Aurora Basnuevo

Aurora Basnuevo 260px Actriz cubana de radio, televisión, cine y teatro. Nombre Aurora Basnuevo Hernández Nacimiento 1938 Colón, Matanzas, Cuba Nacionalidad Cubana Otros nombres Aurorita Basnuevo, La mulatísima. Ciudadanía Cubana Ocupación Actriz y cantante Cónyuge Mario Limonta Obras destacadas Es conocida sobre todo por su papel de Estelvina en el programa radial “Alegrías de sobremesa” Premios Distinción por la Cultura Nacional entre otros

Aurora Basnuevo. Su nombre completo es Aurora Basnuevo Hernández. Actriz y cantante cubana muy conocida por su personaje radial de Estelvina en el programa radial "Alegrías de sobremesa" de la emisora Radio Progreso.

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

Nació en Colón en la calle Calixto García, número 125, esquina a Bartolomé Masó. Allí asistió a la escuela José de la Luz y Caballero y a clases de piano.

Sus padres deseaban que se hiciera profesora, por eso se la llevaron a la Capital al cumplir los 13 años. Allí estudió en la Escuela Normal para Maestros de La Habana y en el Conservatorio de de Monte y Rastro.

Siempre le gustó mucho la música pero también el magisterio. Era muy estudiosa, andaba con unos espejuelitos y le decían la doctora Candelaria Candela.

Pero llevaba dentro el ‘bichito’ del artista y no pudo evitar probar suerte en 1957, cuando cursaba el tercer año de la carrera.

“Escondida de mi mamá me presenté en el programa televisivo que conducía José Antonio Alonso. Fue una sorpresa grandísima para toda la familia, al encender el televisor yo estaba en la pantalla con un vestido prestado que me había puesto en un baño de la emisora CMQ. “Gané el primer premio y me hice Estrella Naciente. A partir de ese momento comencé a dar clases de repertorio con Isolina Carrillo porque José Antonio se interesó mucho en mi forma de ser y de expresar. Él le dijo a Isolina: "quítale todos los números que se asemejen a cualquier artista, empieza montándole canciones nuevas para que sea ella misma". Siempre me aconsejaba: "no te parezcas a nadie".”

Durante mucho tiempo simultaneaba la música con el trabajo en una escuela. Eran los inicios de la Revolución y aunque el déficit de maestros la obligaba doblar los turnos de clases, ella no quería renunciar a ninguna de sus dos pasiones.

En Estrella Naciente conoció al actor Mario Limonta y se hicieron novios. Él, guantanamero y machista, no quería que fuese actriz, por lo que al casarse siguió sólo la carrera del magisterio.

Aunque permaneció apartada por un tiempo, su camino estaba signado hasta el escenario. En la década de los sesenta, la directora Cuqui Ponce de León la invitó a volver a las tablas, esta vez como oyente en los ensayos del grupo Rita Montaner.

“Me preparé por varios meses hasta que me dieron el protagónico en una obra de Héctor Quintero, Habitación 406, que iba a dirigir Miguel Montesco.

“El día al ensayo general, le digo a Mario que quería su opinión como actor y al terminar me dijo: "yo tú no salía mañana, qué mal estas". Llorando le supliqué a Miguel: "no puedo hacerlo, mi marido me encontró muy mal". Entonces el director se me encaró: "él lo que está es muerto de celos".

“Aquello resulto el mayor éxito que he tenido en la vida: aplausos, vítores, al otro día la prensa me comparaba con los más grandes: Luis Carbonel, Esther Borja.

“Con la compañía de Cuqui trabajé en muchísimas puestas: Los cuchillos del 23, La pérgola de las flores, La yaguas, cantaba boleros, bailaba rumba, guaracha.”