Mercancía

Mercancia
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Concepto:Producto del trabajo destinado a satisfacer necesidades humana

Mercancía. Producto del trabajo destinado a satisfacer alguna necesidad del hombre y que se elabora para la venta, no para el propio consumo. Los productos del trabajo se convierten en mercancías tan sólo cuando aparece la división social del trabajo y cuando existen determinadas formas de propiedad sobre los medios de producción y los frutos del trabajo. Por consiguiente, la mercancía es una categoría histórica.

Dos factores de la mercancía

El capitalismo es la forma superior y más compleja de la producción mercantil. En la producción capitalista, todos los productos del trabajo son creados para el cambio, son mercancías. La producción mercantil se convierte en la forma universal de producción. pese a sus profundas diferencias la producción mercantil simple y la producción mercantil capitalista son del mismo tipo: se basan en la división social del trabajo, en la propiedad privada y en la producción de mercancías para el mercado.

El cambio de mercancías constituye la relación económica más simple, que surge históricamente antes que las relaciones capitalistas de producción y sirve de base necesaria para su desarrollo. Para conocer el capitalismo es imprescindible estudiar en primer término la forma más simple de las relaciones mercantiles, el cambio de los productos del trabajo como mercancías. Lenin al referirse a esta relación expresó: “El comienzo es el ‘Ser’ más simple, común, inmediato, de masas: la mercancía singular…”

Definiciones

Se entiende por mercancía el producto del trabajo que no se produce para el consumo personal, sino para el cambio mediante la compraventa. Si se examina la mercancía en la forma que aparece en el mercado se pueden indicar en ella dos cualidades. Por una parte la mercancía es una cosa útil, capaz de satisfacer tal o cual necesidad del hombre. Esta propiedad de la mercancía se denomina valor de uso. Por otra parte, la mercancía posee la cualidad de ser cambiada por otras mercancías, y además en cierta proporción. Esta propiedad de la mercancía se denomina valor de cambio.

Cosa mueble que es objeto de compra, venta, transporte, depósito, corretaje, mandato, fianza, seguro u otra operación mercantil; o sea, de actividades lucrativas en el tráfico, más o menos directo, entre productores y fabricantes, y otros comerciantes o el público en general. Cualquier género o producto vendible. Comercio; trato lucrativo con artículos o productos. Compraventa mercantil.

El valor de uso

Como valores de uso, las mercancías pueden satisfacer disímiles necesidades del hombre. Unos tipos de objetos útiles sirven para satisfacer las necesidades de la producción, como las máquinas, herramientas, materias primas, etc y otros satisfacen las necesidades personales de la gente, ya sean de carácter material o espiritual.

Los valores de uso forman el contenido material de las riquezas en toda la sociedad. Sin su producción constante no puede existir la sociedad. Algunos valores de uso son brindados de forma acabada por la naturaleza como el aire, el agua, etc. Pero la masa fundamental de los valores de uso es resultado de la producción.

El valor de uso no es siempre mercancía. Para que se convierta en mercancía debe ser producido con la finalidad de satisfacer las necesidades no del propio productor, sino de otros miembros de la sociedad, debe ser valor de uso social. Pero no todo valor de uso social es mercancía. Si el campesino dependiente producía trigo y lo entregaba en concepto de tributo al terrateniente, creaba el valor de uso no para sí, sino para otros, es decir, creaba el valor de uso social. Sin embargo no era mercancía por cuanto se entregaba a otros gratuitamente. Para que el objeto sea mercancía debe pasar de una persona a otra por medio del cambio en ciertas proporciones. Es decir, el objeto como mercancía no sólo debe ser valor de uso social, sino también valor de cambio.

En las condiciones de la producción mercantil, el valor de uso se transforma en portador material de una propiedad social especial, del valor de cambio.

El valor de cambio

El valor de cambio de la mercancía se identifica como una correlación cuantitativa en la que los valores de uso de una clase se cambian por valores de uso de otra clase. Los valores de cambio de acuerdo con los cuales unas mercancías se cambian por otras no son siempre constantes. Se cambian, y eso parece a primera vista que el valor de cambio de la mercancía es algo casual.

