Diferencia entre revisiones de «Shangrilá»

 
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'''Shangrila'''. Entre los antiguos mitos budistas figura un paraíso perdido, conocido como Chang Shambhala, la fuente de la sabiduría eterna donde vivían seres inmortales en armonía perfecta con la naturaleza y el universo. En la India, oculto entre los [[Himalayas]], se llama [[Kalapa]], mientras que la tradición [[china]] lo ubica en los montes [[Kun Lun]]. Asimismo, en la antigua [[Rusia]] se hablaba de la legendaria Bielovodye, la [[Tierra]] de las Aguas Blancas, donde vivían santos ermitaños de inmensa sabiduría. [[James Hilton]], en su novela Horizontes Perdidos, recreó el mito y lo llamó Shangri-La.
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'''Shangrila'''. Entre los antiguos mitos budistas figura un paraíso perdido, conocido como Chang Shambhala, la fuente de la sabiduría eterna donde vivían seres inmortales en armonía perfecta con la naturaleza y el universo. En la India, oculto entre los [[Cordillera del Himalaya|Himalayas]], se llama [[Kalapa]], mientras que la tradición [[china]] lo ubica en los montes [[Kun Lun]]. Asimismo, en la antigua [[Rusia]] se hablaba de la legendaria Bielovodye, la Tierra de las Aguas Blancas, donde vivían santos ermitaños de inmensa sabiduría. [[James Hilton]], en su novela ''Horizontes perdidos'', recreó el mito y lo llamó Shangri-La.
  
El [[Hinduismo]], el Shamanismo y el [[Budismo]], todos ellos conservan tradiciones que postulan a Shamballa como la fuente misma de su religión. Por miles de años se han escuchado relatos acerca de algún lugar más allá del Tibet, entre los majestuosos picos y apartados valles del Asia central, que persiste como un paraíso inaccesible, un oasis de sabiduría universal y paz, llamado Shamballa.  
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El [[hinduismo]], el [[chamanismo]] y el [[budismo]], todos ellos conservan tradiciones que postulan a Shambala como la fuente misma de su religión. Por miles de años se han escuchado relatos acerca de algún lugar más allá del Tibet, entre los majestuosos picos y apartados valles del Asia central, que persiste como un paraíso inaccesible, un oasis de sabiduría universal y paz, llamado Shamballa.
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==El Shangri-La inventado por James Hilton==
  
==El Shangri-La de James Hilton==
 
 
Como esos espejismos que en el desierto siempre están unos pasos delante pero el viajero sediento nunca alcanza, Shangri-La es un mundo escondido al cual parece imposible acceder. La antigua creencia budista dice así: Para llegar, no es preciso contar con un mapa o guías avezados, sólo es necesario estar preparado íntimamente. Entonces, lo inefable aparecerá ante la vista en todo su esplendor.
 
Como esos espejismos que en el desierto siempre están unos pasos delante pero el viajero sediento nunca alcanza, Shangri-La es un mundo escondido al cual parece imposible acceder. La antigua creencia budista dice así: Para llegar, no es preciso contar con un mapa o guías avezados, sólo es necesario estar preparado íntimamente. Entonces, lo inefable aparecerá ante la vista en todo su esplendor.
  
¿Es Shangri-La el paraíso perdido donde habitan hombres perfectos, la [[Kalapa]] de los [[hindúes]]? ¿Es el valle oculto de [[Kun Lun]] donde, según los chinos, viven seres inmortales? ¿Es la [[Tierra]] de las Aguas Blancas, la Bielovodye rusa, aquella de los santos ermitaños de gran sabiduría? ¿O es Chang Shambhala, el lugar sagrado de los budistas donde se encuentra la fuente de la eterna sabiduría? Es todos y no es ninguno. Como los espejismos, está y no está. Sólo espera al peregrino de corazón límpido y espíritu abierto para ofrendarle sus misterios.
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Es esta novelesca Shangri-La el paraíso perdido donde habitan hombres perfectos, la [[Kalapa]] de los [[hindúes]]? ¿Es el valle oculto de [[Kun Lun]] donde, según los chinos, viven seres inmortales? ¿Es la Tierra de las Aguas Blancas, la Bielovodye rusa, aquella de los santos ermitaños de gran sabiduría? ¿O es Chang Shambhala, el lugar sagrado de los budistas donde se encuentra la fuente de la eterna sabiduría?
  
