Tercer Frente (municipio)

Plantilla:Territorio Municipio Tercer Frente Oriental Dr. Mario Muñoz Monrroy,  constituido el 6 de marzo de 1958 por el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, se encuentra ubicado en el macizo montañoso de la Sierra Maestra ,  al oeste de la provincia Santiago de Cuba, limita al Sur con el municipio Guamá,  norte con el municipio Contramaestre, este con el municipio Palma Soriano y  oeste con la provincia Granma.Posee una extensión territorial de 366.24km ² con 30546 habitantes, para una densidad poblacional de 83.4 habitantes por km ².


Contenido

Historia.

Comunidades Aborígenes.

Hace más de 500 años, cuando el destino de Cuba no había sido avizorado aún por los conquistadores europeos, el archipiélago era ocupado por pueblos muy antiguos que vivían en estadios de desarrollo histórico muy primitivo.
Compartían este habitad natural con múltiples especies que se convertían por sus riquezas en alimentos; además de un perfecto emplazamiento con condiciones excepcionales donde podía sentar morada por atrasada que fuera cualquier comunidad.
Pero estos hombres no son originarios de esta tierra, ni si quiera del continente americano, sino que llegaron a este último, provenientes del actual territorio de Asia. Ellos atravesaron el estrecho de Bering en diferentes épocas, estableciéndose en la América del norte; en territorio de la actual Canadá y los Estados Unidos, y se distribuyeron posteriormente por América Central y Sur – América, donde se desarrollaron grandes civilizaciones como los Mayas, Aztecas e Incas, por solo mencionar las de mayor esplendor.
Las arribadas a Cuba se desarrollaron en diferentes momentos históricos que van desde los 10 000 antes del presente, hasta la época de la conquista europea – primeras décadas del siglo XVI. Estos movimientos migratorios favorecieron los establecimientos en la Isla grande del Caribe, de disímiles comunicaciones aborígenes con características muy definidas, reportándose grupos protoarcaicos, siboneyes y agricultores.
En el municipio Tercer Frente, no se han encontrado hallazgos arqueológicos, provocado por las insuficientes investigaciones realizadas. Es de suponer que de realizarse exploraciones en los cursos de los ríos Mogote y Contramaestre, se pueden encontrar importantes descubrimientos de los asentamientos de primitivas comunidades en zonas premontañosas y montañosas del municipio.
Esta suposición se sustenta en los abundantes yacimientos arqueológicos encontrados en el municipio contramaestre y en su río homónimo, así como en su afluente Mogote, hoy en su mayoría sumergido en la presa Carlos Manuel de Céspedes. Sin embargo las características geográfica que presenta el territorio al norte del río guanaba, y que tiene hoy como centro poblacional fundamental a la Tabla, integrado dentro de la formación geológica conocida como Carso de Baire, presenta condiciones poco favorables para el encentamiento de estos primitivos pobladores. Se destacan grandes mogotes con paredes casi verticales que se convierte en barreras naturales que dificultan el acceso, aún en la actualidad así como en la presencia de corriente fluviales de pequeño caudal, con saltos que imposibilitan la navegación incluso para pequeñas canoas aborígenes.
Todas las exploraciones realizadas en los poblados de La Tabla, La Pimienta, La Puya, Aguas Blanca, Los lazos y el Cacaito confirmaron la ausencia de restos arqueológicos en esta zona del municipio. Por el contrario descendiendo por las alturas cárcicas, hasta el río Cautillo, límite entre las provincia de Santiago de Cuba y Granma, en las ribera izquierda del río, en territorio del municipio Guisa en la misma zona de Los Lazos, se colectaron piezas de silex labradas por artesanos aborígenes. Por lo escaso del material colectado fue imposible lograr una filiación precisa de este grupo sitio al que se le debe realizar una excavación arqueológica controlada por la conservación en que se encuentra a pocos metros de allí, en la misma orilla del río, en un imponente mogote casi circular, con una circunferencia de unos 100 m de diámetro y 1130 de altura, campesinos del lugar encontraron en una pequeña cueva a unos 11 metros de altura, un enterramiento, que por las descripciones que brindaron debió haber sido un hombre con una vida y creencia muy primitivas. Todos los entrevistados coinciden en destacar que llamaba la atención lo pequeño de la circunferencia del cráneo y que no era de un niño, característica que distinguen a los grupos apropiadores caribeños.
Unido al material colectado, donde no se encontraron restos de cerámica permite suponer que se trata de un grupo apropiador. Descendiendo por las lomas del Cacaito, se arribó a la zona del Cepillo, y sobre el mismo límite territorial, se localizaron los restos de una nueva comunidad, pertenecientes en este caso al municipio Jiguaní. Presenta características similares a la descrita en los Lazos, pero con una diferencia importante de que en ella se colectó un fragmento de vasija de cerámica aborigen muy primitiva. A unos cien metros de allí se localizó otro asentamiento con rasgos similares pero no se encontró cerámica, y a 300 metros más al oeste de esto se localizó otro.
Resulta necesario destacar la presencia de estas comunidades en la zona limítrofe del municipio, para poder comprender que en realidad ellos siguieron el rumbo de río Cautillo aguas arriba. Suponemos que si estos hombres utilizaron el río Cautillo para buscar nuevas tierras para su asentamiento, también lo hicieron por los ríos Contramaestre y Mogote, ambos de mayor caudal por lo que es muy lógico que grupos
ceramistas tempranos y agricultores, similares encontrado en Contramaestre, siguieran el cauce del río arriba hasta los territorio del Tercer Frente sin embargo, es poco probable que los más primitivos grupos humanos que poblaron Cuba, protarcaicos, siboneyes tempranos y medios se asentaran en el municipio.


