Roberto Reyes Reyes

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 Biografía de Roberto Reyes Reyes.

Niñez y Juventud

Roberto Reyes Reyes, nació en la ciudad de Baracoa el día 6 de septiembre de 1940, siendo sus padres Ángela Reyes y Ramón Reyes.

Desde muy temprana edad aprendió a leer y escribir con la señorita maestra Pilar Rodríguez Lemus, y dio a comprender que cuando entrara en más años sería útil a la Patria. Cuando cumplió 10 años; por su comportamiento e inteligencia, como premio, sus padres le ofrecieron un viaje a la ciudad de Santiago de Cuba y para ello puso Robert una condición: que se permitiera ir solo, pues ya se creía un hombre, a cuya condición sus padres accedieron.

Luego pasó a la ciudad de Guantánamo donde comenzó a cursar el Bachillerato en el colegio “La Salle”, pero cuando hacía el segundo año es cuando se produce el funesto 10 de Marzo, decidió no continuar sus estudios y regresar a Baracoa donde informa a sus padres de su determinación, alegando que la Patria en momentos críticos necesitaba de sus hijos. No atiende a las súplicas de sus seres queridos y días más tarde se traslada a Cananova donde consigue trabajo y donde también comenzó a conocer los días negros que le esperaban a la Patria.

Compromiso revolucionario

Después del ataque al Cuartel Moncada por el Dr. Fidel Castro Ruz y sus abnegados compañeros, regresa a Baracoa y sin que nadie pudiera sospecharlo se estaba metiendo de lleno en la Revolución, pues, como buen patriota, fue gran admirador del Dr. Fidel Castro Ruz.

Los días van pasando y la tiranía se va dejando sentir. Su padre Mongo Reyes, hombre honrado y trabajador, propietario de algunas casillas de carne de res, venía siendo explotado sin consideración por los hombres que contra la voluntad del pueblo “mandaban” en nuestra patria. El pequeño capital obtenido con su trabajo fue mermando considerablemente al extremo de que a su negocio lo hicieron pasara a mejor vida. En estas condiciones, con los pocos pesos que le quedaban, decide trasladarse a la ciudad de Bayamo, donde se instala y establece una fábrica de embutidos en el barrio conocido por Vista Alegre.

El negocio por la calidad de la mercancía prosperó rápidamente y allí comenzó a repetirse lo de Baracoa; los soldados comenzaron a llevar aquello por la “libre” y el negocio con la misma rapidez que cristalizó comenzó a opacarse.

En el negocio del padre comenzó Roberto Reyes Reyes a tener contacto con los decididos jóvenes que organizaban la lucha contra la tiranía, entre los cuales por su valor y patriotismo fue destacado en todo momento, y si no veamos:

Para la atención del negocio su padre había comprado un automóvil. En horas de la noche Robert pedía el mismo a su padre para dar un paseo por la ciudad, pero ese paseo se convertía en actividades revolucionarias. En una ocasión ese automóvil fue acribillado a balazos en las cercanías de Babiney y milagrosamente, tanto Robert como sus compañeros resultaron ilesos. A partir de esa acción, Roberto Reyes Reyes fue uno de los jóvenes más perseguidos en Bayamo por el ejercito y la policía, pues ya se conocía de su gran amistad con Orlando Lara, Jesús Martínez, más conocido por “Pachecho”, Víctor Sotomayor, Felipe González, Iván Leiva y otros más que integraban el terrible grupo conocido por “Lara y sus muchachos”, grupo éste que siempre tuvo en jaque a los soldados del tirano.

La Sierra Maestra

Sus padres ignoraban que su hijo formaba parte de los revolucionarios, pero su padre comenzó a sospechar cuando una tarde se había declarado un voraz incendio en los almacenes de carga del ferrocarril y cuando contemplaba el mismo llegó Robert y le dijo con mucha tranquilidad: Vamos, papá, no le de importancia a lo sucedido, vamos a comer.

Desde aquel instante “Mongo Reyes” comenzó a sospechar de las actividades revolucionarias de su querido hijo y para aumentar sus sospechas le vino el recuerdo del automóvil tiroteado en las cercanías de Babiney. No obstante, guardó silencio y quedó en espera de nuevos acontecimientos, los que no tardaron mucho, pues el día 1 de agosto de 1957, muy pocos días después del incendio del ferrocarril, se presentó inesperadamente en su casa, llamó a “Mongo” y a Angelita y con mucha serenidad les dijo: Papi y mami, me ha llegado el momento de irme, soy revolucionario y tengo que marcharme. No sé si algún día podré regresar.

