Monumento a los mártires del 30 de noviembre
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Monumento a los mártires del 30 de noviembre. Erigido después del triunfo revolucionario a los mártires de la última etapa de luchas por la liberación nacional en Cuba. Ubicado en el sitio Loma del Intendente en la ciudad de Santiago de Cuba.
Síntesis histórica
El 30 de noviembre de 1956 organizado y dirigido por Frank País García, se produjo el levantamiento armado en Santiago de Cuba, con el objetivo de apoyar el desembarco del Yate Granma. Fue la primera vez que se usó el uniforme verde olivo con el brazalete rojo y negro del Movimiento 26 de Julio.
Las acciones realizadas en Santiago fueron el ataque a la Policía Marítima, el asalto a la armería de la Ferretería Dolores, fuga de los presos políticos de la Cárcel de Boniato, el cerco al Cuartel Moncada y la más riesgosa y difícil, el ataque a la policía nacional, ubicada en la Loma del Intendente, donde cayeron los valerosos jóvenes: Pepito Tey, Tony Alomá y Otto Parellada, quedando el edificio totalmente destruido.
Dos años y siete meses después de esta gloriosa acción, y a sólo seis meses de alcanzado el triunfo revolucionario, se erigió el monumento para rendir homenaje y tributo de recordación a los mártires de la gesta.
La idea fue del profesor René Valdés Cedeño, quien se desempeñaba como director de la Escuela de Artes Plásticas, siendo auspiciada su ejecución por la Asociación de Alumnos de la Escuela. La directiva de esta Asociación estaba integrada por: Rosaura Vázquez, Presidenta; José Julián Aguilera Vicente, Secretario; Nieves Alemañi Aguilera, Miembro y Hugo Arencibia Videaux, Miembro.
El profesor Aguilera Vicente manifestó en entrevista que se le realizara que el monumento se hizo en tiempo record.
Los mármoles y piedras del soporte, así como la placa monumental utilizados en la acción escultórica los aportó gratuitamente la Empresa Gallo de la Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud), incluyéndose además la transportación.
La fundición en bronce de la escultura fue realizada por Antonio Bravo, jefe de fundición de los Hornos de la Compañía Bacardí, trabajo realizado gratuitamente por su interés personal; ocultando sus propósitos a los propietarios de la misma.
Con anterioridad, a través de la Asociación de Alumnos, fueron múltiples las solicitudes realizadas para la fundición del monumento y nunca se materializó.
La iluminación al monumento se realizó con una lámpara recién llegada al país, que fue conseguida a través del trabajador de la Compañía Eléctrica Johny Arias, cuñado de Otto Parellada.
El texto de la placa dedicatoria fue redactado por el doctor Miguel Angel Sagué, Director del Instituto Barrios, y la obra de albañilería fue ejecutada por Francisco Maymir, trabajador de Obras Públicas.
Inauguración
El acto público para inaugurar el monumento fue el 14 de junio de 1959 y tuvo carácter masivo. Estuvo presente la prensa escrita: Periódico Oriente, Surco y Prensa Universal, siendo el lugar elegido el frente de la antigua Escuela de Artes Plásticas, por ser el escenario de las acciones por la toma de la Estación de la Policía Nacional de la dictadura, donde cayeron heroicamente Tony Alomá, Pepito Tey y Otto Parellada.
En el acto participaron como oradores: Rosaura Vázquez Pérez, Presidenta de la Asociación de Alumnos de la Escuela de Artes Plásticas; Gloria Álvarez, alumna de dicha escuela; Elsa Angulo, Presidenta de Trabajadores de Plantas Eléctricas; Pedro García Lupiañez en nombre de los combatientes del 30 de Noviembre, Secretario Local del Directorio del 13 de marzo; Rafael González Mariño en representación de la Federación de Trabajadores de Oriente; Casto Amador Hernández, Coordinador del M-26-7 en Oriente; Antonio Palacios Presidente del Instituto de Segunda Enseñanza y Amador Díaz Roca a nombre de los familiares de los caídos. El Dr. Armando Hart Dávalos, entonces Ministro de Educación, pronunció las palabras finales.
Congregados junto a la tarja se hallaban además alumnos y profesores de la Escuela de Artes Plásticas y los combatientes de la Sierra Maestra Armelio Torres y Zaida Boizán, que develaron el monumento. Estuvieron presentes también los comandantes Manuel Piñeiro, Calixto García, Carlos Iglesias (Nicaragua) y Raúl Menéndez Tomassevich, la combatiente Vilma Espín, familiares de los revolucionarios caídos, el estudiantado y pueblo en general.
Posteriormente, los padres de Pepito deciden colocar junto a este monumento una jardinera que ya está integrada al conjunto escultórico.
Descripción
El monumento representa a la Madre Patria adolorida con la cabeza inclinada, que tiene en su mano una rama de laurel como homenaje a los caídos. En la placa de bronce se puede leer: “Tríptico glorioso que derramara su sangre generosa en holocausto de la libertad, héroes y mártires su sacrificio levantó a todo un pueblo contra la tiranía, después de muertos continuaron luchando por la redención de su Patria”.
Posee una placa de mármol con la inscripción: "30 de noviembre de 1956, 14 de junio de 1959, Artes Plásticas".
A la izquierda tiene una jardinera de mármol con las fotos de los tres mártires y el texto: “A Tony, Otto y nuestro inolvidable hijo Pepito. 30-11-56. Olga y Pepe.”
Véase También
Fuentes
- Gómez Bell, Miriam E, Trabajo investigativo sobre el Monumento a los mártires del 30 de noviembre(sin publicar)
- Periódico Surco. 15 de junio de 1959
- Periódico Oriente. 15 de junio de 1959
- Fondo documental del Museo de la Lucha Clandestina
- Entrevistas al escultor José J. Aguilera Vicente y a Rosaura Vázquez, presidenta de la Asociación de Alumnos de la Escuela de Artes Plásticas “José J. Tejada”.