Antecedentes Históricos

Período Colonial

Durante el período colonial la Isla de Cuba se dividía en dos grandes departamentos: el oriente y el occidente. En este último radicaba la ciudad de La Habana, capital de la colonia. El departamento oriental tenía por capital a la ciudad de Santiago de Cuba. Los departamentos se dividían en jurisdicciones y estas a su vez en partidos. Esta estructura política administrativa se mantuvo hasta el año 1878 cuando la corona española aplico una nueva división consistente en seis provincias, cada una de las cuales se dividía en municipios, y estos en varios.
Por tradición oral y toponimia, se conoce que los primeros habitantes de estos territorios fueron negros esclavos, y quizás también aborígenes que aprovecharon lo intrincado y poco accesible de la geografía montañosa para continuar los llamados palenques de negro cimarrones, escapados de las dotaciones y haciendas y cafetales. Es de suponer que estos asentamientos de hombres y mujeres que escapaban a las atrocidades de sus amigos, estuvieran presente desde la época de las grandes sublevaciones aborígenes de la década de 1540 en la que participaron algunos de los primeros esclavos introducidos en la isla. El desarrollo de la esclavitud, incrementó con seguridad la presencia de asentamiento de cimarrones o palenques, como lo parece demostrar el que esta hoy existan un lugar llamado palenque en esta serranía.
Al iniciar la Guerra de los Diez Años , especialmente después del incendio de la ciudad Bayamo, a estas lomas de la Sierra Maestra vinieron a establecerse un número relativamente grande de familiares de patriotas, que así trataban de evitar la represión española. Entre ella se conoce la familia de Beatón y Góngora, quienes se establecieron en San Lorenzo. De este poblamiento forzado por las condiciones que imponen la guerra, de las características de la vida de estas familias, su economía, y otros detalles, resulta particularmente importante el diario de campaña de Calo Manuel de Céspedes.



1873 – 1874

Carlos Manuel de Céspedes, luego de su deposición como presidente de la republica de Cuba en Armas, hizo campamento en diferentes áreas del territorio, y dejó constancia de estos por menores. Hay referencia a lugares como: Comecará, Los Ranchitos, Arrollón, La Somanta, Bijagual, Cambute, Brazo Escondido, Matías, Mogote, Labial y otros los que en algunos casos data de ante de la guerra y por tanto, hace suponer un doblamiento anterior a este conflicto. El diario abunda en las difíciles condiciones de miserias en que vivían los habitantes de esta zona.
Según refiere el diario los pobladores obtenían sus sustentos trabajando en una tierra de escasa fertilidad, lo que impedía una producción abundante, y que muchas veces no era suficiente para sustentar las mismas necesidades de las familias. Céspedes ordena con frecuencia las cerámicas de víveres, desatacando con admiración como cuando se conseguía algo, se compartía fraternalmente entre todos, especialmente los más necesarios.
La economía de la región era de autoconsumo, no había comercio con otras zonas, y no parece que existiera propiedad de la tierra o su parcelación, en esta producción económica de autoconsumo no aparece un renglón predominante como lo será, con el correr de los años, el café.
Las viviendas en estos territorios, organizado desde un punto de vista civil en las conocidas prefecturas mambisas eran pobres bohíos, hechos unos de yaguas, penca de guanos y piso de tierra, y otro, de tabla de palma, cobijas de guano y piso de de lajas o maderas. En general se erigían cerca de los cursos de agua, pero siempre en posiciones elevadas para evitar las crecidas.
En las condiciones de guerra, y de una población que no era oriunda del lugar, las manifestaciones culturales y la cultura eran necesariamente escasas. De aquí que Céspedes se dedicara en su forzosa inactividad a enseñar a escribir y leer a algunas personas y así lo relata en su diario cuando escribe: “Estoy enseñando a leer a varias personas”. Las manifestaciones culturales en esta población y territorio se reducían casi exclusivamente a los cantos y bailes de los negros que allí vivían y que se producían casi a diario:
“Duró el tango hasta las 10 de la noche. Auque produce un ruido tan desapacible, siempre lo he soportado con paciencia y en atención a los gustos de esta pobre gente. Ayer bailaron también los congos, cuya danza es bastante obscena en los pases amorosos; pero también figuran los lances de la caza, la pesca y la guerra”.
Las varias referencias de Céspedes en su diario a esta forma de diversión de los pobladores, parece demostrar que era muy frecuente entre ellos .Así el día 15 de febrero de 1874 vuelve a señalar: “Anoche tuvieron los libretos a casa de Julio baile y canto que duro hasta el día. Hoy han construido aquí una enramada para poner el baile…”
Por otra parte las continuas lluvias, las malas condiciones de las viviendas, la mala alimentación, la falta de medios de aseo personal, los abundantes insectos y roedores, la ausencia de servicios médicos a excepción de los buenos oficios de curanderos y de la buena voluntad de los pobladores, contribuían a la proliferación de diversas enfermedades, entre ellas las contagiosas, provocando la muerte de un apreciable numero de los pobladores de estas serranías. Muchos vecinos padecieron de “bubas” enfermedad contagiosa que “…es mirada aquí como la lepra en Israel…”
Durante el desarrollo de la guerra de los Diez Años, en el territorio del actual municipio operaron fuerzas mambisas al mando de jefes como Calixto García, Manuel Gálvez, Alfonso Goulet, Bartolomé Masó, Flor Crombet, Antonio Maceo, Jesús Rabí, y otros .
Estas serranías eran lugares bastante seguros en los que las fuerzas del Ejército Libertador buscaban refugio para el descanso o para escapar a la persecución de las fuerzas españolas.