Instancia del valor

El trabajo es lo que tienen en común todas las mercancías y lo que las hace equiparables. Todas las mercancías son producto del trabajo. Al equipararse productos entre sí, lo que hace la gente en realidad es equiparar el trabajo contenido en estas mercancías. El trabajo materializado en las mercancías forma el valor y determina las proporciones en que se intercambian. Al cambiar la cantidad de trabajo invertido en la producción de unas u otras mercancías cambia también su valor y, respectivamente, las proporciones en que se cambian unas mercancías por otras. Por consiguiente, la base del valor de cambio de las mercancías es el valor, determinado por la cantidad de trabajo invertido en la producción de las mercancías. El valor de cambio es la forma de manifestarse el valor.

El único creador del valor es el trabajo. Sean cuales fueran las cualidades naturales de una u otra mercancía, su valor depende únicamente de la cantidad de trabajo materializado en ella. Según expresión de Marx, el valor de la mercancía no contiene ni un átomo de sustancia de la naturaleza. El trabajo materializado en las mercancías es la sustancia del valor. Por ello la magnitud del valor de la mercancía es determinado por la cantidad de trabajo invertido que es necesario para su producción. la medida de trabajo y, por consiguiente, la medida del valor es el tiempo de trabajo.

El trabajo individual y el socialmente necesario

Las condiciones socialmente normales de la producción

Dos valores de uso diferentes se cambian porque para su producción se requiere igual cantidad de tiempo de trabajo. Pero también se sabe que dos productores de una misma mercancía, invierten tiempos diferentes en la producción con la particularidad de que la diferencia en la magnitud de inversión de trabajo puede ser muy grande, ya que los productores de mercancías utilizan instrumento de trabajos diferentes, poseen distintos grados de maestría y trabajan con distinta tensión. La cantidad de trabajo invertido en la producción de la mercancía por el productor se denomina trabajo individual.

La medida del trabajo individual se denomina tiempo de trabajo individual, que es también la medida del valor individual de la mercancía. Sin embargo el valor de cambio no se determina por el valor individual de la mercancía, sino por el valor social de la misma.

La magnitud del valor de la mercancía no se determina por la inversión de trabajo individual, sino por el trabajo socialmente necesario, que es medido por el tiempo de trabajo socialmente necesario, es decir, por el tiempo de trabajo que se requiere para crear un valor de uso cualquiera en las condiciones socialmente normales de producción y con el nivel medio de destreza e intensidad del trabajo imperante en la sociedad.

Se entiende por condiciones socialmente normales de la producción, que determinan la magnitud del valor de las mercancías, aquellas en las que se produce la masa fundamental de mercancías del tipo dado.

Gracias a los cambios que se operan en las condiciones de la producción, el tiempo de trabajo socialmente necesario no se mantiene siempre igual. Al cambiar el tiempo de trabajo socialmente necesario, cambia también la magnitud del valor.

La productividad del trabajo y la magnitud del valor

Los cambios que se producen en la magnitud del tiempo de trabajo socialmente necesario y en el valor de las mercancías son determinados por los cambios de la productividad del trabajo. La magnitud del valor de las mercancías cambia en relación inversa a las variaciones que experimenta la productividad del trabajo: al aumentar la productividad del trabajo disminuye el valor.

En la realidad es posible el incremento del valor de las mercancías debido a la disminución de la productividad del trabajo, y su reducción gracias a la elevación de la productividad del trabajo. No obstante es típico la elevación y no la reducción de la productividad del trabajo y, por consiguiente, la disminución y no la elevación del valor de las mercancías.

En el incremento de la productividad del trabajo se expresa el desarrollo de las fuerzas productivas, el empleo de la técnica moderna, la aplicación de la ciencia a la producción, el mejoramiento de la organización del trabajo, la elevación de la maestría de los trabajadores y el incremento de la intensidad social media del trabajo. El propio sistema de relaciones de producción en la economía mercantil estimula el crecimiento de la productividad del trabajo.

El doble carácter del trabajo materializado en la mercancía

El hombre siempre invirtió trabajo en la producción de uno u otro objeto de utilidad. Pero no siempre el trabajo proporcionó la cualidad de valor a los objetos. En las formas de economía natural que precedieron al capitalismo, los productos del trabajo, siendo valores de uso, no eran destinados al cambio, y por consiguiente no aparecían como valores mercantiles.

La propiedad del trabajo de crear valor no es una propiedad natural, sino social. Esta cualidad es originada por un tipo especial de relaciones de producción y tiene carácter histórico, transitorio, es decir, surge en determinadas condiciones sociales de la producción y se extingue al desaparecer estas condiciones.