En su novela Horizontes Perdidos, el escritor inglés [[James Hilton]] construyó un mundo ideal, al que llamó Shangri-La (un nombre de su invención convertido al poco tiempo en sinónimo de lugar edénico). Estaba poblado por un grupo de elegidos provenientes de distintas partes del mundo y eran gobernados por un Dalai Lama muy especial: el misionero católico [[Francois Perrault]], de la orden de los [[Capuchinos]], que había arribado al [[Tíbet]] en [[1734]] y seguía vivo hacia [[1930]], fecha en que transcurre la mayor parte de la novela. [[Hugh Conway]], joven cónsul inglés en la [[India]], llega con otros tres británicos hasta este oculto valle tibetano después de un accidentado viaje en avión.
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En su novela ''Horizontes perdidos'', el escritor inglés [[James Hilton]] construyó un mundo ideal, al que llamó Shangri-La (un nombre de su invención convertido al poco tiempo en sinónimo de lugar edénico). Estaba poblado por un grupo de elegidos provenientes de distintas partes del mundo y eran gobernados por un Dalai Lama muy especial: el misionero católico [[Francois Perrault]], de la orden de los [[capuchinos]], que había arribado al [[Región Autónoma del Tíbet|Tíbet]] en [[1734]] y seguía vivo hacia [[1930]], fecha en que transcurre la mayor parte de la novela. [[Hugh Conway]], joven cónsul inglés en la [[India]], llega con otros tres británicos hasta este oculto valle tibetano después de un accidentado viaje en avión.
  
 
Cuando Conway vio Shangri-La, se enfrentó con una extraña y casi irreal aparición: un grupo de coloridos pabellones se agrupaban en la ladera de la montaña. Era soberbio y exquisito. Una contenida emoción llevaba la mirada desde los leves techos azules hasta la tremenda mole gris de la roca. Más allá, lo rodeaban los picos y pendientes nevados del [[Karakal]].
 
Cuando Conway vio Shangri-La, se enfrentó con una extraña y casi irreal aparición: un grupo de coloridos pabellones se agrupaban en la ladera de la montaña. Era soberbio y exquisito. Una contenida emoción llevaba la mirada desde los leves techos azules hasta la tremenda mole gris de la roca. Más allá, lo rodeaban los picos y pendientes nevados del [[Karakal]].
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En el antiguo monasterio budista, Conway y sus compañeros de viaje encuentran un lugar donde la reducida comunidad de lamas intenta conservar los tesoros de la civilización, amenazados por la violencia de una época en que el hombre, al regocijarse con la técnica del homicidio derramará una rabia tan ardiente sobre el mundo que toda cosa preciosa estará en peligro. El mundo que acababa de salir de la [[Primera Guerra Mundial]] y advertía la cercanía de nuevas tragedias que se trasluce en las páginas de Horizontes Perdidos, donde el idílico universo tibetano que construye Hilton no es una promesa de futuro, un rescate del pasado ideal, del paraíso perdido por la civilización de la máquina.
 
En el antiguo monasterio budista, Conway y sus compañeros de viaje encuentran un lugar donde la reducida comunidad de lamas intenta conservar los tesoros de la civilización, amenazados por la violencia de una época en que el hombre, al regocijarse con la técnica del homicidio derramará una rabia tan ardiente sobre el mundo que toda cosa preciosa estará en peligro. El mundo que acababa de salir de la [[Primera Guerra Mundial]] y advertía la cercanía de nuevas tragedias que se trasluce en las páginas de Horizontes Perdidos, donde el idílico universo tibetano que construye Hilton no es una promesa de futuro, un rescate del pasado ideal, del paraíso perdido por la civilización de la máquina.
  
