Emile Durkheim

Emile Durkheim
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Émile Durkheim, Sociólogo y filósofo francés
NombreÉmile Durkheim
Nacimiento15 de abril de 1858
Épinal, Bandera de Francia Francia
Fallecimiento15 de noviembre de 1917
Fontainebleau, Bandera de Francia Francia
Nacionalidadfrancesa
Ocupaciónsociólogo, politólogo, filósofo
Obras destacadasLa división del trabajo social
Las reglas del método sociológico
El suicidio

Emile Durkheim. Sociólogo y filósofo francés; positivista, seguidor de Auguste Comte, profesor de La Sorbona.[1] Fue el fundador de la escuela francesa de Sociología. Es uno de los pocos clásicos de la Sociología y de las Ciencias Humanas que no han cesado de ser citados y criticados copiosamente. Es considerado uno de los padres fundadores de dicha ciencia junto con Karl Marx y Max Weber. Su espíritu polivalente se interesa por las innumerables facetas de la complejidad de los grupos, instituciones y sociedades que obran a lo largo de la historia.

Síntesis biográfica

Nace en Lorena, Francia en 1858, siendo hijo y nieto de rabinos desde ocho generaciones. Conoció una infancia dinámica y movida, marcada por sucesos como la laicización y abandono de su dedicación al rabinato; el periodo de gran expansión económica e industrial; la pérdida de la guerra franco-alemana y la ocupación de su ciudad natal en 1870.

Trayectoria profesional

Se movió a París para preparar su admisión en la Escuela Normal Superior donde se diplomó en Filosofía en 1876-1882. Fue nombrado profesor de liceo y pasó luego a enseñar Pedagogía y Ciencias Sociales en la Facultad de Letras de la Universidad de Burdeos desde 1887.

En 1893 publicó su tesis doctoral, La división del trabajo social, y dos años después Las reglas del método sociológico. Durante 1896, sus cursos sobre Sociología se convirtieron en la primera cátedra de esta disciplina en Francia. Al año siguiente (1897) publicó El suicidio.

Desde el campo de la enseñanza de la filosofía Émile Durkheim accedió al estudio de lo social, contribuyendo notablemente a la consolidación de la sociología como disciplina independiente, siguiendo la línea positivista iniciada por Auguste Comte.

Para Durkheim la ilustración constituyó una influencia negativa, aunque tuvo efectos positivos para su obra (por ejemplo el interés por la ciencia y el reformismo social). Sin embargo, a Durkheim se le considera más propiamente un heredero de la tradición conservadora, especialmente tal y como se manifiesta en la obra de Comte. Pero mientras Comte se mantuvo apartado de los círculos académicos, Durkheim legitimó la sociología en Francia y su obra se convirtió en una fuerza dominante en el desarrollo de la sociología en general, y de la teoría sociológica en particular.

Durkheim era políticamente liberal pero políticamente adoptó una postura más conservadora. Al igual que Comte y los contrarrevolucionarios católicos, Durkheim temía y odiaba el desorden social. El móvil fundamental de su obra fueron los desordenes que produjeron los cambios sociales generales, así como otros muchos (como los conflictos laborales, el derrocamiento de la clase dominante, la discordia entre la iglesia y el estado y el nacimiento del antisemitismo político) más específicos de la Francia de Durkheim. De hecho gran parte de su obra está dedicada al estudio del orden social. Su opinión era que los desordenes sociales no constituían una parte necesaria del mundo moderno y podían solucionarse mediante la introducción de reformas sociales.

Mientras que Carlos Marx pensaba que los problemas del mundo moderno eran inherentes a la sociedad, Durkheim (junto con la mayoría de los teóricos clásicos) disentía de aquél. Por lo tanto las ideas de Marx sobre la necesidad de la revolución social se oponían radicalmente con las del reformismo de Durkheim y otros. A medida que la teoría sociológica clásica se desarrollaba, lo que predominaba en ella era el interés durkheimiano por el orden y la reforma, mientras se eclipsaba la postura marciana.

