United Fruit Company en el oriente de Cuba

United Fruit Company en el Oriente de Cuba
Información sobre la plantilla
Fecha:1899-1959
Lugar:Banes
Descripción:
La United Fruit Company fue una compañía estadounidense que monopolizó grandes extensiones de tierra en el norte de Oriente, para el cultivo de la caña y la producción de azúcar.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos


United Fruit Company en el Oriente de Cuba. La United Fruit Company era el resultado de la fusión de los intereses fruteros de New York y Boston, emprendió su crecimiento en las dos últimas décadas del siglo XIX, a través del negocio de las plantaciones y la comercialización del plátano fruta. En su estrategia de desarrollo y expansión adquirió importantes extensiones de tierra en diferentes países de la región caribeña y estableció vínculos con Banes, zona bananera del norte de Oriente de Cuba. Se convirtió en una de las grandes productoras azucareras, propietaria de dos eficientes centrales de los conocidos como colosos, y a la vez, una de las mayores empresas latifundistas del país.

Establecimiento de la United Fruit Company

El 11 de agosto de 1896 Banes quedó convertido en cenizas y ruinas por la tea mambisa.[1] Los Dumois, copropietarios de la plantación bananera, fundada en 1888, emigraron al igual que la mayor parte de la población, que no se había incorporado a la gesta independentista. La producción y exportación bananera colapsó, de 2 123 835 racimos en el año 1895, descendió a 755 000 en 1896 y 148 853 en 1897.

Esa coyuntura facilitó la penetración de los intereses estadounidenses, que desde 1897 comenzaron a dar pasos por controlar la producción cubana, sujetándola a las necesidades de aquel mercado. La Boston Fruit Company, siguiendo su estrategia expansionista, compró el 6% de las acciones de la Banes Fruit Company y un 20 % de los stocks de la Samá y la Dumois.[2] En 1899, sobre las cenizas del fuego mambí, comenzó la reconstrucción de Banes. Paralelamente se estableció la United Fruit Company, empresa que se apoderó el 67 % del territorio.

Los hermanos Hipólito y Simón Dumois regresaron formando parte de la primera directiva de la Compañía. Su presencia fue muy útil en el proceso de apropiación territorial, pues incrementaron la compra de pesos de posesión a su nombre o de la Boston Fruit Company, valiéndose de la necesidad económica en que se encontraban los propietarios de la zona como consecuencia de la guerra. A fines de 1899 la Banes Fruit Company fundió sus propiedades con la United Fruit Company. En esa etapa, los pesos de posesión transferidos a nombre de la última le permitieron la ocupación de 1 819 caballerías de tierras. A partir de aquel momento tuvieron lugar importantes transformaciones: la plantación bananera fue cediendo paso a la cañera, pero no desapareció del todo. En la parte noreste y sur de Banes predominaban los cañaverales; en la noroeste, por el contrario, el cultivo y comercialización del banano coexistió con el de la caña de azúcar y continuó siendo un enclave de importancia. El negocio del banano se mantuvo –según los estudios de Oscar Zanetti y Alejandro García Álvarez– “con una producción aproximada a los dos millones de racimos anuales, que tenían un valor comercial superior a un millón de dólares.”[3]

La United Fruit Company vio en la producción bananera y los ingresos que esta le reportaba un respaldo financiero para fomentar un nuevo renglón económico más lucrativo. Dicha entidad:

”(…) no abandonó de inmediato los cultivos de banano en las zonas de Banes y Samá, y además continuó activa en la comercialización y el transporte de la fruta como parte de sus negocios habituales a nivel internacional, la orientación de las actividades de la Isla se encaminó con particular interés hacia la producción de caña de azúcar y a la construcción de centrales azucareros, actividades que en aquel momento ofrecían las mejores perspectivas para los negocios en Cuba."

Apropiación de tierras

Durante la primera década del siglo XX la United Fruit Company se apropió de grandes extensiones de las mejores tierras de la zona norte de Oriente por diferentes vías, aplicando métodos y transacciones fraudulentas, el engaño y la falsificación de información. Esas acciones se vieron favorecidas por la Orden Militar no. 62, promulgada el 5 de marzo de 1902, por el gobierno interventor y refrendada por el presidente Tomás Estrada Palma, que le dio la posibilidad a la Compañía de apoderarse legalmente de tierras comunales. Con la protección de la legislación intervencionista y las autoridades de ocupación, la United Fruit Company se propuso adquirir la mayor cantidad posible de pesos de posesión, para lograr el reconocimiento de la legitimidad de los que se encontraban a su disposición. De ahí que se aprovecharan de cualquier confusión o falta de claridad en cuanto a la propiedad de la tierra en Banes, para conseguir dudosos pesos de posesión que eran reconocidos como legítimos pues los representantes comunales eran hombres de la propia Compañía.

Las investigaciones de Alejandro García y Oscar Zanetti revelan que:

"entre 1904 y 1913 la empresa estadounidense llevó a cabo el deslinde paulatino de las haciendas de Banes, Río Seco, Los Berros, Mulas, Yaguajay, Retrete y Tacajó, lo que le proporcionó más de 2 700 caballerías de tierra."

