21 Bridges

21 Bridges
Información sobre la plantilla
Drama
Acción
Crimen
Policíaco | Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
200 x 300 pix
Película de Acción
Nombre21 Bridges
Otro(s) nombre(s)Manhattan sin salida
21 puentes
Estreno22 de noviembre de 2019
GuiónMatthew Carnahan
Adam Mervis
DirectorBrian Kirk
Producción GeneralChadwick Boseman
Logan Coles
Gigi Pritzker
Anthony Russo
Joe Russo
Dirección de FotografíaPaul Cameron
RepartoJ. K. Simmons
Alexander Siddig
Sienna Miller
Taylor Kitsch
Chadwick Boseman
Stephan James
Toby Hemingway
Keith David
Gary Carr
ProductoraAGBO
PaisBandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Sitio web
https://www.filmaffinity.com/es/film400790.html

21 Bridges (21 puentes o Manhattan sin salida) es una película de suspenso de acción estadounidense de 2019 dirigida por Brian Kirk La película está protagonizada por J. K. Simmons, Alexander Siddig, Sienna Miller, Taylor Kitsch, Chadwick Boseman, Stephan James, Toby Hemingway, Keith David, Gary Carr Y su Distribución fue de STX Entertainment, Film & TV House, GEM Entertainment. Y su Fecha de Estreno fue 22 de noviembre de 2019.


Ficha técnica


Sinopsis

André Davis (Chadwick Boseman) es un policía de Nueva York que ve la oportunidad de redimirse de su pasado cuando ocho oficiales de la policía son asesinados durante un robo. Con la ayuda de su compañera Frankie Burns (Sienna Miller), comienza entonces una brutal persecución con el objetivo de encontrar a los culpables. Por primera vez en la historia de Manhattan, la ciudad quedará blindada y en las próximas 24 horas nadie podrá entrar ni salir de la isla. Este drama de acción lo producen los hermanos Anthony y Joe Russo, responsables de Vengadores: Endgame (2019) y Vengadores: Infinity War (2018).

Actores y actrices

Actor/Actriz Personaje
Chadwick Boseman Andre Davis
Christian Isaiah Andre Davis joven
Sienna Miller Frankie Burns
J. K. Simmons Capitán McKenna
Taylor Kitsch Ray Jackson
Keith David Vicejefe Spencer
Stephan James Michael Trujillo
Morocco Omari Teniente de alcalde Mott
Jamie Neumann Leigh
Katie McClellan Kim
Shayna Ryan Press
Gary Carr Hawk
Alexander Siddig Adi
Louis Cancelmi Bush
Victoria Cartagena Yolanda
Dale Pavinski Tom Cheaver
Adriane Lenox Vonetta Davis
Sarah Ellen Stephens Vonetta Davis joven

Críticas de 21 puentes

Si la magnífica 16 calles, la que si nadie pone remedio será la última película dirigida por el dios Richard Donner, se hubiera hecho hoy, cosa que habría que poner en duda, habría quedado relegada a las plataformas donde sirven como simple relleno para sus amplios catálogos. Pero hubo un tiempo en que esa recia estirpe de thrillers de acción poblaba las salas semana sí y semana también para goce y disfrute del personal. Por eso cabe celebrar la llegada a salas de este aguerrido vestigio que no solo toma prestado un título, al menos en la versión original, de similares prestaciones, sino que también retoma ese buen gusto por el firme pulso narrativo y un guion bien pulido que sabe coger de aquí y de allá, pero lo hace sin mácula, y que se toma la molestia de humanizar a los criminales, dos exsoldados metidos a delincuentes.