En la doctrina de Marx acerca del doble carácter del trabajo en la economía mercantil figura la fundamentación de esta tesis. El principio acerca de que el trabajo es aquello común que hace a las mercancías equiparables es completamente cierto. En realidad, las mercancías son valores de uso diferentes, el trabajo que los crea es también heterogéneo, distinto. Por consiguiente, el trabajo como creador de valores de uso no puede ser aquello común que hace a las mercancías equiparables.

Trabajo concreto

El trabajo que crea valores de uso fue denominado por Marx trabajo concreto. Su peculiaridad consiste en que se invierte en determinada forma conveniente y su resultado es uno u otro objeto útil. La forma de inversión del trabajo depende del valor de uso que se produce.

En la economía mercantil, el trabajo tiene rasgos específicos. Es el trabajo del productor de mercancías independiente y se manifiesta como trabajo privado. Por cuanto el trabajo concreto de cada productor constituye un eslabón del sistema de la división social del trabajo es social. Sin embargo aparece directamente como trabajo privado. Formalmente, todos los productores privados son autónomos e independientes entre sí. Cada productor realiza el proceso de producción a su antojo: él mismo elige la esfera de producción, determina el volumen de la misma, el lugar y el tiempo de la realización, etc. A la vez los productores de mercancías privados está relacionados entre sí por el sistema de división social del trabajo. Cada uno de ellos no produce las mercancías para él, sino para la sociedad. Debido a la especialización unos productores de mercancías necesitan los productos del trabajo de otros, y sin el intercambio con estos, no pueden realizar el proceso de producción. Por consiguiente el trabajo de cada productor de mercancías tiene por su contenido, carácter social. Entre el carácter social y privado del trabajo existe una profunda contradicción, se trata de la contradicción fundamental de la producción mercantil. Formalmente todo productor de mercancías puede crear cualquier valor de uso que desee, y en cualquier cantidad. Pero en realidad debe producir sólo los valores de uso que necesita la sociedad, los que tienen valor de uso social, y en la cantidad que requiere la sociedad.

El trabajo concreto del productor de mercancías se manifiesta claramente como trabajo privado. La naturaleza social del trabajo, su uniformidad, su capacidad de ser equiparado, así como su capacidad de crear valor, existen ocultamente. Este aspecto del trabajo, que crea la mercancía, adquiere su expresión a través de la categoría de trabajo abstracto.

Trabajo abstracto

A diferencia del trabajo concreto, que tiene la heterogeneidad cualitativa, el trabajo abstracto se caracteriza como trabajo cualitativamente homogéneo. El trabajo que crea el valor de una mercancía, posee las mismas cualidades que el trabajo que crea el valor de otras mercancías. El trabajo del herrero y el panadero es cualitativamente diferente en su forma concreta pero desde el punto de vista fisiológico tienen la misma base, la aplicación de los músculos, los nervios, el cerebro. Solo es distinta la cantidad de trabajo contenida en las diversas mercancías. La equiparación de las mercancías distintas reduce de hecho el trabajo contenido en ellas a una base común única, al trabajo en general, al trabajo humano abstractamente general, a la inversión de fuerza de trabajo del hombre. En el proceso del cambio se opera una abstracción real de las particularidades específicas que posee cada uno de los tipos del trabajo concreto. El trabajo abstracto representa la forma social específica del trabajo, del trabajo en la producción mercantil.

Fue Marx el primero que descubrió el doble carácter del trabajo que produce mercancía. Con ello se produjo una revolución en la teoría del valor.

Al descubrir la naturaleza social específica del trabajo que crea valor, Marx sentó las bases para la teoría científica del valor y para el análisis de las principales relaciones del modo capitalista de producción.

El trabajo simple y el trabajo complejo

Los tipos concretos de trabajo se caracterizan no sólo por la diversidad de los procedimientos, instrumentos y resultados del trabajo., sino generalmente por la diferencia de la preparación necesaria de los trabajadores.

Unos tipos de trabajo concreto, llamados no calificados, pueden se realizados por todos los miembros de la sociedad aptos para el trabajo que tienen la instrucción y el nivel cultural habituales para la época histórica dada; otros tipos de trabajo denominados calificados, necesitan de una preparación previa especial.

