Muralla de Gibara

Sistema defensivo de la Muralla y sus Fortines. Gibara.
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (Militar)
Murallas.jpg
Fortaleza militar
Descripción
Tipo:Militar
Localización:En toda la periferia de la Villa de Gibara
Uso inicial:Fortaleza Militar
Uso actual:Monumento
Datos de su construcción
Inicio:1870
Demolición:1903-1904

Muralla de Gibara. Construcción perteneciente al Sistema de Fortificaciones de Gibara, erigida en el siglo XIX y de la cual aún se conservan fortines y pequeños tramos. La construcción de la muralla convirtió a Gibara en la Segunda Ciudad Amurallada de Cuba.

Motivos de la construcción de la muralla

La bahía de Gibara fue utilizada desde antes de la fundación del poblado para el tráfico comercial que realizaban los vecinos de la jurisdicción de Holguín. Este tráfico era muchas veces entorpecido por los ataques de los corsarios y piratas, razón que impulsó a las autoridades españolas a darle protección al lugar. A tal efecto se construyó en 1817 una batería de costa en los terrenos conocidos como Punta de Yarey, la cual se bautizo como Batería de Fernando VII , posibilitado con ello que la bahía de Gibara se convirtiera en un lugar seguro y que los pobladores de los terrenos cercanos a ella quedaran resguardados.

Batería Fernado VII, fortaleza militar que dio origen a La Villa de Gibara.

Lo anterior trajo como consecuencia que muchos comerciantes y otras personas de buena situación económica se asentaran en el poblado, que además de estar protegidos por la batería, podían, en casos de urgencia, abandonar la isla por vía marítima sin mayores contratiempos. Al desatarse la Guerra de los Diez Años el 10 de octubre de 1868, el poblado de Gibara se convirtió en uno de los lugares preferidos por los peninsulares y ricos comerciantes, al contar con las condiciones mínimas para que su capital quedara a salvo, porque desde hacía tiempo estaba protegida por mar por una batería de costa.

Refiriéndose a esta situación el historiador gibareño Herminio Leyva planteó: "Así fue que en aquellos momentos de peligro político para el colonialismo español y sus seguidores en la isla, una gran parte de los peninsulares o criollos que no simpatizaban con la insurrección o que eran enemigos de ella en la vasta jurisdicción de Holguín.... se avecindaron definitivamente contribuyendo con sus capitales, que no eran pocos, al despegue y desarrollo comercial de Gibara."

Todo lo anterior, unido a que el movimiento belicista se trasladó al interior de la isla obligó al gobierno español a construir obras menores de defensa con un carácter muy peculiar y que servían para defender a los pueblos, apareciendo así trincheras, fortines y alambradas.

Financiamiento

Los vecinos de la Gibara no se quedaron a la zaga y en los primeros años de la década de 1870 iniciaron la construcción de una muralla en la villa, que según expresa el historiador Herminio Leyva en el libro "Gibara y su jurisdicción", fue costeada por suscripción voluntaria de los vecinos de la localidad, sin embargo, en el análisis realizado a los documentos de la época, se demuestra que realmente no fue así, sino el resultado de la imposición de tributos sobre las rentas anuales de los habitantes. En las actas del Ilustre Ayuntamiento de la Villa de abril de 1875 se aborda la necesidad de hacer efectivos los recibos pendientes de algunos vecinos de Gibara, y que habiéndose gestionado se negaron absolutamente a verificar el pago, situación similar a la analizada el 31 de julio del propio año, donde se adjuntan además varios recibos a un documento que dice entre otras cosas: "Tantas son las veces que en varias‚ pocas y de distintas maneras se les ha requerido el pago a estos vecinos en el transcurso de un año en que se estableció este cobro, que sólo una fuerza obligatoria les hará pagar, pues la persuasión y las mas justas observaciones para hacer comprender la necesidad y la obligación del pago, se han apurado hasta lo infinito."

Ubicación

La muralla comenzaba a orillas del mar, en la parte Norte del litoral, lugar que aun se conoce como Punta de Muralla, continuaba subiendo por delante de Los Colgadizos hasta la loma de La Vigía (parte más alta del pueblo), pasaba por detrás de El Cuartelón y bajaba por la parte suroeste, detrás del cementerio, hasta concluir pegada a la costa por el otro lado, por donde estaba la antigua estación del Ferrocarril entre Gibara y Holguín.

Fortaleza el Cuartelón

Medía cerca de 2000 metros de longitud situado de Norte a Sur. Su altura alcanzaba los dos metros y tenía dos pies de espesor. De tramo en tramo estaba reforzada por pilares interiores. En sus ángulos salientes se ubicaban cinco fortines y dos tambores de defensa en la entrada principal o Camino Real de Holguín, punto verdaderamente estratégico. Los muros y pilares interiores, así como los fortines, se construyeron con sillarejo y los pisos y techos de los últimos eran de madera, con tejas en las cubiertas. De esta manera lograron los vecinos de Gibara ponerse a salvo de cualquier ataque de los insurrectos, pues se hacían guardias constantes, tanto en los tambores de madera como en los fortines, por soldados de la propia guarnición, apoyados por voluntarios.

