Omar Franco

Omar Franco
Información sobre la plantilla
Omarfranco3.JPG
Cuando uno observa las actuaciones humorísticas del talentoso actor Omar Franco, se da cuenta de que tras las altas dotes histriónicas, la vis cómica y el carisma, hay fundamentalmente inteligencia, buenos textos, estudio, rigor y respeto por el público.
NombreOmar Franco
NacimientoCiudad de la Habana, Bandera de Cuba Cuba
ResidenciaBandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
OcupaciónActor, humorista
PremiosPremio Caricato del Concurso de Actuación en Cine Tomás Gutiérrez Alea, Premio Caricato 2012.

Omar Franco. Destacado actor cubano con amplia trayectoria artística (más de 20 años). Humorista y actor dramático. Amplio resulta su trabajo en el cine cubano. Miembro de la junta artística del Centro Promotor del Humor.

Trayectoria Artística

La formación de Omar Franco ha estado muy vinculada a personalidades de la cultura cubana como Armando Suárez del Villar en el teatro, Arturo Sotto, en el cine o Roly Peña, en la televisión, y con Hilda Oates, René de la Cruz, Luis Alberto García. Omar Franco es graduado de Ingeniero en Control Automático en el Instituto Superior Politécnico "José A. Echeverría". Es un probado humorista con una destacada actuación dramática y amplia participación en el cine cubano.

Humorista

Omar es uno de los mejores intérpretes del humor inteligente que se realiza en Cuba en la actualidad por su forma de actuar inconfundible. Siendo un niño y estudiando en la primaria empezó con un piquete a hacer de payasos, llegando a trabajar en el Guiñol . Estudiando en la Secundaria hacía chistes en los chequeos de emulación. En el Preuniversitario se involucró en el teatro de manera seria. La amistad con Otto Ortiz durante los años de estudios universitarios en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría lo llevaron a formar el grupo Los Hepáticos donde después se incorporaron Carlos Vázquez, más conocido como Riquimbili y Nelson Téllez. Se mantuvo vinculado a Los hepáticos por cinco años. Con el grupo Humoris Causa se ha mantenido por más de 15 años junto a Iván Camejo quién ha sido un complemento importante para su trabajo en ese grupo.

Omar Franco en el programa El Show de Carlucho.

Su carismático personaje en el programa televisivo No quiero llanto lo ha catapultado a la popularidad entre los seguidores del humor contemporáneo. Ha trabajado en el espacio humorístico Vivir del Cuento, desdoblado en un pillo del asfalto que vulnera la ingenuidad de Pánfilo, a golpe de códigos urbanos que este actor conoce muy bien y junto a Antolín en las noches dominicales de verano. Se recuerda su interpretación del monologo ¨Un cubano en Pensilvania¨, su paso por los Aquelarre y los diferentes programas de radio. Fue invitado por el prestigioso humorista Virulo, y en compañía de la actriz Natalia Herrera y Churrisco, a Baja California, México, para homenajear al escritor Cástor Vispo, creador de la Tremenda Corte, espacio humorístico radial que vio la luz en la Cuba de los años 50 del pasado siglo.

Trabajo en el Cine

Ha participado en las siguientes películas: Habanastation de Ian Padrón (Personaje: Jesús), El cuerno de la abundancia, El premio flaco (Personaje: Domingo), Pablo (Personaje: Rogelio) , Penumbras (Personaje: Pepe) de Charlie Medina, La espuma del día, ópera prima de Fernando Timossi. Tiene en proyecto un filme de Marylin Solaya, y otro de Arturo Sotto.

Trabajo en el Teatro

Comienza su trabajo en el teatro con una obra de Ignacio Gutiérrez llamada Llévame a la pelota, donde se cuenta la historia de los estudiantes que se metieron en el estadio del Cerro en contra de la tiranía de Batista. Por el personaje que interpretó, entonces en calidad de aficionado, le otorgaron su primer premio de mejor actuación masculina. Trabajó en Santa Camila, la primera obra dramática que interpretó bajo la dirección de Armando Suárez del Villar. En su recorrido por las tablas y los disímiles espacios que le han abierto las puertas para el espectáculo ha estado consciente de que su labor puede moldear seres humanos mejores y más comprometidos.Por Pepe, el personaje de Penumbra recibió un Premio Caricato, cuando lo hizo en teatro en el año 2004. Desde el año 2007 ha estado algo desvinculado del teatro cuando hizo el Mario Conde, el personaje de Leonardo Padura. Sueña con hacer un espectáculo que mezcle la tragedia y la comedia, un compendio que resuma lo mejor que ha hecho en el teatro y en humor

