Vicente Madero
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Vicente Madero Bailarín
Síntesis biográfica
Vicente Madero nace el 6 de diciembre de 1884 en Buenos Aires, Argentina; hijo de Cayetana Álzaga, dueña de la estancia La Fortuna, en San Vicente, provincia de Buenos Aires y de Francisco Domingo Madero. Su abuelo, Francisco Bernabé, es fundador del entonces pueblo de Maipú, en la provincia de Buenos Aires y vicepresidente del país, durante la primera presidencia del General Julio Argentino Roca en 1880 hasta 1886.
Trayectoria
Cuando el tango comienza a bailarse, no es solamente en los arrabales de la ciudad, en sucios peringundines o burdeles infames. Al mismo tiempo, los muchachos de apellidos ilustres, rebeldes de carácter si se quiere, practican los pasos de la nueva danza en sus lujosas mansiones, pero puertas adentro, que nada trascendiera, como componentes de una nueva secta.
Dos películas Así es la vida, dirigida por Francisco Mugica en 1939 e Historia del 900, dirigida por Hugo Del Carril en 1949.
El coleccionista y colaborador Héctor Lucci, quien vive toda su vida en Palermo, a pocos metros de la avenida Santa Fe, manifiesta que el mayor porcentaje de sus discos, rollos de pianola, cilindros, partituras y aparatos reproductores de todo tipo, los consigue de los descendientes de aquellos muchachos ricos, en aquellas propiedades señoriales ahora decaídas, igual que sus bolsillos.
La escritora Victoria Ocampo recuerda en sus testimonios: Cuando en la época en que todos los jueves, llueve o tronara, en la casa de Osvaldo Fresedo, El Pibe de La Paternal, se baila tango la tarde entera. Los campeones de estas memorables jornadas es Ricardo Güiraldes autor de la novela Don Segundo Sombra, sin más celebridad que la que nosotros, sus amigos, sospechan que alcanza a tener, y Vicente Madero, un genio en la materia y no cree que nadie haya llegado a superarlo. Cuando camina el tango, todo su cuerpo, al parecer inmóvil, sigue elásticamente el ritmo, lo vive, lo comunica su compañera que contagiada, obedecía a ese perfecto y acompasado andar. Ambos son bailarines perfectos.
¿Cuándo ocurrían estas tenidas tangueras? Sin duda, después de 1913, año en que la Sociedad Sportiva presidida por Antonio De Marchi, organiza el célebre concurso del Palace Theatre, del que Madero integra el jurado, junto a Daniel Videla Dorna y el músico Antonio Chimenti es presidido por otro músico, el pianista y compositor Julián Aguirre, fundador de la Escuela Argentina de Música.
En 1920, cuando Madero es habitué de los cabarets parisinos, inclusive el Princesse, lleva a bailar a Manuel Pizarro y a cuyo propietario, Elio Volterra, convence de que le cambiaran el nombre y pasa a llamarse El Garrón.
Carlos Gardel llega a París por primera vez, por consejo de Pizarro, en 1928. Para entonces Madero, si no había aquietado ya sus ansias constantes de cielos lejanos, está por hacerlo, entre 1930 y 1946, año de su muerte, se desempeña como prosecretario de la Cámara de Diputados de la Nación.
Vicente es un jailaife argentinismo por high life. Morocho, alto, esbelto, vestía trajes oscuros y corbatas negras. Fabrica su propia gomina fijador para el cabello a base de goma tragacanto y de aplicársela, se sujeta el cabello con una toalla o una media para que éste se aplastara bien. Es tan exquisito que manda a lustrar las suelas de sus botas para que al cruzar las piernas ella brillaran, esto lo cuenta con cariño su hija Malú Madero de Fernández Ocampo.
Se puede decir que una línea popular del baile es la representada principalmente por El Cachafaz. Entre uno y otro tan disímiles, nace la inclinación de todos los otros, como Bernabé Simarra, Güiraldes, Enrique Saborido, los actores César Ratti y Elías Alippi, Francisco Ducasse, El Mocho, El Tarila y por qué no, las caricaturas que dejan en el cine desde Rodolfo Valentino a Marlon Brando y Al Pacino.
El nuevo barrio casi apoyado en el Río de la Plata, el más moderno y que aún muestra tierras baldías, recibe el nombre de Puerto Madero, pero no por Vicente, un bon vivant de su época que sólo desempeña algunos empleos públicos gracias a la posición de su familia, sino por un primo suyo, Eduardo, un comerciante y directivo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, a quien se le encarga se ocupara de los planos de un puerto que, prácticamente, en la ciudad no existía.
Muerte
Vicente Madero fallece en Buenos Aires, Argentina, el 24 de mayo de 1946.
