Manuel Piedra

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Plantilla:Personaje histórico

Manuel Piedra Martel. Fue uno de los jefes mambises que más se distinguió por su valor en el asalto y toma de la ciudad de Victoria de las Tunas.

Síntesis biográfica

Nace en Cifuentes el 25 de septiembre de 1869. Cursó estudios de arte. Abandonó su educación y su trabajo y se incorporo a la guerra libertadora de 1895 alcanzando el grado de Coronel del Ejército Libertador. En La República Dominicana ocupo el cargo de Coronel del Estado Mayor del cuartel general del ejército. Regresó a Cuba y trabajó en la Aduana y en la Cámara de Representantes. Sufrió prisión en 1905 por asuntos políticos. Volvió a la República Dominicana como cónsul de Cuba y encargado de negocios. Regresó a La Habana para ocupar la Jefatura de Policía de la capital bajo el Gobierno de José Miguel Gómez con el grado de Brigadier. Fue director del censo y más tarde encargado de negocios y cónsul en Guatemala. Fue miembro de la Academia de Historia de Cuba.

Inicios revolucionarios

Curso estudios de dibujo en la Academia de San Alejandro en La Habana, donde toma conciencia de la situación del país, y se hace el firme propósito de ayudar a la independencia de su país, abandona sus estudios y se incorpora a la fuerza mambisa. Para ello se traslada desde La Habana a Campechuela, pasando antes por Sagua la Grande y Cienfuegos con escasos recursos monetarios, haciéndose pasar por viajante de farmacia.

Fue uno de los primeros villaclareños en incorporarse a la lucha, tenía entonces 26 años. En la guerra estuvo en la escolta de Antonio Maceo Grajales y muy pronto pasó a ser ayudante de campo del General Antonio Maceo Grajales.

Labor revolucionaria

En su pródiga vida militar, quizás fue el primer episodio el que le marcará profundamente, según sus propias palabras se encontró en plena manigua con la figura de José Martí Pérez, poco antes de la acción de Dos Ríos. Martell escucho emocionado la histórica arenga que pronuncio José Martí Pérez, donde expresó que era su deseo “Pegarse al último tronco y junto al último peleador… Para mí ya es hora.”

Participaron Martí y Martell en el primer combate de ambos, conversaron brevemente antes de entrar a la batalla. En ella Martí encontró la muerte, Martell su primer arma y su primer ascenso militar.
Jiguaní, Sitio Grande, Ceiba Hueca, Peralejo, Sao del Indio, Iguará, Ceja del Negro, Lomas del Rubí, San Pedro y otros son los nombres de algunas de las batallas en que participó, tomando siempre parte destacada en la pelea.

Entre las más gloriosas heridas que recibió, las cuales le dejaron 14 cicatrices en el cuerpo, caben destacarse una de ellas en la Batalla de Mal Tiempo cargando “entre los brazos de la escolta” como dijera en aquella gloriosa oportunidad el General Antonio Maceo Grajales. La otra herida la recibió en la sangrienta herida de Soroa en las estribaciones de la Sierra de los Órganos durante la Campaña de Occidente y la última de sus cicatrices la guardó como recuerdo imborrable de la acción de San Pedro donde cayó su jefe de entonces, el General Antonio Maceo Grajales cuyos restos veló Martell en las inmediaciones de Punta Brava.
En tres años ascendió de Alférez a Coronel del Ejército Libertador, de la manigua trajo sus 14 cicatrices en el cuerpo y el dolor de su patria ocupada por los yanquis.

Ya en la República Neocolonial ocupó cargos en el ejército de la Policía Nacional y fue Ministro de Cuba en Japón. Fue fiel a sus principios y actuó decorosamente en esta etapa aciaga de la Historia de Cuba, que solo hombres de su estirpe lograron reivindicar.

Ejerció el periodismo, fundó el Periódico Unión Nacionalista que combatió a Machado. En 1948 publicó sus memorias con el título “Mis primeros 30 años” donde narra sus experiencias en la preparación de la guerra del 1895 y su actividad dentro de ella. Murió en 1954.

Fuentes