Diferencia entre revisiones de «Ingenio de Nueva Luisa»

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{{Institucion|nombre=Ingenio de Nueva Luisa|imagen=Nueva Luisa.JPG|descripcion=El nombre de |siglas_o_acronimo=|fecha_de_fundacion=Alrededor de [[1810]]|ubicacion=Municipio de [[Jovellanos]]|tipo_de_unidad=}}'''Ingenio de Nueva Luisa'''. Ingenio perteneciente al municipio [[Jovellanos]], que reconoce la historia del patrimonio tangible e intangible de esa comunidad, citamos el horno de cal, la casa vivienda, el charco del mango, el campanario y los barracones, entre otros.  
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'''Ingenio de Nueva Luisa'''. Ingenio perteneciente al municipio [[Jovellanos]], que reconoce la historia del patrimonio tangible e intangible de esa comunidad, citamos el horno de cal, la casa vivienda, el charco del mango, el campanario y los barracones, entre otros.  
  
 
== Reseña histórica  ==
 
== Reseña histórica  ==
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Poco después de la llegada del ferrocarril a [[Archivo Nacional de Cuba|Cuba]], <span style="text-decoration: underline;">Luisa</span> se beneficia, cuando llegan hasta allá las vías estrechas para trasladar el azúcar hasta [[Cárdenas]] y [[Matanzas|Matanzas]]. El nombre de Nueva Luisa lo adquirió en los primeros años del [[Siglo XX|siglo XX]] según consta en el Registro de Propiedad del municipio de [[Jovellanos|Jovellanos]]. Al producirse la sublevación de esclavos en el ingenio Alcancía en la madrugada del 27 al [[28 de marzo|28 de marzo]] de [[1843|1843]], tuvieron en este lugar 21 adeptos, ocupando el segundo lugar en número de esclavos y participantes. Al iniciarse la conspiración de los negros se unieron gran cantidad de esclavos, a los de Guamacaro, Cimarrones, Macurijes, ingenio Atrevido y Encanto. Hacia [[1850|1850]] tenía una dotación de 60 esclavos, disponía de 50 caballerías de tierra para sus plantaciones.  
 
Poco después de la llegada del ferrocarril a [[Archivo Nacional de Cuba|Cuba]], <span style="text-decoration: underline;">Luisa</span> se beneficia, cuando llegan hasta allá las vías estrechas para trasladar el azúcar hasta [[Cárdenas]] y [[Matanzas|Matanzas]]. El nombre de Nueva Luisa lo adquirió en los primeros años del [[Siglo XX|siglo XX]] según consta en el Registro de Propiedad del municipio de [[Jovellanos|Jovellanos]]. Al producirse la sublevación de esclavos en el ingenio Alcancía en la madrugada del 27 al [[28 de marzo|28 de marzo]] de [[1843|1843]], tuvieron en este lugar 21 adeptos, ocupando el segundo lugar en número de esclavos y participantes. Al iniciarse la conspiración de los negros se unieron gran cantidad de esclavos, a los de Guamacaro, Cimarrones, Macurijes, ingenio Atrevido y Encanto. Hacia [[1850|1850]] tenía una dotación de 60 esclavos, disponía de 50 caballerías de tierra para sus plantaciones.  
  
Entre [[1856|1856]] y [[1858|1858 se]] instalan aparatos de Derosne, de tecnología avanzada. En [[1859|1859]] se fabricaron 7745 cajas de azúcar de los tipos blancos, quebrado y cucurucho, y 434 bocoyes de azúcar mascabada. Por esta fecha era propiedad de José Baró. Hacia [[1870|1870]] Nueva Luisa estaba entre los ingenios de más alto rendimiento industrial con una producción de 3456 @ por caballerías y 2,9 toneladas por hectáreas. Transcurría el último cuarto del [[Siglo XIX|siglo XIX]] cuando dejó de existir José Baró, había dejado como heredero a sus hijos. En [[1880|1880]] en potrero Santa Lucía de cinco caballerías de tierra, perteneciente a la hacienda Macurijes, es incluida en el área del ingenio Nueva Luisa. El [[20 de agosto|20 de agosto]] de [[1823|1823]] fallece Josefa Baró y Jiménez, y queda como dueña del ingenio Luisa, por acuerdo se denomina Hermanos Rivas Castañeda a partir del día siguiente. Josefa Petrona Rivas Baró era representada por su esposo Joaquín Castañer Soucrú. Yyy Al paso de la invasión por la localidad las tropas insurrectas destruyen el fortín y queman el ingenio por tres partes diferentes. En la zafra de [[1905|1905]] – [[1907|1907]] la molida fue de 964 236 @ de caña y por entonces ya se refleja con el nombre de Nueva Luisa, ya que no existía otro ingenio con el nombre de [[Ubernia Eduarda Luisa Solís Cabrera|Luisa]] en el término de Guamacaro. En [[1907|1907]]-[[1908|1908]] alcanzó cifras de 300 000 @ de caña y en [[1910|1910]] fabricó 119 680 sacos de azúcar de 325 libras cada una. En [[1910|1910]] el ingenio cierra sus puertas. Hacia [[1946|1946]] se pensó en reconstruir el ingenio, pero en una reunión que hubo en [[Ciudad de La Habana|La Habana]], a raíz de un tiro que le dan en la cabeza a Julio Lobo, se deshacen los planes. Es importante señalar la arquitectura de la casa: vivienda con barandas de hierro, escalera negra de mármol con una bola de cristal, debajo estaban las oficinas, arriba estaban los dormitorios de los dueños.
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Entre [[1856|1856]] y [[1858|1858 se]] instalan aparatos de Derosne, de tecnología avanzada. En [[1859|1859]] se fabricaron 7745 cajas de azúcar de los tipos blancos, quebrado y cucurucho, y 434 bocoyes de azúcar mascabada. Por esta fecha era propiedad de José Baró. Hacia [[1870|1870]] Nueva Luisa estaba entre los ingenios de más alto rendimiento industrial con una producción de 3456 @ por caballerías y 2,9 toneladas por hectáreas. Transcurría el último cuarto del [[Siglo XIX|siglo XIX]] cuando dejó de existir José Baró, había dejado como heredero a sus hijos. En [[1880|1880]] en potrero Santa Lucía de cinco caballerías de tierra, perteneciente a la hacienda Macurijes, es incluida en el área del ingenio Nueva Luisa. El [[20 de agosto|20 de agosto]] de [[1823|1823]] fallece Josefa Baró y Jiménez, y queda como dueña del ingenio Luisa, por acuerdo se denomina Hermanos Rivas Castañeda a partir del día siguiente. Josefa Petrona Rivas Baró era representada por su esposo Joaquín Castañer Soucrú. Yyy Al paso de la invasión por la localidad las tropas insurrectas destruyen el fortín y queman el ingenio por tres partes diferentes. En la zafra de [[1905|1905]] – [[1907|1907]] la molida fue de 964 236 @ de caña y por entonces ya se refleja con el nombre de Nueva Luisa, ya que no existía otro ingenio con el nombre de [[Ubernia Eduarda Luisa Solís Cabrera|Luisa]] en el término de Guamacaro. En [[1907|1907]]-[[1908|1908]] alcanzó cifras de 300 000 @ de caña y en [[1910|1910]] fabricó 119 680 sacos de azúcar de 325 libras cada una. En [[1910|1910]] el ingenio cierra sus puertas. Hacia [[1946|1946]] se pensó en reconstruir el ingenio, pero en una reunión que hubo en [[Ciudad de La Habana|La Habana]], a raíz de un tiro que le dan en la cabeza a Julio Lobo, se deshacen los planes. Es importante señalar la arquitectura de la casa: vivienda con barandas de hierro, escalera negra de mármol con una bola de cristal, debajo estaban las oficinas, arriba estaban los dormitorios de los dueños.  
  