Cuando Hilton ubicó a su mítica Shangri-La en el [[Tíbet]], los lectores occidentales de su novela fueron fascinados por ese mundo misterioso que desde antiguo había atrapado el interés de misiones y expedicionarios. Desde los principios del siglo [[XVI]], los jesuitas intentaron llegar a esas altas mesetas cercanas del [[Himalaya]] donde se creía existía una antigua comunidad de primitivos cristianos.
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Cuando Hilton ubicó a su mítica Shangri-La en el [[Región Autónoma del Tíbet|Tíbet]], los lectores occidentales de su novela fueron fascinados por ese mundo misterioso que desde antiguo había atrapado el interés de misiones y expedicionarios. Desde los principios del siglo [[XVI]], los jesuitas intentaron llegar a esas altas mesetas cercanas del [[Himalaya]] donde se creía existía una antigua comunidad de primitivos cristianos.
  
Cuando finalmente el padre [[Antonio de Andrade]] logró atravesar mil obstáculos y acceder al prohibido reino de [[Guge]], se encontró con los lamas, monjes budistas de muy extrañas y crueles costumbres: entre ellas, el asesinato deliberado de numerosos campesinos elegidos al azar, ceremonia que se cumplía una vez por año y mediante la cual los muertos alcanzaban la eterna felicidad. Asimismo, sorprendió a los misioneros europeos el hábito de los lamas de adornar sus vestidos con huesos humanos. A lo largo de los siglos siguientes, los jesuitas enviaron numerosas misiones al [[Tíbet]] para ser finalmente reemplazados, según orden papal, por la orden de los Capuchinos.
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Cuando finalmente el padre [[Antonio de Andrade]] logró atravesar mil obstáculos y acceder al prohibido reino de [[Guge]], se encontró con los lamas, monjes budistas de muy extrañas y crueles costumbres: entre ellas, el asesinato deliberado de numerosos campesinos elegidos al azar, ceremonia que se cumplía una vez por año y mediante la cual los muertos alcanzaban la eterna felicidad. Asimismo, sorprendió a los misioneros europeos el hábito de los lamas de adornar sus vestidos con huesos humanos. A lo largo de los siglos siguientes, los jesuitas enviaron numerosas misiones al [[Región Autónoma del Tíbet|Tíbet]] para ser finalmente reemplazados, según orden papal, por la orden de los Capuchinos.
  
A principios del siglo [[XX]], la escritora francesa [[Alexandra David-Néel]], gran conocedora de la religión budista, recorrió caminos escarpados y enfrentó lluvia, barro, nieve, granizo y la hostilidad de tibetanos, chinos e ingleses hasta llegar a las lamaserías. Libros suyos como Magia y misterio en el [[Tíbet]] contribuyeron a alimentar en Occidente la imagen legendaria de un país inaccesible y misterioso. A través de sus obras se difundió la capacidad de los monjes tibetanos para entrar en profundos trances, levitar y dominar las sensaciones corporales, como también la creencia de que podían predecir el porvenir, virtudes que Hilton atribuye a los lamas de Shangri-La.
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A principios del siglo [[XX]], la escritora francesa [[Alexandra David-Néel]], gran conocedora de la religión budista, recorrió caminos escarpados y enfrentó lluvia, barro, nieve, granizo y la hostilidad de tibetanos, chinos e ingleses hasta llegar a las lamaserías. Libros suyos como Magia y misterio en el [[Región Autónoma del Tíbet|Tíbet]] contribuyeron a alimentar en Occidente la imagen legendaria de un país inaccesible y misterioso. A través de sus obras se difundió la capacidad de los monjes tibetanos para entrar en profundos trances, levitar y dominar las sensaciones corporales, como también la creencia de que podían predecir el porvenir, virtudes que Hilton atribuye a los lamas de Shangri-La.
  
 
En uno de sus relatos, David-Néel describe cómo un lama se eleva en el aire en forma que parecía sobrenatural: Pude ver su rostro impasible, perfectamente tranquilo, con los ojos abiertos y la mirada fija en algún lugar muy elevado. El hombre no corría, parecía elevarse del suelo y avanzaba a saltos. Sus pasos tenían la regularidad de un péndulo.
 