Confesiones de Omar Franco

Jesús es el personaje que interpreta Omar Franco en la película Habanastation del Director Ian Padrón
  • Humor preferido: Tengo casi todas las películas de Charles Chaplin. Para mí ese genio es paradigmático porque te lleva de la risa a la reflexión. Ya de los más contemporáneos me gusta mucho lo que hace Les Luthiers. He tenido la «mala suerte» de conocer a Daniel Rabinovich, quien estuvo en Cuba invitado por Virulo e impartió unas conferencias en el año 2007. También a Ernesto Arche, ex integrante de Les Luthiers.En casi todos los núcleos familiares cubanos hay un humorista de preferencia y en mi casa y en mi caso también. No voy a mencionar los míos para no dejar fuera a alguno. Cuba ha sido tierra fértil para humoristas, de eso dan fe todos los premios nacionales del Humor entregados desde el año 2000, y el movimiento de artistas que cultiva este género con profesionalidad. Hay valiosas fuentes donde beber como Zumbado, Luberta y Enrique Núñez, los tres primeros premiados, a quienes quizá la juventud no conozca tan bien y que valdría la pena tomar como referencias.
  • Tiempo libre: Me gusta mucho el deporte. Conozco, gracias a mi trabajo, a varios deportistas y los sigo en los eventos, y comparto sus triunfos y derrotas. Yo no juego, doy clases de dominó”, pero no tengo tiempo para disfrutarlo, porque, entre otras razones, en los últimos años la construcción de mi casa me ha consumido casi todo el tiempo libre. Me encanta compartir con mi familia, con mi esposa y mi hijo que está en segundo año de Estomatología y ya delinea el futuro de la familia: “yo meto muela y él la saca. La lectura es otra de mis preferencias. Aunque no nací en la calle Paula, sino en Santo Suárez me declaro un martiano febril y trato siempre de repasar la obra de Martí. Disfruto Mantilla, mi barrio adoptivo. Tiene un abanico social muy interesante que es muy útil para retroalimentarme. Las personas con las que me encuentro me ayudan a interpretar mis personajes, que casi nunca tienen que ver conmigo.
  • Película Pablo: Casualmente fue en este lugar, en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, un día en el que yo estaba haciendo humor en una actividad por el Día del Periodista. Yosmani Acosta, el director del filme, me había citado a partir de una referencia del actor Aramís Delgado y me propuso un personaje muy trágico. Él nunca me había visto actuar en vivo, fue una cosa un poco postmodernista; se sienta a tratar de verme a mí en un personaje muy dramático a partir de una actuación humorística. Después de leer el texto, acepté la historia; creo que a los veinte días ya me estaba respondiendo que yo era el Rogelio de la película.
  • Después de Pablo: Cuando uno se enfrenta a personajes y situaciones así se aleja más del mal, que es importante; la frase es manida pero no deja de ser muy cierta, los actores podemos ponernos en la piel de otros, pero cuando fríamente analizamos la historia nos damos cuenta de qué malo es ser así, y se refuerza tal vez la bondad que uno pueda tener como persona —aunque parezca una falta de modestia—, pero al menos me aleja de lo que puede ser malo para los demás. Como padre mejoré, y como persona; no solo en el hecho de que no voy a hacer cosas malas —que nunca las he hecho—, sino por la posibilidad de entender por qué algunas personas son malas, que no es un fenómeno solo cubano, pero después que nosotros pasamos esa década última del siglo XX, el Período Especial, en que la gente perdió un poco el norte de lo cívico, es bueno que aparezcan este tipo de películas y no darle la espalda o mantener al margen a actitudes como esta, que al final lo que hacen es ensombrecer nuestra realidad.
  • Hacer reir: Si yo buscara el día en que dije que podía vivir de la risa ajena no lo encontraría. Desde niño me gustó aprender trabalenguas y adivinanzas. Tuve un libro que se llamaba Sabiduría guajira; después hice mío los libros de Samuel Feijóo. Y siempre me han gustado las estampas de Luis Carbonell.

Véase también

Fuentes