 
== El Torniquete  ==
 
== El Torniquete  ==
  
Lugar situado cerca de la oficina por donde pasaba la línea del ferrocarril, en la cual se sentaban las personas debajo de los grandes higuillos. Por allí transitaban todas las personas del batey debido a que iban a comprar a la bodega o al kiosco o que pasaban de salida para el pueblo. Además todos los jóvenes hacían estancia para ver las muchachas. En ese lugar todos los días en la mañana se reunían los trabajadores para recibir orientaciones sobre el trabajo que se iban a realizar por el administrador tanto en tiempo de zafra como en tiempo muerto
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Lugar situado cerca de la oficina por donde pasaba la línea del ferrocarril, en la cual se sentaban las personas debajo de los grandes higuillos. Por allí transitaban todas las personas del batey debido a que iban a comprar a la bodega o al kiosco o que pasaban de salida para el pueblo. Además todos los jóvenes hacían estancia para ver las muchachas. En ese lugar todos los días en la mañana se reunían los trabajadores para recibir orientaciones sobre el trabajo que se iban a realizar por el administrador tanto en tiempo de zafra como en tiempo muerto  
  
== El viejo cementerio ==
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== El viejo cementerio ==
  
Doroteo Hernández hijo de esclavos cuenta que sus padres trabajaban en la hacienda y según información sobre el viejo camposanto cuenta que tenía una extensión de cuatro muros al ala izquierda y estaba repleta de una serie de promontorios que presumiblemente debieron construir las tumbas. Al fondo contra la pared que daba al río se delineaba un cuadrado de ladrillos con una abertura en el centro que constituía el osario. Según cuenta Doroteo, cuando el negro Nicolás se fue de cimarrón para el monte, los amos no quisieron que los esclavos se siguieran enterrando en el cementerio del pueblo porque cada vez que había un muerto por lo menos uno se escapaba y decía que el ranchero costaba muy caro para encontrarlo. Entonces mandaron a hacer el cementerio de esclavos cerca del río en la tierra baja y mandaron a levantar un muro con veinte esclavos que duró dos años de construcción, ya que se comentaba que en una inundación la fuerza del agua escarbó la sepultura y el reguero de huesos llegó hasta el mismo batey, esta construcción se realizó entre las dos guerras de independencia y nunca más el río pudo sacar los muertos.
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Doroteo Hernández hijo de esclavos cuenta que sus padres trabajaban en la hacienda y según información sobre el viejo camposanto cuenta que tenía una extensión de cuatro muros al ala izquierda y estaba repleta de una serie de promontorios que presumiblemente debieron construir las tumbas. Al fondo contra la pared que daba al río se delineaba un cuadrado de ladrillos con una abertura en el centro que constituía el osario. Según cuenta Doroteo, cuando el negro Nicolás se fue de cimarrón para el monte, los amos no quisieron que los esclavos se siguieran enterrando en el cementerio del pueblo porque cada vez que había un muerto por lo menos uno se escapaba y decía que el ranchero costaba muy caro para encontrarlo. Entonces mandaron a hacer el cementerio de esclavos cerca del río en la tierra baja y mandaron a levantar un muro con veinte esclavos que duró dos años de construcción, ya que se comentaba que en una inundación la fuerza del agua escarbó la sepultura y el reguero de huesos llegó hasta el mismo batey, esta construcción se realizó entre las dos guerras de independencia y nunca más el río pudo sacar los muertos.  
  
En el cementerio primero enterraron a esclavos pero después también a blancos y al mayoral Jacinto, Josefa su esposa, y a una hija que se dio candela y no querían enterrar a nadie en el pueblo porque era muy lejos para llevar las flores y enterrándolas ahí les salía más barato. Según Doroteo dejaron de enterrar en el gobierno de Estrada Palma porque después de terminada la esclavitud llegó un cura del pueblo y dijo que allí estaba el diablo que no se podía enterrar más y que había que mudar el entierro para el pueblo. El último negro que se enterró hacía de jardinero y se llamaba Taita Yembé.
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En el cementerio primero enterraron a esclavos pero después también a blancos y al mayoral Jacinto, Josefa su esposa, y a una hija que se dio candela y no querían enterrar a nadie en el pueblo porque era muy lejos para llevar las flores y enterrándolas ahí les salía más barato. Según Doroteo dejaron de enterrar en el gobierno de Estrada Palma porque después de terminada la esclavitud llegó un cura del pueblo y dijo que allí estaba el diablo que no se podía enterrar más y que había que mudar el entierro para el pueblo. El último negro que se enterró hacía de jardinero y se llamaba Taita Yembé.  
  
