Combate del Paso de Las Damas

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Combate del Paso de Las Damas
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Parte de Guerra Necesaria
Aserafin2.jpg
Retrato que refleja el momento en que cae en combate el jefe mambí Serafín Sánchez.
Fecha 18 de noviembre de 1896
Lugar Paso de Las Damas, Bandera de Cuba Cuba
Beligerantes
Bandera del Imperio Español Imperio Español Ejército Libertador Bandera de Cuba
Comandantes
- Serafín Sánchez Valdivia
Fuerzas en combate
2500 800
Bajas
30 fallecidos y 83 heridos 8 fallecidos y 19 heridos

Combate del Paso de Las Damas. Fue un enfrentamiento militar entre las fuerzas españolas y el Ejército Libertador Cubano producido el 18 de noviembre de 1896 en el marco de la denominada Guerra Necesaria. En este combate, efectuado en el Paso de Las Damas, ubicado a corta distancia del Río Zaza, entre los poblados de La Larga y Tres Palmas, en la llanura del suroeste de Taguasco (Sancti Spíritus, Cuba), se enfrento una fuerza cubana compuesta por uno 800 mambises contra un regimiento español de unos 2 500 soldados bien armados y dotados de varias piezas de artillería[1].

En esta acción las fuerzas revolucionarias tuvieron 27 bajas, entre ellos ocho muertos siendo uno de los mismos el Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, Jefe de las fuerzas mambisas, mientras a los españoles se les atribuyeron 83 heridos y no menos de 30 fallecidos.

Combate

Monumento Nacional Paso de Las Damas, lugar donde cayera el Mayor General Serafín Sánchez Valdivia.

El combate se efectuó en un lugar conocido como Paso de Las Damas, que se encuentra ubicado en la actual provincia de Sancti Spíritus, a corta distancia del Río Zaza, entre los poblados de La Larga y Tres Palmas, en la llanura del suroeste de Taguasco. El calendario marcaba el día 18 de noviembre de 1896.

En este lugar se enfrentaron las fuerzas libertadoras del Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, siendo un combate preparado por los mambises en un terreno escogido por él, donde aparecerían sus organizados y aguerridos regimientos, de cerca de 800 hombres, para hacerse sentir golpeando al enemigo. Por su parte los españoles, que habían sido derrotados el día anterior por estas fuerzas cubanas, traían ahora 2 500 soldados bien armados y dotados de varias piezas de artillería.

Ambas fuerzas contendientes chocaron y después de duro batallar, ante la ostensible falta de municiones y el empuje español, los cubanos comenzaron a ejecutar la retirada ordenadamente. En ese momento una bala de maúser atravesó el cuerpo de Serafín Sánchez, del hombro derecho al izquierdo, solo dándole tiempo a exclamar:
¡Me han matado, eso no es nada! ¡Siga la marcha!

Así moría el insigne patriota mambí. Eran más de las cinco de la tarde cuando el héroe expiró. El patriota fue una de las 27 bajas del bando cubano y se contó entre los ocho muertos de la acción, mientras a los españoles se les atribuyeron 83 heridos y no menos de 30 fallecidos.

Cortejo fúnebre de Serafín Sánchez

Mientras la retaguardia detenía al enemigo, una comitiva se ponía en marcha hacia el oriente, precedida por los patriotas que llevaban sobre sus hombros el cuerpo exangüe de Serafín, a quien José Martí solía recomendar como mi amigo el valiente y sensato cubano. El fúnebre cortejo avanzó bajo la luna "en un silencio cruel", al decir de Adolfo Loynaz del Castillo, que sólo el llanto de los hombres interrumpía. Andadas unas seis leguas llegaron a Pozo Azul, donde el General fue velado por representantes de todas las clases del Ejército.

A las cinco y media de la tarde del 19 de noviembre de 1896, el ataúd de cedro era llevado a la finca Las Olivas, donde el General Avelino Rosas pronunció una emotiva oración fúnebre, y luego colocó una estrella de oro sobre la faja orlada de colores de la República que cubría el pecho del cadáver. Junto a la insignia de oro, el Teniente Coronel Enrique Loynaz prendió una estrella de plata a Serafín, ante el Mayor General Francisco Carrillo y su Estado Mayor, otros jefes, oficiales y hombres de tropa, así como familiares del caído.

Después de este último homenaje al héroe, el rústico ataúd fue bajado a la tumba aledaña al llamado Callejón de los Erizos, donde los restos de Serafín permanecieron hasta el 26 de marzo del año 1900, fecha en que fueron trasladados al cementerio de Sancti Spíritus.

Referencias

Fuentes