En uno de sus relatos, David-Néel describe cómo un lama se eleva en el aire en forma que parecía sobrenatural: Pude ver su rostro impasible, perfectamente tranquilo, con los ojos abiertos y la mirada fija en algún lugar muy elevado. El hombre no corría, parecía elevarse del suelo y avanzaba a saltos. Sus pasos tenían la regularidad de un péndulo.
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La existencia de túneles bajo el palacio de Potala en Lhasa se entreteje con otro mito tibetano cultivado por escritores europeos. En su novela Shambhala, el espiritista ruso [[Nikolai Roerich]] habla de Agharti (deformación de Agharta, nombre del paraíso subterráneo budista) como del lugar donde estaba Chang Shambhala, sede del rey del mundo. Según Roerich, Agharti estaba relacionado con todos los continentes por medio de pasadizos secretos.
 
La existencia de túneles bajo el palacio de Potala en Lhasa se entreteje con otro mito tibetano cultivado por escritores europeos. En su novela Shambhala, el espiritista ruso [[Nikolai Roerich]] habla de Agharti (deformación de Agharta, nombre del paraíso subterráneo budista) como del lugar donde estaba Chang Shambhala, sede del rey del mundo. Según Roerich, Agharti estaba relacionado con todos los continentes por medio de pasadizos secretos.
  
Shangri-La es tan enigmático y evasivo como el mismo [[Tíbet]], donde lo ubicó el novelista James Hilton. En el valle de la Luna Azul está el mítico reino intemporal de hombres sapientes y longevos. Un lugar en donde se contempla la salida del Sol mientras que los hombres del mundo exterior sólo oyen la alarma del reloj que los reclama para sus urgentes obligaciones.
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Shangri-La es tan enigmático y evasivo como el mismo [[Región Autónoma del Tíbet|Tíbet]], donde lo ubicó el novelista James Hilton. En el valle de la Luna Azul está el mítico reino intemporal de hombres sapientes y longevos. Un lugar en donde se contempla la salida del Sol mientras que los hombres del mundo exterior sólo oyen la alarma del reloj que los reclama para sus urgentes obligaciones.  
 
 
==La leyenda de Shambala==
 
Shambala no existe en el mundo físico. Existe en un realismo místico donde uno estudia con el maestro espiritual, quien se ha desarrollado del plano físico Tierra. Es un lugar donde uno puede aprender tales conocimientos del espíritu, con la unidad del universo. He visitado Shambala y he estudiado con estos maestros en su visión remota. Me parecen Orientales. Siempre parecen estar ocupados en sus estudios.
 
 
 
[[Archivo:KalachakraSera.jpg|200px|thumb|right|Kalachakra]]Shambala, conocido como el Reino Oculto, es conocido en el [[Tibet]] como una comunidad donde seres perfectos y semiperfectos viven y están guiando la evolución del ser humano. Shambala es considerado la fuente del [[Kalachakra]], que es la mayor y mas esotérica rama del misticismo Tibetano.
 
 
 
El buda predico las enseñanzas del [[Kalachakra]] a un conjunto de hombre Santos en el sur de la India. Mas tarde, las enseñanzas permanecieron ocultas durante [[1000]] años hasta que un escolar hindú fue en busca de Shambala y se inicio en las enseñanzas de un hombre Santo que conoció a lo largo del camino.
 
 
 
El Kalachakra permanecio en la India hasta que emprendió su camino al [[Tibet]] en el [[1026]]. desde entonces el concepto de Shambala ha sido ampliamente conocido en el Tibet, y los tibetanos han estado estudiando el kalachakra durante los últimos [[900]] años, aprendiendo su ciencia, practicando su meditación y usando su sistema de astrología para guiar sus vidas. Como un Tibetano ha preguntado ¿como pudo Shambala ser la fuente de algo que ha afectado a tantas áreas de la vida Tibetana durante tanto tiempo y aun no existe?
 
 
 
Los textos religiosos Tibetanos describen la naturaleza física del terreno místico con detalle. Se pensaba que parecía como un loto de [[8]] pétalos porque esta hecho de [[8]] regiones, cada una rodeada por un anillo de montañas. En el centro del anillo mas interno esta [[Kalapa]] la capital, y el palacio [[Kingos]], que esta compuesto de [[oro]], [[diamantes]], [[coral]] y [[gemas]] preciosas. La capital esta rodeada de montañas hechas de hielo, que lucen con una luz cristalina.
 
