Canal de Corinto (Grecia)
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El canal de Corinto en Grecia, es una vía de agua artificial que conecta el golfo de Corinto con el golfo Sarónico en el Mar Egeo. Corta a través el Istmo de Corinto y separa la península del Peloponeso del continente griego. Está excavado en la roca cortando en línea recta la península del Peloponeso, ahora isla técnicamente, y es un logro de ingeniería bello y brillante. Fue diseñado por el ingeniero húngaro Esteban Türr (1825-1908).
Características y ubicación geográfica
El canal está excavado sobre la roca del istmo de Corinto y cuenta con una altura de más de 40 metros y en algunos puntos puede llegar a tener hasta 76 metros de alto. Lo cual lo convierte un istmo sobrecogedor con sus 25 metros de ancho y una extensión de 6,3 kilómetros de largo, debido a lo cual logra cortar efectivamente a un país en dos al separar a la región griega del Peloponeso de la Hélade, Grecia continental. Al momento de ser finalizado, en 1893, trajo un gran beneficio económico a la región, ya que creaba una vía marítima entre las aguas del golfo de Corinto con las del mar Egeo salvando así a las naves mercantes de tener que hacer un viaje de más de 400 kilómetros para cubrir estas dos áreas. Sólo es útil para naves “pequeñas”, ya que con sus 21 m de ancho, es demasiado estrecho para los cargueros oceánicos modernos. El canal es utilizado hoy en día sobre todo por navíos turísticos; 11.000 naves al año viajan a través del canal. La profundidad media del canal es de 8 metros.
Historia
A lo largo de la Historia, han sido varios los gobernantes que han intentado realizar este proyecto de gigantescas dimensiones.
El primero en intentarlo fue el tirano Periando de Corintio en el año 630 a.C., uno de los siete sabios de la Antigua Grecia. El proyecto fue abandonado tras una consulta a la pitonisa de Delfos, que aconsejó no realizar excavaciones allí. Al parecer los sacerdotes de Corinto fueron los promotores de dichos consejos, pues temían quedarse sin las donaciones que los comerciantes de la zona les hacían, pues dudaban de su permanencia una vez estuviera abierto el canal.
Demetrio I de Macedonia, en el s. III a.C., intentó retomar la idea de abrir un istmo para mejorar las transacciones comerciales, pero renunció a ello debido a unos malos cálculos de sus ingenieros, que estimaron que la zona quedaría inundada.
Julio César y más tarde Calígula, también trazaron sendos planes para conseguir la apertura del canal, así como Nerón, en el año 67 a.C., que reunió a 6.000 esclavos y exconvictos para poder llevar a cabo la obra. El mismo estuvo cavando para alentar al resto de participantes a continuar con la tarea, y lo hizo, pero murió poco tiempo después, dejando el proyecto de nuevo en el abandono, ya que su sucesor lo consideró demasiado costoso.
El próximo sería el emperador Nerón, que comenzó la construcción de un canal en 67 A.C., para lo cual utilizó 6.000 esclavos y convictos, fiel a su estilo despampanante, y viajó hacia la región y, como ha sido fuertemente documentado, con un pico comenzó a cavar hasta llenar una canasta de trabajo entera con suelo del istmo para alentar a su ejército de esclavos. Y a punto estuvo de lograrlo, pero muere al poco tiempo y el proyecto es abandonado por su sucesor Galba por considerarlo demasiado costoso. Curiosamente algunas de las tareas realizadas por los ingenieros de Nerón, como los ejes para estimar la calidad del suelo y el trazado del canal mismo, sirvieron a los trabajadores que a finales del siglo XIX concretaron definitivamente la tarea. De hecho, el canal original sigue el curso del canal trazado por Nerón.
Por fin, después de la apertura del canal de Suez, el gobierno griego en noviembre de 1869, promulgó una ley para “abrir el istmo de Corinto”. Se hicieron varias modificaciones y añadiduras a esta ley y, después de negociaciones prolongadas, se comenzó la obra de construcción del canal el 5 de mayo de 1882. Unos 2.500 obreros participaron en este proyecto por unos diez años, y se utilizó la mejor maquinaria que había disponible entonces. Extrajeron unos 930.000 metros cúbicos de piedras y tierra. La colosal obra de hacer el canal en el istmo de Corinto se completó, y las ceremonias de apertura se celebraron el 7 de agosto de 1893.
Actualidad
En los últimos años, unos 12.000 barcos han cruzado el canal cada año. En general, es preferible cruzar el canal, pues resulta más económico en lo que se refiere al consumo de combustible y economiza tiempo valioso. Además, evita el tener que circunnavegar el Peloponeso. Si bien el canal hoy ha quedado pequeño para los superbarcos mercantes, el mismo continúa siendo una concurrida atracción turística, especialmente para los amantes de la navegación a vela. En el mismo se han realizado todo tipo de eventos y acrobacias, que van desde vuelos en planeador hasta saltos en motocicletas.
Fuentes
http://www.taringa.net/posts/info/9405470/El-Canal-de-Corinto-_-una-construccion-milenaria.html http://www.dondeviajar.net/004573/el-canal-de-corinto/ http://tejiendoelmundo.wordpress.com/2010/07/24/el-canal-de-corinto-la-milenaria-historia-del-canal-que-corto-un-pais-en-dos/ http://www.europaenfotos.com/peloponeso/pho_pelo_5.html