1878 - 1898

Los cambios económicos, políticos y sociales que tuvieron lugar en el período de la tregua fecunda, no repercutieron en estos lugares que habían quedado casi despoblados. La economía continuaba siendo para satisfacer básicamente las necesidades alimentarías de su escasa población. La mayoría de sus pocos habitantes, eran negros libertos.
Al iniciarse la guerra de 1895, la zona recuperó su ya reconocida función de refugio, relativamente seguro para las fuerzas y familias mambisas. Sin embargo, en esta oportunidad, hombres de la zona tuvieron una participación más activa, y es así que al recibirse la orden de alzamiento fijado para el 24 de febrero de1895, que en Baire fue dirigido por Saturnino Lora, participaron conspiradores residentes en Los Negros, Baracoa de Matías, Rihito, Maffo, Bijagual, y otros, siendo los líderes José Joaquín Urbina, Manuel Tabares, y Esteban Martín. Urbina era coordinador y jefes de los hombres comprometidos de los lugares mencionados, y al llegar, la orden de alzarse escogió como sitio de reunión el conocido por Guaranal, cerca de Los Negros, aún ante del 24 de febrero. Allí ordenó que un grupo de hombres impidieran la salida de Los Negros de los soldados españoles y de los confidentes, lo que sólo se cumplió parcialmente pues no fueron ejecutados los confidentes. El 23 de febrero, al mando de Urbina, salieron los hombres concentrados en Guaranal dando vivas a Cuba Libre, incrementándose a su paso por Las Llanadas, hasta reunirse con Lora en Baire, donde éste dio el grito de independencia o Muerte. Este grupo de Urbina fue uno de los más grandes que se unieron a Lora.
Hombres del territorio del actual municipio, participaron en acciones como, los combates de Los Negros, Loma de Ají, Peralejo, Guisa, Victoria de las Tunas en las operaciones de Baire – Baracoa de Matías, etc. Es de presumir también que en la fuerza invasora dirigida por el General Antonio Maceo, estuvieron presentes hombres de este municipio, especialmente en la tropa de infantería que comandaba el General Quintín Bandera, conocido como infantería de Cambute.
En la finca El Abra Manaca, existía predio atendido por José Elías, que servía como base de producción y suministro a las tropas del General Jesús Rabí. En la Juba y en Matías, estaban organizadas prefecturas del Ejército Libertador.
El heroico esfuerzo de los cubanos en la guerra, quedó frustrado por la intervención de los norteamericanos, que dio lugar a más de medio siglo de república sin independencia. No obstante esta etapa de nuestra vida nacional, vio el territorio del actual municipio ganar importancia demográfica y económica en un complejo proceso sujeto a la influencia de muy diversos factores locales, territoriales, nacionales e internacionales. El sentimiento del amor a Cuba, de patriotismo, de cubanidad, que sembraron en él hombres como los del 68 y el 95, hombres como Carlos Manuel de Céspedes, se mantuvo e incrementó con las nuevas luchas por la libertad.


Período Neocolonial (1898 – 1952).