Émile Durkheim, a diferencia de los muchos otros grandes pensadores de la sociología, muestra muy pocas ambigüedades. Su mayor preocupación fue la influencia de las grandes estructuras de la sociedad, y de la sociedad misma, sobre los pensamientos y acciones de los individuos. Contribuyó enormemente a la formación de la teoría estructural funcional, que se centra en el análisis de la estructura social y la cultura.

Muerte

Profundamente decepcionado e inconsolable por la trágica desaparición de su hijo en el frente, durante la guerra, murió en Fontainebleau el 15 de noviembre de 1917.

Teoría sociológica de Durkheim

El estudio de los hechos sociales

Con el fin de lograr que la sociología se alejara de la filosofía y de darle una identidad clara y particular, Durkheim afirmó que el objeto distintivo de la sociología debía ser el estudio de los hechos sociales. El concepto de hecho social tenía varios componentes, pero la idea de que los hechos sociales debían ser tratados como cosas era de crucial importancia para distinguir la sociología de la filosofía. Como cosas, los hechos sociales debían estudiarse empíricamente, no filosóficamente.

Para distinguir la sociología de la psicología, Durkheim afirmó que los hechos sociales eran externos y coercitivos para el actor. Sabemos que un hecho social es una cosa y que es externo y coercitivo, pero ¿qué más sabemos de un hecho social?, en realidad, Durkheim distinguía entre 2 grandes tipos de hechos sociales: los materiales y los inmateriales. Los hechos sociales materiales son los más claros de ambos tipos, porque son entidades reales y materiales, pero sólo adquieren una importancia menor en la obra de Durkheim.

El grueso de la obra de Durkheim, y el núcleo de su sociología es el estudio de los hechos sociales inmateriales. Lo que para los sociólogos son hoy en día las normas y los valores, o en términos más generales, la cultura, son ejemplos adecuados de lo que Durkheim quería decir con hechos sociales inmateriales.

Los hechos sociales materiales son claramente externos y coercitivos, los hechos sociales inmateriales no están tan definidos. Al menos en cierta medida residen en la mente del actor. La mejor manera de conceptualizar los hechos sociales inmateriales es pensar en ellos como externos y coercitivos respecto de los hechos psicológicos.

Los hechos sociales desempeñan un papel central en la sociología de Durkheim. Una manera útil de extraer los hechos sociales más importantes de su obra, y de analizar sus pensamientos sobre las relaciones entre estos fenómenos, es comenzar con los esfuerzos de Durkheim por organizarlos en distintos niveles de la realidad social. Durkheim comenzó por el nivel de los hechos sociales materiales, no porque fuera el nivel más importante para él, sino porque sus elementos suelen tener prioridad causal en su teorización, pues influyen en los hechos sociales inmateriales, la verdadera preocupación de su obra.

División del trabajo social

Durkheim basó su análisis en la División del trabajo social en su concepción de 2 tipos ideales de sociedad. El tipo más primitivo, caracterizado por la solidaridad mecánica, presenta una estructura social indiferenciada, con poca o ninguna división del trabajo. El tipo más moderno, caracterizado por la solidaridad orgánica, presenta una mayor y más refinada división del trabajo.

Para el autor, la división del trabajo en la sociedad es un hecho social material que indica el grado en que las tareas o las responsabilidades se han especializado. La gente en las sociedades primitivas tiende a ocupar posiciones muy generales en las que realiza una amplia variedad de tareas y mantiene un gran número de responsabilidades.

Los cambios en la división del trabajo han tenido enormes implicaciones para la estructura de la sociedad, y alguna de las más importantes se reflejan en las diferencias entre 2 tipos de solidaridad: mecánica y orgánica. Su interés al abordar la cuestión de la solidaridad era descubrir lo que mantenía unida a la sociedad. Una sociedad caracterizada por la solidaridad mecánica se mantiene unificada debido a que la totalidad de sus miembros tienen aptitudes y conocimientos similares. La unión de las personas se debe a que todos están implicados en la realización de actividades parecidas y tienen responsabilidades semejantes. Por el contrario, una sociedad caracterizada por la solidaridad orgánica se mantiene unida debido a las diferencias entre las personas, debido al hecho de que tienen diferentes tareas y responsabilidades. Toda vez que cada persona realiza en la sociedad moderna una gran gama de tareas relativamente pequeña, necesita a otras muchas para poder vivir.

