Variante cubana del español

Variante cubana del español
Información sobre la plantilla
Concepto:Matriz de comunicación con plenitud funcional y autonomía reconocida dentro de los límites político-administrativos de la nación cubana.

Variante cubana del español. En Cuba, desde las formas andaluzas y populares, entroncando con el aporte aruaco y el subsahariano, se fue conformando una variante al mismo tiempo única y distinta con el español de su raíz, y que ha sido reconocida desde el siglo XIX como factor de identidad nacional. El español de Cuba es una variante nacional de lengua.

Particularidades de una variante nacional de lengua

En la lingüística soviética se ha establecido el hecho de que, junto a lenguas que se presentan con una homogeneidad territorial, existen otras que constituyen un complejo de variantes específicas; cada una de ellas funciona en una comunidad diferente y posee peculiaridades propias, tanto sociales como lingüísticas. Esta forma de existencia de una lengua ha sido denominada variante nacional de lengua, concepto que tiene una base sociolingüística.

El aspecto funcional de los recursos lingüísticos de las variantes nacionales es de suma importancia, pues lo específico de una lengua se determina no solo por la existencia de unas u otras unidades, sino por su utilización en los actos concretos de habla.

Principios

La variante nacional de lengua se basa en dos principios de gran significación:

  • El que asigna a la forma hablada una función determinante en el proceso general de diferenciación lingüística, mientras que a la forma escrita, a pesar de su decisiva importancia, se le atribuye la función de patrón secundario en la formación de la variante.
  • El considerar la forma culta coloquial como el componente fundamental de la estructura de la variante de lengua.

Características

Desde el punto de visto lingüístico, una variante se caracteriza por:

  • Una estructura externa más compleja que el dialecto; además, la variante posee su propia diversificación diatópica, diastrática y diafásica.
  • La existencia de una forma nacional de habla culta coloquial.
  • Un subsistema estilístico-funcional desarrollado que, por lo general, no coincide con los subsistemas de las otras variantes de lengua.

Como el establecimiento de sistemas lingüísticos es un proceso común en la lingüística descriptiva y se aplica a cualquier habla, el análisis puramente lingüístico no alcanza a definir totalmente las características de una variante de lengua. Por consiguiente, se hace necesario acudir a una segunda condición de orden socio-histórico: una matriz de comunicación, es decir, el conjunto de relaciones que se establece entre colectivos lingüísticos, unidos entre sí por características sociales, culturales y económicas.

Así el criterio definitorio para determinar una variante de lengua es la función social que esta cumple en el sistema lingüístico que se analiza. La variante de lengua, como cualquier lengua nacional, sirve a toda la nación: tiene plenitud funcional.

Factores que influyen en la situación idiomática cubana

  • Los cambios en el carácter de la comunicación debido a las modificaciones ocurridas en la extensión y diferenciación de las esferas comunicativas: incremento de la importancia del discurso hablado en la comunicación pública y de la función que desempeñan los medios de comunicación masiva.
  • Las transformaciones en las condiciones sociales de la sociedad cubana que han originado cambios en la composición social de los usuarios de las diferentes normas lingüísticas.

Posición del español de Cuba en el diasistema de la lengua española

Los fenómenos del español de Cuba pueden clasificarse en tres categorías:

  • Fenómenos panhispánicos: los comunes a todos los hablantes del español.
  • Fenómenos que no tienen matiz dialectal: están sancionados por la norma axiológica cubana, aunque esta no coincida con la norma académica (frente a las denominaciones académicas embrague, fontanero, bañador, azafata, los cubanos sostienen cloche, plomero, trusa, aeromoza).
  • Fenómenos que tienen un marcado carácter local y, por lo tanto, se consideran dialectales dentro del sistema estilístico-funcional del español cubano: brillantina por luz brillante, dolama por dolencia, bacín por orinal.

El español de Cuba posee una suma de rasgos específicos, y en su sistema reproduce todas las estructuras de una lengua nacional, desde los dialectos sociales y territoriales hasta la lengua culta. Por tanto, como forma de existencia de una lengua que no presenta divergencias estructurales agudas, tiene plenitud funcional y ha adquirido una autonomía reconocida dentro de los límites de la nación cubana. El español de Cuba constituye una variante nacional del diasistema de la lengua española.

El reconocimiento de la variante cubana del español no implica que existe una diferencia tal entre el español de Cuba y el académico, como puede existir entre este último y uno de los dialectos primarios de España. Precisamente una de las características de la situación lingüística cubana es el sentimiento de pertenencia a la comunidad hispanohablante que tienen los cubanos; tanto histórica como culturalmente, el español de Cuba y el de España son la misma lengua.

Sin embargo, la conciencia metalingüística de los cubanos los lleva a sobrevalorar lo registrado por la Real Academia Española. Por ello, tanto las investigaciones lexicológicas como las lexicográficas, de la variante cubana del español, se han realizado con un enfoque normativo que se caracteriza por el diferencialismo o peculiarismo: la tendencia a registrar y estudiar dentro de lo local, solo lo que es, o se considera, como diferencial o peculiar de la región respectiva.

Bibliografía