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== Síntesis biográfica del autor==
Saturnino Herrán nació en la ciudad de [[Aguascalientes]], el [[9 de julio]] de [[1887]]. Sus padres fueron José Herrán y Bolado y Josefa Guinchard Medina, su padre fue un hombre polifacético, quien fungió como tesorero general del estado de Aguascalientes, pero al mismo tiempo era profesor de teneduría de libros en el Instituto de Ciencias de Aguascalientes.
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[[Saturnino Herrán]] nació en la ciudad de [[Aguascalientes]], el [[9 de julio]] de [[1887]]. Sus padres fueron José Herrán y Bolado y Josefa Guinchard Medina, su padre fue un hombre polifacético, quien fungió como tesorero general del estado de Aguascalientes, pero al mismo tiempo era profesor de teneduría de libros en el Instituto de Ciencias de Aguascalientes.
  
 
Sin embargo la madre de Saturnino, Josefa Guinchard Medina, de ascendencia franco-helvética, provenía de una familia de hacendados hidrocalidos, de los cuales Miguel Guinchard llegaría a ser gobernador del estado, en el periodo de [[1879]] a [[1881]].
 
Sin embargo la madre de Saturnino, Josefa Guinchard Medina, de ascendencia franco-helvética, provenía de una familia de hacendados hidrocalidos, de los cuales Miguel Guinchard llegaría a ser gobernador del estado, en el periodo de [[1879]] a [[1881]].

Revisión del 17:37 2 jul 2022

La ofrenda (Cuadro)
Información sobre la plantilla
La ofrenda de Saturnino Herrán.jpg
Cuadro del pintor Saturnino Herrán donde muestra la formación de la nueva identidad nacional del pueblo Mexicano.
Datos Generales
Autor(es):Saturnino Efrén de Jesús Herrán Guinchard
Año:1913
País:México

La ofrenda, es una obra que pertenece al pintor Saturnino Herrán realizada en 1913. Esta pintura es un hito tanto para la formación de la nueva identidad nacional , que pasaba por una crisis en la Revolución mexicana como para el trabajo de Herrán, quien no dejó el estilo modernista mexicano, el cual prácticamente bautizó.

La pintura y sus personajes

Revive una escena típica del Día de Muertos en los canales de Xochimilco y mira cómo el autor codificó a la vida misma en pintura: en la composición predominan colores opacos que conducen a la nostalgia y contrastan con el brillo de la flor que guía a los espíritus.

Representa a una familia de floricultores del sur de la cuenca lacustre que se trasladan al cementerio en la festividad de los muertos a ofrendar los cultivos a ellos destinados, la flor de muerto o zempoaxóchitl.

Las formas están presentadas sintética y decorativamente, en donde la paleta, en tonos ocres y grises, armoniza con el amarillo de las flores. Es una composición en donde el autor nos muestra, dentro de la cotidianidad de los personajes, un mundo lleno de formas y emociones profundas.

En el centro de la pintura destacan tres recias figuras masculinas, fuertemente tramadas como un mástil de virilidades que emerge de la canoa; intensamente sombreada y portando al hombro un remo aparece la figura del indio Saturnino.

El anciano patriarca junto a la mujer y el infante, forman con las ofrendas florales un friso a la composición. La obra viene a ser un magistral contrapunto de luces y sombras, brillo y profundidades, a las que tanto partido supo sacar Herrán en las escenas rituales descritas por sus lápices y pinceles.

Esta obra recuerda al México mestizo y trabajador, que quizá sin saberlo se dirigía hacia su propia muerte en la sangrienta revolución, y aborda de una manera más profunda la decadencia y el sufrimiento, contradictorio a la naturaleza festiva del costumbrismo.

Síntesis biográfica del autor

Saturnino Herrán nació en la ciudad de Aguascalientes, el 9 de julio de 1887. Sus padres fueron José Herrán y Bolado y Josefa Guinchard Medina, su padre fue un hombre polifacético, quien fungió como tesorero general del estado de Aguascalientes, pero al mismo tiempo era profesor de teneduría de libros en el Instituto de Ciencias de Aguascalientes.

Sin embargo la madre de Saturnino, Josefa Guinchard Medina, de ascendencia franco-helvética, provenía de una familia de hacendados hidrocalidos, de los cuales Miguel Guinchard llegaría a ser gobernador del estado, en el periodo de 1879 a 1881.

El 18 de enero de 1903 fallece su padre, lo cual significó un duro golpe moral, pues contaba solo con quince años de edad. Al quedar en el desamparo, su madre y él intentan recuperar algunas de las patentes, pero no contaban con los materiales que se habían quedado en Europa.

Ingresó en la Escuela Nacional de Bellas Artes, antes Academia de San Carlos en 1904, en el momento en que la institución había cambiado sus planes de estudio, bajo la dirección en las clases de dibujo y pintura impartidas por Antonio Fabrés.

En 1908 terminó su primera obra de gran rigor estilístico, Labor, la cual desarrolla en su clase de Composición de Pintura. Dos años después realizó dos tableros para la Escuela de Artes y Oficios entre 1910 y 1911, en la que se realzaba el trabajo como sustento del progreso nacional. Para estas obras, Herrán retomó los murales de Frank Brangwyn.

En 1909 ya había realizado una obra alegórica con sensibilidad decadentista, Molino de Vidrio, en la que se confronta el tema del progreso asociado al trabajo con el del agobio que representa el trabajo físico de un viejo que opera una rueda de molino.

Desde 1916 la apariencia de Saturnino Herrán era enfermiza, su estado en 1918 empeoró por lo que requería ser hospitalizado. Durante su agonía decía desesperadamente a Rosario que no quería morir porque todavía tenía mucho que pintar. “Al sentir que se paralizaba el brazo derecho, pidió a Rosario papel, lápices y algo qué dibujar; ella le llevó la pequeña mascarita prehispánica.

Fue su último contacto con el lápiz y el papel.” Sería una cirugía mal realizada la que finalmente acabaría con su vida.

Fuentes