Abeja Reina

La Abeja Reina
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Arthropoda
Clase:Insecta
Orden:Hymenopter
Familia:Apida

Abeja Reina. La presencia de la reina propicia la cohesión o unión de todos los miembros laborando conjuntamente. La presencia de la reina es conocida en la colonia gracias a la secreción por ella de una hormona especial especialmente cuando es acariciada al ser alimentada y que es esparcida por toda la Colmena.

La reina, un pilar fundamental de la colonia, funciones

Aunque la reina de las abejas carece totalmente de algún atributo que la permita mandar en alguna forma, está por tanto sometida como los demás miembros a una disciplina superior cuyo objetivo es el perpetuar la especie, no obstante ella tiene tres funciones reservadas de la mayor importancia:

Da cohesión al conjunto

El estímulo de cohesión es proporcional a la potencia de la colonia considerada y constituye una atracción irresistible para las pequeñas colonias que pudieran estar cerca y que pudieran captarlo.

Induce el estímulo al trabajo y propicia un dinamismo general

La función de estímulo al trabajo es fácil constatarla en un colmenar numeroso y comprobar como algunas colonias no populosas mantienen una actividad proporcionalmente mayor que algunas en teoría más aventajadas, se puede suponer que la causa inicial esta en el dinamismo que de alguna forma su reina imprime al conjunto, es normal constatar como esto ocurre con mayor frecuencia en las colonias con madres más jóvenes.

Es la madre, en condiciones normales, de todos los individuos de la colonia

En tercer lugar ella es la madre de toda la colonia, todos los apicultores saben que en cada colonia si está en perfecto estado se halla una sola hembra fecunda, que es por ello la madre de todos los individuos que la integran, si bien de forma transitoria, pueden convivir dos reinas, esto solo es por un espacio de tiempo corto. Es alimentada por las nodrizas con una sustancia secretada por unas glándulas presentes en la cabeza y denominada jalea real. En los periodos de puesta intensa esa alimentación es suministrada de forma copiosa lo que tiene como consecuencia estimular su metabolismo, formando una gran cantidad de óvulos en los ovarios de tal forma que según van lográndose y una vez fecundados uno a uno por los espermatozoos, que se hallan en un lugar especial del cuerpo llamado espermateca, desde la cópula con los machos, y que por ello la "verdadera" fecundación tiene lugar cuando un óvulo procedente del ovario y en su camino hacia el exterior se junta con un espermatozoo que lo fecunda, dando lugar a lo que nosotros llamamos comúnmente huevo o puesta de huevos.

Fecundación

La espermateca es un lugar del cuerpo de la reina donde el semen procedente de los machos es mantenido con todo su poder fecundante durante varios años, si es necesario, los normales de la vida de la reina, una vez comprobado que tan solo realiza sus vuelos de fecundación en los días inmediatos a su nacimiento y que se estima como máximo en veintiuno, pasados estos, diríamos que pierde ese estimulo y ya no saldrá, algún tiempo después iniciará su postura y como nunca fue fecundada en los óvulos que produce no hay fecundación posible, y depositados en las celdillas solo nacerán machos. En la Naturaleza no es corriente que se dé este comportamiento en muchos Insectos y que se llama partenogénesis.

La reina en plena actividad deposita los huevos uno a uno en las celdas del panal a una velocidad admirable, alcanzando puestas de varios miles todos los días, en una cantidad similar a la estimada de abejas que mueren a diario en los campos agotadas por el trabajo, en épocas de lanzamiento donde las bajas no son tan numerosas por permanecer la población recluida, esas puestas tan grandes permiten a la colonia promoverse hasta alcanzar cantidad muy elevadas de individuos que serán los encargados del futuro de la colonia; deposita huevos en celdas de mayor tamaño que las destinadas a abejas obreras, situadas en los bordes de los panales, casi siempre, o donde las abejas han tenido a bien construirlas lo mismo en panales completamente hechos por ellas que de vez en cuando transformando las celdas de las láminas para adecuarlas, esta puesta es la que dará lugar a los machos, necesarios en varias actividades de la colonia, no solo en la fecundación.

Durante los periodos de reposo invernal la actividad de la colonia tiene que ser nula o casi nula en cuanto a la puesta, la reina es alimentada muy poco con jalea, casi para solo mantenerla con vida lo que unido a las condiciones del clima y del aporte de néctar a la colonia hace que de forma refleja su puesta disminuya hasta llegar a anularse. En cualquier caso su presencia da unión a la colonia y la estimula al trabajo, su pérdida causa alarma entre la población, que la busca por todos los rincones y recorriendo las paredes exteriores de la colmena e incluso el tejado, dando constante señal de llamada tratando de hallarla.

Su presencia se manifiesta gracias a una sustancia odorífica o feromona que impregna todo lo que ella toca y que las abejas al tocarla esparcen por la colonia, especialmente cuando la alimentan con jalea o cuando la acarician mientras pone huevos o se mueve por los panales.

Cada colonia tiene su olor típico e identificativo, cualquier reina que se introduzca en la colonia mientras en olor identificativo exista será muerta sobre la marcha, también lo será sencillamente por el olor típico del alojamiento en que se hallaba antes de ser trasladada al nuevo, por ello cuando se proceda al cambio de reinas viejas se debe obrar con sumo cuidado, para no perder reinas al ser introducidas.

