Mártires del Pensativo (9 de enero de 1961)

(Redirigido desde «Mártires del Pensativo»)
Martíres del Pensativo
Información sobre la plantilla
Pensativo.jpg
Fecha:8 de enero de 1961
Lugar:Caibarién
País(es) involucrado(s)
Cuba

Mártires del Pensativo, combatientes revolucionarios, que se destacaron por las actividades conspirativas que realizaron contra la tiranía batistiana.

Historia

Después del triunfo de la Revolución, los cuatro hombres se incorporaron a las Milicias Nacionales Revolucionarias y, por sus servicios prestados, integraron el Departamento de Seguridad del Estado Cubano.

Espionaje

Luego del triunfo de la Revolución, el comandante Antonio Santiago García, Tony, combatiente en el Escambray contra la tiranía de Fulgencio Batista, revolucionario de probado coraje, simuló aceptar la dirección de un levantamiento contrarrevolucionario en las montañas, tras una previa consulta con los Órganos de la Seguridad del Estado Cubano.

A partir del 9 de septiembre de 1960 mantuvo la información sistemáticamente, elaborando un plan de alzamiento e invasión que la CIA aceptó, pero le impusieron ultimar detalles en Washington.

El 8 de enero de 1961, la Seguridad Cubana recibió su último mensaje, al zarpar de Caibarién a bordo del pesquero El Pensativo, junto a Juan Bautista Hernández Roig (48), Francisco Pequeño Sáez (54) y Lisandro Sánchez Nieto (22).

El Pensativo

El Pensativo era un pesquero de una vela y motor, de 60 pies (18 metros) de longitud.

Se conoce el asesinato

Al pasar el tiempo, durante 1961, se desconocía el final de los expedicionarios hasta que un agente cubano en Miami escuchó una conversación casual dentro de un bar, en que el apátrida cubano llamado Antoñico el Isleño (Antonio Pérez Quesada, nacido en Caibarién), mencionaba que él y varios otros cubanos contrarrevolucionarios habían hundido en alta mar a El Pensativo y ametrallado a sus cuatro tripulantes.

Los informes de Tony Santiago frustraron planes de la contrarrevolución y permitieron que tres meses después la invasión por Playa Girón no encontrara a su Patria desprevenida.

Fuentes