Da lo mismo que los giros se vean a una distancia sideral y que la originalidad no se encuentre en su amplio catálogo de virtudes, porque lo más importante es que a lo largo de poco más de hora y media es capaz de captar a la perfección el espíritu de un cine que, por desgracia, ya no volverá

La figura del tipo duro destacando entre burocracias y corruptelas gracias a su propio código es quintaesencial al género policíaco, y por muchos cambios que haya experimentado la situación sociopolítica en EE.UU. país que no sólo inventó el western, sino también el noir y el cine de gángsters, llenos de personajes con nociones alternativas de justicia, apenas se ha ido desmarcando de unas coordenadas básicas. Unas, cómo no, progresivamente filofascistas según el desinterés que hubiera en codificar las consecuencias de esta actitud, o el contexto del que partía. Sin embargo, y llegados los años noventa, el cine de acción estadounidense sí llegó a sofisticar en cierto modo esta tensión entre el individuo y la masa pensante hasta permitirse tocar puntos algo más sensibles, como la misma y abstracta idea de nación que, por encima de los choques con superiores cegatos, solía guiar íntimamente los esfuerzos del protagonista. Si Juego de patriotas, en 1992, arrancaba con Jack Ryan frustrando un atentado terrorista en plena calle sin refuerzo ni organización alguna, su continuación Peligro inminente concluía con el mismo Ryan, ascendido a subdirector de la CIA, preparándose para testificar frente al Congreso sobre las tropelías cometidas desde una Casa Blanca sin brújula moral. La coartada patriótica, en la formidable película de Phillip Noyce, perdía fuerza como guía superior del hombre cabreado. La idea romántica de los EE.UU. se diluía, y el hombre se quedaba a solas con su código.

Era el fin de la americanada tal y como la conocíamos aunque cineastas como Michael Bay quisieran hacernos más llevadera su agonía—, y el inicio de la reclusión de los rostros del policíaco a sus propias convicciones, perfiladas a partir de la experiencia y la educación. El inicio de Manhattan sin salida, dirigida por uno de los realizadores estrella de la HBO Brian Kirk, es de lo más potente por su condición aglutinante. Un niño que de mayor será Chadwick Boseman asiste al funeral de su padre, un prestigioso policía caído en acto de servicio, mientras las palabras del sacerdote empiezan a apuntalar su conciencia. A exhortarle a que, en un mundo cruel como este, no se fíe de más juicio que el suyo propio, y a dejarle claro que la placa que llevaba su padre cuando murió no significa nada por sí misma. No son los EE.UU. No es la virilidad amenazada que, por ejemplo, focalizaba las inquietudes de la última obra maestra de S. Craig Zahler , Dragged Across Concrete, aunque esta contenga un par de apuntes argumentales en común con Manhattan sin salida. Aquí es la ley en sí misma, y una férrea seguridad en saber cómo hay que ejecutarla, lo que guía los pasos del protagonista Andre Davis. Y, por supuesto, la siguiente escena que oficiara de réplica a este prólogo tenía que encontrarlo, ya adulto, atendiendo a las amenazas de los agentes de Asuntos Internos

Manhattan sin salida es un policíaco sólido y continuista que entiende muy bien la tradición en la que se inscribe, por muy pequeña que sea la letra en la que lo hace. Con pretensiones que no van más allá de tejer un relato tan convencional como efectivo no en vano sus productores son Anthony y Joe Russo, recién llegados de los crossovers finales de Marvel, Kirk demuestra tener el suficiente pulso como para que la trama vaya de una encrucijada moral a otra sin que sus personajes se pierdan en circunloquios. Algo a lo que ayuda la sucinta interpretación de Chadwick Boseman aunque le falte la desesperada ferocidad que el papel requiere, pero que sobre todo se consigue gracias a la propia estructura del relato, ensamblada a partir de una única noche donde Boseman y Sienna Miller, sin demasiados deseos de coquetear con la buddy movie, persiguen a dos pobres diablos que se han cargado a ocho policías. Esta coyuntura es resuelta en su mayor parte de un modo terriblemente previsible, pero también con la suficiente profesionalidad como para que su ajustadísima hora y media no se haga más larga de la cuenta.


Fuentes