Absceso hepático piógeno
|
Absceso hepático piógeno. Es un área llena de pus en el hígado.
Sumario
Causas, incidencia y factores de riesgo
Existen muchas causas potenciales de abscesos hepáticos, a saber:
- Infección abdominal como apendicitis, diverticulitis o un intestino perforado.
- Infección en la sangre.
- Infección en las vías biliares.
- Endoscopia reciente de las vías biliares.
- Traumatismo que causa daño al hígado.
Las bacterias más comunes que causan abscesos hepáticos son:
- Bacteroides.
- Enterococo.
- Escherichia coli.
- Klebsiella.
- Estafilococo.
- Estreptococo.
En la mayoría de los casos, se encuentra más de un tipo de bacteria.
Síntomas
- Heces color arcilla.
- Orina turbia.
- Fiebre, escalofrío.
- Inapetencia.
- Náuseas, vómitos.
- Dolor en la parte superior derecha del abdomen (más común) o en todo el abdomen (menos común).
- Pérdida de peso involuntaria.
- Debilidad.
- Coloración amarillenta de la piel (ictericia).
Signos y exámenes
Los exámenes pueden abarcar:
- Tomografía computarizada del abdomen.
- Ecografía abdominal.
- Examen de sangre para bilirrubina.
- Hemocultivo para bacterias.
- Hemograma o conteo sanguíneo completo (CSC).
- Biopsia del hígado.
- Pruebas de la función hepática.
- Conteo de glóbulos blancos.
Tratamiento
El tratamiento generalmente consiste en una cirugía o atravesar la piel con una aguja o sonda para drenar el absceso. Usted también recibirá antibióticos durante más o menos 4 a 6 semanas. Algunas veces, los antibióticos solos pueden curar la infección.
Expectativas (pronóstico)
Esta afección puede ser mortal para algunos pacientes. El riesgo de muerte es más alto en personas que tienen muchos abscesos hepáticos.
Complicaciones
Se puede desarrollar una sepsis potencialmente mortal.
Situaciones que requieren asistencia médica
Consulte con el médico si tiene:
- Cualquier síntoma de este trastorno.
- Dolor abdominal severo.
- Confusión o disminución del estado de conciencia.
- Fiebre alta y persistente.
- Otros síntomas nuevos durante o después del tratamiento.
Prevención
El tratamiento oportuno de las infecciones abdominales u otro tipo de infecciones puede reducir los riesgos, aunque en muchos casos no se pueden prevenir.