== El horno de cal ==
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== El horno de cal ==
  
Como que en aquella época el río estaba dividido ya en charcos desde hacía más de un mes, era imposible cumplir la rutina veraniega del baño en el Charco del mango. Ahora les quedaba a los muchachos las opciones de ir a comer caña de medialuna en los alrededores del Viejo Cementerio, jugar un rato a los escondidos o competir deslizándose en yaguas por la ladera del Horno de Cal, ubicado al fondo del batey detrás del terreno al oeste. Muchos seleccionaron esta opción y cruzaron la cerca del jardín izquierdo para encaminarse al lugar no sin antes echar manos a dos o tres yaguas que permanecían ocultas en una bejuquera de la cerca de casa de los Prados. El Horno de Cal era una especie de pirámide de canto que medía unos diez metros por cada lado y doce o quince de alto. Los chiquillos con Edelmiro al frente subieron con ligereza los veinte escalones de canto y una vez en la cúspide sortearon quiénes serían los primeros en tirarse con yaguas. Esta operación se hacía por los filos del horno y terminaban revolcados entre la hierba tupida que crecía en la base de las tres paredes. El Horno de Cal sin dudas, un lugar celebre del batey.
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Como que en aquella época el río estaba dividido ya en charcos desde hacía más de un mes, era imposible cumplir la rutina veraniega del baño en el Charco del mango. Ahora les quedaba a los muchachos las opciones de ir a comer caña de medialuna en los alrededores del Viejo Cementerio, jugar un rato a los escondidos o competir deslizándose en yaguas por la ladera del Horno de Cal, ubicado al fondo del batey detrás del terreno al oeste. Muchos seleccionaron esta opción y cruzaron la cerca del jardín izquierdo para encaminarse al lugar no sin antes echar manos a dos o tres yaguas que permanecían ocultas en una bejuquera de la cerca de casa de los Prados. El Horno de Cal era una especie de pirámide de canto que medía unos diez metros por cada lado y doce o quince de alto. Los chiquillos con Edelmiro al frente subieron con ligereza los veinte escalones de canto y una vez en la cúspide sortearon quiénes serían los primeros en tirarse con yaguas. Esta operación se hacía por los filos del horno y terminaban revolcados entre la hierba tupida que crecía en la base de las tres paredes. El Horno de Cal sin dudas, un lugar celebre del batey.  
  
==Historias que forman parte del patrimonio tangible==
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== Historias que forman parte del patrimonio tangible ==
  
=== El campanario y los barracones ===
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=== El campanario y los barracones ===
  
El campanario y los barracones constituyeron un complejo que se mantuvo intacto hasta los años 50 del [[siglo XX]]. La enorme campana de bronce había servido por decenas de años para anunciar a los esclavos la hora de recogerse y al amanecer cuando comenzaban a cantar los gallos emitía su reluciente sonido para señalar la hora del comienzo de la jornada. Una faena larga y dolorosa colmada de latigazos y recalentamiento bajo los inclementes rayos del sol de las plantaciones cañeras. Construcción del Campanario y los Barracones. El campanario era hecho de cantos enormes y con una escalera enorme de madera dura que daba acceso al recinto de la campana. Había que subir por la misma cada vez que se iba a tocar la campana porque el amo no permitía hacerlo de abajo con la soga, pues, si estaba cerca del suelo cualquier intruso podía tocarla en un momento inapropiado y formar un corre corre por gusto y esto en honor a la verdad, tenía razón porque habían muchos jodedores por ahí.  
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El campanario y los barracones constituyeron un complejo que se mantuvo intacto hasta los años 50 del [[Siglo XX]]. La enorme campana de bronce había servido por decenas de años para anunciar a los esclavos la hora de recogerse y al amanecer cuando comenzaban a cantar los gallos emitía su reluciente sonido para señalar la hora del comienzo de la jornada. Una faena larga y dolorosa colmada de latigazos y recalentamiento bajo los inclementes rayos del sol de las plantaciones cañeras. Construcción del Campanario y los Barracones. El campanario era hecho de cantos enormes y con una escalera enorme de madera dura que daba acceso al recinto de la campana. Había que subir por la misma cada vez que se iba a tocar la campana porque el amo no permitía hacerlo de abajo con la soga, pues, si estaba cerca del suelo cualquier intruso podía tocarla en un momento inapropiado y formar un corre corre por gusto y esto en honor a la verdad, tenía razón porque habían muchos jodedores por ahí.  
  
Eso significa que había que subir no menos de cuatro veces al día por la dichosa escalera que tenía noventa y dos escalones. Es cierto que el cuidador del campanario era casi como un esclavo, pues había que dormir allí por si se escapaba algún negro esclavo y había que tocar la campana de noche para avisar a los ranchadores. Otra inconveniencia era que el amo no permitía que el cuidador se casara porque eso le traería obligaciones que le impedirían el trabajo. Quien abría y cerraba era Juan José, el jefe de los mayorales, un español de muy malas entrañas que gozaba con el sufrimiento de los esclavos, por eso apareció una mañana ahorcado en el pozo de agua en el centro de los barracones. Se repartieron latigazos a diestra y siniestra para averiguar quien lo ahorcó pero nunca apareció el sujeto. Por la mañana Juan José abría el portón que pesaba tanto que hacían falta cuatro hombres para correr las hojas.  
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Eso significa que había que subir no menos de cuatro veces al día por la dichosa escalera que tenía noventa y dos escalones. Es cierto que el cuidador del campanario era casi como un esclavo, pues había que dormir allí por si se escapaba algún negro esclavo y había que tocar la campana de noche para avisar a los ranchadores. Otra inconveniencia era que el amo no permitía que el cuidador se casara porque eso le traería obligaciones que le impedirían el trabajo. Quien abría y cerraba era Juan José, el jefe de los mayorales, un español de muy malas entrañas que gozaba con el sufrimiento de los esclavos, por eso apareció una mañana ahorcado en el pozo de agua en el centro de los barracones. Se repartieron latigazos a diestra y siniestra para averiguar quien lo ahorcó pero nunca apareció el sujeto. Por la mañana Juan José abría el portón que pesaba tanto que hacían falta cuatro hombres para correr las hojas.  
  
