El enano saltarín o Rumpelstiltskin. (Libro)

(Redirigido desde «El enano saltarín (cuento)»)
El enano saltarín (Rumpelstiltskin)
Información sobre la plantilla
Elenanosaltarín2.jpg
Cuento folclórico que en esta historia confluyen algunos de los elementos más típicos de muchos cuentos de hadas
Título originalEl enano saltarín (Rumpelstiltskin)
Autor(a)(es)(as)Los hermanos Grimm
GéneroCuento
Primera edición1812
PaísBandera de Alemania Alemania

El enano saltarín (Rumpelstiltskin). Cuento infantil escrito por los Hermanos Grimm, realizado en la edición de 1812 del libro “Cuentos de la infancia y del hogar”. Conocido además como el cuento de Rumpelstiltskin. Ocupa el número 55 en la colección de cuentos de los Hermanos Grimm, Rumpelstiltskin.

Sinopsis

Cuento folclórico que en esta historia confluyen algunos de los elementos más típicos de muchos cuentos de hadas: la realización de tareas imposibles, el intercambio del hijo o el nombre secreto. Los cuentos tradicionales son una forma de entretener a los niños, fomentar su interés por la lectura y además, transmitir valores. Los cuentos ayudan a los niños a aprender a ser valientes, ingeniosos, leales etc.

Tratando de parecer más importante delante del rey, un pobre molinero le miente afirmando que su hija sabe hilar tan bien que puede convertir la paja en oro. Asombrado por tal proeza, el rey le dice que lleve a la chica al día siguiente al palacio, donde la introduce en una habitación llena de paja y le ordena convertirla en oro usando una rueca y un carrete. El rey le advierte que, de no lograrlo, morirá.

Argumento

Colección de cuentos clásicos adaptados para niños de primaria e infantil. Los cuentos están ilustrados y diseñados para ser leídos, vistos o escuchados, según las necesidades y gustos de cada uno. Esta colección de cuentos infantiles cortos tiene más de 20 libros en formato digital y son perfectos para adquirir un hábito y gusto por la lectura. Ha sido referenciado en numerosos contextos musicales, literarios y cinematográficos.

Análisis

Cuentan que en un tiempo muy lejano el rey decidió pasear por sus dominios, que incluían una pequeña aldea en la que vivía un molinero junto con su bella hija. Al interesarse el rey por ella, el molinero mintió para darse importancia: "Además de bonita, es capaz de convertir la paja en oro hilándola con una rueca." El rey, francamente contento con dicha cualidad de la muchacha, no lo dudó un instante y la llevó con él a palacio.

Rumpelstiltskin y la hija del molinero

Una vez en el castillo, el rey ordenó que llevasen a la hija del molinero a una habitación llena de paja, donde también habían instalado una rueca:

- Tienes hasta el amanecer para demostrarme que tu padre decía la verdad y convertir esta paja en oro. De lo contrario, serás desterrada- dijo el rey.

La pobre niña lloró desconsolada durante horas. Cuando ya había perdido la esperanza, apareció un extraño duende que le dijo:

- Si me entregas tu collar, convertiré toda esta paja en oro.

La hija del molinero le entregó la joya y el duende comenzó a hilar la paja que se iba convirtiendo en oro, hasta que no quedó ni una brizna de paja y la habitación refulgía por el brillo del oro. Cuando el rey vio la proeza, guiado por la avaricia, le dijo:

- Veremos si puedes hacer lo mismo en esta habitación- señalando una estancia aún más grande y más repleta de paja que la del día anterior.

La muchacha estaba desesperada, pues creía imposible cumplir la tarea pero, como el día anterior, apareció el duende saltarín. En esta ocasión le pidió su anillo a cambio de convertir la paja en oro, y la joven se la entregó sin dudarlo. De nuevo, el duende empezó a hilar la paja y la convirtió en oro puro. A la mañana siguiente el rey vio la habitación llena de oro, y por tercera vez condujo a la muchacha a una gigantesca estancia llena de paja hasta el techo.