La madre, como madre al fin, sintió que el corazón se le destrozaba y sin un solo lamento, sin una sola palabra cayó desmayada, siendo atendida por el esposo e hijo y trasladada a una cama y ya en ésta le dice Robert:: “Dios te dará valor… Me voy porque es mi deber”. Efectivamente, se fue y como dijo ignoraba si algún día podría regresar.

Una vez que abandono su hogar se unió con Orlando Lara y establecen el primer campamento rebelde en la zona de “Cauto Paso”, del que forman parte inicial Jesús Martínez, Víctor Sotomayor, Elvira Paneque y como armas solamente las siguientes:

  • Un revólver calibre 38.
  • Dos pistolas calibre 38.
  • Una pistola calibre 32.

En total eran cinco alzados y solamente disponían de cuatro armas, pero estas había que adquirirlas y fue entonces cuando Roberto Reyes Reyes comenzó a demostrar su valor atacando sin desmayar a las patrullas escoltas de trenes y grupos “masferreristas”, obteniendo así las armas que necesitaban.

Dos días después de haberse despedido de sus padres, fue el 13 de Agosto, el ejercito registró su casa y le hacen saber a sus atribulados padres que donde quiera que le encuentren le darán muerte y tratan de localizarlo por todos los medios. Pero ese día ya él estaba bastante lejos pues horas más tarde, es decir, después de la visita de los soldados de Batista, sus padres recibieron un telegrama que le cursó desde Baracoa donde decía que estaba bien y fuera de peligro. Naturalmente dicho telegrama estaba en clave.

Amor incondicional

A Baracoa, su pueblo natal, había ido en una misión. Cumplida ésta regresa a la zona de Bayamo y el día 6 de septiembre, que cumplía 17 años, con gran riesgo de su vida fue hasta su propia casa, le dio un beso a su madre, otro al padre y regresó de inmediato al lugar, al puesto, que él sabía era el que le correspondía: A nuestras gloriosas montañas, testigos de tanto heroísmo del cubano.

Estaba cumpliendo con su deber, pero ello no fue causa para que olvidara a sus padres, a quienes quiere con idolatría. Tiene deseos de verles, era capaz de dar su propia vida por besar a la madre querida y abrazar al padre bueno, y opta por arriesgar la misma y el 21 de octubre vuelve a la casa, llegando a ella a la una de la tarde. Después de algunos minutos regresó a su puesto de honor y aproximadamente a las tres, los soldados del tirano por un “chivatazo” que reciben, cercan la casa de Mongo Reyes y luego hacen un registro al extremo de buscar en el más apartado rincón de la casa. Esa misma noche se llevan a efecto un atentado a solo media cuadra del cuartel y en el pierden la vida tres soldados. Acto seguido surgió lo que ya era costumbre: la represalia. De sus hogares fueron sacados 21 personas las que aparecieron balaceadas en las primeras horas de la mañana del día 22 de octubre, sin que entre ellas se encontrara el valiente hijo de Baracoa.

Días más tarde conociendo el Primer Teniente Robert Reyes Reyes de los planes trazados, por el Capitán Orlando Lara, hace venir al campamento rebelde de “Cauto Paso” a su padre y le dice que abandone inmediatamente la ciudad de Bayamo, pues la Revolución va actuar y la represión del ejército será de grandes proporciones. El 1 de Febrero el Teniente Robert Reyes con otros compañeros destruye dos tropas del ejercito en la carretera de “Jabaco”, con el siguiente resultado: 8 muertos, 5 heridos y varias armas tomadas.

Robert tenía como nombre de guerra el de “El baracoeso” nombre que tomó para rendirle honor a su pueblo que le viera nacer, le viera crecer, pero no lo viera morir tan gloriosamente. Días después de la acción de la carretera de “Jabaco” sostiene otro encuentro con la fuerza del ejército en el “Zarzal”, cerca del central “Mabay”, ocasionándole bajas al enemigo.

En la carretera de Río Cauto entre Río Embarcadero y Río Cauto le arrebata al ejército una camioneta tipo “Comando” después de causarle 5 muertos, 1 herido y 1 prisionero.

Lucha en Camagüey

El 1 de abril baja de la Sierra Maestra el Comandante Camilo Cienfuegos, quien es portador de una orden del Comandante Fidel Castro Ruz para el Capitán Orlando Lara para que entregara el mando de la zona al Comandante Camilo Cienfuegos y se pasara él, Capitán Lara, con su tropa a la hermana provincia de Camagüey, lo que inmediatamente se cumplimentó burlando la vigilancia en camiones por la carretera central.