 
El jefe se paraba en el portón para contar a los esclavos que salían para los campos, en épocas florecientes del ingenio hubo hasta quinientos esclavos, después montaba en su caballo y acompañaba a la fila hasta los cañaverales, allí echaba todo el día y regresaba al oscurecer con los esclavos para contarlos cuando fueran entrando al barracón, culminado el conteo cerraba y se iba al dormitorio de los mayorales. Los dormitorios de los esclavos estaban en el fondo. Cuando llegaban le permitían lavarse la cara en un tanque de agua que había allí nada más. Después comían el salcocho que se preparaba de forma colectiva, dos veces por semana le permitían toque de tambor hasta las diez de la noche y los domingos los obligaban a oír la misa que daba el cura de lo cual ellos no comprendían nada. A cada rato se formaban broncas entre esclavos con puñaladas casi siempre por problemas de mujeres. A los implicados los metían tres días en el cepo. Eso era colocarles una tabla que les oprimía y las muñecas sin comer ni tomar agua, pero de todos modos las broncas se repetían. Los mayorales dormían en un barracón mas pequeño bebían y jugaban cartas hasta altas horas de la noche. Los esclavos eran tratados como animales. Les tenían unos escusados colectivos en el fondo del barracón y tenían que hacer necesidades hombres y mujeres juntos. Cuando había una descomposición estomacal eso era tremendo y pasaba muy a menudo debido al tipo de alimento que daban. Lo único que lo aliviaba era que en los barracones les quitaban las cadenas. Eso fue así hasta la noche en que se escaparon cuatro y les tuvieron que echar los perros de los rancheadotes.  
 
El jefe se paraba en el portón para contar a los esclavos que salían para los campos, en épocas florecientes del ingenio hubo hasta quinientos esclavos, después montaba en su caballo y acompañaba a la fila hasta los cañaverales, allí echaba todo el día y regresaba al oscurecer con los esclavos para contarlos cuando fueran entrando al barracón, culminado el conteo cerraba y se iba al dormitorio de los mayorales. Los dormitorios de los esclavos estaban en el fondo. Cuando llegaban le permitían lavarse la cara en un tanque de agua que había allí nada más. Después comían el salcocho que se preparaba de forma colectiva, dos veces por semana le permitían toque de tambor hasta las diez de la noche y los domingos los obligaban a oír la misa que daba el cura de lo cual ellos no comprendían nada. A cada rato se formaban broncas entre esclavos con puñaladas casi siempre por problemas de mujeres. A los implicados los metían tres días en el cepo. Eso era colocarles una tabla que les oprimía y las muñecas sin comer ni tomar agua, pero de todos modos las broncas se repetían. Los mayorales dormían en un barracón mas pequeño bebían y jugaban cartas hasta altas horas de la noche. Los esclavos eran tratados como animales. Les tenían unos escusados colectivos en el fondo del barracón y tenían que hacer necesidades hombres y mujeres juntos. Cuando había una descomposición estomacal eso era tremendo y pasaba muy a menudo debido al tipo de alimento que daban. Lo único que lo aliviaba era que en los barracones les quitaban las cadenas. Eso fue así hasta la noche en que se escaparon cuatro y les tuvieron que echar los perros de los rancheadotes.  
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A los pobres diablos los cogieron llegando a las lomas y los perros los desguazaron. Así heridos y todo los metieron una semana en el cepo. Desde ese día comenzaron a encadenarlos a todos, excepto los días de toque de tambor que los tenían suelto hasta las doce de la noche más o menos; pero vigilados por veinte mayorales armados con escopetas y revólveres. Cuando llegó la abolición de la esclavitud muchos de los negros se quedaron en el batey y otros fueros al pueblo y otros lugares a buscar trabajo. Casi todos los negros que existen en el pueblo y en todos estos bateyes son descendientes de los negros del barracón de Luisa Baró. Muchos llevan el apellido del amo o González que era el socio del amo. Este socio vivía muy lejos, creo que en [[Matanzas]] y venia al ingenio dos o tres veces al año. Dicen que este socio era el que mayor capital aportaba para mantener la plantación.  
 
A los pobres diablos los cogieron llegando a las lomas y los perros los desguazaron. Así heridos y todo los metieron una semana en el cepo. Desde ese día comenzaron a encadenarlos a todos, excepto los días de toque de tambor que los tenían suelto hasta las doce de la noche más o menos; pero vigilados por veinte mayorales armados con escopetas y revólveres. Cuando llegó la abolición de la esclavitud muchos de los negros se quedaron en el batey y otros fueros al pueblo y otros lugares a buscar trabajo. Casi todos los negros que existen en el pueblo y en todos estos bateyes son descendientes de los negros del barracón de Luisa Baró. Muchos llevan el apellido del amo o González que era el socio del amo. Este socio vivía muy lejos, creo que en [[Matanzas]] y venia al ingenio dos o tres veces al año. Dicen que este socio era el que mayor capital aportaba para mantener la plantación.  
  
=== La oficina ===
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=== La oficina ===
  
 
En principio había tres jardines bien delimitados por su ubicación y por el tipo de plantas que se cultivaba en cada uno. El mayor era el que ocupaba el frente de la vivienda, en la mitad atravesaba un pasillo de adoquines de tres varas de ancho flaqueado por dos calles de muralla blanca con follajes trabajados en forma rectangular y que conducía a la escalinata del centro del portal. En ambas mitades existían siete canteros, tres cuadrados, tres redondos y uno rectangular en el centro. Los circulares se sembraban de rosas rojas, blancas y rosadas respectivamente, los cuadrados eran de jazmín de cinco hojas, un segundo de no me olvides y uno de clavelones. El del centro contenía marpacifícos rojos como la sangre. Los espacios entre canteros eran de gravilla gris, allí por orden expresa de los dueños no podía haber una hierba mala en ninguna época del año, todas las mañanas había que regarlos.  
 