El trabajo que requiere una preparación especial, el trabajo calificado, se diferencia del trabajo no calificado que no necesita de preparación especial, como el trabajo complejo del trabajo simple.

El trabajo complejo viene a ser en realidad el trabajo simple multiplicado, elevado a una potencia.

El valor de las mercancías se mide por la cantidad de tiempo de trabajo, de inversión de trabajo simple. Por ello, en iguales intervalos de tiempo de trabajo, el trabajo más complejo siempre creará mayor valor que el trabajo simple.

En el proceso de reducción de los diversos tipos de trabajo al trabajo abstracto único se realiza la reducción del trabajo complejo al trabajo simple.

El proceso de reducción del trabajo complejo al trabajo simple se realiza en el proceso del cambio de mercancías espontáneamente, independiente de la voluntad de las personas. Si las proporciones del cambio de mercancías no corresponden al grado de complejidad del trabajo invertido en su producción, comenzará la redistribución del trabajo por las esferas de la producción.

Equivalente general

Mercancía que expresa el valor de todas las otras mercancías y por la que todas se cambian. En el proceso de cambio de las distintas mercancías por el equivalente general el valor de este ultimo aparece bajo el aspecto de forma general del valor. La aparición de dicho equivalente implica un nivel bastante alto del desarrollo de la producción mercantil y la existencia de un intercambio regular. Del mundo de las mercancías se separó espontáneamente una que gozaba permanentemente de gran demanda en el mercado. Ello hizo que el cambio directo o trueque de mercancía por mercancía fuera desplazado por la circulación mercantil con lo que la operación comercial se lleva a cabo a través de un intermediario: el equivalente general.

El cambio empezó a dividirse en dos actos vinculados entre si: primero el productor cambiaba su mercancía por el equivalente general y después cambiaba la mercancía—equivalente por la que necesitaba. En los distintos pueblos y en dependencia de las condiciones de la producción y del cambio, aparecieron en calidad de equivalente general mercancías diversas: ganado, cereales, pieles, metales etc. A medida que fue desarrollándose la producción mercantil y el comercio internacional en todas partes se empezaron a tomar como equivalente general los metales preciosos, el oro y la plata, que se convirtieron en dinero. Finalmente el oro pasó a desempeñar la función de equivalente general en todas las operaciones comerciales.

Exportación de mercancías bajo el capitalismo

Forma de nexos económicos entre países condicionada por la división capitalista internacional del trabajo. La necesidad objetiva de la exportación de mercancías es determinada por el desarrollo de la división social del trabajo y por la formación de la economía capitalista mundial.

Bajo el capitalismo, la peculiaridad de la exportación de mercancías estriba en que se amplía de modo colosal su volumen, y la exportación de mercancías se convierte en uno de los medios para alcanzar el objetivo de la producción capitalista: obtener plusvalía. Durante el capitalismo premonopolista, la división internacional del trabajo dependía en gran medida del influjo de las condiciones económico—geográficas de la producción, de suerte que los costos de producción de ciertas mercancías resultaban en unos países más bajos que en otros; a ello se debía que la exportación de tales mercancías fuese lucrativa. Al mismo tiempo, la burguesía utilizaba ampliamente la exportación de mercancías para expoliar de manera directa, por medio del intercambio no equivalente, a los pueblos de otros países que se encontraban en estadios precapitalistas de desarrollo. Bajo el imperialismo, cuando la división internacional del trabajo se basa en las relaciones de dominio de algunos países con una industria altamente desarrollada sobre los demás países del mundo capitalista, la exportación de mercancías sirve para mantener y consolidar estas relaciones, para hacer que la burguesía imperialista obtenga altas ganancias monopolistas. Los monopolios utilizan su situación dominante en el mercado capitalista mundial para exportar mercancías (sobre todo artículos industriales) a altos precios de monopolio y para importar otras (sobre todo materias primas) a bajos precios de monopolio. La exportación de mercancías, indisolublemente vinculada — bajo el imperialismo— al intercambio no equivalente, constituye uno de los factores importantes que confieren carácter internacional a la explotación capitalista.

Fuentes

  • V. I. Lenin. “Plan de la dialéctica de Hegel” (Lógica), OC. T XXXVIII. Pág 312.
  • Curso de Economía Política. Universidad de Lomonosov. Tomo I. Primera parte. Pág 157.
  • Material didáctico de ciencias sociales. Economía Política. Ed Progreso. Moscú. Pág 61.

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