Estas fueron completadas con la compra de nuevos lotes de tierra estratégicamente situados que le permitieron una conformación más concentrada a la propiedad y favoreció un uso más racional a su ferrocarril.

Para posesionarse en Nipe,[6] Hipólito Dumois, viabilizó el traspaso de esos terrenos a sus manos y por consiguiente a las de la United Fruit Company. Al interpretarse que la Enmienda Foraker no prohibía la compra de tierras por parte de compañías, nada impedía que Hipólito Dumois vendiera sus tierras a estadounidenses. En 1901 los terrenos de Nipe fueron traspasados por Dumois a Minor Keith y Andrew Preston, vicepresidente y presidente de la Compañía, respectivamente. La tierra de Nipe quedó distribuida entre dos empresas ligadas financieramente a la United Fruit Company, una fue la Dumois Nipe Company, a través de Dumois, y la otra la Nipe Bay Company, a través de Preston y Keith. El proceso de apropiación había sido en apariencia, más simple que en Banes, pero en realidad fue solamente más concentrado; la ilegalidad en los procedimientos fue una constante en la región Banes-Nipe, ella caracterizó todos los mecanismos de apropiación de tierras practicados por la Compañía.

El latifundio de la United Fruit Company

El rasgo principal del latifundio de la United Fruit Company era la contigüidad y homogeneidad de sus tierras, que se expandían franqueadas por montañas, sin interrupción, lo cual le permitía un especial control de la región en que se encontraba asentada. Si se considera la propiedad desde el punto de vista de las tierras asignadas a cada una de sus unidades industriales (los centrales Boston y Preston), ambas podían clasificarse dentro de los diez centrales que más tierras poseían en propiedad en Cuba.

Macabí fue elegido por la Compañía para construir uno de sus centrales, el Boston, que realizó en 1901 su primera zafra. Esta no fue exitosa debido a las constantes pruebas y ajustes a que fue sometida la maquinaria. Pero en la zafra siguiente se incrementó la producción, la que se mantendría en ascenso, sobre todo a partir de 1906, cuando fue objeto de una importante ampliación. Por consiguiente, en 1907 cuando entró en funcionamiento el central Preston, la producción de azúcar de la United Fruit Company experimentó un brusco incremento, de 24 124 t en 1906 a 56 858 t en 1907.[7]

En la misma medida que los centrales aumentaban su capacidad de molienda, la U. F. Co. organizaba la infraestructura para el desarrollo de sus actividades. La operación de una red ferroviaria de 135,9 km se ramificaba desde el central Boston hacia sus colonias en Río Seco, Mulas, Tacajó y Bijarú, El Retrete, Yaguajay, Alcalá, Banes, Duruthy, Los Berros y Samá; su puerto de embarque en la Península de Macabí, en el noreste, se extendía hacia el sur para entroncar con el ramal de Antilla-Alto Cedro del Ferrocarril Central, en Mejías, en la vecindad de la Bahía de Nipe para asegurar la puntual recepción de las cañas. El funcionamiento de un taller de maquinarias para enfrentar cualquier tipo de roturas, el almacenamiento de miles de sacos de azúcar, e incluso, el mantenimiento de las instalaciones portuarias para facilitar la exportación del azúcar, convertían el central en un complejo productivo.

La United Fruit Company organizó su negocio de producción de azúcar a partir de una serie de funciones cíclicas, sobre las cuales debía ejercer el más estricto control pues llevaba a cabo, por su propia cuenta, todas las fases del proceso agrícola, industrial y comercial. Según Oscar Zanetti: {{Sistema:Cita|Más del 80 % de la caña consumida por los ingenios de la UFC era producida por la Compañía en sus propias tierras, se encargaba directamente, tanto de la siembra como del cultivo y el corte. El transporte de las cañas hasta las unidades industriales, estaba a cargo del ferrocarril privado de la Compañía, cuya red vial abarcaba un total de 331 millas.[8]

La deliberada política de rapiña, la corrupción de los medios oficiales y la complicidad de algunos elementos de la burguesía nativa, habían dejado como saldo la entrega al extranjero de un importante pedazo de nuestro país.

Referencias bibliográficas

Bibliografía

  • Fuente: Dr. C. Yurisay Pérez Nakao. Historiadora de Banes.
  • Colectivo de autores: UFCo: Un caso del dominio imperialista en Cuba. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1976.
  • García Alvarez, Alejandro:La costa cubana del guineo, una historia bananera. Editorial Ciencias Sociales' La Habana, 2008.
  • García, A y O, Zanetti: "El latifundio azucarero de la United Fruit Compa y: mecanismos de penetración", en: Los monopolios extranjeros en Cuba 1898-1958. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1984. pp. 137-181.
  • Varona Pupo, Ricardo: Banes, crónicas. Imprenta Ros, Santiago de Cuba, 1930.