Conde de Valmaseda

Blas Villate Militar y político español Nombre Blas Villate y de La Hera Nacimiento 3 de febrero de 1824 Sestao, Vizcaya, España Fallecimiento 8 de enero de 1882 Madrid, España Nacionalidad Española Ciudadanía Española Ocupación Militar Título Conde de Valmaseda

Blas Villate y de La Hera (Conde de Valmaseda). Militar y político español del siglo XIX. Ascendió por todos los grados de la jerarquía militar hasta ocupar las más altas responsabilidades. Acumuló gran experiencia en las guerras coloniales de España, en las cuales se caracterizó siempre tanto por su competencia como por su crueldad.

Síntesis biográfica

Carrera militar

Nació el 3 de febrero de 1824 en Sestao, Vizcaya. Siendo aún niño ingresó en el Colegio General Militar, donde recibió su bautismo de fuego cuando los carlistas atacaron el Alcázar de Segovia.

Ascendió a alférez en 1838 y a teniente en 1839. En diciembre de 1840 embarcó hacia La Habana con el Regimiento Lanceros del Rey, con el que prestó servicios de guarnición en La Habana, Sancti Spíritus y Santa Clara. En 1844 pasó a Matanzas y allí tuvo participación en la sofocación de una rebelión de esclavos. Al año siguiente regresó a España por motivos de salud.

En 1847 fue ascendido a capitán y destinado a la Sección de Guerra y Marina del Consejo Real como oficial del arma de Caballería. Al siguiente año, ya con el grado de comandante y siendo ayudante de campo del presidente del Consejo de Ministros, participó en el control de las sublevaciones ocurridas en Madrid entre los meses de marzo y mayo. En 1852 fue promovido a teniente coronel y dos años después acompañó al general español Leopoldo O’Donell durante el alzamiento liberal. Por su actuación fue ascendido a general.

En 1859, siendo ya Conde de Valmaseda, sostuvo varios combates en Marruecos, llegando a recibir la Cruz de San Fernando de Tercera Clase. El 2 de octubre de 1860 desembarcó nuevamente en Cuba, nombrado comandante militar de Trinidad, y dos años después gobernador de Puerto Príncipe. En 1864 recibió el nombramiento de comandante general del Departamento Oriental y organizó una de las divisiones que marcharían a Santo Domingo en la Guerra de Restauración, donde también desembarcaría al frente de una brigada.

Combatió hasta que en 1865 abandonó la campaña por problemas de salud. Tras pasar por La Habana, regresó a España. Allí fue ascendido a mariscal de campo y nombrado jefe de la Primera División de Castilla la Nueva, con especial atención en la custodia de la familia real. El 27 de abril de 1866 fue nombrado segundo cabo de la capitanía general de la Isla de Cuba. El 23 de septiembre asumió el gobierno por enfermedad y posterior muerte del capitán general Joaquín del Manzano. Su interinidad duró hasta el 21 de diciembre del propio año, en que entregó el mando a Francisco de Lersundi, para reincorporarse a su cargo, donde le sorprendió la Guerra del 68.

Participación en la Guerra del 68 y trayectoria política

Por su experiencia militar, Lersundi lo nombró jefe de Operaciones de los departamentos Central y Oriental. Para cumplir la misión partió hacia Manzanillo, donde dejó organizada la defensa para dirigirse posteriormente a Puerto Príncipe por el estero de Vertientes, en Sancti Spíritus.

A comienzos de enero de 1869, al mando de unos 3 000 hombres, derrotó a las fuerzas del mayor general cubano Donato Mármol en el combate de Saladillo, lo que le hizo abrir las puertas de la ciudad de Bayamo, ocupada por los independentistas desde el 20 de octubre del año anterior, pero al penetrar en ella solamente se encontró las cenizas. Lleno de ira y reforzadas considerablemente sus fuerzas, el 4 de abril lanzó un bando al pueblo anunciando prácticamente una guerra de tierra arrasada, la cual comenzó a aplicar.

Cometió los más atroces crímenes —incluyendo mujeres y niños— con su plan conocido como la Creciente de Valmaseda. En octubre de 1869 fue nombrado jefe del Departamento Oriental con residencia en Santiago de Cuba y el 19 de enero de 1870 recibió su ascenso a teniente general por los servicios prestados combatiendo la insurrección.

El 6 de diciembre de ese mismo año arribó a La Habana para hacerse cargo de la capitanía general de la Isla una semana después. El 14 de febrero de 1871 dictó un nuevo y amenazante bando y el 25 de agosto aprobó el fusilamiento de Juan Clemente Zenea. El 27 de noviembre también fueron fusilados los ocho estudiantes de Medicina. Al ver que no podía controlar la situación, Blas Villate planteó su renuncia al gobierno de la metrópoli, la cual fue aceptada. Entregó el mando al segundo cabo y partió de La Habana el 15 de julio de 1872.

Se mantuvo en Madrid en situación de cuartel hasta 1874. El 29 de diciembre de ese año se pronunció en Ciudad Real al frente de escasas fuerzas y proclamó la restauración de la monarquía borbónica y a Alfonso XII como rey. Simultáneamente, el general Arsenio Martínez Campos hacía lo mismo en Sagunto. Por decreto real, del 10 de febrero de 1875, fue nombrado nuevamente capitán general de la isla de Cuba y el 8 de marzo ocupó el gobierno y el mando del ejército y se estableció en Cruces, ya que el mayor general Máximo Gómez había invadido el territorio villareño.

Ninguna de sus medidas tomadas anteriormente pudo frenar el desarrollo de los acontecimientos. Convencido de su fracaso, presentó nuevamente la renuncia para entregar el mando el 18 de enero de 1876.

Muerte

Estuvo en Madrid —nuevamente en situación de cuartel- hasta el 17 de enero de 1881, en que fue nombrado capitán general de Castilla la Nueva.

Falleció en Madrid el 8 de enero de 1882.

Fuentes

• Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte (1510 - 1898) Tomo I Biografías. Ediciones Verde Olivo. Ciudad de La Habana, 2004.