Apicultura

Manejo de la abeja reina

La reina se distingue de entre las obreras cuando se tiene un poco de práctica de la apicultura y cuando

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se conocen las condiciones idóneas para encontrarla, su cuerpo algo mas alargado y las fajas claras del abdomen la hacen fácilmente reconocible. Pero como no siempre las abejas dan todas las facilidades para localizarla con rapidez ayuda pintándola en el coselete, parte central entre la cabeza y el abdomen, con un punto de color y que es variable según el año de su nacimiento con lo que podemos saber su edad. La sucesión de colores es blanco, amarillo, rojo, verde y azul, que se corresponden con el número con el que termina la cifra del año, es posible y en ocasiones conveniente utilizar un método de marcaje que permite fijar en el coselete un número de orden o una clave, con el que identificar de forma concreta una reina, en este caso colocamos un poco de pegamento en el coselete y a continuación fijamos el número o letra identificativa. Todos los pegamentos pueden ocasionar un fuerte rechazo cuando soltamos la reina, para prevenir esto y en general después de cualquier marcaje podemos asperjar la reina y el grupo de abejas que la rodean con jarabe aromatizado que disimula el olor y permite a la reina incorporarse al grupo sin problemas.

Con este método si se observa un retraso en alguna colonia con relación a las demás y nos pareciese imputable a su reina, se puede de una forma rápida determinar si está presente en la colonia y de estarlo se sabe si tiene varios años o se le ve algún defecto, como puede ser la pérdida de una pata o tal vez padezca algún problema funcional que la impida poner huevos o quizás su reserva de espermatozoides se ha terminado y se ha vuelto zanganera. El marcaje es útil cuando se desee realizar enjambres forzados a fin de desplazarla o no según nos convenga, o bien vamos a reemplazarla por vejez, por ser estirpe enjambradora o demasiado agresiva, todas estas operaciones se ven simplificadas y el tiempo empleado reducido con esta ayuda.

Las madres en plena postura avanzan lentamente por los panales de tal suerte que en las horas centrales del ida, cuando el movimiento de piquera es intenso y por tanto la merma de ganado en el interior es notable podemos encontrarla con relativa facilidad en aquellos cuadros donde la presencia de la cría abierta es mayor, todo ello si no hemos golpeado la colmena es exceso y las abejas permanecen adheridas a los panales formando un película que nos permite verla con facilidad. Es de señalar la curiosa habilidad que tienen para ocultarse de la vista del apicultor de hallarse en el momento de sacar el panal en el borde inferior, se pasará enseguida a la cara opuesta a la que se observe en medio de un grupo de abejas y será algo difícil encontrarla. Si en una primera revisión no se halla se comprueba si hay puesta reciente de huevos lo que asegura que se halla en la colmena, es mejor dejarlo todo así e intentarlo de nuevo otro día, exámenes exhaustivos y de mucho duración harán que la cría se enfríe, cosa que se debe evitar siempre y así sus consecuencias.

Al ser ella la única hembra fecunda de la colonia todas las características en cuanto a agresividad, resistencia a las enfermedades o en el trabajo y todas las demás dependen de su raza y en un porcentaje menor de la de los machos que la fecundaron. La cualidad más interesante que debe poseer es ser muy prolífica, para ser capaz de poner la enorme cantidad de huevos necesarios para lograr la vertiginosa sucesión en la renovación de los individuos que componen la colonia y que son al final los que darán la cosecha en sus variadas formas.

Como la misión de la reina es poner huevos su cuerpo se halla preparado solo para este fin, es necesario destacar que este cambio solo ha sido producido por la diferente alimentación pues en el origen cualquier huevo o larva destinado finalmente para realera hubiera en condiciones normales producido una abeja corriente. Ella no tiene cestas para el polen, pues nunca las necesitará y si bien tiene aguijón no lo usa contra el apicultor aunque la coja, solamente lo usa en sus luchas con otras reinas para eliminarlas, en esta tarea son mas expeditas las mismas abejas. No produce cera ni realiza otro trabajo interior o exterior que no sea el de poner huevos. Es alimentada por las nodrizas con jalea real durante toda su vida, lo que le permite no solo haberse desarrollado sino mantener el elevado ritmo de puesta necesario, en ocasiones excepcionales podría alimentarse de miel o de néctar como lo hace en los primeros días de vida.

La partida de una reina para la fecundación va precedida de diversos cuidados por las abejas, al menos se las ve acompañarla hasta la piquera donde ella camina en varias direcciones hasta que emprende el vuelo y regresa varios minutos después y es frecuente poderla ver volver con los genitales del macho sobresaliendo de su abdomen, ya en el interior se libera de él posiblemente ayudada por las abejas que ya le procuran muchos cuidados, y volverá a salir varias veces más hasta que su espermateca se llene, momento en el que permanecerá dentro de la colmena y ya no volverá a salir durante el resto de su vida a no ser que deba partir con un enjambre. La localización memorizada del lugar donde se halla situado su colmena le permite regresar a ella por un tiempo no muy largo, posiblemente un mes, a partir de ese momento si se soltara en el campo ya no sabe regresar, claro es que transcurrido un mes de la fecundación se hallará ocupada en su trabajo de poner huevos y ya no necesitará para nada conocer la situación de su vivienda.

Fuentes