Los Fortines.

Los fortines tenían las siguientes características y ubicación:

  • Fortín No. 1 : Se encontraba al final de la calle España (hoy Cuba), en la zona conocida como Punta Muralla. Era un cuadrado de 5 metros de lado y una superficie de 25 metros cuadrados.
  • Fortín No. 2 : Ubicado en la parte mas alta de la villa, conocida como La Vigía, de forma poligonal, casi circular, puede considerárselo un polígono de 12 lados, con 2 metros cada uno y una superficie de 46,20 metros cuadrados. Este fortín presenta dos niveles; esta rodeado de aspilleras, construidas por parajes horizontales, estrechas en la parte interior y con derrame al exterior. Presenta un vano de puerta en el segundo nivel.
Fortines conservados
  • Fortín No. 3: Ubicado en la zona alta del poblado, al final de la calle Concha (Hoy Cavada), a poca distancia de El Cuarterón tenía base cuadrada, de seis metros de lado, con una superficie de 36 metros cuadrados.
  • Fortín No. 4: Situado en un punto cercano a la calle Leyva, por su parte sur, afecta la forma de un polígono de 12 lados, teniendo cada uno de ellos un metro y treinta centímetros de longitud, para una superficie de 18,96 metros cuadrados.
  • Fortín No. 5. : Estaba situado al final de la calle del Calvario, hoy Bernabé Varona, detrás del cementerio, en la parte sur. De forma cuadrada, de 4,50 m de largo y 20,25 metros cuadrados de superficie.

Tenía la muralla tres portadas: una al norte junto al fortín número 1, otra en la entrada principal del antiguo camino a Holguín (hoy camino de Los Hoyos) y la tercera en el Camino del Cura (hoy carretera a Holguín). Estas características de la muralla se han planteado teniendo en cuenta el plano de Gibara confeccionado en 1875 por Don Nicolás Pérez Sancho en el cual aparecen así, sin embargo, al analizar documentos del ayuntamiento de la villa sobre el año económico de 1900 que tratan sobre el pago por la reconstrucción de los fortines, se demuestra que que en el período 1875-1895 la muralla fue reparada y se le construyeron nuevos fortines, estos son :

  • Fortín No. 6: De forma poligonal, con 12 lados, midiendo 1,30 metros por cada uno y con una superficie total de 27,84 metros cuadrados.
  • Fortín No. 7:Conocido también como Avanzada de la Tenería, por estar situado cerca de una tenería, próxima a la costa. Es un polígono hexagonal de cinco metros de lado para totalizar 64,50 metros de superficie. Tenía tres niveles interiores, una sección de muro escalonado bien definida, tres aspilleras por nivel en cada una de sus caras. Su coronamiento es simple, con pretil corrido y pilastras en la intersección de sus lados. su techo era de madera y tejas de seis aguas. La puerta de acceso esta ubicada en el lado que mira al mar.

También tenía la muralla dos casetas de mampostería y tejas.

Guerra del 95

Al estallar la guerra de 1895, nuevamente los comerciantes y vecinos acomodados de la villa sintieron temor de perder sus riquezas a manos de los insurrectos y promovieron la reparación de la muralla. Esta última reparación se efectuó a un costo de 4365 pesos por los gastos del muro que circundaba la población y 5430 pesos para reparar los fortines. La reparación de las casetas costó 600 pesos, por lo que los gastos totales ascendieron a la cantidad de 10 395 pesos.

Demolición

Durante el período de gobierno municipal del General del Ejército Libertador Ricardo Sartorio Leal, finalizada la Guerra del 95 y la Primera ocupación militar de Estados Unidos en Cuba (1899-1902) , a inicios del siglo XX se ordenó demoler la muralla para ensanchar el casco del poblado y rellenar algunas calles. Los restos que quedaron como testigos de esta etapa son los fortines 2, 6 y 7; así como un pequeño lienzo de muralla en lo alto de La Vigía, que aunque fue reparado entre 1988 y 1989 cumpliendo la política de rescatar y conservar monumentos, hoy en día presenta mal estado.

Fuentes

  • Hernández Medina, Maria . Ruiz de Quevedo Maria Teresa .LA MURALLA DE GIBARA Y SUS FORTINES.

Referencias

  • Ayuntamiento de Gibara: Libro de Actas de las Sesiones Correspondientes al período 1874-1877.
  • Ayuntamiento de Gibara: Legajos correspondientes al año económico 1900-1901.
  • Blanes Martín, Tamara: "Identidad Cultural y tipológica de la arquitectura militar colonial y la del caribe español." en Plástica del Caribe. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1989.
  • Caballero Aguilera, Liliana. Estudio de las fortificaciones y el sistema defensivo de *Gibara siglo XIX. Proyecto de grado. Instituto Politécnico de Museología. 1985.
  • Delegación Municipal de Monumentos, Gibara: Expedientes de Monumentos Históricos.
  • Leyva Aguilera, Herminio: Gibara y su Jurisdicción. Establecimiento Tipográfico de Martín Bim, Gibara, 1894.
  • Pérez Sancho, Nicolás: Plano de la Villa de Gibara confeccionado e impreso en 1875.