En principio había tres jardines bien delimitados por su ubicación y por el tipo de plantas que se cultivaba en cada uno. El mayor era el que ocupaba el frente de la vivienda, en la mitad atravesaba un pasillo de adoquines de tres varas de ancho flaqueado por dos calles de muralla blanca con follajes trabajados en forma rectangular y que conducía a la escalinata del centro del portal. En ambas mitades existían siete canteros, tres cuadrados, tres redondos y uno rectangular en el centro. Los circulares se sembraban de rosas rojas, blancas y rosadas respectivamente, los cuadrados eran de jazmín de cinco hojas, un segundo de no me olvides y uno de clavelones. El del centro contenía marpacifícos rojos como la sangre. Los espacios entre canteros eran de gravilla gris, allí por orden expresa de los dueños no podía haber una hierba mala en ninguna época del año, todas las mañanas había que regarlos.  
  
El segundo jardín estaba al costado de la casona, por la parte de las calles de palmas. Tenía doce canteros rectangulares, con uno circular en el centro. Predominaban plantas de mayor porte como flor de papel y júpito. Y también platanillos de distintos colores, campanas, damas de noche, mariposas y gladiolos. El último jardín abarcaba toda la arboleda, poblado de mantos de distintos colores y palmitas de arecas de distintos colores y palmitas de arecas de diversos tipos. En el centro junto a la mata de mamoncillos blancos un redondel de murallas. En aquellos primeros años también funcionaban las cuatro fuentes. El agua brotaba por la parte superior y se deslizaba de piso en piso hasta caer en el depósito circular, allí se desbordaba e iba a parar a los aljibes, donde se acumulaba para pasar de nuevo al suelo. Todo era un paisaje espléndido, cubierto de una vegetación bella todo ornamental, todavía en la actualidad quedan muestras de aquel inolvidable lugar, donde prevalecía la limpieza y total organización por parte de los que allí laboraban.
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El segundo jardín estaba al costado de la casona, por la parte de las calles de palmas. Tenía doce canteros rectangulares, con uno circular en el centro. Predominaban plantas de mayor porte como flor de papel y júpito. Y también platanillos de distintos colores, campanas, damas de noche, mariposas y gladiolos. El último jardín abarcaba toda la arboleda, poblado de mantos de distintos colores y palmitas de arecas de distintos colores y palmitas de arecas de diversos tipos. En el centro junto a la mata de mamoncillos blancos un redondel de murallas. En aquellos primeros años también funcionaban las cuatro fuentes. El agua brotaba por la parte superior y se deslizaba de piso en piso hasta caer en el depósito circular, allí se desbordaba e iba a parar a los aljibes, donde se acumulaba para pasar de nuevo al suelo. Todo era un paisaje espléndido, cubierto de una vegetación bella todo ornamental, todavía en la actualidad quedan muestras de aquel inolvidable lugar, donde prevalecía la limpieza y total organización por parte de los que allí laboraban.  
  
 
=== El “Charco del Mango”  ===
 
=== El “Charco del Mango”  ===
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La limpieza del agua era increíble se podían bañar veinte personas y se mantenía limpio, varias generaciones de chiquillos aprendieron a nadar. Para llegar al charco habían dos caminos, uno por el terreno de pelota y otro por el patio de Fermín Acosta pasando por la aguada que abastecía la locomotora de vapor que tiraba la caña, después del horno de cal ambos caminos se unían por un trillo siguiendo la ruta de la línea del tren hasta llegar al charco. Era un paisaje muy rico en naturaleza todos disfrutaban de aquel lugar.  
 
La limpieza del agua era increíble se podían bañar veinte personas y se mantenía limpio, varias generaciones de chiquillos aprendieron a nadar. Para llegar al charco habían dos caminos, uno por el terreno de pelota y otro por el patio de Fermín Acosta pasando por la aguada que abastecía la locomotora de vapor que tiraba la caña, después del horno de cal ambos caminos se unían por un trillo siguiendo la ruta de la línea del tren hasta llegar al charco. Era un paisaje muy rico en naturaleza todos disfrutaban de aquel lugar.  
  
== Fuentes ==
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== Fuentes ==
  
 
*Rogelio Abreu Marín.El conocimiento del Patrimonio Tangible e Intangible en el ingenio Nueva Luisa.
 
*Rogelio Abreu Marín.El conocimiento del Patrimonio Tangible e Intangible en el ingenio Nueva Luisa.
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== Bibliografía  ==
 
== Bibliografía  ==
  
*Blanco Álvarez Martha. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- [[2008]] en la comunidad de Nueva Luisa.
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*Blanco Álvarez Martha. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- [[2008]] en la comunidad de Nueva Luisa.  
*Cabrera González Lázaro. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.
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*Cabrera González Lázaro. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.  
*Castro Vidal Cándido. . Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la Comunidad de Nueva Luisa.
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*Castro Vidal Cándido. . Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la Comunidad de Nueva Luisa.  
*Colectivo de autores. Historia local [[Jovellanos]]. [[1991]]. Material mecano graficado museo de Jovellanos.
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*Colectivo de autores. Historia local [[Jovellanos]]. [[1991]]. Material mecano graficado museo de Jovellanos.  
*Consejo Nacional de Patrimonio Cultural. Ministerio de cultura [[2002]].
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*Consejo Nacional de Patrimonio Cultural. Ministerio de cultura [[2002]].  
*Protección del Patrimonio Cultural. Compilación de legislativos. [[La Habana]], [[Cuba]]. *Lápidus Luis: “Patrimonio y herencia del [[siglo XX]]”. Revista Casa №198,p147.(7 páginas ).
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*Protección del Patrimonio Cultural. Compilación de legislativos. [[La Habana]], [[Cuba]]. *Lápidus Luis: “Patrimonio y herencia del [[Siglo XX]]”. Revista Casa №198,p147.(7 páginas ).  
 
