Fabio Di Celmo

Fabio Di Celmo
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Joven turista Italiano victima de acto terrorista en Cuba
Nacimiento1 de junio de 1965
Génova Bandera de Italia Italia
Fallecimiento4 de septiembre de 1997
La HabanaBandera de Cuba Cuba
NacionalidadItaliana
CiudadaníaItaliana
PadresGiustino Di Celmo y Ora Bassi

Fabio Di Celmo. Joven turista italiano victima de un acto terrorista contra Cuba, al explotar una bomba que ordenó poner Luis Posada Carriles en el Hotel Copacabana en La Habana.

Síntesis biográfica

Sus inicios

Nació el 1 de junio de 1965, en Génova, Italia. Sus padres, Giustino Di Celmo y Ora Bassi.

El padre, hombre apasionado por el arte y la historia de su tierra natal, había bautizado a su primera hija con el nombre de Tiziana, en homenaje al eminente pintor italiano Tiziano Vecellio, representante máximo del Renacimiento veneciano. Al segundo, lo llamó Livio, como el héroe de la antigua Roma y, siguiendo la tradición que ya había iniciado, a su tercer hijo lo bautizó con el nombre de Fabio, como el célebre comandante romano, inteligente, corajudo y humano, para perpetuarlo en el niño que recién nacía.

Fabio creció en la misma casa donde había nacido. Los vecinos de Génova Pegli, municipio situado en la famosa Ribera de las Flores, en la Costa Azul, vieron correr por sus parques y calles a este muchacho juguetón y generoso del que todos guardan gratos recuerdos.

Su niñez transcurrió en un medio afectivo muy favorable, consolidado por el amor y el respeto. A pesar de que la situación económica en la familia de los Di Celmo siempre fue acomodada y muy estable, sin carencias ni privaciones materiales, los padres establecieron como norma educar a sus hijos con austeridad, sin las vanas ostentaciones propias de la agobiante sociedad de consumo que tanto deforman y degradan a los hombres.

Fabio sostuvo una relación muy estrecha y cordial con sus hermanos. Como era el más pequeño, Tiziana y Livio se sintieron con la responsabilidad de protegerlo y mimarlo durante su infancia.

A los siete años comenzó la práctica del fútbol y jugó por primera vez en el equipo Asociación Calcio, de la ciudad de Génova, de la Liga Nacional, al que perteneció desde los siete hasta los 11 años. Integró el Libertas y otros equipos de su ciudad, hasta que pasó a formar parte del Sciarborasca, de la genovesa municipalidad de Cogoleto, con el número 10 en su camiseta.

Fabio comenzó a estudiar siendo muy pequeño y el ansia de conocer le acompañó por siempre. Compartía con sus padres y hermanos la pasión por la buena lectura. Nació y creció entre los libros que cubrían buena parte de las paredes del hogar y su gusto por ellos aumentó con el tiempo.

Sus padres se ocuparon de que su preparación fuese amplia y sólida. Cuando Fabio cumplió cinco años, Giustino y Ora comenzaron a llevarlo todos los años a Canadá para que el niño aprendiera a comunicarse en las lenguas francesa e inglesa, idiomas que llegó a dominar plenamente.

En Villa Rossa, una escuela primaria radicada en su municipio de residencia, cursó sus primeros estudios regulares y realizó los estudios secundarios en un centro de reconocido prestigio por la calidad de su labor docente, Villa Daría. A los dieciocho años alcanzó el título de bachiller en el Liceo Gimnasio Giusseppe Massini, centro de enseñanza ubicado en Génova Pegli. Poco tiempo después, culminó sus estudios superiores de Inglés y Francés.

Cumplido el Servicio Militar, y con 22 años, visitó diferentes países europeos y americanos y llegó a establecer su residencia temporal en Canadá, donde vive su hermano mayor.

La profesión de empresario escogida por el joven Di Celmo favoreció el conocimiento de la geografía, la historia, la economía y la cultura de muchos pueblos del planeta y consolidó su fina sensibilidad ante los problemas de los países pobres.

Llegada a Cuba

En 1992, junto a su padre, llegó a Cuba. Los Di Celmo se sumaron así a la larga lista de empresarios honestos procedentes de diferentes países que cometieron el grave «delito» de romper el bloqueo de Estados Unidos. El único partido de fútbol que jugó en Cuba fue en el Cotorro, el 17 de diciembre de 1996 y su mayor sueño fue traer a los integrantes del Sciarborasca, su equipo, a jugar a Cuba.

Su muerte

La campaña de terror organizada y financiada por la CIA de Estados Unidos contra los hoteles de La Habana en 1997, tronchó los 32 años ilusionados del joven Fabio y le arrancó de cuajo el hijo menor a Giustino, quien por eso decidió no irse nunca de Cuba y morir aquí.

El jueves 4 de septiembre de 1997 estalló la bomba que mató a Fabio en el vestíbulo-bar del Hotel Copacabana, una esquirla de metal del cenicero donde se puso la bomba, se le incrustó en la parte izquierda del cuello y le cercenó una vértebra cervical y la arteria carótida. Fue colocada por el mercenario salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León, quien en el juicio de marzo de 1999 confesó que Francisco Chávez Abarca, alias «El Panzón» lo contrató cuando trabajaba en una agencia de alquiler de autos en San Salvador.

«El Panzón» fue la mano derecha en aquella campaña tenebrosa de Luis Posada Carriles, el terrorista más conocido del continente, convertido en héroe en Miami. «Ese italiano estaba en un lugar y en un momento equivocado, pero yo duermo como un bebé», declaró el asesino que hoy anda libre por las calles de Estados Unidos, protegido por el gobierno de ese país.

Fabio es hoy venerado en Cuba y otras latitudes como un héroe. El odio enemigo acabó con la vida de este gran amigo, aunque también lo inmortalizó y lo convirtió en un símbolo.

Véase también

Enlaces externos

Fuentes