La última diferencia entre la solidaridad orgánica y la mecánica. Como las personas que forman las sociedades caracterizadas por la solidaridad mecánica suelen parecerse en lo tocante a las tareas que realizan, hay mayores probabilidades de que compitan entre sí. Por el contrario, en las sociedades caracterizadas por la solidaridad orgánica la diferenciación facilita la cooperación entre las personas y permite que puedan apoyarse en una misma base de recursos.

Otro hecho social material estrechamente relacionado con la división del trabajo era el factor causal más importante en la teoría durkheimiana de la transición de la solidaridad mecánica a la solidaridad orgánica: la densidad dinámica. Este concepto hace referencia a la cantidad de personas de una sociedad y al grado de interacción que se produce entre ellas. Un aumento de la cantidad de personas más un aumento de su interacción conduce a la transición de la solidaridad mecánica a la orgánica, dado que, si se producen simultáneamente, provocan un aumento de la competencia por los recursos escasos y una lucha más intensa por la supervivencia entre los diversos componentes paralelos y similares de la sociedad primitiva.

La Anomia

Aparece la primera formulación de una categoría que se instala firmemente en el pensamiento de Durkheim: la anomia (o anomía). Cuando comienza a analizar el funcionamiento de las sociedades complejas, (o modernas) se encuentra con dicha clasificación, entendiendo la anomia como una carencia de solidaridad social, dado que las relaciones con los órganos no están reglamentadas dado el desajuste originado por la permanente modernización. Particularmente, Durkheim encuentra en el contrato social un factor de anomia, ya que no garantiza el orden.

En ella consideró a la anomia como una situación social en la cual dejan de regir las normas, los individuos dejan de comportarse de acuerdo con ellas, en todo caso, como una anomalía social asociada a una división anómica del trabajo.

En El Suicidio, Durkheim aplicó el concepto de anomia, en el nivel social, a la explicación de un fenómeno tan individual como el suicidio, fenómeno en el cual distinguió 4 tipos.

El funcionalismo

El pensamiento de Durkheim ha influido notablemente diversos campos del conocimiento humano. Su teoría funcionalista derivada del Positivismo centra su atención en el funcionamiento, regularidades y normas de la sociedad. Alude, en términos generales, al uso de la función, considerada ésta como la manifestación externa de un objeto, en un determinado sistema de relaciones.

El término función nos remite a la idea de la actividad particular que realiza cada objeto, sea cual fuera su condición y clase, para esta teoría, la función es un concepto que, además de expresar las relaciones existentes entre los elementos de un conjunto, manifiesta el carácter de la dependencia de dichos elementos.

El funcionalismo es una teoría sociológica que pretende explicar los fenómenos sociales por la función que ejercen las instituciones en la sociedad. Si un cambio social particular promueve un equilibrio armonioso, se considera funcional; si rompe el equilibrio, es disfuncional; y si no tiene efectos, es no funcional.

El curso más importante de Durkheim (principal representante del funcionalismo) fue sobre la educación moral. Su propósito era comunicar a los educadores el sistema moral que esperaba que transmitieran a los jóvenes, con el fin de detener la degeneración moral que percibía en la sociedad francesa.

Principales obras

  • La División del Trabajo Social (1893)
  • Las Reglas del Método Sociológico (1895)
  • El Suicidio (1897)
  • Las Formas Elementales de la Vida Religiosa (1912)

Obra póstuma

  • Educación y sociología (1922)
  • Sociología y filosofía (1924)
  • La educación moral (1925)
  • El socialismo (1928)

Referencias

  1. Rosental M. y P. Iudin. Diccionario Filosófico. Ediciones Universo, Argentina, 1973, p. 129.

Fuentes