*Marín Tanquero Alfredo. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.  
 
*Marín Tanquero Alfredo. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.  
*Martín Rodrigues Maria Laura y [[Julia Maritza Cuba Díaz]]. Catalogo Matancero de monumentos. Centro provincial de patrimonio cultural de [[Matanzas]].(S.F.E).
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*Martín Rodrigues Maria Laura y [[Julia Maritza Cuba Díaz]]. Catalogo Matancero de monumentos. Centro provincial de patrimonio cultural de [[Matanzas]].(S.F.E).  
*Martínez Pérez Luisa Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.
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*Martínez Pérez Luisa Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.  
*Martínez Rodríguez Reynol. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.
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*Martínez Rodríguez Reynol. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.  
 
*Pérez Valle Orlando. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.  
 
*Pérez Valle Orlando. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.  
*Prado Báez, Julio. Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la Comunidad Nueva Luisa.
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*Prado Báez, Julio. Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la Comunidad Nueva Luisa.  
*Prado Báez, Radamé. Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.
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*Prado Báez, Radamé. Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.  
*Rodríguez Cruz Luisa. . Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.
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*Rodríguez Cruz Luisa. . Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.  
*Santiago Amenedo, Rigoberto. . Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.
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*Santiago Amenedo, Rigoberto. . Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.  
 
*Semanal Larrañaga, Humberto. Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.
 
*Semanal Larrañaga, Humberto. Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.
  
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Revisión del 09:20 5 feb 2011

Ingenio de Nueva Luisa
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Institución

Ingenio de Nueva Luisa. Ingenio perteneciente al municipio Jovellanos, que reconoce la historia del patrimonio tangible e intangible de esa comunidad, citamos el horno de cal, la casa vivienda, el charco del mango, el campanario y los barracones, entre otros.

Reseña histórica

Entre 1810 y 1817 se hicieron las primeras gestiones de compra y venta de sus tierras. Contaba con 30 caballerías y 78 cordeles de tierra, pasando por varios dueños, 1843 era propiedad de los señores Morell, Baró y Barraque, variando su extensión y valor. Lindaba por el norte con los ingenios Alcancía y Mina, por el sur con el potrero Alcancía, ingenio Conchita, potrero de Aguilar y sitio de Basilio Rodríguez y Pedro Risco, por el este con los ingenios Góbel y Aguilar y por el oeste con los ingenios Dolores y Santa Ana, y con el cafetal Malpica.

Poco después de la llegada del ferrocarril a Cuba, Luisa se beneficia, cuando llegan hasta allá las vías estrechas para trasladar el azúcar hasta Cárdenas y Matanzas. El nombre de Nueva Luisa lo adquirió en los primeros años del siglo XX según consta en el Registro de Propiedad del municipio de Jovellanos. Al producirse la sublevación de esclavos en el ingenio Alcancía en la madrugada del 27 al 28 de marzo de 1843, tuvieron en este lugar 21 adeptos, ocupando el segundo lugar en número de esclavos y participantes. Al iniciarse la conspiración de los negros se unieron gran cantidad de esclavos, a los de Guamacaro, Cimarrones, Macurijes, ingenio Atrevido y Encanto. Hacia 1850 tenía una dotación de 60 esclavos, disponía de 50 caballerías de tierra para sus plantaciones.

Entre 1856 y 1858 se instalan aparatos de Derosne, de tecnología avanzada. En 1859 se fabricaron 7745 cajas de azúcar de los tipos blancos, quebrado y cucurucho, y 434 bocoyes de azúcar mascabada. Por esta fecha era propiedad de José Baró. Hacia 1870 Nueva Luisa estaba entre los ingenios de más alto rendimiento industrial con una producción de 3456 @ por caballerías y 2,9 toneladas por hectáreas. Transcurría el último cuarto del siglo XIX cuando dejó de existir José Baró, había dejado como heredero a sus hijos. En 1880 en potrero Santa Lucía de cinco caballerías de tierra, perteneciente a la hacienda Macurijes, es incluida en el área del ingenio Nueva Luisa. El 20 de agosto de 1823 fallece Josefa Baró y Jiménez, y queda como dueña del ingenio Luisa, por acuerdo se denomina Hermanos Rivas Castañeda a partir del día siguiente. Josefa Petrona Rivas Baró era representada por su esposo Joaquín Castañer Soucrú. Yyy Al paso de la invasión por la localidad las tropas insurrectas destruyen el fortín y queman el ingenio por tres partes diferentes. En la zafra de 19051907 la molida fue de 964 236 @ de caña y por entonces ya se refleja con el nombre de Nueva Luisa, ya que no existía otro ingenio con el nombre de Luisa en el término de Guamacaro. En 1907-1908 alcanzó cifras de 300 000 @ de caña y en 1910 fabricó 119 680 sacos de azúcar de 325 libras cada una. En 1910 el ingenio cierra sus puertas. Hacia 1946 se pensó en reconstruir el ingenio, pero en una reunión que hubo en La Habana, a raíz de un tiro que le dan en la cabeza a Julio Lobo, se deshacen los planes. Es importante señalar la arquitectura de la casa: vivienda con barandas de hierro, escalera negra de mármol con una bola de cristal, debajo estaban las oficinas, arriba estaban los dormitorios de los dueños.