 
 
La tecnología de Shambala se supone altamente avanzada; el palacio contiene claraboyas especiales hechas de lentes que sirven como telescopios de alta potencia para estudiar la vida extraterrestre, y durante cientos de años los habitantes de Shambala han estado usando coches y aviones que circulan a través de un sistema de túneles subterráneos. De camino a la luz, los habitantes de Shambala adquieren tales potenciales de clarividencia, la habilidad de moverse a grandes velocidades y la habilidad de materializarse y desaparecer
 
 
 
Señales extrañas en el área donde parece ser Shambala, aportan la evidencia de su existencia. Los Tibetanos creen que el terreno esta guardado por seres con poderes sobrehumanos. A principios de los años [[1900]], un articulo en un periódico hindú, el [[Statesman]], hablo de un comandante Británico que acampando en el [[Himalaya]] vio un hombre muy alto, vestido de claro, con pelo largo.
 
 
 
Aparentemente, sintiéndose observado, el hombre salto en la ladera vertical y desapareció. Para asombro del comandante, los Tibetanos con quienes estaba acampado, no mostraron sorpresa con esta historia; explicaron al comandante que había visto uno de los hombres que cuidan de la tierra sagrada.
 
 
 
Un relato mas detallado de estos guardianes de nieve fue dado por [[Alexandra David-Neel]], una exploradora que estuvo [[14]] años en el [[Tibet]]. Mientras viajaba a través del [[Himalaya]] vio a un hombre moviéndose con una extraordinaria velocidad y lo describió como sigue: Pude ver claramente su cara impasiva perfectamente en calma y grandes ojos abiertos con su mirada fija en un objeto distante invisible, situado en algún lugar en el espacio, el hombre no corrió, parecía vivir el mismo del suelo, procedía a saltos. Parecía como si hubiese sido dotado de la elasticidad de una pelota y rebotaba cada vez que sus pies tocaban el suelo: Sus pasos tenían la regularidad de un péndulo.
 
  
Mientras que la gente (especialmente los lamas Tibetanos) han estado buscando Shambala durante siglos, aquellos que vieron el reino a menudo nunca volvieron, porque han encontrado el país oculto y han permanecido allí o porque han sido destruidos en el intento. Los textos Tibetanos conteniendo lo que parecen sus hechos históricos acerca de Shambala, tales como los nombres y fechas de sus reyes y registros de los acontecimientos correspondientes, ocurridos en el mundo exterior, dieron a los Tibetanos la razón adicional para creer que el reino existe.  
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[[Archivo:KalachakraSera.jpg|200px|thumb|right|Kalachakra]]
  
 
==Leyenda==
 
==Leyenda==
Shambala es el lugar donde el Rey [[Sucandra]], que vino del Norte de [[Kashmir]], aporto y desarrollo la practica de [[Kalachakra]], después de haber recibido su poder y enseñanza en [[Dhanyakataka]]. Shambala solo puede ser recibido respetuosamente por seres con mente pura y contactos Karmicos.
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Shambala es el lugar donde el rey [[Sucandra]], que vino del Norte de [[Kashmir]], aporto y desarrollo la practica de [[Kalachakra]], después de haber recibido su poder y enseñanza en [[Dhanyakataka]]. Shambala solo puede ser recibido respetuosamente por seres con mente pura y contactos Karmicos.
  
 
==Profecía de Shambala==
 
==Profecía de Shambala==

última versión al 03:47 11 nov 2023

Shangri-La
Información sobre la plantilla
200
Shangri-La ó Shamballa
Información
Otros nombres:Chang Shambhala, Bielovodye, el Reino Oculto
Localización:entre el río Ganges y el río Rathaprā

Shangrila. Entre los antiguos mitos budistas figura un paraíso perdido, conocido como Chang Shambhala, la fuente de la sabiduría eterna donde vivían seres inmortales en armonía perfecta con la naturaleza y el universo. En la India, oculto entre los Himalayas, se llama Kalapa, mientras que la tradición china lo ubica en los montes Kun Lun. Asimismo, en la antigua Rusia se hablaba de la legendaria Bielovodye, la Tierra de las Aguas Blancas, donde vivían santos ermitaños de inmensa sabiduría. James Hilton, en su novela Horizontes perdidos, recreó el mito y lo llamó Shangri-La.