El 20 de mayo se le comunica al Primer Teniente del Ejército Rebelde Roberto Reyes que se haga cargo de la parte sur de la provincia de Camagüey y le acompaña su novia, la señorita Julita Guevara, conocida por el nombre de guerra como la “Zoraya Bayamesa”, quien antes, acosada por la tiranía se había unido a la tropa de su prometido como un soldado más.

Al pasar el “Baracoeso” por la provincia de Camagüey se dejó sentir realizando acciones de sabotaje y requicia de armas, pudiéndose señalar las realizadas el 25 de mayo en las que obtuvieron las siguientes:

  • 10 revólveres calibre 38.
  • 1 pistola calibre 38.
  • 1 fusil calibre 32.
  • 1 fusil calibre 44.
  • 1 fusil calibre 38.40 con 50 tiros.
  • 6 cinturones.
  • 6 fundas de pistolas.
  • 4 cajas de cartuchos calibre 16.
  • 1 escopeta de repetición.
  • 3 cuchillos tipo Comando.
  • 3 cantimploras.

El 2 de junio en el lugar conocido por los “Coquitos” asalta el “Budd” que viene rindiendo viaje de La Habana a Manzanillo teniendo el siguiente resultado:

  • 3 fusiles Springfield.
  • 3 cananas con 200 balas.
  • 1 revólver calibre 32.

En esta acción tomaron parte con él, Luís Cisneros, Eutimio Corría, Juan y Luís Ramos, José Manuel Romero, Manuel Cabrera y la “Zoraya” Bayamesa Julita Guevara.

El 2 de junio se dirigió al lugar conocido por la “Federal” donde llegó el día 3. Encontrándose acampado tuvo conocimiento que una columna enemiga avanzaba hacia donde él se encontraba y que iba escoltada por un avión. Rápidamente impartió sus órdenes y se tomaron las posiciones más seguras y media hora después llegó la avanzada a la que permitió el paso pero al hacerlo el grueso de la columna le abrió fuego causándole 28 bajas, entre ellos 7 muertos. Todos los soldados de la columna de referencia no murieron allí por el oportuno refuerzo recibido, consistente en dos avionetas y un bombardero.

Muerte

Nuevamente nos encontramos que quiere ver a sus padres y el día 21 les pide que vengan a Camagüey donde encontraran el contacto. Sus padres de acuerdo con sus instrucciones habían abandonado Bayamo trasladándose a Baracoa, de donde salieron tan pronto tuvieron conocimiento de los deseos de su hijo, permaneciendo en Camagüey hasta el día 7 de julio sin poder ver a su hijo porque el contacto no había llegado, regresando nuevamente a Oriente. Cuando el contacto llegó ya era tarde, pero su tío Serapio se identificó como tal y fue llevado al campamento, a quien relató Robert de sus hazañas, muy especialmente las de la “Federal”. Le dijo que se encontraba muy contento y tenía la seguridad que dentro de poco todo terminaría, pero desgraciadamente todo terminó para él, pues cuatro días después, el 11 de julio, se traslada a los montes de San Fernando donde libró un gran combate; combate en que la Revolución perdió a uno de sus más grandes pilares. Cayó lleno de gloria el Teniente Roberto Reyes Reyes, el valiente “Baracoeso”.

Al ocurrir su muerte asumió el mando de la tropa su compañera Julita Guevara, “Zoraya Bayamesa”, pero un día después de encontrarse abatida y delicada de salud hizo entrega de la misma a Enrique Guardia.

Sus restos fueron trasladados a la ciudad de Bayamo el 1 de junio de 1959 y se le rindieron honores de capitán muerto en campaña.

Esta es parte de la biografía de aquel niño que nació en Baracoa el 6 de septiembre de 1940 y que por la patria muriera el 11 de julio de 1958 a los 19 años.

Al Capitán Roberto Reyes Reyes, en su memoria, por su valor, amor a la Patria y digno ciudadano se develó el 20 de Febrero de 1960 un obelisco en el lugar donde cayera en la finca “San Fernando”, barrio del Junco en el término municipal de Santa Cruz del Sur, Provincia de Camagüey.

Fuentes.

Biblioteca Municipal de Baracoa "Raúl Gómez García".

Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, Municipio Baracoa.