El Torniquete

Lugar situado cerca de la oficina por donde pasaba la línea del ferrocarril, en la cual se sentaban las personas debajo de los grandes higuillos. Por allí transitaban todas las personas del batey debido a que iban a comprar a la bodega o al kiosco o que pasaban de salida para el pueblo. Además todos los jóvenes hacían estancia para ver las muchachas. En ese lugar todos los días en la mañana se reunían los trabajadores para recibir orientaciones sobre el trabajo que se iban a realizar por el administrador tanto en tiempo de zafra como en tiempo muerto

El viejo cementerio

Doroteo Hernández hijo de esclavos cuenta que sus padres trabajaban en la hacienda y según información sobre el viejo camposanto cuenta que tenía una extensión de cuatro muros al ala izquierda y estaba repleta de una serie de promontorios que presumiblemente debieron construir las tumbas. Al fondo contra la pared que daba al río se delineaba un cuadrado de ladrillos con una abertura en el centro que constituía el osario. Según cuenta Doroteo, cuando el negro Nicolás se fue de cimarrón para el monte, los amos no quisieron que los esclavos se siguieran enterrando en el cementerio del pueblo porque cada vez que había un muerto por lo menos uno se escapaba y decía que el ranchero costaba muy caro para encontrarlo. Entonces mandaron a hacer el cementerio de esclavos cerca del río en la tierra baja y mandaron a levantar un muro con veinte esclavos que duró dos años de construcción, ya que se comentaba que en una inundación la fuerza del agua escarbó la sepultura y el reguero de huesos llegó hasta el mismo batey, esta construcción se realizó entre las dos guerras de independencia y nunca más el río pudo sacar los muertos.

En el cementerio primero enterraron a esclavos pero después también a blancos y al mayoral Jacinto, Josefa su esposa, y a una hija que se dio candela y no querían enterrar a nadie en el pueblo porque era muy lejos para llevar las flores y enterrándolas ahí les salía más barato. Según Doroteo dejaron de enterrar en el gobierno de Estrada Palma porque después de terminada la esclavitud llegó un cura del pueblo y dijo que allí estaba el diablo que no se podía enterrar más y que había que mudar el entierro para el pueblo. El último negro que se enterró hacía de jardinero y se llamaba Taita Yembé.

El horno de cal

Como que en aquella época el río estaba dividido ya en charcos desde hacía más de un mes, era imposible cumplir la rutina veraniega del baño en el Charco del mango. Ahora les quedaba a los muchachos las opciones de ir a comer caña de medialuna en los alrededores del Viejo Cementerio, jugar un rato a los escondidos o competir deslizándose en yaguas por la ladera del Horno de Cal, ubicado al fondo del batey detrás del terreno al oeste. Muchos seleccionaron esta opción y cruzaron la cerca del jardín izquierdo para encaminarse al lugar no sin antes echar manos a dos o tres yaguas que permanecían ocultas en una bejuquera de la cerca de casa de los Prados. El Horno de Cal era una especie de pirámide de canto que medía unos diez metros por cada lado y doce o quince de alto. Los chiquillos con Edelmiro al frente subieron con ligereza los veinte escalones de canto y una vez en la cúspide sortearon quiénes serían los primeros en tirarse con yaguas. Esta operación se hacía por los filos del horno y terminaban revolcados entre la hierba tupida que crecía en la base de las tres paredes. El Horno de Cal sin dudas, un lugar celebre del batey.

Historias que forman parte del patrimonio tangible

El campanario y los barracones

El campanario y los barracones constituyeron un complejo que se mantuvo intacto hasta los años 50 del Siglo XX. La enorme campana de bronce había servido por decenas de años para anunciar a los esclavos la hora de recogerse y al amanecer cuando comenzaban a cantar los gallos emitía su reluciente sonido para señalar la hora del comienzo de la jornada. Una faena larga y dolorosa colmada de latigazos y recalentamiento bajo los inclementes rayos del sol de las plantaciones cañeras. Construcción del Campanario y los Barracones. El campanario era hecho de cantos enormes y con una escalera enorme de madera dura que daba acceso al recinto de la campana. Había que subir por la misma cada vez que se iba a tocar la campana porque el amo no permitía hacerlo de abajo con la soga, pues, si estaba cerca del suelo cualquier intruso podía tocarla en un momento inapropiado y formar un corre corre por gusto y esto en honor a la verdad, tenía razón porque habían muchos jodedores por ahí.

Eso significa que había que subir no menos de cuatro veces al día por la dichosa escalera que tenía noventa y dos escalones. Es cierto que el cuidador del campanario era casi como un esclavo, pues había que dormir allí por si se escapaba algún negro esclavo y había que tocar la campana de noche para avisar a los ranchadores. Otra inconveniencia era que el amo no permitía que el cuidador se casara porque eso le traería obligaciones que le impedirían el trabajo. Quien abría y cerraba era Juan José, el jefe de los mayorales, un español de muy malas entrañas que gozaba con el sufrimiento de los esclavos, por eso apareció una mañana ahorcado en el pozo de agua en el centro de los barracones. Se repartieron latigazos a diestra y siniestra para averiguar quien lo ahorcó pero nunca apareció el sujeto. Por la mañana Juan José abría el portón que pesaba tanto que hacían falta cuatro hombres para correr las hojas.

El jefe se paraba en el portón para contar a los esclavos que salían para los campos, en épocas florecientes del ingenio hubo hasta quinientos esclavos, después montaba en su caballo y acompañaba a la fila hasta los cañaverales, allí echaba todo el día y regresaba al oscurecer con los esclavos para contarlos cuando fueran entrando al barracón, culminado el conteo cerraba y se iba al dormitorio de los mayorales. Los dormitorios de los esclavos estaban en el fondo. Cuando llegaban le permitían lavarse la cara en un tanque de agua que había allí nada más. Después comían el salcocho que se preparaba de forma colectiva, dos veces por semana le permitían toque de tambor hasta las diez de la noche y los domingos los obligaban a oír la misa que daba el cura de lo cual ellos no comprendían nada. A cada rato se formaban broncas entre esclavos con puñaladas casi siempre por problemas de mujeres. A los implicados los metían tres días en el cepo. Eso era colocarles una tabla que les oprimía y las muñecas sin comer ni tomar agua, pero de todos modos las broncas se repetían. Los mayorales dormían en un barracón mas pequeño bebían y jugaban cartas hasta altas horas de la noche. Los esclavos eran tratados como animales. Les tenían unos escusados colectivos en el fondo del barracón y tenían que hacer necesidades hombres y mujeres juntos. Cuando había una descomposición estomacal eso era tremendo y pasaba muy a menudo debido al tipo de alimento que daban. Lo único que lo aliviaba era que en los barracones les quitaban las cadenas. Eso fue así hasta la noche en que se escaparon cuatro y les tuvieron que echar los perros de los rancheadotes.

