Juan Arrazcaeta Oropeza
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Juan Arrazcaeta Oropeza. Relevante activista del deporte de antaño en el poblado de Surgidero de Batabanó, quien dedicara gran parte de su vida a colaborar con los equipos juveniles y de adultos en la disciplina de béisbol. Es recordado por su dedicación incondicional como un valioso exponente que marcó una época del deporte amateur en un sitio abatido por los huracanes y bajo gobiernos ciegos a los beneficios de sus coterráneos.
Datos biográficos
Hijo de Juana Oropeza y Sixto Arrazcaeta, integrante de un núcleo de 5 hermanos, nació el 26 de junio del año 1890 en la localidad de Surgidero de Batabanó y como la situación económica de la familia era precaria, no tuvo oportunidad de ir a la escuela
para dedicarse a cualquier menester decente, entre ellos amenizar en un conjunto creado por el progenitor con recursos mínimos, en las esquinas o actividades particulares por algunas pesetas; para poder de ayudar en la economía del hogar.
Su padre tuvo el privilegio de aprender a leer y escribir en la infancia y le transmitió a él los conocimientos; disponiéndose a adquirir una cultura autodidacta a través de libros que le prestaban o conseguía con mucho trabajo. Comienza a los 18 años de edad a trabajar como recortador de esponja en la esponjaría del poblado.
Transcurren los años junto a las necesidades, el trabajo y a los 40 años contrae matrimonio con Dolores Romero natural del mismo pueblo, pero de la zona del campo y del matrimonio nacen 6 hijos, entre ellos Zenia Arrazcaeta Romero eHirdeliza Zayda Arrazcaeta Romero.
Sus ideales
Fue un fiel defensor de la justicia, amante de las luchas de clases que había conocido a través de los largos libros de historia que leía desde el comienzo de sus estudios autodidácticos. Ya desde el tiempo de Fulgencio Batista coincidía con las ideas revolucionarias y con sus líderes cubanos. Tuvo una estrecha amistad conNorberto Collado y su familia, escondiéndolo en algunas ocasiones cuando el Comandante de la Revolución Cubana se hallaba perseguido. Trabaja en los muelles de La Habana y conoce, al participar en los mítines, a Aracelio Iglesias, por quien sintió profunda admiración.
El deporte
Desde muy temprana edad, se sintió inclinado por el béisbol y aunque lo practicaba activamente, descubrió siendo tan niño, su vocación por dirigir y atender a los grupos de muchachos, que no tenían organización alguna que los representara ni los ayudara. Al pasar los años, ya hecho un hombre, se destaca como pelotero siendo clasificado como cuarto bate y receptor del equipo que representaba ya a Surgidero, jugando hasta los 50 años, para continuar como entrenador de los equipos municipales junto a otro pionero de dicho deporte, Jesús Crespo. Así enseñó sus habilidades naturales ante el juego y aplicó métodos basados en la práctica, la ejercitación y el respeto.
Se dedicó también al cuidado y mantenimiento de la única institución para el béisbol que existió, de la cual no quedan actuales referencias en su tierra natal, por donde pasaron grandes figuras de ese deporte, de esa época y de generaciones posteriores. Esta institución se perdió con el paso del tiempo.
Juan Arrazcaeta Oropeza fue una personalidad en Surgidero de Batabanó, respetado y querido por las nuevas generaciones; anciano aún conservó su espíritu deportivo. Su imagen en el terreno estaba muy estrechamente relacionada con el deporte del guante y el bate. Sus hijos varones siguieron su ejemplo destacándose como jugadores en el equipo municipal, aportando méritos al mismo durante los primeros años del triunfo de la revolución
Muerte
Muere un 23 de agosto del año 1965 dejando tristeza entre los jugadores, amigos y familia. Ese día antes de comenzar los juegos cotidianos como de costumbre, se efectuó una ceremonia póstuma, seguida de un minuto de silencio y precedida por las notas del Himno Nacional Cubano. Por varios años en el estadio de pelota, en la fecha que recordaba su natalicio, se guardaba un minuto de silencio por su memoria.
Fuente
INDER. Municipio Batabanó. Departamento de tradiciones de la Casa de Cultura Juventino rosas de surgidero de Batabanó.