- Repite por tercera vez tu hazaña y te convertiré en mi esposa- dijo el rey.

De nuevo empezó a llorar la muchacha al marcharse el rey, y de nuevo apareció el duende. Sin embargo, la joven ya no poseía más joyas, no tenía nada que ofrecerle, y así se lo dijo.

- En ese caso- dijo el duende- me entregarás a tu primer hijo.

La hija del molinero y el rey

No sabiendo como salir de aquella situación le prometió al hombrecillo lo que quería. Y una vez más hiló la paja y la convirtió en oro. Cuando él rey llegó por la mañana, y se vio todo el oro que habría deseado, se casó con ella y la preciosa hija del molinero se convirtió en reina. Un año después, trajo un precioso niño al mundo y en ningún momento se acordó del duende. Pero un día apareció en su cuarto y le dijo:

- Dame lo que me prometiste-

La reina estaba horrorizada y le ofreció todas las riquezas del reino si le dejaba a su hijo. Pero el duende se negó. La reina empezó a lamentarse y a llorar, tanto que el hombrecillo se compadeció de ella:

- Te daré tres días de plazo para adivinar mi nombre. Si lo consigues, conservarás a tu hijo. -

Entonces la reina pasó toda la noche pensando en todos los nombres que había oído, y mandó un mensajero a lo ancho y largo del país para preguntar por todos los nombres que hubiera. Cuando el hombrecillo llegó al día siguiente, empezó a recitar la lista. Dijo, uno tras otro, todos los nombres que sabía, pero a todos decía el duende:

- Ese no es mi nombre-

En el segundo día había preguntado a los vecinos sus nombres, y ella repitió los más curiosos y poco comunes:

- Quizá tu nombre sea Pata de Cordero o Lazo Largo-

- No, ese no es mi nombre- contestaba siempre

Al tercer día el mensajero volvió y dijo:

- No he podido encontrar ningún nombre nuevo. Pero según subía una gran montaña al final de un bosque, vi a un duende bastante ridículo que estaba saltando. Dio un brinco sobre una pierna y gritó:

Hoy tomo vino, y mañana cerveza, después al niño sin falta traerán. Nunca, se rompan o no la cabeza, el nombre Rumpelstiltskin adivinarán!

Podéis imaginar lo contenta que se puso la reina cuando escuchó el nombre. Y cuando al poco rato llegó el duende y preguntó:

- Bien, joven reina ¿Cuál es mi nombre? Te doy tres oportunidades-

La reina dijo: - ¿Te llamas Conrad?-

- No-

- ¿Te llamas Harry? -

- No-

- ¿Quizá tu nombre es Rumpelstiltskin-

- ¿Cómo lo has adivinado? ¡Es imposible! ¡Te lo ha dicho el demonio!, gritó el hombrecillo. Y en su enfado hundió el pie derecho en la tierra tan fuerte que entró toda la pierna. Y cuando tiró con rabia de la pierna con las dos manos se partió en dos. La reina nunca más tuvo que preocuparse y vivió muy feliz junto a su familia.

Símbolos

  • duende: símbolo de aprendizaje.
  • trato: simboliza enseñanza.

Valores

  • Amistad
  • Enseñanza
  • Creatividad

Datos del autor

Jacob Grimm (Hanau, actual Alemania, 1785 - Berlín, 1863) y Wilhelm Grimm (Hanau, 1786 - Berlín, 1859). Filólogos y folcloristas alemanes autores de una celebérrima recopilación de cuentos populares titulada Cuentos infantiles y del hogar (1812-1822). Las innumerables reediciones modernas de esta obra suelen llevar títulos como Los cuentos de hadas de los hermanos Grimm o Cuentos de los hermanos Grimm, como si los relatos fuesen de su invención. En realidad, buena parte de su éxito como transcriptores y compiladores de la tradición cuentística oral procede precisamente de su criterio (novedoso en la época) de respetar al máximo la frescura y espontaneidad de los cuentos tradicionales, en lugar de someterlos a artificiosas reelaboraciones literarias.

Enlaces relacionados

Fuente