A los pobres diablos los cogieron llegando a las lomas y los perros los desguazaron. Así heridos y todo los metieron una semana en el cepo. Desde ese día comenzaron a encadenarlos a todos, excepto los días de toque de tambor que los tenían suelto hasta las doce de la noche más o menos; pero vigilados por veinte mayorales armados con escopetas y revólveres. Cuando llegó la abolición de la esclavitud muchos de los negros se quedaron en el batey y otros fueros al pueblo y otros lugares a buscar trabajo. Casi todos los negros que existen en el pueblo y en todos estos bateyes son descendientes de los negros del barracón de Luisa Baró. Muchos llevan el apellido del amo o González que era el socio del amo. Este socio vivía muy lejos, creo que en Matanzas y venia al ingenio dos o tres veces al año. Dicen que este socio era el que mayor capital aportaba para mantener la plantación.

La oficina

En principio había tres jardines bien delimitados por su ubicación y por el tipo de plantas que se cultivaba en cada uno. El mayor era el que ocupaba el frente de la vivienda, en la mitad atravesaba un pasillo de adoquines de tres varas de ancho flaqueado por dos calles de muralla blanca con follajes trabajados en forma rectangular y que conducía a la escalinata del centro del portal. En ambas mitades existían siete canteros, tres cuadrados, tres redondos y uno rectangular en el centro. Los circulares se sembraban de rosas rojas, blancas y rosadas respectivamente, los cuadrados eran de jazmín de cinco hojas, un segundo de no me olvides y uno de clavelones. El del centro contenía marpacifícos rojos como la sangre. Los espacios entre canteros eran de gravilla gris, allí por orden expresa de los dueños no podía haber una hierba mala en ninguna época del año, todas las mañanas había que regarlos.

El segundo jardín estaba al costado de la casona, por la parte de las calles de palmas. Tenía doce canteros rectangulares, con uno circular en el centro. Predominaban plantas de mayor porte como flor de papel y júpito. Y también platanillos de distintos colores, campanas, damas de noche, mariposas y gladiolos. El último jardín abarcaba toda la arboleda, poblado de mantos de distintos colores y palmitas de arecas de distintos colores y palmitas de arecas de diversos tipos. En el centro junto a la mata de mamoncillos blancos un redondel de murallas. En aquellos primeros años también funcionaban las cuatro fuentes. El agua brotaba por la parte superior y se deslizaba de piso en piso hasta caer en el depósito circular, allí se desbordaba e iba a parar a los aljibes, donde se acumulaba para pasar de nuevo al suelo. Todo era un paisaje espléndido, cubierto de una vegetación bella todo ornamental, todavía en la actualidad quedan muestras de aquel inolvidable lugar, donde prevalecía la limpieza y total organización por parte de los que allí laboraban.

El “Charco del Mango”

En el batey y sus alrededores existían varios lugares célebres debido a que han significado algo para los vecinos en determinada época del año y muchas veces su fama se arrastró por años. Una de estas leyendas es la del “Charco del mango”, este tiene aproximadamente 27 metros de largo y 6 de ancho, cerca de donde pasaba el ferrocarril, su denominación era por un frondoso árbol de mangos que crecía en su margen. A la derecha de la mata existe una gran piedra empotrada desde la cual se lanzaban al agua los bañistas. Este lugar era llamado hasta principios de los 60 la playa de los pobres, la inmensa mayoría de los habitantes masculinos del batey pasaban las tardes del verano bañándose, los mas pequeños entraban por el paso, por el lado del puente del tren, los mayores entraban por el centro, lanzándose desde la piedra donde el agua llegaba a alcanzar hasta dos metros y cuando el río crecía llegaba a alcanzar cuatro o más metros.

La limpieza del agua era increíble se podían bañar veinte personas y se mantenía limpio, varias generaciones de chiquillos aprendieron a nadar. Para llegar al charco habían dos caminos, uno por el terreno de pelota y otro por el patio de Fermín Acosta pasando por la aguada que abastecía la locomotora de vapor que tiraba la caña, después del horno de cal ambos caminos se unían por un trillo siguiendo la ruta de la línea del tren hasta llegar al charco. Era un paisaje muy rico en naturaleza todos disfrutaban de aquel lugar.

Fuentes

  • Rogelio Abreu Marín.El conocimiento del Patrimonio Tangible e Intangible en el ingenio Nueva Luisa.

Bibliografía

  • Blanco Álvarez Martha. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.
  • Cabrera González Lázaro. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.
  • Castro Vidal Cándido. . Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la Comunidad de Nueva Luisa.
  • Colectivo de autores. Historia local Jovellanos. 1991. Material mecano graficado museo de Jovellanos.
  • Consejo Nacional de Patrimonio Cultural. Ministerio de cultura 2002.
  • Protección del Patrimonio Cultural. Compilación de legislativos. La Habana, Cuba. *Lápidus Luis: “Patrimonio y herencia del Siglo XX”. Revista Casa №198,p147.(7 páginas ).
  • Marín Tanquero Alfredo. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.
  • Martín Rodrigues Maria Laura y Julia Maritza Cuba Díaz. Catalogo Matancero de monumentos. Centro provincial de patrimonio cultural de Matanzas.(S.F.E).
  • Martínez Pérez Luisa Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.
  • Martínez Rodríguez Reynol. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.
  • Pérez Valle Orlando. Entrevista realizada por Rogelio Abreu el 10- 10- 2008 en la comunidad de Nueva Luisa.
  • Prado Báez, Julio. Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la Comunidad Nueva Luisa.
  • Prado Báez, Radamé. Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.
  • Rodríguez Cruz Luisa. . Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.
  • Santiago Amenedo, Rigoberto. . Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.
  • Semanal Larrañaga, Humberto. Entrevista realizada por Rogelio Abreu Marín 10-10-2008, en la comunidad Nueva Luisa.