comunicaciones). En 1991, lo ascendieron a General de Brigada. En el 1993 fue nombrado Ministro de Comunicaciones.
Tareas como Ministro
En esa responsabilidad puso en juego todas las enseñanzas recibidas en las FAR y estuvo enfrascado en la tarea de modernizar y ampliar todo el sistema de comunicaciones del país, de modo que permitiera el desarrollo socio-económico que exigía aquella etapa.
Considera que los pasos que se dieron con la creación de nuevas empresas nacionales de telecomunicaciones (Etecsa, Correos de Cuba y Radio Cuba) nos condujeron al logro de esos objetivos.