El hinduismo, el chamanismo y el budismo, todos ellos conservan tradiciones que postulan a Shambala como la fuente misma de su religión. Por miles de años se han escuchado relatos acerca de algún lugar más allá del Tibet, entre los majestuosos picos y apartados valles del Asia central, que persiste como un paraíso inaccesible, un oasis de sabiduría universal y paz, llamado Shamballa.

El Shangri-La inventado por James Hilton

Como esos espejismos que en el desierto siempre están unos pasos delante pero el viajero sediento nunca alcanza, Shangri-La es un mundo escondido al cual parece imposible acceder. La antigua creencia budista dice así: Para llegar, no es preciso contar con un mapa o guías avezados, sólo es necesario estar preparado íntimamente. Entonces, lo inefable aparecerá ante la vista en todo su esplendor.

Es esta novelesca Shangri-La el paraíso perdido donde habitan hombres perfectos, la Kalapa de los hindúes? ¿Es el valle oculto de Kun Lun donde, según los chinos, viven seres inmortales? ¿Es la Tierra de las Aguas Blancas, la Bielovodye rusa, aquella de los santos ermitaños de gran sabiduría? ¿O es Chang Shambhala, el lugar sagrado de los budistas donde se encuentra la fuente de la eterna sabiduría?

En su novela Horizontes perdidos, el escritor inglés James Hilton construyó un mundo ideal, al que llamó Shangri-La (un nombre de su invención convertido al poco tiempo en sinónimo de lugar edénico). Estaba poblado por un grupo de elegidos provenientes de distintas partes del mundo y eran gobernados por un Dalai Lama muy especial: el misionero católico Francois Perrault, de la orden de los capuchinos, que había arribado al Tíbet en 1734 y seguía vivo hacia 1930, fecha en que transcurre la mayor parte de la novela. Hugh Conway, joven cónsul inglés en la India, llega con otros tres británicos hasta este oculto valle tibetano después de un accidentado viaje en avión.

Cuando Conway vio Shangri-La, se enfrentó con una extraña y casi irreal aparición: un grupo de coloridos pabellones se agrupaban en la ladera de la montaña. Era soberbio y exquisito. Una contenida emoción llevaba la mirada desde los leves techos azules hasta la tremenda mole gris de la roca. Más allá, lo rodeaban los picos y pendientes nevados del Karakal.

En el antiguo monasterio budista, Conway y sus compañeros de viaje encuentran un lugar donde la reducida comunidad de lamas intenta conservar los tesoros de la civilización, amenazados por la violencia de una época en que el hombre, al regocijarse con la técnica del homicidio derramará una rabia tan ardiente sobre el mundo que toda cosa preciosa estará en peligro. El mundo que acababa de salir de la Primera Guerra Mundial y advertía la cercanía de nuevas tragedias que se trasluce en las páginas de Horizontes Perdidos, donde el idílico universo tibetano que construye Hilton no es una promesa de futuro, un rescate del pasado ideal, del paraíso perdido por la civilización de la máquina.

Cuando Hilton ubicó a su mítica Shangri-La en el Tíbet, los lectores occidentales de su novela fueron fascinados por ese mundo misterioso que desde antiguo había atrapado el interés de misiones y expedicionarios. Desde los principios del siglo XVI, los jesuitas intentaron llegar a esas altas mesetas cercanas del Himalaya donde se creía existía una antigua comunidad de primitivos cristianos.

Cuando finalmente el padre Antonio de Andrade logró atravesar mil obstáculos y acceder al prohibido reino de Guge, se encontró con los lamas, monjes budistas de muy extrañas y crueles costumbres: entre ellas, el asesinato deliberado de numerosos campesinos elegidos al azar, ceremonia que se cumplía una vez por año y mediante la cual los muertos alcanzaban la eterna felicidad. Asimismo, sorprendió a los misioneros europeos el hábito de los lamas de adornar sus vestidos con huesos humanos. A lo largo de los siglos siguientes, los jesuitas enviaron numerosas misiones al Tíbet para ser finalmente reemplazados, según orden papal, por la orden de los Capuchinos.

A principios del siglo XX, la escritora francesa Alexandra David-Néel, gran conocedora de la religión budista, recorrió caminos escarpados y enfrentó lluvia, barro, nieve, granizo y la hostilidad de tibetanos, chinos e ingleses hasta llegar a las lamaserías. Libros suyos como Magia y misterio en el Tíbet contribuyeron a alimentar en Occidente la imagen legendaria de un país inaccesible y misterioso. A través de sus obras se difundió la capacidad de los monjes tibetanos para entrar en profundos trances, levitar y dominar las sensaciones corporales, como también la creencia de que podían predecir el porvenir, virtudes que Hilton atribuye a los lamas de Shangri-La.

En uno de sus relatos, David-Néel describe cómo un lama se eleva en el aire en forma que parecía sobrenatural: Pude ver su rostro impasible, perfectamente tranquilo, con los ojos abiertos y la mirada fija en algún lugar muy elevado. El hombre no corría, parecía elevarse del suelo y avanzaba a saltos. Sus pasos tenían la regularidad de un péndulo.

Entre los antiguos mitos budistas figura un paraíso perdido, conocido como Chang Shambhala, la fuente de la sabiduría eterna donde vivían seres inmortales en armonía perfecta con la naturaleza y el universo. En la India, ese lugar maravilloso perdido en el Himalaya se llama Kalapa, mientras la tradición china lo ubica en los montes Kun Lun. Asimismo, en la antigua Rusia -donde no había llegado la creencia budista pero se alimentaba de leyendas orientales llevadas allí por las invasiones tártaras- se hablaba de la legendaria Bielovodye, la Tierra de las Aguas Blancas, donde vivían santos ermitaños de inmensa sabiduría.

La existencia de túneles bajo el palacio de Potala en Lhasa se entreteje con otro mito tibetano cultivado por escritores europeos. En su novela Shambhala, el espiritista ruso Nikolai Roerich habla de Agharti (deformación de Agharta, nombre del paraíso subterráneo budista) como del lugar donde estaba Chang Shambhala, sede del rey del mundo. Según Roerich, Agharti estaba relacionado con todos los continentes por medio de pasadizos secretos.

Shangri-La es tan enigmático y evasivo como el mismo Tíbet, donde lo ubicó el novelista James Hilton. En el valle de la Luna Azul está el mítico reino intemporal de hombres sapientes y longevos. Un lugar en donde se contempla la salida del Sol mientras que los hombres del mundo exterior sólo oyen la alarma del reloj que los reclama para sus urgentes obligaciones.

Kalachakra

Leyenda

Shambala es el lugar donde el rey Sucandra, que vino del Norte de Kashmir, aporto y desarrollo la practica de Kalachakra, después de haber recibido su poder y enseñanza en Dhanyakataka. Shambala solo puede ser recibido respetuosamente por seres con mente pura y contactos Karmicos.

Profecía de Shambala

La profecía de Shambala establece que cada uno de sus reyes reinaran durante 100 años, habrá 32, y cuando pase su reinado las condiciones en el mundo exterior se deterioraran, los hombres se volverán mas bélicos y perseguirán el poder para su propio bien y una ideología de materialismo se extenderá en la tierra.

Cuando los bárbaros, quienes siguen esta ideología estén unidos bajo un rey perverso y crean que no hay nada mas por conquistar, los místicos surgirán para revelar las montañas de hielo de Shambala. Los bárbaros atacaran Shambala con una armada enorme, equipadas con armas terribles.

Entonces el 32º Rey de Shambala, Rudra Cakrin inducirá a un extraño contra los invasores. En una ultima gran batalla, el rey perverso y sus seguidores serán destruidos. El Buda profetizo que todos los que recibieron el poder de Kalachakra volverían a renacer en su mandala.

Fuentes